jueves, 26 de diciembre de 2013

Aguda escasez de economistas en USA



Obama Nomina a un Bankster Israelí como Vice Presidente de la Federal Reserve

Stanley Fischer conducirá la QE Infinita a lo largo de su ruta destructiva
Por Kurt Nimmo                  14-Dic-13
FUENTE: http://www.globalresearch.ca/obama-nominates-israeli-bankster-as-federal-reserve-vice-chair/5361577



El texto en rojo NO aparece en el original y fue agregado por el equipo de traducción.



La administración Obama ha nominado al globalista de alto nivel para actuar como vice presidente de la
Reserva Federal, el cartel bancario privado disfrazado de agencia federal.
Si es seleccionado, reemplazará a Janet Yellen como vice presidente del Consejo de Gobernadores de la Reserva Federal. Yellen está asignada para reemplazar a Ben Bernanke.
Stanley Fischer, que tiene ciudadanía dual israelí-estadounidense, cuenta con excelentes credenciales globalistas.
Stanley Fisher, el economista zambiano-estadounidense-israelí, dejó el mega-banco Citigroup para encabezar el banco central israelí.
Él es el ex mandamás número dos en la globalista operación usuraria (el FMI) y ex economista jefe en el Banco Mundial. Como profesor de economía del MIT Fisher asesoró al actual patrón de la Fed, Ben “Controlador” Bernanke y al ex Srio. del Tesoro Larry Summers. Fischer es un miembro del influyente Grupo de los Treinta.
Obama fue aleccionado durante el verano por los bankster centrales y economistas del  Establishment para nominar a Fischer.
Stanley Fisher es una elección ideal [¿para quién?, porque no parece que lo sea para USA] como número dos en la Reserva Federal. Es un “halcón” monetario que guiará la QE Infinita a lo largo de su camino destructivo. Sus credenciales globalistas son de primerísimo nivel [lo que debería tener de primerísimo nivel DEBERIAN SER sus credenciales estadounidenses, pero eso parece no importar].
“Sin la Fed, habríamos tenido una recesión mucho más profunda”, pontificó desde un pedestal en la reunión del Consejo Ejecutivo del Wall Street Journal, el mes pasado. “Sin las cosas extraordinarias que se han realizado, la economía estaría en mucho peor forma hoy y necesitamos recordar eso”.




COMENTARIOS
Habiendo nacido en 1943 en Zambia (cuando se llamaba Rhodesia del Norte), es de suponerse que tenga triple ciudadanía: zambiana, estadounidense e israelí. ¡Y luego se quejan de que se les acuse de cosmopolitas!
Es curioso que cuando JFK fue nominado candidato a la presidencia de USA se cuestionara públicamente si guardaría fidelidad a USA o al Vaticano (por el hecho de ser católico), pese a haber nacido en USA y haberse criado allí, sin servir en un país extranjero.
En el caso de Stanley Fischer ni siquiera se menciona el tema de su lealtad. Es de suponerse que sea igual de fiel a Zambia, a USA y a Israel. ¿Será antisemita formular la pregunta?
También cabe preguntarse si la Federal Reserve es una agencia federal, ¿Obama no encontró en TODO EL PAIS otro más capaz para el puesto N°2 y se vio obligado a recurrir a un extranjero?












The Obama administration has nominated a top level globalist to act as vice chair of the Federal Reserve, the private banking cartel masquerading as a federal agency.
If selected, he will replace Janet Yellen as Vice Chair of the Board of Governors of the Federal Reserve. Yellen is slotted to replace Ben Bernanke.
Dual American-Israel citizen Stanley Fischer has sterling globalist credentials. Photo: World Economic Forum.
Zambian-American-Israeli economist Stanley Fischer left mega-bank Citigroup to head up Israel’s central bank.
He is the former number two honcho at the globalist loan sharking operation, the IMF, and the former chief economist at the World Bank. As an MIT economics prof Fischer tutored the current Fed boss, Ben “Helicopter” Bernanke and former Treasury Secretary Larry Summers. Fischer is a member of the influential Group of Thirty.
Obama was instructed over the summer by central banksters and establishment economists to nominate Fischer.
Stanley Fischer is an ideal choice as number two at the Federal Reserve. He is a monetary “hawk” who will guide QE Infinity along its destructive path. His globalist credentials are sterling.
“Without the Fed, we’d have had a much deeper recession,” he pontificated from a pedestal at the Wall Street Journal CEO Council meeting last month. “Without the extraordinary things that it’s done, the economy would be in much worse shape today and we need to remember that.”

jueves, 19 de diciembre de 2013

Una parte de la élite global - Parte 2 (pero no tan significativa como parecía al principio)



El Grupo de los Treinta y Sus Métodos de Gobernabilidad Financiera

Proyecto de Poder Global: Parte Dos
Por Andrew Gavin Marshall         08-Dic-13
FUENTE: http://dissidentvoice.org/2013/12/the-group-of-thirty-and-its-methods-of-financial-governance/#more-52095

Lo que aparece en negrita fue destacado por el equipo de traducción; lo mismo que los textos en rojo que NO vienen en el original.

En la primera parte de esta exposición, examiné los orígenes y la historia reciente del Grupo de los Treinta como una institución altamente influyente en la arena de la gobernabilidad financiera global, reuniendo a los más importantes banqueros centrales, financieros, creadores de políticas y académicos en el mundo de los asuntos económicos y monetarios.
Luego de más de tres décadas de su fundación en 1978, el Grupo de los Treinta ha mantenido su reputación como una prominente institución en el mundo financiero, prosiguiendo su producción de influyentes reportes y abogando por políticas que son grandemente aceptadas e implementadas alrededor del globo.
El G30, como es referido a menudo, se describe como “una entidad privada, internacional, no-lucrativa, compuesta de muy experimentados representantes de los sectores público [¿a título de qué “un muy experimentado representante del sector público” puede participar en una entidad privada? Si lo hace como funcionario público, está fuera de lugar y si lo hace como particular, entonces nada tiene qué ver su función pública y resulta por lo menos equívoco que se ostente como tal]  y privado y del mundo académico” que “se propone profundizar la comprensión de los problemas internacionales económicos y financieros, explorar las repercusiones internacionales de las decisiones tomadas en los sectores público y privado y examinar las opciones disponibles para los profesionales del mercado y los que establecen las políticas”.
En su disertación acerca de la gobernabilidad financiera global, Eleni Tsingou, Profesora asistente en el Depto de Negocios y Política en la Escuela de Negocios de Copenhague, se enfocó en el papel del Grupo de los Treinta en dar forma al sistema financiero global, haciendo notar que el G-30 “ha tenido un importante impacto en las prácticas financieras regulatorias y de supervisión tanto en el nivel nacional como en el global... de un modo que fue consistente con los intereses del sector privado”..
Ella notó que, “el G-30 ha contribuido al surgimiento de una mezcla de la autoridad pública y privada en las finanzas globales y ha reforzado considerablemente el papel de los intereses privados en las funciones de regulación y supervisión”.
Para fines de los 1990s, el G30 había jugado un papel central en la gobernabilidad del sistema financiero global —con un papel muy directo en administrar la liquidación y pago de los valores y derivados extrabursátiles (OTC, por sus siglas en inglés)— básicamente dirigiendo el curso del debate y las políticas resultantes de regulación (o de falta de ella). Así, el Grupo de los Treinta se “encontró en una posición privilegiada en el centro mismo de la arena de la política financiera”.
El Grupo continuó teniendo una influencia significativa sobre el tipo de regulación bancaria establecida a través del proceso de Basilea II del Comité de Basilea sobre Supervisión Bancaria, operado por el Banco de Pagos Internacionales. Más específicamente, el G-30 fue un fuerte promotor de la “auto-regulación” y la “auto-supervisión” de los mercados financieros, o, en otras palabras, conceder a los bancos la autoridad de “regularse” ellos mismos, lo que obviamente condujo a consecuencias desastrosas [Efectivamente, las consecuencias desastrosas fueron para la sociedad en general y los contribuyentes pero, obviamente no para ellos, porque siendo una entidad privada, los responsables habrían sido destituidos.  Al contrario, los (ir)responsables a cargo de los bancos rescatados recibieron premios y “bonos de desempeño”(sic!) astronómicos; y seguramente los dueños de las instituciones no dieron estos premios y bonos por manirrotos o dadivosos y sin haber recibido nada a cambio].

Reporte del G-30: Finanzas y Crecimiento Económico de Largo Plazo
En 2012, el G-30 publicó un reporte compilado por el Grupo de Trabajo sobre Finanzas de Largo Plazo, que estuvo compuesto de casi 2/3 de la membrecía del G-30 y que estableció sus preocupaciones en cuanto “la eficiente provisión de un nivel de finanzas de largo plazo suficiente para apoyar el crecimiento económico sostenible tanto en economías avanzadas como emergentes”. El reporte se propuso estimar “las futuras necesidades de financiamiento” e “identificar los obstáculos” que se atravesarían en el camino para apoyar “el crecimiento de largo plazo” de la economía.
El reporte señaló directamente que no era un “ejercicio abstracto”, sino que era completamente “operativo” con “recomendaciones prácticas para los actores y creadores de políticas, tanto a nivel global como nacional que... ayudaría a crear un sistema financiero de largo plazo”. En otras palabras, para el Grupo de los Treinta, no producen meras “recomendaciones”, sino más bien “instrucciones” que esperan sean seguidas. Es de significación que muchos de los que produjeron el reporte y que son miembros del G30 convenientemente mantienen una posición oficial como para ser capaces de obedientemente implementar tales instrucciones.
El reporte señaló algunos “candidatos ideales” para manejar el financiamiento a largo plazo, tales como fondos de pensión, fondos soberanos de riqueza, compañías de seguros, legados y fundaciones. Para fines del 2010, estas instituciones tenían aproximadamente 57 bdd en activos, un número que el G30 predijo se incrementaría por 3 bdd anuales hasta el 2020.
Notando que las principales economías del mundo continuarían emprendiendo medidas de austeridad —o programas de “consolidación fiscal”— más allá del “mediano-plazo”, la capacidad de los gobiernos para hacer inversiones estaría grandemente restringida. Así, “el sector privado necesitará ser movilizado para llenar la brecha”. En otras palabras, las llamadas “asociaciones públicas-privadas” llegarán a ser el rumbo a tomar, para asegurar que las corporaciones y los bancos obtengan masivos beneficios, subsidiados por los gobiernos.
El reporte del G30 hizo la declaración de que “los mercados abiertas ayudan a apoyar el crecimiento económico sostenible” , y luego recomendó que las emergentes economías de mercado sigan a las mayores naciones industriales por el mismo camino que ayudó a crear la crisis financiera global sugiriendo que “gradualmente se muevan hacia la liberalización de las cuentas de capital”, para permitir que el dinero entre (o salga) de los países con mayor facilidad y menos regulación (si hay alguna todavía).
Lo que hace al G30, y sus recomendaciones, tan importante es no solamente el hecho de que son tomados seriamente por quienes establecen las políticas y por los “participantes” del mercado —sino que los mismos  individuos que hacen las recomendaciones están en posiciones de poder para directamente implementar o apoyar esas mismas recomendaciones. Aquí están unos pocos de esos individuos que vale la pena notar:
Mark Carney es un miembro del Grupo de los Treinta, mientras que también actúa como gobernador del Banco de Inglaterra (una posición que asumió en 2013), antes de lo cual era el gobernador del Banco de Canadá de 2008 a 2013; Carney es presidente del Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés), operado por el Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés). Es el ex presidente del Comité del Sistema Financiero Global en el BIS de 2010-12; primer vicepresidente del Consejo Europeo de Riesgo Sistémico; miembro del consejo de directores del BIS; miembro de la Fundación Consejo del Foro Económico Mundial, y participante de las Reuniones Bildeberger. Previamente Carney fue vice Ministro de Finanzas de Canadá de 2004-08 y vicegobernador del Banco de Canadá de 2003-04, antes de lo cual trabajó para Goldman Sachs como ejecutivo durante varios años.
Jaime Caruana es también un miembro del Grupo de los Treinta mientras mantiene el puesto de Gerente Gral. del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) desde 2009 hasta el presente. Un miembro del Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés) desde el 2009 hasta el presente, Caruana es también miembro del Grupo de Fideicomisarios de los Principios para el grupo de cabildeo de la banca internacional denominado, Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés). Previamente, Caruana sirvió como Consejero Financiero para el Director Gerente del FMI y como gobernador del Banco de España de 2000-06 y fue miembro del Foro de Estabilidad Financiera (FSF, por sus siglas en inglés) de 2003-09 (en cuyo tiempo fue formado dentro del FSB), además de ser ex presidente del Comité de Basilea sobre Supervisión Bancaria de 2003-06.
Mario Draghi es un miembro del Grupo de los Treinta mientras actúa como el actual presidente del Banco Central Europeo desde el 2011, estando también en el consejo del BIS desde el 2006 y sirviendo como presidente del Grupo de Gobernadores y Jefes de Supervisión (GHOS, por sus siglas en inglés) en el BIS desde el 2013. Draghi fue anteriormente gobernador del Banco de Italia, de 2006 al 2011, donde ayudó a poner las condiciones que condujeron a la actual crisis económica y financiera de Italia. Fue ex presidente del Consejo de Estabilidad Financiera de 2009 al 2011; ex presidente del Foro de Estabilidad Financiera de 2006 a 2009 y ex miembro del consejo de gobernadores del Banco Internacional de Reconstrucción y Desarrollo (IBRD, por sus siglas en inglés) y del Banco Asiático de Desarrollo (ADB, por sus siglas en inglés). Adicionalmente Draghi fue Fideicomisario Honorario en la Brookings Institution de 2003 a 2013; ex Director General en la Tesorería Italiana de 1991 a 2001; presiente del Comité Italiano para las Privatizaciones de 1993 a 2001; ex Director Ejecutivo del Banco Mundial de 1984 a 1990; y ha servido como vicepresidente y director gerente para Goldman Sachs International de 2001 a 2005.
Una organización europea no-lucrativa que documenta —y se opone— a la influencia de las corporaciones en la política de la UE, el Observatorio Europeo de las Corporaciones, ha interpuesto una queja con la UE de que la membrecía de Mario Draghi en el Grupo de los Treinta representaba un conflicto de intereses que lo ponía en una relación institucional con varios representantes de grandes bancos, muchos de los cuales recibían apoyo financiero del BCE. A principios de 2013, la UE declaró que la membrecía de Draghi en el G30 no socavaba su “independencia” como jefe del BCE, puesto que el G30 “debería ser caracterizado como un foro de discusión, más bien que como un grupo de interés o de cabildeo buscando promover los intereses privados”.
Paul Krugman del New York Times salió en defensa de Draghi, mientras señalaba que él mismo es un miembro del Grupo de los Treinta, Krugman escribió en su blog: “Es un salón de charlas; lo aprecio porque tengo oportunidad de oír lo que la gente como Trichet y Draghi tienen qué decir en un ambiente informal”.
Éstos no son, por supuesto, los principales funcionarios que son miembros del Grupo de los Treinta dentro del mundo de la banca central, sino tres entre diversos miembros. En la próxima parte de la serie se examinarán algunos otros miembros del G30 y las contribuciones que han hecho en el pasado para crear la crisis económica y financiera global, y los papeles que actualmente desempeñan como miembros del G30.


COMENTARIOS DE RREALISMO
Tan elitista como puede parecer el nombre mismo del club o los impresionantes curricula de algunos de sus miembros, el G30 NO ES el grupo de los verdaderos «amos del mundo»; no es el grupo que, en definitiva, decide las cosas.

Sin duda, los integrantes del G30 son influyentes en los asuntos mundiales, pero esa influencia no es propia, sino por cuenta de «otros».

De hecho el G30 tiene su propio website (http://www.group30.org/) y en su elenco aparecen Ernesto Zedillo (ex presidente de México, 1994-2000) y Guillermo Ortiz Mtz (ex Srio. de Hda y ex gobernador de Banco de México).
Ambos ilustran palmariamente que se trata de un exclusivo club de tecnócratas; de burócratas de alto nivel (sobre todo en lo que se refiere a sus ingresos), pero en definitiva, de empleados de «alguien»,  ante quien tienen que rendir cuentas.
Una simple revisión de dicho elenco revela que no parece haber entre ellos ningún milmillonario y mucho menos billonarios. Éstos se juntan en otra parte y no tienen website que dé cuenta de sus actividades que, con seguridad, tampoco publican en Facebook.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Una parte de la élite global



El Grupo de los 30 y la “Buena Discusión” que aun Mantienen

Proyecto Poder Global: Parte Uno
Por Andrew Gavin Marshall         05-Dic-13
FUENTE: http://dissidentvoice.org/2013/12/the-group-of-thirty-and-the-good-discussion-theyre-still-having/


Lo que aparece en negrita fue destacado por el equipo de traducción; lo mismo que el texto en rojo que NO viene en el original.
Un vistazo a una parte “discreta” de la élite global, mientras los reflectores son dirigidos, a lo más, en  el Grupo Bilderberg. ¿Cuántos grupos más habrá, que ni siquiera son conocidos?.

El Grupo de los Treinta (o G-30) se describe a sí mismo como “una entidad internacional privada, no-lucrativa, [siendo privada, no-lucrativa, su objetivo entonces no son las ganancias sino el poder y la influencia]  compuesta de muy experimentados representantes de los sectores público y privado y la academia”, que “se propone profundizar en la comprensión de los problemas económicos y financieros internacionales, explorar las repercusiones internacionales de las decisiones tomadas en los sectores público y privado y examinar las opciones disponibles para los profesionales del mercado y los que establecen las políticas”.
Su membrecía consiste de aproximadamente 30 personajes principales en el mundo financiero global, de los bancos centrales, la academia, instituciones internacionales y de las principales instituciones financieras privadas. Estos personajes mantienen reuniones periódicas, llevan a cabo investigación y producen reportes muy influyentes a través de diversos “grupos de trabajo”, proveyendo un foro para los altos directivos que establecen las políticas y “actores” del mercado del sector privado que se reúnen y mantienen discusiones, mientras ayudan a lograr un consenso y dar recomendaciones para quienes establecen las políticas sobre problemas de finanzas y gobernabilidad.
Esta institución, aunque no discutida ampliamente, es enormemente influyente. Y he aquí el por qué.
La historia del Grupo de los Treinta data de cuando la Fundación Rockefeller proporcionó el fondeo inicial de la organización. En su reporte anual de 1978, la Fundación Rockefeller —que representa los intereses del poder corporativo y financiero altamente centralizado— recordó que fue creada en 1913 como una respuesta al “asalto Populista sobre la masiva concentración de riqueza en manos de unos pocos”. (Reporte Anual, 1978, Rockefeller Foundation).
El reporte de 1978 notó que un ex director gerente del FMI, Johannes Witteveen, “estuvo de acuerdo en asumir la presidencia de un Grupo Consultivo sobre Asuntos Económicos y Monetarios Internacionales formado de los principales banqueros, funcionarios, economistas y hombres de negocios tanto del mundo desarrollado como del mundo en desarrollo “. El objetivo de este grupo, declaró el reporte, era “ayudar a analizar, a través de la investigación erudita y consultas internacionales, algunos de los fastidiosos problemas económicos y monetarios que enfrenta el mundo actualmente, y hacer del dominio público sus descubrimientos”.
La Fundación Rockefeller manifestó un agudo interés en estructurar los problemas económicos y monetarios globales del día, notando que: “El sistema económico internacional no está funcionando bien —como se evidencia por el lento crecimiento, persistente desempleo y elevada inflación en muchos países, creciente escepticismo respecto a la capacidad de las tasas de cambio flotantes para corregir los desequilibrios de pagos, crecientes temores de proteccionismo y relativamente poco progreso en enfrentar las necesidades de los países en desarrollo y de la cuarta parte de la población mundial que es muy pobre”.
Así, la Fundación puso los cimientos para lo que vendría luego, “concentrarse en la política económica internacional e hizo planes para reunir a un grupo de expertos que explorarán el funcionamiento del sistema económico internacional. Comenzando con la cuestión de los problemas monetarios internacionales, el grupo intenta clarificar los problemas, identificar las opciones de política para los gobiernos y evaluar las consecuencias de las políticas alternativas y los acuerdos institucionales”.
Lo que surgió fue el Grupo de los Treinta, originalmente denominado “Grupo Consultivo sobre Asuntos Económicos y Monetarios  Internacionales”, que iba a funcionar como un centro de estudio (think tank), como grupo industrial de cabildeo y, finalmente, como una institución formadora de consensos para las élites globales —y asegurar que éstas permanecieran en ese carácter.
El reporte anual de 1979 de la Fundación Rockefeller hizo notar que el Grupo de los Treinta “comenzó un ambicioso programa de investigación, análisis de grupos de estudio y sesiones plenarias con el propósito de buscar modos de mejorar el funcionamiento del sistema monetario internacional”. (Annual Report, 1979, Rockefeller Foundation).
Tres décadas después el Grupo de los Treinta continúa siendo una organización altamente influyente de gobernabilidad financiera global. Miembros del G-30 han incluido figuras notables como Josef Ackerman, Pedro Aspe, Alan Greenspan, Andrew Crocket y la recién ungida Presidente del Sistema de la Reserva Federal, Janet Yellen.
La Asociación de Profesionales de las Finanzas escribió en 2005 que, “por poco más de las últimas tres décadas, una cosa que ha permanecido inalterada en el revuelto y cambiante panorama de la economía internacional ha sido la influencia del Grupo de los Treinta”, que es descrito como “una especie de grupo de estudio económico global de gran importancia”.
Gerd Hauler, funcionario en el FMI y ex Gobernador del Banco Central Alemán, declaró: “Lo que hace único al G30 es cuenta con gente muy experimentada... Recluta a sus miembros de los bancos centrales y compañías privadas para [hacerlos] sentarse juntos y meditar ideas a un alto nivel”.
Geofrrey L. Bell, que fundó la organización a solicitud —y con dinero— de la Fundación Rockefeller, comentó, “La idea de los ‘30’ iba a tener una buena sección transversal de la gente alrededor del mundo... pero no tantos que Ud no pudiera tener una buena discusión”.
En Marzo de 2009, el Financial Times publicó una lista de “las 50 gentes que probablemente sean las más influyentes para dar forma al debate mundial” al “abordar los muchos problemas” de la crisis financiera y económica global, “y trazar un rumbo a través de ellos hacia un nuevo orden mundial”.
El artículo notaba que, “las redes e instituciones importarán tanto como los individuos” y en particular se refirió al Grupo de los Treinta como “una interesante conexión entre estos jugadores”, con 11 de los 50 individuos seleccionados en la lista siendo miembros del G-30. Cuatro años después que la lista fue publicada, el número de estos individuos que también eran miembros del G-30 se incrementó a 14.
Uno de ellos es Jean-Claude Trichet, expresidente del Banco Central Europeo y actual presidente del Grupo de los Treinta. Al asumir su papel como presidente en 2011, Trichet declaró: “Este es un tiempo de retos excepcionales al sistema económico y financiero global, y el G30 continuará haciendo contribuciones significativas al debate de las políticas y a ampliar la comprensión de los caminos críticos hacia la estabilidad y el crecimiento económico”.
Como presidente del G-30  Trichet también se sienta como Gobernador Honorario de la Banca de Francia (el banco central francés), que él dirigió de 1993 al 2003, cuando llegó a ser presidente del Banco Central Europeo, una posición que mantuvo hasta el 2011. Trichet también fue anteriormente director de la Tesorería Francesa y expresidente del Club de Paris de 1985 a 1993. Mientras era presidente del BCE, también sirvió como miembro del consejo de directores del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) y como presidente de la Junta Económica Global de Gobernadores de Bancos Centrales en el BIS de 2002 a 2011.
Hoy, Trichet detenta una multitud de otras posiciones altamente influyentes. Aparte de ser presidente del G-30, ocupa un lugar en el consejo de directores del Instituto Peter G. Peterson para la Economía Internacional, está en el consejo del contratista militar europeo EADS, y es presidente del consejo del influyente centro de estudios BRUEGEL. Trichet también es un importante miembro del Grupo de Consejeros de la entidad de cabildeo de la industria bancaria global conocida como Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés). Adicionalmente es presidente europeo de la Comisión Trilateral y es miembro del Comité de Dirección de las Juntas Bilderberg.
Jacob A. Frenkel, presidente del Consejo de Asesores del Grupo de los Treinta, es también integrante del Comité Ejecutivo del JPMorgan Chase, y presidente del JPMorgan Chase International. Frenkel fue vicepresidente del American International Group (AIG) de 2004 a 2009, período durante el que se recibió el mega-rescate del Gobierno Federal. También es expresidente de Merrill Lynch International de 2000 a 2004.
Previamente, Frenkel fue gobernador del Banco de Israel de 1991 al 2000; Consejero Económico y Director de Investigación en el FMI de 1987 a 1991; profesor David Rockefeller de Economía Internacional en la Universidad de Chicago de 1973 a 1987; ex editor del Journal of Political Economy; y antes, miembro del Consejo Consultivo Internacional para el Consejo de Relaciones Exteriores.
Actualmente, Frenkel es miembro del consejo de directores de la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER, por sus siglas en inglés), así como miembro de la Comisión Trilateral y del Consejo Consultivo Internacional del Banco Chino de Desarrollo. También tiene un lugar en el consejo del Instituto Peter G. Peterson para la Economía Internacional y es miembro del Panel Económico Consultivo del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, así como del Consejo Consultivo de Inversión del primer ministro de Turquía. Frenkel también está en el consejo de directores de Loews Corporation.
Esta es apenas una breve introducción del Grupo de los Treinta, sus miembros y su influencia, que será explicada en futuras entregas del Proyecto de Poder Global. Manténgase en sintonía para la segunda parte de la serie la próxima semana.