jueves, 31 de octubre de 2013

El mito genial de una decisión saudita independiente



Suicidio saudita

por Thierry Meyssan
Red Voltaire | Damasco (Siria) | 28 de octubre de 2013 
FUENTE: http://www.voltairenet.org/article180708.html
Publicado originalmente en: Al Watan (Siria)


Las notas de pie de página y lo destacado en negrita NO vienen en el original y fueron agregadas por el equipo del blog.

Arabia Saudita retomó el plan qatarí tendiente a derrocar el régimen laico en Siria pero Riad parece incapaz de adaptarse al brusco retroceso de Estados Unidos[1]. No sólo rechaza el acuerdo ruso-estadounidense sino que incluso prosigue la guerra y está anunciando diversas represalias para «castigar» a Estados Unidos. En opinión de Thierry Meyssan, esa obstinación equivale a un suicidio colectivo de la familia Saud..




Abandonada en Siria por Estados Unidos, ¿se suicidará Arabia Saudita a falta de lograr llevarse la victoria? Eso es lo que puede pensarse al ver los siguientes acontecimientos:

  • El 30 de septiembre pasado, el príncipe Bandar Ben Sultan viajó a Rusia, donde no sólo fue recibido por su homólogo, el jefe de los servicios secretos, sino por el presidente Vladimir Putin. Hay dos versiones de ese encuentro. Según los sauditas, Bandar se expresó en nombre del reino y de Estados Unidos. Propuso comprar armamento ruso por una suma ascendente a 15 000 millones de dólares si Moscú abandonaba Siria. Según los rusos, Bandar se expresó con arrogancia, amenazando con el envío de yihadistas que pondrían en crisis la celebración de los Juegos Olímpicos de invierno en Sochi si Moscú persistía en su respaldo al régimen laico de Damasco y proponiendo un verdadero soborno. Sea cual sea la verdad, lo cierto es que el presidente Putin vio las palabras del príncipe saudita como un insulto a Rusia.
  • El pasado 30 de septiembre, el príncipe Saud Al-Faisal estaba inscrito como orador en el orden del día del debate general de 68ª Asamblea General de la ONU. Sin embargo, furioso ante el acercamiento entre Irán y Estados Unidos, este otro príncipe saudita –que funge como ministro de Relaciones Exteriores– simplemente abandonó la sede de la ONU, sin excusarse siquiera. Tan grande era su cólera que incluso se negó a que el discurso que iba a pronunciar, ya preparado e impreso de antemano, fuese distribuido a las delegaciones de los demás países.
  •  El 11 de octubre, el secretario general adjunto de la ONU y ex responsable del Departamento de Estado para el Medio Oriente, Jeffrey Feltman, recibía a una delegación libanesa. Al hablar, en nombre del secretario general de la ONU Ban Ki-moon, Feltman no encontró palabras lo suficientemente duras para criticar la política exterior de Arabia Saudita, basada en «rencores» e incapaz de adaptarse a un mundo cambiante.
  • El 18 de octubre, la Asamblea General de la ONU elegía —193 votos a favor y 176 en contra[2]— a Arabia Saudita para ocupar un puesto de miembro no permanente en el Consejo de Seguridad por un periodo de 2 años, que comenzaría el 1º de enero de 2014. El embajador saudita Abdallah El-Muallemi se felicitaba entonces por esa victoria que, según él, era un reflejo de «la eficacia de la política saudita caracterizada por la moderación» (sic). Sin embargo, unas pocas horas más tarde el príncipe Saud Al-Faisal publicaba un comunicado —de tono nasserista— sobre la incapacidad del Consejo de Seguridad y la negativa del reino a ocupar el puesto en ese órgano. Aunque mencionó el tema de Siria como motivo principal de esa decisión, el ministro saudita se dio el lujo de denunciar también la cuestión palestina y el tema de las armas de destrucción masiva en el Medio Oriente, o sea de designar simultáneamente como enemigos de la paz a Irán e Israel. Dado el hecho que la crítica contra la política de la ONU en Siria equivale a una denuncia directa contra Rusia y China, que recurrieron por 3 veces a su derecho de veto, el comunicado saudita era un insulto a Pekín, cuando China es actualmente el principal comprador del petróleo saudita. Ese viraje, que provocó consternación en las Naciones Unidas, fue sin embargo ruidosamente saludado por Turquía y Francia, países que dicen compartir la «frustración» de Arabia Saudita sobre el tema de Siria[3].
  • El 21 de octubre, el Wall Street Journal revelaba que el príncipe Bandar Ben Sultan había invitado varios diplomáticos europeos acreditados en Riad a visitarlo en su domicilio, donde les narró el furor saudita ante el acercamiento entre Irán y Estados Unidos y el retroceso estadounidense en Siria. Ante sus atónitos interlocutores, el jefe de los servicios secretos sauditas anunció que el reino piensa vengarse retirando sus inversiones de Estados Unidos[4]. Retomando el episodio del asiento en el Consejo de Seguridad, el Wall Street Journal precisó que —según el príncipe Bandar— el comunicado no estaba dirigido contra la actitud de Pekín sino contra Washington, precisión que resulta tanto más interesante cuanto que no corresponde a la situación.

Ante la incredulidad que suscitaron esas declaraciones y los comentarios conciliadores del Departamento de Estado, el príncipe saudita Turki Ben Faisal explicó a la agencia Reuters que su enemigo personal Bandar[5] había hablado en nombre del reino y que esa nueva política no será objeto de revisión. Lo cual quiere decir que no existen divergencias al respecto entre las dos ramas rivales de la familia reinante[6] en Arabia Saudita —los Sudairi y los Shuraim— sino una visión común que comparten los dos bandos.
En resumen, Arabia Saudita insultó a Rusia en julio pasado, insultó a China hace 2 semanas. Y ahora insulta a Estados Unidos. El reino anuncia que va a retirar sus inversiones de este último país, probablemente para volverse hacia Turquía y Francia, aunque ningún experto ve cómo pudiera ser eso posible. Ese comportamiento puede tener dos explicaciones: Riad finge cólera para que Washington pueda continuar la guerra en Siria sin responsabilizarse con ella[7] o la familia Saud está cometiendo un suicidio político[8].
La primera hipótesis parece estar en contradicción con las palabras de Bandar ante los embajadores europeos. Si estuviese jugando a favor de Estados Unidos por debajo de la mesa, el jefe de los servicios secretos sauditas tendría especial cuidado en no ponerse a predicar revoluciones a sus aliados.
La segunda hipótesis recuerda el comportamiento de los camellos, animal preferido de los beduinos sauditas. Esos cuadrúpedos tienen la reputación de alimentar sus rencores durante largos años y de ser incapaces de vivir en paz mientras no hayan logrado concretar su venganza, sea cual sea el precio a pagar por ello.
Pero Riad parece haber olvidado que la supervivencia de Arabia Saudita está en juego desde que John O. Brennan fue nombrado director de la CIA, en marzo de 2013. Brennan, quien estuvo destacado en Arabia Saudita, es un resuelto adversario del dispositivo que sus predecesores montaron en el pasado con Riad: el yihadismo internacional. Brennan estima que si bien esos elementos hicieron un buen trabajo en su momento –en Afganistán, Yugoslavia y Chechenia–, hoy se han hecho demasiado numerosos e incontrolables. Lo que empezó siendo una banda de extremistas árabes enviados a combatir contra el Ejército Rojo se ha convertido con el tiempo en una constelación de grupos, presentes desde Marruecos hasta China, que hoy luchan más con la perspectiva de imponer el modelo de sociedad saudita que para vencer a los adversarios de Estados Unidos.
Ya en 2001, Estados Unidos había planeado liquidar al-Qaeda atribuyéndole los atentados del 11 de septiembre. Pero, con el asesinato oficial de Osama ben Laden en mayo de 2011, Washington prefirió rehabilitar esa red y la utilizó profusamente en Libia y en Siria. Sin al-Qaeda nunca hubiese sido posible el derrocamiento de Muammar el-Kadhafi, como ha quedado demostrado con la llegada de Abdelhakim Belhaj —ex número 2 de al-Qaeda en Libia— al cargo de gobernador militar de Trípoli. Según la visión de Brennan, es necesario reducir el yihadismo a su mínima expresión y conservarlo únicamente para su uso como fuerza de apoyo de la CIA en ciertas circunstancias.
El yihadismo no sólo es la única fuerza efectiva de Arabia Saudita, cuyo ejército se divide en dos unidades que obedecen cada una a uno de los clanes de la familia Saud, sino que además se ha convertido en la única razón de ser del reino en la medida en que Washington ya no necesita a Arabia Saudita para que le garantice el petróleo ni tampoco para que predique la causa de la paz con Israel. Lo anterior explica el regreso del Pentágono al viejo plan de los neoconservadores: «Expulsar de Arabia a los Saud», según el título de un PowerPoint proyectado en julio de 2002 a los miembros del Consejo Político del Departamento de Defensa. Ese proyecto prevé el desmantelamien- to de Arabia Saudita en 5 zonas, 3 de las cuales estarían llamadas a convertirse en Estados independientes entre sí mientras que las otras 2 pasarían a formar parte de otros países[9].
Al optar por probar fuerza con Estados Unidos, la familia Saud no deja opción a los estadounidenses. Es poco probable que Washington permita que unos cuantos beduinos adinerados le digan lo que tiene que hacer, lo cual hace muy previsible que decida meterlos en cintura. En 1975, Washington no vaciló en ordenar el asesinato del rey Faisal[10]. Esta vez, es muy probable que actúe de forma aún más radical.


[1] Quizá es simplemente un caso de que los sauditas no son tan caraduras como Obama. Éste puede recular sin el menor pudor y decir justo lo opuesto de lo dicho antes, sin la menor vacilación. Quizá los sauditas son más normales y todavía tienen algo de vergüenza para hacer esas piruetas.
[2] Estos datos están equivocados; no existen 369 países registrados en la ONU, sino solamente 192.
[3] Parece haber división en el Politburó mundial; y el hecho de que el embajador saudita con horas de diferencia adopte una postura 180° diferente, significa: a) Que no lo tomaron en cuenta al hacer la decisión y b) el reparto contradictorio de culpas indica que tuvo que redactarlas sin siquiera consultar. Por otro lado, si el ministro de Rel. Exteriores andaba “encabritado” desde el 30-Sep, parece que no mantienen informado al embajador de los siguientes pasos que debe dar.
[4] No parece creíble que hable de venganza y anuncie en qué va a consistir. Si fuera a vengarse, primero se vengaría y las explicaciones vendrían luego.
[5] Es dudoso que se haya expresado en esos términos y más probable que el periodista haya “salpimentado” la transcripción.
[6] ¿Entonces cuál es el caso de etiquetar al otro como “enemigo personal”?
[7] No parece muy sólida la hipótesis, porque ¿cuándo se ha responsabilizado de algo? La guerra de Iraq, basada en mentiras, lleva 1.5 millones de muertos y USA no se ha responsabilizado ni de uno solo.
[8] Tampoco se sostiene esta hipótesis. Es desventaja de los sauditas no tener un congreso al cual “delegar” una decisión, como lo hizo Obomber.
[9] Esto, más que el acercamiento con Irán, explicaría el disgusto saudita.
[10] Ésta es la razón de la “alegre” complicidad saudita (y de los demás países del Golfo) en la destrucción de países musulmanes.

jueves, 24 de octubre de 2013

China vs el US dollar



China está Próxima: A una Crisis Nerviosa

Maurizio Blondet                 15-Oct-13
FUENTE: http://www.effedieffe.com/index.php?option=com_jcs&view=jcs&layout=form& Itemid=141&aid=269479


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Se ha hecho un gran escándalo de las duras palabras de la agencia Xinhua contra USA: ha llegado el momento de que el mundo considere una nueva moneda de reserva «que debe ser creada para sustituir el dominio del dólar, de modo que la comunidad internacional pueda permanecer alejada de las consecuencias del caos político que se está intensificando en USA». Y para agravar el asunto: «Washington ha abusado de su status de superpotencia y ha inducido un gran caos en el mundo al transferir los riesgos financieros en el resto del mundo, instigando tensiones en diversas áreas por disputas territoriales» .
«El mundo todavía está esforzándose por buscar salir del desastre económico provocado por las voraces élites de Wall Street, mientras las bombas y los atentados se han convertido prácticamente en una rutina cotidiana en Iraq, años después de que Washington ha declarado haber liberado al pueblo de un régimen tiránico».
Y ya que el comentarista chino se le fue la lengua: USA ha protegido sus propios intereses «en cada ángulo del mundo, habituados a infiltrarse en los asuntos de otros países y regiones». El gobierno estadounidense, que se ha hecho portador de altos valores morales, pero «ha escondido episodios de los que ha sido responsable», como «la tortura de prisioneros de guerra, asesinato de civiles mediante ataques con drones[1], espionaje de líderes mundiales».

jueves, 17 de octubre de 2013

Crece la verdad sobre la situación en Siria



Revelado ‘El Factor Israelí’ en la Guerra Siria: “El Plan A  de USA-Israel”

Por Nicola Nasser
Global Research                 14-Oct-13
FUENTE: http://www.globalresearch.ca/the-israeli-factor-in-the-syrian-war-unveiled-the-us-israel-plan-a/5354204


Las notas de pie de página NO vienen en el original y fueron agregadas por el equipo de traducción.

Los más de 2 años y medio de la supuesta neutralidad de Israel en el conflicto sirio así como la fanfarria de la retórica estadounidense urgiendo al “cambio de régimen” en Damasco fueron abruptamente interrumpidas al revelarse que el factor israelí ha estado todo el tiempo detrás del conflicto y ha sido el punto más importante para ambos países.
Todos sus medios y el enfoque político sobre “democracia vs dictadura” y sobre la intervención de la comunidad internacional en base a una “responsabilidad de proteger” para evitar la exacerbación de la “crisis humanitaria” en Siria fue meramente un  intento de desviar la atención de la opinión pública mundial de su verdadero objetivo, esto es, salvaguardar la seguridad de Israel.
Su “Plan A” era forzar un cambio en el régimen sirio como su “premio mayor” y reemplazarlo con otro menos amenazante y más dispuesto a hacer un “trato de paz” con Israel y en caso de fracaso, tal como es ahora, su “Plan B” era perseguir un “premio de consolación” desarmando a Siria de sus armas químicas para privarla de su disuasor estratégico defensivo contra el abrumador arsenal israelí de armas nucleares, químicas y biológicas de destrucción masiva[1]. Su “Plan A” resultó un fracaso, pero su “Plan B” fue un éxito[2].
Sin embargo, el hecho de que la crisis humanitaria siria continúa sin disminuir con los furiosos y constantes combates mientras USA gradualmente está llegando a un acuerdo con los principales aliados de Siria en Rusia e Irán como un preludio a reconocer la “legitimidad” del status quo en Siria es un hecho que acaba con cualquier resto de la credibilidad estadounidense en el conflicto.
El presidente Barack Obama, dirigiéndose a la Asamblea Gral de la ONU el 24-Sep pasado, tuvo esta justificación: “Recordemos que éste no es un esfuerzo donde lo que uno gana, el otro lo pierde. Ya no estamos en una Guerra Fría. Ya no hay un Gran Juego por ganar, ni USA tiene algún interés en Siria más allá del bienestar de su gente, la estabilidad de sus vecinos, la eliminación de las armas químicas y asegurar que no llegue a ser un refugio para terroristas[3]. Doy la bienvenida a la influencia de todas las naciones que puedan ayudar a lograr una resolución pacífica”.
Este cambio en U de parte de USA despeja cualquier duda que quedara de que alguna vez le haya importado el pueblo sirio y lo que Obama llamó el “bienestar” de ellos.
El compromiso declarado de USA hacia una “solución política” a través del copatrocinio con Rusia de la convocatoria a una conferencia de “Ginebra – 2” es puesto en peligro por su alegada incapacidad de unir incluso a la “oposición” que fue creada y patrocinada por el propio USA y los “amigos de Siria” que controlan el continuo atizamiento del conflicto armado a través de armas, dinero y logística por sus aliados regionales turcos y árabes del Golfo, lo que debilita cualquier solución política y convierte la convocatoria misma de la conferencia de “Ginebra – 2” en una charada para cualquiera.

“Castigo” israelí
Mientras tanto, la neutralidad de Israel fue suprimida nada menos que por el presidente israelí, Shimon Peres.
Hablando en el 40° aniversario de la muerte de cerca de 3,000 soldados israelíes en la guerra de 1973 con Siria y Egipto, Peres reveló incuestionablemente que su nación ha sido la principal beneficiaria del conflicto sirio[4].
Peres dijo: “Hoy”, el presidente sirio Bashar al-Assad, “es castigado por su negativa a (llegar a) un compromiso” con Israel[5] y “el pueblo sirio paga por ello”.
Cuando llegó a ser completamente claro a partir de los últimos desarrollos que no habrá “cambio de régimen” ni habrá un “Día Después” post-Assad y que USA, el principal garante de la supervivencia de Israel, ha hecho o está a punto de hacer un “giro en U” en su política con respecto al conflicto sirio excluyendo la solución militar como “inacep-table”, en palabras del Srio de Estado, John Kerry[6] el 06-Oct, Israel se impacientó y no pudo ocultar más el factor israelí en el conflicto.
El 17-Sep pasado, los principales canales noticiosos titularon sus reportes, “En un cambio público, Israel pide la caída de Assad”, citando un reporte publicado por el diario israelí The Jerusalem Post, que citó al embajador israelí en USA, Michael Oren, diciendo: “Nosotros siempre quisimos que Assad se fuera, siempre preferimos a los tipos malos que no están respaldados por Irán a los tipos malos respaldados por Irán”.
“El mayor peligro para Israel es el arco estratégico que se extiende desde Tehran,  Damasco y Beirut. Y veíamos el régimen de Assad como la pieza clave en ese arco”[7], agregó Oren.
Y ése es realmente el punto crucial del conflicto sirio[8]. Desmantelar este “arco” ha sido, durante todo el conflicto, la estrategia declarada de los (mal) llamados “Amigos de Siria” conducidos por USA, “que son ellos mismos los amigos de Israel”.
La meta de esta estrategia ha sido a lo largo de todo el conflicto cambiar el régimen que Oren llamó el “punto clave sirio en ese arco”, que está apoyado por un gobierno pro-Irán en Iraq[9] también como por los movimientos de liberación palestinos[10] que resisten las más de seis décadas de ocupación militar israelí, o en su defecto, acabar los recursos, la infraestructura y el poder de Siria hasta que no tenga otra opción que rendirse incondicionalmente a los términos y condiciones israelíes de lo que Peres llamó un “compromiso” con Israel como precondición para devolver las Alturas del Golan ocupadas por Israel.

Siria el Número Discorde
Esta meta estratégica fue una cortina de humo para presentar el conflicto primero como un levantamiento popular convertido en una rebelión armada contra una dictadura, luego como una “guerra civil” sectaria, en tercer lugar como una guerra delegada sobre una histórica división entre árabes-iraníes y entre sunnitas-shiitas, en cuarto lugar como un campo de batalla de la conflictiva geopolítica regional e internacional, pero en todos los casos el factor israelí ha estado en el núcleo del conflicto[11].
De otro modo, ¿por qué los “Amigos de Siria e Israel” conducidos por USA les importaría el régimen gobernante en un país que no es abundante en petróleo y gas, el flujo “libre” del cual ha sido repetidamente declarado un interés “vital” para USA, o que Obama en su discurso en la ONU llamó uno de los “intereses básicos”; la seguridad de Israel es otro de esos intereses “vitales” o “básicos”, por el cual, en sus palabras, “USA está preparado para usar todos los elementos de nuestro poder, incluyendo la fuerza militar, para mantenerlo seguro”[12].
El fin de la Guerra Fría abrió una “ventana de oportunidades” para construir el tratado de paz egipcio-israelí, de acuerdo al estudio de la Universidad de Oslo en 1997. Un acuerdo de paz fue firmado entre la Organización de Liberación Palestina (OLP) y el estado hebreo en 1993, seguido por un tratado de paz jordano-israelí al año siguiente. Durante la invasión de Líbano en 1982, Israel trató de imponer sobre el país un tratado similar, que no tuvo éxito debido a la “influencia” siria, que abortó e impidió tal desarrollo desde entonces.
Siria permanece el número discorde en el cinturón de tratados de paz árabes alrededor de Israel; ninguna paz comprensiva es posible sin Siria[13]; Damasco mantiene la llave incluso para la supervivencia de los acuerdos de paz palestino, jordano y egipcio con Israel. Siria no entregará esa llave sin la retirada de las Fuerzas de Ocupación Israelíes (FOI) de las tierras sirias y árabes y una solución “justa” de la “Cuestión palestina”.
Ésta ha sido la estrategia nacional siria mucho tiempo antes de que el partido panárabe Baath y la dinastía al-Assad llegaran al poder.
Por tanto, el “Plan A” estadounidense e israelí continuará en la agenda de ambos países, dependiendo del ambiente geopolítico futuro.



[1] Como se diría en USA: eso simplemente es “bullshit”. Lo de las armas químicas fue el mejor pretexto que encontraron para tratar de “justificar” un ataque, luego de que habían fracasado los siguientes pretextos: 1) las armas de destrucción masiva; 2) el estar masacrando a su propia población; 3) el ataque con morteros sobre una aldea turca; 4) la provocación israelí bombardeando unos supuestos depósitos de armas; y 5) sobre todo porque los mercenarios extranjeros habían estado perdiendo terreno frente al Ejército Nacional Sirio. Sin embargo, la operación de falsa bandera en el suburbio de Ghouta, justo cuando llegaban los inspectores de la ONU, fue tan burda que nadie la creyó. De cualquier modo, Barack Obomber intentó hasta el último momento hacer valer las líneas rojas que andaba pintando, hasta que recibió la orden perentoria de su amo de recular, sin importar el ridículo y que su hipocresía quedara al descubierto. Ese “Plan B” es mera estrategia de relaciones públicas para controlar el daño de la reculada de Obomber.
[2] Lo que ha sido un éxito completo para Obomber y sus patrones es el sembrar el terror en toda Siria y desplazar 8 millones de refugiados, internos y externos, particularmente la población cristiana.
[3] ¡Vaya desfachatez y cinismo!, luego de 2 y medio de estar proporcionando todo tipo de apoyo a los terroristas mercenarios acarreados de todo el mundo musulmán. Con este tipo de declaraciones Obomber, por comparación, hace lucir a nuestros políticos como gente decente.
[4] No sólo del conflicto sirio. La primavera “árabe” ha sido, en realidad, una primavera israelí y un invierno árabe, puesto que no ha producido NI UN SOLO FRUTO favorable para los países árabes. Para éstos sólo ha producido destrucción, sangre y caos.
[5] Esta es una declaración que plantea una disyuntiva interesante: 1) Peres es un mentiroso; o 2) ésta es la VERDADERA RAZON del conflicto y no porque Assad sea un dictador.
[6] Otro payaso que unos días antes había tratado de convencer sobre el bombardeo de Siria desde los buques de guerra estadounidenses, alegando que se trataría de un bombardeo “increíblemente pequeño”. Una posible explicación para esta declaración sea que Kerry andaba en plena campaña para lograr el Nobel del PUP.
[7] ¿O sea que Damasco y no Tehran es la pieza clave? Otro que cree que todo mundo es pendejo, menos él.
[8] El punto crucial de TODOS los conflictos en la región es sembrar la división y el caos en todos los países alrededor de Israel, sin importar cuantos muertos y sufrimiento provoquen. Y eso es precisamente: terrorismo.
[9]  «Gobierno pro-Irán en Iraq», ¿el gobierno de un país ocupado por tropas extranjeras es pro-Irán y está en condiciones de apoyar a otro país? ¡Por favor, Nicola, piensa un poco aunque te duela!
[10] ¿Movimientos de liberación palestinos que se dan el lujo de apoyar al régimen de Siria pero no pueden romper el cerco de la Franja de Gaza ni de la Margen Occidental?
[11] Esta simple enumeración revela la verdad detrás del conflicto en Siria.
[12] Aquí Barack Obomber se sincera y debe entenderse que el bienestar del pueblo sirio le vale puro sorbete y es un pretexto para ocultar sus verdaderas intenciones.
[13] Más que “sin Siria”, ninguna paz es posible SIN JUSTICIA y sin restituir lo robado.