miércoles, 30 de marzo de 2016

"Los de siempre" obviamente no se van a quedar cruzados de brazos



Un Viento Identitario Sopla Sobre Europa

Por Lupo Glori                                                        16-Mar-16
FUENTE: http://www.corrispondenzaromana.it/un-vento-identitario-soffia-sulleuropa/




El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción. 

Alemania gira a la derecha y rechaza la política de inmigración de Angela Merkel que en el último año ha visto llegar al país alemán más de un millón de refugiados. El domingo 13-Marzo el partido de Frauke Petry [de soltera, Marquardt; n. 1975], Alternative für Deutschland (Alternativa para Alemania), fuertemente anti-inmigración y anti-euro, de hecho ha obtenido porcentajes inéditos e impresionantes en la importante votación por las administraciones regionales en tres Lander, Sajonia-Anhalt, Baden-Württemberg y Renania-Palatinado, trastocando mucho la escena política alemana.
Como reporta la ANSA (agencia noticiosa italiana), la AfD desde el domingo por la noche es de hecho el tercer partido en Baden-Württenberg, en el suroeste de Alemania, con un sorprendente 15.1%:
«En Baden-Württenberg, el éxito histórico para los Verdes de Winfried Kretschmann con el 30.3%, que superan la CDU con el 27% de los electores. Sigue la AfD con el 15.1%, SPD con el 12.7%, los Liberales con el 8.3%. La izquierda de la Linke queda fuera del parlamente regional con el 2.9%». La misma música siempre al suroeste, en Renania-Palatinado, donde la AfD se ha ubicado al tercer puesto con el 12.6%: «En Renania-Palatinado ha vencido el SPD de Malu Dreyer con el 36.2%, batiendo a la CDU de Julia Koechner, que alcanza el 31.8%. AfD ha obtenido el 12.6% de los votos. A los Liberales ha ido el 6.2% de los consentimientos, a los Verdes el 5.3%. La Linke queda fuera con el 2.8%».
Finalmente clamoroso el resultado al noreste, en Sajonia-Anhalt, donde el partido de Frauke Petry ha conquistado ya el segundo lugar con el 24.2% de los votos: «En Sajonia-Anhalt vence la CDU de Reiner Haseloff con el 29.8%. La hace en grande la AfD con el 24.2%. Siguen Linke con el 16.3%, SPD con el 10.6% y los Verdes con el 5.2%. Quedan fuera del Parlamento los Liberales con el 4.9%». Angela Merkel, no obstante la dura derrota, ha hecho saber, a través de su portavoz Steffen Seibertche, que irá adelante con su política de acogida: «El gobierno alemán prosigue con su política sobre los refugiados, con todas las fuerzas, dentro y fuera del país». Más tarde en una conferencia de prensa, la misma canciller, ha minimizado el éxito electoral de la AfD como un «voto de protesta», fruto del miedo y del escepticismo.
En realidad, como señala Beda Romano en Il Sole24ore, los resultados electorales alemanes tienen una dimensión histórica y abren nuevos escenarios sobre el futuro político de Alemania.
De hecho: «Por primera vez desde el fin de la guerra aparece a la derecha del partido democristiano de la canciller un nuevo partido, y encima, euroescéptico. AfD esté teniendo en la centro-derecha el papel que Die Linke tiene en la centro-izquierda. Está debilitando la solidez de la CDU, de la misma manera en que la izquierdista Linke ha debilitado al partido socialdemocrático». [¿será casualidad esa simetría? ¿”Los de siempre” ya se cansaron de la CDU y el SPD?]
La importante derrota de la Merkel, escribe siempre Romano, tendrá inevitables repercusiones también sobre el tablero de ajedrez europeo a partir de la importante reunión de esta semana de los 28 estados de la UE: «el reflejo sobre el plano europeo arriesga ser inevitable. (...) Sobre la mesa hay un acuerdo con Turquía para administrar mejor el control de las fronteras externas de la Unión». [¿Por qué la UE tiene que andar haciendo acuerdos con países fuera de la eurozona? ¿por qué no administra mejor el control de las fronteras de Grecia y Bulgaria? Las de éstas sí son fronteras externas, no las de Turquía. Curiosamente, no se busca hacer acuerdos similares con Marruecos, Argelia, Túnez, Libia y Egipto]. La caída de la canciller, hasta hoy flotador de salvamento de Europa —concluye el periodista de Il Sole24ore— arriesga por tanto ser un importante contragolpe sobre la “capacidad” general de la Unión: «En estos años, Berlín ha sido una firme base de estabilidad en la unión monetaria, mientras muchos vecinos debían hacer frente a violentas sacudidas de la deuda y a crisis de política. La debilidad de los socios se ha traducido en estos años en la fuerza de la República Federal. El riesgo hoy es que una Alemania más inestable complique paradojalmente la negociación europea».
Con el amplio respaldo a la AfD en las elecciones del domingo también Alemania se ha unido así a la lista de países europeos barridos por un creciente sentimiento anti euro y anti inmigración. Entre ellos, Austria ha dado a conocer su posición sobre el tema directamente a través de las palabras de su ministro de Relaciones Exteriores, Sebastian Kurzc, el cual, en una entrevista publicada en el Bild am Sonntag, ha declarado: «Las fronteras deben permanecer cerradas incluso las de la ruta Italia-Mediterráneo, de modo que sea claro que el tiempo del librepaso hacia Centroeuropa se ha terminado, cualquiera que sea la ruta». Suecia por su parte ha amenazado llevar al gobierno de Merkel frente a la Corte de Justicia Europea a causa de su torpe gestión de la crisis de los refugiados que ha provocado que cientos de inmigrantes registrados en Alemania, hayan luego traspasado la frontera, pidiendo asilo en los países escandinavos.
Contra la confusa política de acogida, impuesta por la nomenclatura [significativa y reminiscente denominación] de Bruselas, comienza así a crecer un sentimiento identitario que tiene el irrefutable mérito de despertar una conciencia europea hasta hoy anestesiada por el relativismo imperante.



jueves, 17 de marzo de 2016

La crisis de los refugiados



Cómo el Imperialismo Humanitario Condujo a la Crisis de Refugiados a Europa

Por Jean Bricmont – Maidhc Ó Cathail              Feb 19, 2016
FUENTE: http://www.counterpunch.org/2016/02/19/how-humanitarian-imperialism-led-to-europes-refugee-crisis/


El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción.

Maidhc Ó Cathail: ¿Ud ve Colonia, 2015 como un punto de inflexión o el comienzo del fin de la civilización europea?
Jean Bricmont: No estoy seguro en cuanto a lo que significa civilización europea, pero si sobrevivió las dos Guerras Mundiales, sobrevivirá a Colonia 2015. Uno no debería exagerar lo que ocurre con los refugiados. Tengo dos opiniones al respecto. Por un lado, no creo que sea algo del otro mundo; ¿qué significan unos pocos millones de refugiados entre 500 millones de europeos? Por otra parte, las encuestas muestran que una mayoría de la gente en los países europeos no quiere “dar la bienvenida” a más refugiados y pienso que están en su derecho (aun si personalmente pienso que no es nada del otro mundo).
Lo que llamo izquierda moral quiere forzar a la población a ser altruista con respecto a los refugiados. Pero la población nunca ha sido consultada sobre ese problema y a quien constantemente se le pide que haga sacrificios porque “no hay dinero” comprensiblemente no acepta ese discurso (que quiere parecer) ético.[Insistir en “izquierdas” y “derechas” a estas alturas o es ingenuidad o es seguirles haciendo el juego a los de siempre].

Maidhc Ó Cathail: ¿Cómo se relaciona lo que Ud escribió en Imperialismo Humanitario con la actual crisis de refugiados?
Jean Bricmont: Bueno, la misma gente que animó las intervenciones “humanitarias” y el “apoyo” a insurrecciones armadas en el extranjero, lo que ha conducido a guerras perpetuas, generando un flujo constante de refugiados, están ahora demandando que la población de nuestros países “dé la bienvenida a los refugiados”.  Primero generan caos allí, y luego aplauden el caos aquí [por cierto, ¿los que hacen eso son de izquierda o de derecha?]. Eso no puede durar para siempre. Uno puede ver los signos de una extendida revuelta popular contra eso. Ahora, no soy optimista en cuanto a la manera en que esta revuelta evolucionará, porque, puesto que la izquierda casi ha sido totalmente ganada a la causa de las intervenciones humanitarias [curiosamente también son partidarios del neoliberalismo y del libremercado] y su corolario de dar la bienvenida a los refugiados, esta revuelta casi ciertamente beneficiará principalmente a la (extrema) derecha [¡vaya ingenuidad de seguir insistiendo en el maniqueísmo izquierda-derecha!].

Maidhc Ó Cathail: ¿Cree Ud que la culpa por el Holocausto es la fuerza impulsora detrás de la decisión de Alemania de aceptar más de un millón de refugiados?
Jean Bricmont: No fue “Alemania” la que hizo esa decisión sino la Sra. Merkel, para consternación de muchos y tal vez la mayoría de los alemanes. Sus motivos personales no parecen claros. Para una minoría de alemanes que activamente dan la bienvenida a los refugiados, el Holocausto sin duda es un factor. Pero las generaciones más jóvenes, en toda Europa, han sido alimentadas con esta culpa artificial (¿cómo puede alguien ser culpable de eventos que ocurrieron [o que se afirma que ocurrieron, porque aun no han presentado pruebas convincentes ni de las cámaras de gas ni restos de las supuestas víctimas]  antes de su nacimiento?). Así, también en Alemania, hay muchos sentimientos negativos respecto a los refugiados.

Maidhc Ó Cathail: ¿Ud piensa que alguien puede estar contra las guerras de USA y la ocupación israelí y al mismo tiempo tener reservas en cuanto a la inmigración musulmana a Europa? [en primer lugar ¿por qué la opinión sobre un problema debe estar determinada por la opinión que se tenga de otro, que no tiene relación?
Jean Bricmont: Sí, por supuesto. Pero soy muy renuente en ver esta inmigración (como varias gentes lo hacen) como un “complot” de USA e Israel para “islamizar” Europa [el objetivo no es islamizar, el objetivo es crear heterogeneidad y así posibilidades de conflicto y división, de modo que la UE no pueda rivalizar con USA]. En primer lugar, los sionistas aquí están divididos: es cierto que algunos de ellos son favorables a fronteras más abiertas, pero otros están temerosos de la “islamización” de Europa, puesto que saben que los musulmanes no son exactamente partidarios del “estado judío”. [y a la población europea ¿qué les importa lo que piensen los sionistas? Esa opinión para los europeos y SUS INTERESES resulta tan intrascendente como lo que piensen los nepaleses o lo que opinen los indios quechúas]. No creo que tal islamización tenga lugar, pero pienso que uno debería ser pragmático acerca de la inmigración. Nunca tendremos fronteras realmente abiertas, a diferencia de lo que algunos de la extrema izquierda demandan (de otro modo muy rápidamente seríamos inundados y ocurriría una reacción de extrema derecha para detener eso), ni tampoco tendremos fronteras completamente cerradas. Es una cuestión de grado. El problema es que algunos de nuestras “élites” [en aras de la realidad, las comillas quedarían mejor en la palabra ‘nuestras’] viven en un mundo de sueños donde más globalización es siempre vista como algo bueno y los deseos de la población son despreciados o ignorados. Eso crea el riesgo de una peligrosa reacción violenta.

jueves, 10 de marzo de 2016

Por si llegara a fallar la crisis del euro y la guerrita en Ucrania



El Completo Desastre de Europa en Cámara Lenta

Por Pepe ESCOBAR                                             02-Mar-16
FUENTE: http://www.strategic-culture.org/news/2016/03/02/europe-slow-motion-debacle.html





El texto [en rojo] NO aparece en el original y fue agregado por el equipo de traducción; igualmente lo destacado en amarillo aparece como texto normal en el original.
Desde un intento fallido de limpiar la Jungla de Calais [campamento de migrantes en las inmediaciones de Calais, Francia] a la horrible situación en la frontera greco-macedónica, la UE se desmorona bajo la tensión de una masiva crisis de refugiados. Incluso la kafkiana creación eurócrata de Bruselas lo admite —extraoficialmente, porque la UE oficial debe siempre proyectar una imagen mítica de unidad: «Estamos al borde de un abismo».
A través de la UE y en medio de las élites intelectuales rusas, proliferan los escenarios sobre el inminente colapso de la civilización occidental, a medida que un gigantesco número de refugiados no puede ser asimilado apropiadamente. En Rusia, este proceso es examinado con extremo interés porque ocurre no lejos de las fronteras occidentales de Rusia e implica lo que el Kremlin tradicionalmente define como «nuestros socios».
Pero ¿qué ocurriría si este colapso europeo en cámara lenta no fuera actuado como una distopia Mad Max, sino más bien producido por un tsunami de musulmanes en último término desplazados por las guerras urdidas por Occidente?

Miren la Fortaleza Europa
Fue hace sólo seis meses que el gobierno de la canciller Angela Merkel aceptó una gigantesca apuesta al adoptar la llamada política «humanitaria» hacia los refugiados; llámenla la cara civilizada del de otro modo concepto sucio del R2P («responsabilidad de proteger», que fue manipulado sin piedad para la invasión y destrucción de Libia.
Seis meses más tarde, tenemos enjambres de refugiados varados a lo largo de la Ruta Balcánica —y progresivamente rodeados/atrapados por estrictos controles fronterizos, la desaparición de beneficios sociales, el trepado de cercas y murallas y la abolición práctica de los acuerdos de Schengen. La apuesta de Merkel se acabó; la Fortaleza Europa está de regreso y con una venganza.
¿Pueden oír el sonido de un jarrón de mitos quebrándose? He aquí algunos. La noción de «solidaridad europea» —para no hablar de igualdad y fraternidad. La noción de que los miembros de la UE aceptarían una distribución sensible, armoniosa y proporcional de refugiados. La noción de que Europa no rechazaría, deportaría o repatriaría a gente huyendo de zonas de guerra. La noción de que Turquía «protegería» a la UE de la crisis.
La Ruta Balcánica, para propósitos prácticos, está ahora sellada para los refugiados mientras Ankara, por su parte, lentamente está levantando un muro que se extiende desde la frontera turco-siria —no tanto realmente para contenerlo (después de todo Ankara debe mantener abierta la autopista yihadista), sino como un golpe propagandístico.
La política humanitaria alemana para los refugiados está en ruinas y corroída por la auto-duda; hace sólo dos semanas la canciller Merkel estaba considerando si debería perseguir «nuestro enfoque euro-turco» o si pura y simplemente la UE debería ordenar el absoluto sellado de la frontera greco-macedónica.
Y eso nos lleva cerca del quid de la cuestión —que por supuesto es Turquía.
La mayoría de los políticos conservadores alemanes quieren que Merkel selle las fronteras alemanas a los refugiados mientras que ella aun cree en la Mano de la Providencia; la ayuda de los «socios europeos» —que no vendrá— y más que nada de Ankara.
Y allí es exactamente donde el sultán Erdoğan, de Turquía, quiere tenerla; como suplicante, no como la líder de la potencia económica europea N° 1.

El juego de poder de Ankara
Uno de los mitos clave de toda la crisis de refugiados es que el gobierno AKP de Erdoğan está haciendo todo lo que puede para «contenerla».
Tonterías. La crisis misma fue urdida por Ankara [esta afirmación es falsa. Erdoğan NO es el estratega que ello supone. Erdoğan es apenas un político tercermundista que recibe órdenes y no tiene los alcances para una operación de esa envergadura. Si alguien lo duda, es cosa de ver su historial: Cuando Benedicto XVI anunció una visita al Patriarca Ecuménico en Estanbul, una organización nacionalista turca convocó a una ‘manifestación monstruo’ contra la visita, manifestación que se suponía convocaría a 2 millones de turcos. Erdoğan, se apresuró a cancelar la visita de cortesía que le iba a hacer Benedicto XVI so pretexto de una reunión que iba a tener con los eurócratas en Letonia. Cuando la manifestación a duras penas reunió unos pocos miles, Erdoğan, haciendo gala de su audacia como estadista, declaró que ‘siempre sí recibiría a Benedicto XVI’. Posteriormente, luego del acto de piratería cometido en aguas internacionales por comandos israelíes contra el barco Mavi Marmara, que llevaba ayuda humanitaria a Gaza, y donde perdieron la vida 7 ciudadanos turcos, Erdoğan se apresuró a declarar que él visitaría Gaza a bordo de un destructor turco y quería ver si los comandos se atrevían a abordarlo como al Mavi Marmara. Obviamente JAMÁS hizo el más mínimo intento de visitar Gaza] en 2015 —cuando los refugiados fueron «liberados» de sus campos de retención en Turquía bajo la amenaza de que ya no podrían ser cuidados. La inundación de refugiados no fue un surgimiento «espontáneo», como si los sirios, iraquíes y/o afganos repentinamente decidieran huir hacia la UE; fue directamente instigada por Ankara. Y Erdoğan desde el inicio ya estaba contemplando el Gran Premio; sobornar a la UE, especialmente a Merkel, para pagar —al menos 3,000 md€— de modo que la mayoría de los refugiados permaneciera no en suelo turco, sino en una de sus propias sub-áreas neo-otomanas; una «zona segura» a ser construida dentro de territorio sirio.
Evidencia adicional que apunta hacia el complot de Ankara [es más creíble que Washington esté mimetizándose como Ankara. Es como la baja en el precio del petróleo: se le atribuye a Arabia Saudita, cuando eso significaría hacerse harakiri, ya que el petróleo es casi la única fuente de divisas (los dátiles y los paseos en camello no son significativos como fuente de dólares), y le conviene más a Washington como arma contra Rusia e Irán] es el hecho de que Turquía no haya incrementado las patrullas en su costa mediterránea —el punto de partida de veintenas de refugiados para probar su suerte en botes en su ruta a la seguridad de las islas griegas. La prioridad de Ankara era «cerrar» la frontera turco-siria. No realmente «cerrarla», puesto que permanece como paso seguro garantizado para selectos «rebeldes moderados».
Frontex, la agencia de control de fronteras con sede en Varsovia, está absolutamente convencida de que el juego de poder de los refugiados entre Turquía y la UE continuará. Diplomáticamente, el director de Frontex, Fabrice Leggeri, comenta que «Turquía tiene que ponérsela más difícil a los contrabandistas de migrantes».
Sin embargo, eso no ocurrirá. Y Alemania —y la UE como un todo— continuarán siendo rehenes de las maniobras políticas de Ankara.
Una reunión UE-Turquía fue mantenida en Noviembre de 2015. En ese entonces, Erdoğan prometió que habría más vigilancia en la costa egea y más redadas sobre los contrabandistas de migrantes. Muy poco, muy tarde. La costa egea de Turquía es de 2,800 kms de largo. Ankara no tiene los recursos para vigilarla apropiadamente [sólo que los refugiados no están LLEGANDO a la costa egea de Turquía; están SALIENDO de Turquía a través de la costa egea; es decir, entraron a Turquía por otro lado y ese otro lado no mide 2,800 kms de largo].
Así el contrabando a escala masiva continúa sin limitaciones [nótese que los refugiados no son ‘balseros’ al estilo cubano o libio; las fotos muestran botes inflables en forma, proveídos por los contrabandistas]. Los círculos de contrabando con los «contactos» correctos —dentro de la policía turca y de los políticos relacionados con el AKP— sólo necesitan pagar aproximadamente €3,000 por cada grupo de refugiados para limpiar la frontera y alcanzar el mar.
En paralelo, Ankara está claramente en guerra en el sureste de Anatolia contra los kurdos del PKK. Ésta es la prioridad N° 1, no el contrabando de refugiados, para no mencionar el combate al ISIS/ISIL/Daesh. El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, no pudo ser más directo al respecto cuando visitó Berlín a fines del año pasado: el Plan A Erdoğan/ Davutoglu es «aniquilar» a los kurdos del PKK. No hay ningún Plan B.

El Caos, creado y luego aplaudido
Nadie en Bruselas lo hará. Así Frau Merkel finalmente tendrá que ser la única líder de la UE en confrontar a Erdoğan y cantarle las cuarenta. No solamente es una cuestión de cortésmente pedir a Ankara que reduzca el número de refugiados. Es ordenarle que lo haga así; interrogarlo de por qué el año pasado los liberó en masa en primer lugar; y retener cualquier paquete de rescate financiero futuro, incluyendo la construcción de campos de refugiados dentro de territorio sirio.
El hecho escueto es que toda la crisis de refugiados —una crisis existencial para Europa— está siendo utilizada por Ankara como elemento de negociación en un elaborado esquema de extorsión [Esto sí es creíble. Los círculos contrarios a la UE en USA le ordenaron a Erdoğan implementar la avalancha de refugiados y éste simplemente está aprovechando la situación para sus propios fines]. Erdoğan quiere un tsunami de efectivo de la UE; y quiere un tsunami de concesiones respecto a las negociaciones para el ingreso de Turquía a la UE.
Mientras tanto, no se alcanza a ver una unificada política de refugiados en la UE. Ni siquiera un acto de equilibrio entre los intereses humanitarios y la «disuasión», el altruismo y la realpolitik. Ningún «líder» político de la UE confrontará la responsabilidad por las guerras de la OTAN (con «apoyo» de los petrodólares del GCC) que han originado toda la crisis. La absoluta mayoría de los refugiados son sirios, afganos y africanos que salen del continente vía la Libia [puesto que Libia está algo lejos de las costas turcas y griegas, se trata de una modalidad adicional de la misma crisis] destruida por la OTAN.
Las encuestas muestran consistentemente que una mayoría de ciudadanos de la UE ya no quieren «dar la bienvenida» a los refugiados. Como correctamente ha enfatizado Jean Bricmont, autor belga de Imperialismo Humanitario, los ciudadanos de la UE que «nunca fueron consultados sobre el problema de los refugiados y a quienes constantemente se les pide hacer sacrificios porque ‘no hay dinero’, comprensiblemente ya no aceptan este discurso moral».
Bricmont está entre los muy pocos en Europa que conectan los puntos: «La misma gente que animó las intervenciones ‘humanitarias’ y ‘apoyó’ las insurrecciones armadas en el extranjero, que han conducido a guerras perpetuas, generando un flujo constante de refugiados, están ahora demandando que la población de nuestros países ‘dé la bienvenida a los refugiados’. Primero generan el caos allá, y luego aplauden el caos aquí».
Bueno, ésa es la lógica del Imperio del Caos en pocas palabras.