lunes, 23 de abril de 2012

Poniendo a Siria en alguna Perspectiva

El Reporte Anti-Imperio
William Blum   08-Abr-12
FUENTE: www.dissidentvoice.org

 

Las notas de pie de página son de Rrealismo y NO aparecen en el original.

El Non-Sancto [1] Triunvirato —USA, OTAN [2] y la Unión Europea— o un segmento aprobado, pueden usualmente conseguir lo que quieran. Querían fuera a Saddam Hussein, y pronto estuvo balanceándose suspendido de una cuerda. Querían a los Talibanes expulsados del poder y, usando una fuerza abrumadora, eso fue logrado bastante rápidamente. Quería terminar el régimen de Muamar Qaddafi, y poco tiempo después él sufrió una muerte horrible. Jean-Bertrand Aristide fue electo democráticamente, pero esta persona de color no supo su lugar y fue enviado a un exilio distante por USA y Francia en 2004. Iraq y Libia eran dos de los estados seculares más modernos y educados en el Medio Oriente; ahora estos cuatro países podrían calificar como estados fallidos.

Estos son algunos ejemplos de la década pasada de como el Non-Sancto Triunvirato no reconoce ningún poder superior y cree, literalmente, que pueden hacer lo que quieran en el mundo, a quien quieran, por todo el tiempo que quieran, y denominarlo como quieran, como “intervención humanitaria”. La mentalidad colonialista-imperialista de los siglos 19 y 20 está viva y bien en Occidente.

 

viernes, 13 de abril de 2012

Lo Que Debe Decirse

Por Günter Grass

Publicado en el Süddeutschen Zeitung (04-Abr-12)
Título original: «Was gesagt werden muss»

 

La nota de pie de página es de RRealismo y no aparece en el original.

 

¿Por qué me he mantenido silencioso, silencioso durante tanto tiempo sobre lo que está evidentemente agotado en los juegos de guerra al final de los cuales somos los sobrevivientes, a lo más, notas de pie de página?

Es que reclamar un derecho a golpear primero contra aquellos que bajo el dominio de un bocón [1] son empujados en vítores organizados—  un golpe para extinguir al pueblo iraní bajo la sospecha de que por la influencia de aquél se está construyendo una bomba atómica.

Pero ¿por qué me prohíbo a mí mismo el nombrar la otra tierra que por años —aunque en secreto—  ha erigido una capacidad nuclear utilizable más allá de todo control, porque no permite ninguna revisión?

El silencio universal alrededor de este hecho, bajo el cual yace mi propio silencio, lo siento ahora como una pesada mentira una fuerte atadura, que permite a las cortes un contundente castigo: el veredicto de “antisemitismo” es bien conocido.

Pero ahora, cuando mi propio país, culpable de originales e inigualados crímenes por los cuales una y otra vez debe ser censurado— de nuevo, en puro comercio, aunque rápidamente lo declaremos reparaciones, quiere [2] enviar a Israel aun otro submarino— uno cuya especialidad es entregar cabezas nucleares capaces acabar con toda vida donde la existencia de incluso una sola arma nuclear no ha sido probada, pero donde la sospecha sirve como prueba— ahora debo decir que lo debe ser dicho.

Pero ¿por qué estuve silencioso tanto tiempo? Porque pensaba que mi origen, marcado con una mancha indeleble, me prohibía el mencionar este hecho como verdad definida acerca de Israel, un país al que estoy y permaneceré apegado.

¿Por qué es solamente hasta ahora que digo, en mi ancianidad, con mi última gota de tinta, que el poder nuclear de Israel pone en riesgo una ya de por sí frágil paz mundial?

Porque lo que para mañana puede ser demasiado tarde, debe ser dicho ahora, y porque nosotros —como alemanes, ya bastante cargados— podríamos llegar a ser posibilitadores de un crimen, previsible y por tanto que no debe ser erradicado con ninguna de las excusas usuales.

Y lo reconozco: no puedo callar más porque he sido engañado con la hipocresía de Occidente —y uno puede esperar que muchos otros también puedan librarse del silencio, retando al instigador del peligro conocido que se abstenga de la violencia, y al mismo tiempo demande un permanente e irrestricto control del poder atómico de Israel y de las plantas nucleares iraníes por una autoridad internacional aceptada por ambos gobiernos.

Solamente así puede uno ayudar a los israelíes y palestinos —más aun, a todos los pueblos, vecinos-enemigos viviendo en esta región ocupada por la locura —y finalmente, a nosotros mismos también.

 

 


Gunter Grass

[1] Aquí hay una confusión de G.Grass. En honor a la verdad, los únicos empujados a vítores organizados bajo el dominio de un bocón han sido los congresistas gringos en la última visita que les hizo Netanyahu el 06-Mar-12.

[2] No es tanto que “quiera”. Más bien, quiera o no quiera, “tiene que” enviarlo (seguramente, como reparaciones (es decir, regalado).