La Transformación del Prof. Jeffrey Sachs. Parte 2 de 2
El desertor ideológico más importante de Estados Unidos:
Por Ron Unz Abril 1, 2024
FUENTE: https://www.unz.com/runz/the-transformation-of-prof-jeffrey-sachs/
El texto destacado en amarillo aparece como
texto simple en el original.
Muchos de mis otros artículos desafiaron duramente las narrativas predominantes de los medios de comunicación, incluido un artículo ampliamente discutido de 2012 titulado descriptivamente "El ascenso de China, la caída de USA". Pero aunque ya había trabajado como editor de The American Conservative durante varios años, solo en 2013 finalmente publiqué mi primer artículo directamente dentro del campo conspirativo. Ese artículo resultó ser extremadamente popular y también recibió una atención muy favorable de varios prestigiosos medios de comunicación y columnistas. Sin embargo, los temas controvertidos que planteó fueron considerados bastante delicados en algunos otros sectores y, como consecuencia, pronto fui purgado del TAC.
Sin embargo, incluso en esa fecha relativamente tardía, nunca había leído un solo libro sobre el asesinato de JFK, sobre el que solo gradualmente había comenzado a sospechar un poco, mientras que mis dudas sobre la historia oficial del 11 de septiembre eran casi tan vagas y fragmentarias.
Un par de años más tarde, publiqué mi propia secuela del importante trabajo de Schanberg sobre McCain, centrándome en lo que sugería sobre los medios de comunicación estadounidenses, y este artículo también atrajo una considerable cantidad de atención favorable:
John McCain: Cuando "Tokyo Rose" se postuló para presidente.
Ron Unz • The Unz Review • 9 de marzo de 2015 • 4.200 palabras
Al año siguiente, el fallecimiento de Schanberg me llevó a reflexionar sobre las implicaciones de su trabajo pionero, y esto me impulsó a lanzar finalmente mi serie American Pravda.
American Pravda: El legado de Sydney Schanberg
Ron Unz • The Unz Review • 13 de julio de 2016 • 3,500 palabras
Por lo tanto, en mi propio caso, transcurrieron más de una docena de años entre mis primeras sospechas de que los principales elementos de nuestra narrativa oficial eran falsos y el comienzo de mi serie que documentaba muchas de esas discrepancias. Había necesitado más de una década para digerir y absorber completamente la impactante conclusión de que gran parte de lo que siempre había aceptado como real era en realidad artificial. Mi artículo original de 2013 en American Pravda incluía un pasaje que he citado con frecuencia a lo largo de los años:
El darse cuenta de que el mundo es a menudo muy diferente de lo que se presenta en nuestros principales periódicos y revistas no es una conclusión fácil de aceptar para la mayoría de los estadounidenses educados, o al menos eso fue cierto en mi caso. Durante décadas, he leído atentamente el New York Times, el Wall Street Journal y uno o dos periódicos importantes cada mañana, complementados con una amplia variedad de revistas de opinión semanales o mensuales. Sus prejuicios en ciertas áreas siempre me habían resultado evidentes. Pero confiaba en que al comparar y contrastar las afirmaciones de estas diferentes publicaciones y aplicar algo de sentido común, podría obtener una versión razonablemente precisa de la realidad. Estaba equivocado.
Aparte de la evidencia de nuestros propios sentidos, casi todo lo que sabemos sobre el pasado o las noticias de hoy proviene de trozos de tinta sobre papel o píxeles de colores en una pantalla y, afortunadamente, durante las últimas dos décadas el crecimiento de Internet ha ampliado enormemente la gama de información disponible para nosotros en esta última categoría. Incluso si la abrumadora mayoría de las afirmaciones poco ortodoxas proporcionadas por fuentes no tradicionales basadas en la web son incorrectas, al menos ahora existe la posibilidad de extraer pepitas vitales de verdad de vastas montañas de falsedad. Ciertamente, los acontecimientos de los últimos doce años me han obligado a recalibrar completamente mi propio aparato de detección de la realidad.
R. American Pravda
Ron Unz • The American Conservative • 29 de abril de 2013 • 4.500 palabras
Aunque había seguido de cerca el importante trabajo de Sachs en la década de 1990 en la reestructuración de las economías internacionales, a finales de esa década y ciertamente después de su traslado a la Universidad de Columbia había visto mucha menos mención de él. Esto fue especialmente cierto porque su nueva área de concentración —la sostenibilidad y la pobreza global— estaba bastante alejada de mi propio enfoque de política exterior en los muchos años de guerras de Oriente Medio puestas en marcha por los ataques del 11 de septiembre. De vez en cuando podía ver uno de sus artículos de opinión, pero eso era más o menos el límite de su visibilidad. Por lo tanto, su repentina aparición en 2022 como uno de los principales disidentes públicos de la narrativa oficial de Covid fue una gran sorpresa para mí.
Dudo que alguna vez hubiera esperado que su participación personal en esa crisis de salud pública mundial eventualmente lo transformaría en uno de los desertores ideológicos más importantes de Occidente, y aunque ya había discutido esa historia hace casi dos años, creo que vale la pena recapitular algunos elementos de ella.
El brote mundial de Covid que comenzó a principios de 2020 infectó rápidamente a muchos millones de personas y perturbó en gran medida la mayoría de las economías del mundo, amenazando así con arrojar a cientos de millones más a una pobreza terrible. The Lancet, una de las principales revistas médicas, pronto estableció una Comisión Covid para investigar todos los aspectos de la mortal pandemia mundial, y dada la posición internacional del profesor Sachs y su larga asociación con las Naciones Unidas, fue una elección natural para servir como su presidente.
Como ha explicado en sus entrevistas, en un primer momento aceptó plenamente el supuesto consenso científico de que el virus era totalmente natural, tal y como había declarado un nutrido grupo de destacados virólogos en una revista científica de primer nivel. Pero a medida que pasaba el tiempo, comenzó a sospechar cada vez más que se estaban ocultando los verdaderos orígenes de la enfermedad, incluso descubriendo que algunos de los científicos que había seleccionado para su comisión intentaban ocultar esos hechos y engañarlo.
Como expliqué en un artículo de finales de 2022:
Desde los primeros días de la epidemia de Covid, se promovió una narrativa oficial de que el virus era natural y los editores de las principales revistas científicas cerraron sus páginas a cualquier presentación que sugiriera lo contrario. Sin artículos académicos de buena reputación que desafiaran su perspectiva, los defensores de los orígenes naturales pudieron citar este silencio como prueba de que su posición representaba el abrumador consenso científico, intimidando así a la mayoría de los periodistas convencionales para que siguieran esa misma línea. Una enorme burbuja propagandística había sido inflada y mantenida por esos medios administrativos.
Sin embargo, como miembro de la Academia Nacional de Ciencias, el profesor Sachs tenía privilegios de publicación en la prestigiosa revista PNAS, por lo que en mayo él y un coautor publicaron un artículo importante en el que documentaba las características altamente sospechosas del virus Covid y pedía más investigación. Esto constituyó un gran avance, convirtiéndose en el primer y único artículo publicado en una revista importante que presentaba la evidencia muy sólida de la bioingeniería de Covid.
Dado su papel como presidente de la Comisión Covid, el artículo de Sachs debería haber sido tratado como una bomba, llegando a los titulares de todos nuestros principales periódicos. Pero, en cambio, fue casi totalmente ignorado, al igual que las declaraciones públicas del autor sobre el tema.
Reconociendo que su información vital estaba siendo bloqueada y boicoteada por todos los principales medios de comunicación en los que normalmente confiaba, hizo una larga entrevista con un pequeño webzine progresista, explicando que el gobierno de USA estaba impidiendo cualquier investigación real sobre la pandemia de Covid. Cuando llamé la atención de un eminente erudito académico con quien había sido amigo durante muchos años, se quedó atónito:
Un artículo asombroso.
Sachs no solo es notablemente sincero; también es extraordinariamente conocedor del problema.
Otro destacado académico tuvo una reacción similar:
Es una entrevista increíble. No cabe duda.
Poco después, Sachs pasó una hora discutiendo el tema en el popular podcast de Robert F. Kennedy, Jr., explicando la enorme deshonestidad que había encontrado en su papel de presidente y que finalmente había llegado a la conclusión de que la verdadera naturaleza del virus y sus orígenes eran objeto de un encubrimiento masivo. Todos los que escucharon esa entrevista quedaron muy impresionados, incluido un destacado periodista científico muy involucrado en el debate sobre los orígenes de Covid:
Esta es una entrevista sorprendentemente buena por parte de Sachs: clara, contundente, divertida y aún más convincente porque comenzó desde el otro lado del problema. Es interesante la perspectiva tan profunda que ha desarrollado ahora, rastreando la serie de acontecimientos hasta la adquisición por parte de Fauci de la cartera de biodefensa.
Tal vez algunos de los colegas académicos y cercanos de Sachs tuvieron reacciones similares, lo que fortaleció su determinación de hacer que sus puntos de vista circularan más ampliamente.
Unos meses antes, había estallado la guerra entre Rusia y Ucrania, que pronto dominó los titulares del mundo. Sachs había pasado gran parte de las tres décadas anteriores como asesor económico de alto nivel para ambos países, por lo que seguramente habría habido pocas personas con mejores conocimientos personales sobre el conflicto, pero una vez más pronto descubrió que los principales medios de comunicación estaban cerrados a sus puntos de vista.
Por ello, durante los meses de julio y agosto publicó un par de columnas de opinión en medios alternativos condenando nuestras políticas temerarias hacia Rusia y China, con la primera ya provocando una sangrienta y peligrosa guerra en Ucrania y la segunda amenazando periódicamente con hacer lo mismo con Taiwán.
Ucrania es el último desastre neoconservador
Jeffrey Sachs • Consortium News • 1 de julio de 2022 • 1.300 palabras
La narrativa peligrosamente ingenua de Occidente sobre Rusia y China
Jeffrey Sachs • Common Dreams • 23 de agosto de 2022 • 1.000 palabras
Luego, a finales de septiembre, una serie de explosiones submarinas masivas dañaron gravemente los gasoductos ruso-alemanes Nord Stream de 30.000 millones de dólares. Esto constituyó el mayor acto de terrorismo industrial en la historia del mundo, con un impacto potencialmente paralizante a largo plazo en los suministros de energía de Alemania y otros países europeos. Aunque había enormes pruebas circunstanciales que implicaban a USA en esos ataques, y el renombrado periodista de investigación Seymour Hersh reveló más tarde los detalles exactos de la operación de sabotaje, todos los medios de comunicación occidentales y la clase política fingieron obstinadamente no ver nada, acusando absurdamente a Rusia de haber destruido sus propios oleoductos.
Sachs se negó a apoyar ese encubrimiento y, en cambio, pronto desempeñó un papel crucial en la ruptura del bloqueo mediático:
Unos días más tarde, Bloomberg TV invitó a Sachs a compartir sus preocupaciones sobre la guerra de Ucrania. Sus anfitriones quedaron atónitos cuando declaró rotundamente que USA probablemente había destruido los oleoductos rusos, e incluso mencionó que destacados periodistas le habían dicho lo mismo en privado, aunque ninguno de esos hechos vitales podría aparecer jamás en sus propios periódicos.
Como consecuencia de la franqueza de Sachs, la entrevista fue interrumpida (con Sachs “arrancado del aire” en palabras del hostil New York Post), pero el segmento completo fue visto al menos un par de cientos de miles de veces en YouTube y el corto El clip de los comentarios de Sachs sobre Nord Stream pronto se volvió súper viral en Twitter, visto más de 4 millones de veces en un Tweet y otro millón de veces en un par de otros.
Dadas estas declaraciones tan sinceras, los principales medios electrónicos estaban ahora obviamente cerrados para él, pero como comenté en ese momento, The Grayzone, un prominente medio de comunicación alternativo, pronto se encargó de entrevistar a Sachs:
El domingo por la mañana, el medio lanzó dos segmentos destacados con el profesor de Columbia, enfocados por separado en la guerra de Ucrania y la polémica de los orígenes del Covid, y estos ya acumulan más de 100,000 visualizaciones en menos de un día. The Grayzone posee una gran influencia y credibilidad en los círculos de los medios alternativos, y espero que estas entrevistas conduzcan a una avalancha de cobertura adicional para Sachs en otros medios, muchos de los cuales parecen haber evitado previamente las cargas explosivas que había estado haciendo.
El primer segmento de Grayzone se tituló descriptivamente "Poner fin a la guerra de poder de Ucrania o enfrentar el Armagedón", y algunos de los puntos cruciales de Sachs pueden haber sorprendido a sus oyentes. Como enfatizó, USA ya está en guerra con Rusia con armas nucleares [sin exagerar, por favor] en Ucrania, dado que estamos proporcionando todos los fondos, el equipo militar y las instalaciones de comando y control para las fuerzas que luchan y matan a las tropas rusas en la propia frontera de Rusia, además de suministrar un número desconocido de participantes directos en combate. Ésta es una situación extraordinariamente peligrosa que se habría considerado casi inimaginable durante los días de nuestra Guerra Fría original, y nuestra reciente destrucción de los gasoductos Nord Stream de Rusia fue simplemente la última manifestación de este conflicto no declarado pero muy real.
Aunque los líderes estadounidenses pueden tratar de ocultar su responsabilidad detrás de las decisiones supuestamente independientes del gobierno ucraniano, esto es una hoja de parra transparente. El liderazgo político de Ucrania es simplemente nuestro régimen títere, totalmente financiado y controlado por nuestro propio gobierno, y pretender lo contrario es simplemente una artimaña propagandística destinada a engañar a nuestro público crédulo.
FUENTE: https://www.youtube.com/watch?v=g57ViSqmRFM
El segundo segmento de Grayzone, un poco más corto, se centró en la cuestión de los orígenes de Covid y brindó a Sachs la mejor oportunidad que ha tenido hasta ahora para presentar los hechos importantes que descubrió mientras dirigía la comisión de Covid. Apenas un par de días antes, también había sido entrevistado en el podcast del físico Steve Hsu sobre el mismo tema. Recomendaría encarecidamente estas dos entrevistas a cualquiera interesado en comprender los verdaderos orígenes de la epidemia viral que mató a más de un millón de estadounidenses y trastornó las vidas de muchos miles de millones en todo el mundo durante el último par de años.
FUENTE: https://www.youtube.com/watch?v=morj-3rdWwM
Las entrevistas de Sachs se convirtieron en las más populares jamás emitidas en esos dos canales, y creo que los presentadores quedaron profundamente impresionados de que un académico de tan alto rango del establishment fuera tan extremadamente sincero y directo en sus declaraciones públicas. Muchos otros canales alternativos y podcasters pronto comenzaron a invitar al profesor de la Universidad de Columbia a compartir sus puntos de vista, lo que le permitió llegar a muchos, muchos millones desde entonces, y finalmente se convirtió en un invitado semanal habitual en el popular canal de Napolitano.
El fin gradual de la pandemia de Covid, combinado con los conflictos mortales que tienen lugar en Ucrania y Gaza, han llevado a Sachs a centrar casi toda su atención en estos últimos acontecimientos durante la mayor parte de los últimos dos años. Pero hace un par de semanas publicó un nuevo artículo que merece amplia atención por los puntos importantes que resumió:
¿Qué le debe USA al mundo por el Covid-19?
Jeffrey Sachs • Common Dreams • 16 de mayo de 2024 • 1.400 palabras
Como explica, la investigación continua de investigadores diligentes ha revelado una larga serie de nuevas pistas importantes sobre el origen del virus.
Por ejemplo, ahora sabemos que la principal fuente de financiación del gobierno estadounidense para la investigación relacionada con Covid provino de los proyectos de guerra biológica/biodefensa de nuestro Departamento de Defensa, que también apoyaron el desarrollo simultáneo de vacunas destinadas a proporcionar protección contra esas mismas armas biológicas potencialmente ofensivas.
Una parte de esos fondos de Defensa se dirigieron a la EcoHealth Alliance (EHA), un grupo de investigación respaldado por los NIH que transfirió parte de eso en forma de pequeñas subvenciones al laboratorio chino de Wuhan y muchas otras instalaciones biológicas en todo el mundo. Sin embargo, según antiguos funcionarios de la EHA[40], esas actividades de concesión de subvenciones sirvieron principalmente como operaciones de recopilación de inteligencia, destinadas a obtener acceso a esos laboratorios biológicos en otros países y luego monitorear el trabajo de desarrollo que se estaba llevando a cabo.
Como he enfatizado, después del "giro hacia Asia" de 2011 de la Administración Obama, nuestro Departamento de Defensa comenzó a centrarse en China como nuestro adversario potencial más formidable a largo plazo y para 2015 la mayoría de los funcionarios de Washington habían comenzado a asumir que una futura guerra con ese país era bastante probable. En un conflicto de este tipo, una de nuestras ventajas militares más importantes sería nuestra gran superioridad en la tecnología de guerra biológica.
Bajo ese marco estratégico, ¿realmente parece probable que en 2017 nuestro Departamento de Defensa hubiera comenzado a financiar y alentar los esfuerzos chinos para adoptar nuestra propia biotecnología de vanguardia, permitiéndoles desarrollar poderosas armas biológicas propias? ¿O parece más plausible que las pequeñas subvenciones de la FHA proporcionadas al laboratorio de Wuhan fueran en cambio elementos de la operación de recopilación de inteligencia que han afirmado los ex empleados de la FHA?
Durante los últimos años, gran parte de los medios de comunicación alternativos y convencionales han afirmado regularmente que el virus Covid probablemente se desarrolló en el laboratorio de Wuhan y luego se filtró accidentalmente, iniciando la pandemia mundial. Pero desde 2020 he discutido repetidamente en una larga serie de artículos que no hay absolutamente ninguna evidencia de que se haya producido una fuga de laboratorio de este tipo en Wuhan y una gran cantidad de evidencia de lo contrario.
American Pravda: ¿Nuestra catástrofe del coronavirus como represalia de la guerra biológica?
Ron Unz • The Unz Review • 21 de abril de 2020 • 7.400 palabras
American Pravda: ¿La epidemia de Covid como fuga de laboratorio o guerra biológica?
Ron Unz • The Unz Review • 12 de julio de 2021 • 13,100 palabras
American Pravda: Confrontando el crimen de Covid
Ron Unz • The Unz Review • 13 de diciembre de 2021 • 6.400 palabras
American Pravda: El asesinato de JFK y el encubrimiento de Covid
Ron Unz • The Unz Review • 19 de diciembre de 2022 • 6.900 palabras
La comunidad Alt-Covid comienza a desentrañar los orígenes de Covid
Ron Unz • The Unz Review • 16 de enero de 2023 • 4.500 palabras
