jueves, 30 de marzo de 2017

Un no muy perspicaz artículo de T.Meyssan



¿Qué pasaría si Washington renunciara a la yihad?

por Thierry Meyssan                                                                     21-Mar-17
FUENTE: http://www.voltairenet.org/article195670.html
Publicado inicialmente en: Al-Watan (Siria)


El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de redacción.

La voluntad del presidente Trump de combatir a Daesh y acabar con el terrorismo internacional [siempre y cuando sea cierta y no mera pose mediática] resulta extremadamente difícil de concretar porque perjudica a los países que lo organizaron [esto es una perogrullada] e implica una reorientación de la política internacional. El nuevo presidente estadounidense no parece en condiciones de ordenar a sus tropas el paso a la ofensiva mientras no logre establecer nuevas alianzas.

La oposición que el presidente Donald Trump está teniendo que enfrentar es tan fuerte que el plan de lucha contra el Emirato Islámico (Daesh), cuya presentación debía tener lugar el 22 de marzo en una cumbre de la coalición prevista en Washington, todavía no está listo. Su línea política sigue siendo poco clara [as usual]. El único objetivo confirmado es la erradicación del yihadismo, pero no se ha resuelto ninguna de sus implicaciones.
El general Joseph Votel, jefe del CentCom, sigue sin presentar las opciones existentes en el terreno. Al parecer ya no habrá de hacerlo hasta el mes de abril.
En el terreno, todo se limita por tanto a un intercambio de información entre los estadounidenses, de un lado, y rusos e iraníes del otro. Para mantener la situación, estas 3 potencias han acordado evitar un enfrentamiento entre los turcos y los kurdos y se están realizando intensos bombardeos aéreos contra al-Qaeda, en Yemen, y contra el Emirato Islámico, en Irak. Pero no se ve nada decisivo. Se mantiene el compás de espera.
Quien se ocupa del manejo del terrorismo internacional por cuenta de Londres y Washington es la Liga Islámica Mundial, que ha venido haciéndolo desde 1962 [una entidad jamás mencionada hasta ahora]. La Liga Islámica Mundial abarca simultáneamente la Hermandad Musulmana [supuestamente organizada por la inteligencia británica] que se compone de árabes y la Orden de los Naqchbandis cuyos miembros son fundamentalmente turco-mongoles y caucásicos [otra entidad raramente mencionada en países occidentales].
Hasta el inicio de la guerra de Yemen, el presupuesto militar de la Liga Islámica Mundial era más alto que el del ejército de Arabia Saudita, lo cual quiere decir que la Liga es el primer ejército privado del mundo, sobrepasando ampliamente al tristemente célebre Academi/Blackwater. Aunque es una fuerza estrictamente terrestre, resulta particularmente eficaz en la medida en que su logística depende directamente del Pentágono y porque dispone de numerosos combatientes suicidas.
Fue la Liga Islámica Mundial o sea, la familia real de Arabia Saudita quien garantizó a Londres y a Washington el personal que organizó en 2011 la segunda «Gran Rebelión Árabe», siguiendo el modelo de la que tuvo lugar en 1916, pero respondiendo esta vez a la denominación de «primavera árabe». En ambos casos, el objetivo era apoyarse en los wahabitas para redefinir las fronteras regionales en interés de los anglosajones.
Por consiguiente, ahora no se trata simplemente de abandonar el arma que constituye el terrorismo sino también:
§  de romper la alianza entre Londres y Washington tendiente a garantizar el control del Medio Oriente Ampliado [¿quién y para qué querría romper esa alianza?];
§  de privar a Arabia Saudita y Turquía del arma que habían venido desarrollando por cuenta de Londres y de Washington durante más de medio siglo [si se ha desarrollado por cuenta de Londres y Washington, entonces NO es un arma de Arabia Saudita y Turquía, sino de los primeros];
§  de decidir el futuro de Sudán, Túnez y Libia.
Por otro lado, hay que llegar también a un acuerdo con Alemania y Francia, países que desde 1978 acogieron dirigentes de la Hermandad Musulmana y financiaron la yihad.
Pero ya estamos viendo que el Reino Unido no está muy conforme con todo eso. Ahora resulta que fue el GCHQ o sea, el servicio británico que se dedica a la intercepción satelital la entidad que garantizó la escucha de las comunicaciones de la Trump Tower durante la campaña electoral estadounidense y el posterior periodo de transición. Por su parte, según la agencia jordana de noticias Petra, Arabia Saudita financió en secreto un tercio de la campaña electoral de Hillary Clinton contra Donald Trump.
Es por eso que el presidente Trump parece estar en busca de nuevos aliados cuyo respaldo le permita imponer el cambio [esto parece un intento de crear un «mito genial», como si Trump fuera una fuerza por sí mismo, con objetivos propios, y no meramente el empleado de una élite que se mantiene en la sombra] .
Trump está organizando ahora un encuentro con el presidente chino Xi Jinping, durante el cual podría planificar la adhesión de Estados Unidos al banco chino de inversiones. Con esa jugada, Trump pondría a sus aliados ante el hecho consumado: si Estados Unidos participa en la construcción de las rutas de la seda, será imposible para el Reino Unido, Arabia Saudita, Turquía, Alemania y Francia continuar la yihad en Irak, Siria y Ucrania [ellos son simples ejecutores, las órdenes siempre han venido del primero; así no existen dos voluntades, sino una sola].

jueves, 23 de marzo de 2017

Un engañoso análisis




El Imperio Debería ser Colocado bajo Vigilancia por Riesgo de Suicidio

Por The Saker                                                                    12-Mar-17
FUENTE: http://www.unz.com/tsaker/the-empire-should-be-placed-on-suicide-watch/



El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción.

En todo el drama político que está teniendo lugar en USA como resultado del intento de revolución de color contra Trump, en ocasiones se olvida el panorama mayor. Y sin embargo, este panorama es bastante asombroso, porque si lo analizamos veremos signos irrefutables de que el Imperio está empeñado en una extraña versión de seppuku en cámara lenta y el único misterio que queda es quién, o qué, servirá como el kaishakunin (suponiendo que habrá uno).
Yo incluso alegaría que el Imperio está persiguiendo una política de autodestrucción de amplio espectro en varios niveles distintos, con cada nivel contribuyendo a la suma de suicidio completo. Y cuando me refiero a conducta autodestructiva no quiero decir problemas de largo plazo  tales como la no-sustentabilidad del modelo económico capitalista o a las consecuencias sociales de una sociedad que no solamente es incapaz de diferenciar lo correcto de lo equivocado, sino que ahora decreta que la conducta desviada es saludable y normal. Éstas son lo que denomino “murallas de largo plazo” en las que, inevitablemente, nos estrellaremos, pero que están comparativamente más lejos de algunas “murallas inmediatas”. Permítanme listar algunas de ellas:
Suicidio político: la negativa de los neocons de aceptar la elección de Donald Trump ha resultado en una masiva campaña para des-legitimarlo. Lo que los neocons claramente fallan en ver, o no les importa, es que des-legitimando a Trump también des-legitiman todo el proceso políticoo que trajo a Trump al poder y sobre el cual USA está construido como sociedad. Como un resultado directo de esta campaña, no solamente hay millones de estadounidenses que están llegando a estar disgustados con el sistema político en el que fueron indoctrinados a creer, sino que internacionalmente la noción de “democracia estadounidense” está convirtiéndose en una triste broma.
Y justo para empeorar las cosas, los medios corporativos de USA finalmente están revelando su verdadero rostro y ahora sin remordimientos muestran al mundo entero que no solamente no son “justos” u “objetivos” en forma alguna, sino que se trata de una máquina de propaganda prostituida al 100% que sirve fielmente a los intereses del “estado profundo” de USA.
Un elemento clave del cuasi-constante lavado de cerebro del estadounidense promedio siempre ha sido el mantenimiento regular de elecciones. No importa que, al menos hasta ahora, el resultado de esas elecciones hizo muy poca diferencia dentro de USA y ninguna en absoluto en el exterior, la meta nunca fue consultar al pueblo la meta siempre ha sido dar la ilusión de democracia y poder popular. Ahora que los demócratas dicen que los rusos amañaron las elecciones y los republicanos dicen que fueron los demócratas y sus millones de votantes fallecidos que trataron de robarlas, está resultando un tanto obvio que esas elecciones siempre fueron una broma, una “liturgia” pseudo-democrática, un ritual de lavado de cerebro llámelo como quiera pero nunca algo real.
La aparición del concepto del 1% puede ser “acreditado” a la administración Obama, puesto que fue durante Obama que despegó todo el movimiento “Ocupar Wall Street”, pero el desenmascaramiento final del verdadero y viciosamente malvado rostro de ese 1% debe ser acreditado a Hillary con su confesión verdaderamente histórica en la que abiertamente declaró que aquellos que se le oponen eran una “canasta de deplorables”. Ya sabíamos, gracias a Victoria Nuland, lo que los líderes anglosionistas piensan de la gente de Europa, ahora sabemos lo que piensan de la gente de USA: exactamente lo mismo.
La conclusión es: no pienso que la autoridad moral y la credibilidad política de USA alguna vez haya sido más baja que hoy. Décadas de propaganda por Hollywood y la máquina oficial de medios de USA ahora ha colapsado y ya nadie compra esas tonterías opuestas a los hechos.

Suicidio en política exterior: veamos qué opciones hay para escoger. Los neocons quieren una guerra con Rusia que la gente de Trump no desea. La gente de Trump, sin embargo, quiere, bueno quizá no una guerra, aunque esa opción está muy presente en la mesa, sino al menos una seria confrontación con China, Corea del Norte o Irán, y a la mitad de ellos les gustaría algún tipo de confrontación con Rusia. No hay absolutamente nadie, al menos en la cumbre, que se atreviera a sugerir que una confrontación o, aun peor, una guerra con China, Irán, Corea del Norte o Rusia sería un desastre, una calamidad para USA. De hecho, gente seria con impresionantes credenciales y mucha dignidad están discutiendo esas posibilidades como si fueran reales, como si de alguna manera USA pudiera prevalecer. Esto es risible. Bueno, no, no lo es. Pero lo sería si no fuera tan aterrador y deprimente. La verdad es muy, muy diferente.
Mientras que probablemente no es imposible para USA prevalecer, en términos puramente militares, contra la DPRK (República Democrática Popular de Corea, por sus siglas en inglés=Corea del Norte) en una guerra, los riesgos potenciales no están nada cortos de inmensos. Y no me refiero al riesgo presentado por las bombas nucleares norcoreanas que, aparentemente [por lo menos eso es lo que desde 1 o 2  años vienen diciéndonos esos medios; hace 5 o 10 años hablaban de hambrunas allí] son bastante reales. Me refiero al riesgo de iniciar una guerra contra un país que tiene a Seúl a alcance de tiro con artillería convencional, un ejército en activo de más de 1 millón de elementos y 180,000 fuerzas especiales. Supongamos por un segundo que la DPRK no tiene fuerza aérea ni armada y un ejército compuesto solamente por +1M de soldados, +21k piezas de artillería y 180k de fuerzas especiales. ¿Cómo propone Ud tratar con esa amenaza? Si Ud tiene una solución fácil y obvia, ha mirado demasiadas películas de Hollywood. Probablemente Ud tampoco entiende el terreno.
Pero sí, la DPRK también tiene debilidades importantes y no puedo excluir que las fuerzas armadas norcoreanas colapsarían rápidamente bajo un ataque sostenido de USA y Corea del Sur. No dije que creo que esto sucedería, solamente que no lo excluyo. Si ocurriera, puede que USA prevalezca rápidmente, al menos en términos puramente militares. Sin embargo, tenga en mente que cualquier operación militar tiene que servir a una meta política y, en ese sentido, no puedo imaginar un escenario bajo el cual USA saldría de una guerra contra la DPRK con algo remotamente parecido a una verdadera “victoria”. Hay una frase que Ho Chi Minh supuestamente dijo a los franceses en los 1940s, y dice así: “Mataremos a algunos de Uds, Uds matarán a muchos de nosotros, y luego ganaremos”. Así es como probablemente resultaría una guerra con la DPRK. Llamo a esto la “maldición estadounidense”: los estadounidenses son muy buenos matando gente, pero no son buenos ganando guerras. Aun, en el caso de la DPRK hay al menos una posibilidad de una victoria militar, aunque a un costo potencialmente gigantesco. Con Irán, Rusia o China no hay en absoluto tal posibilidad: una guerra con cualquiera de ellos sería un desastre garantizado (Escribí sobre una guerra con Irán en [   ] y una guerra con Rusia demasiadas veces para contarlas). Así ¿por qué aun cuando de 4 posibles guerras, 1 es un desastre potencial y las otras 3 son desastres garantizados, por qué es que están siendo discutidas como si fueran opciones potenciales?
La razón para eso puede encontrarse en la mezcla única de crasa ignorancia y cobardía política de toda la clase política de USA. Primero, muchos (¿la mayoría?) de los políticos estadounidenses creen su propia y tonta propaganda respecto a que las fuerzas armadas de USA son “las mejores del mundo” (¡no requiere evidencia!). Pero aun aquéllos suficientemente listos para advertir que esto es una carretada de tonterías que nadie fuera de USA toma seriamente, saben que decirlo públicamente es un suicidio político. Así pretenden, seguir la corriente, y seguir repitiendo el mantra patriótico de “rah, rah, USA, USA, el número uno, somos los mejores”, etc. Algunos calculan que puesto que USA gasta más en agresión que el resto del planeta combinado, debe significar que las fuerzas armadas de USA son “mejores” (cualquier cosa que eso pueda significar). Para el lugar de nacimiento de “más grande es mejor”, la respuesta es auto-evidente. Y también completamente equivocada.
Eventualmente, algo loco inevitablemente sucede. Como en Siria donde el Depto de Estado tenía una política, el Pentágono otra y la CIA otra más. [con esto pareciera que les estás preparando una coartada. Es dudoso que la dirección real esté tan dividida como quieres hacernos creer]. La disonancia cognitiva resultante es eliminada utilizando el clásico doblepensar: “sí, la regamos una y otra vez, pero aun somos los mejores”. Irónicamente, este tipo de esquema mental está en el núcleo de la incapacidad estadounidense de aprender de los errores pasados. [mucho más lógica que esta argumentación es la “política del caos”; ¿errores? ¿y les ha resultado tan lucrativos, si no al país, sí al 1%? Obviamente no se trata de “errores” sino de resultados planeados y logrados fríamente. Hablar de políticas conflictivas y errores, parece ser una variante sofisticada de la farsa de elecciones con diferentes partidos]. Si la elección es entre una evaluación honesta de las pasadas operaciones y la conveniencia política, la última siempre prevalece (al menos entre civiles, los militares estadounidenses a menudo son bastante más capaces de evaluación autocrítica, especialmente en los rangos de coronel para abajo; el problema es que los civiles y los generales raramente los escuchan) [En otras palabras, ¿quieres que creamos que el 1% o el 0.1% son unos tontos y que la  brutal y escandalosa concentración de la riqueza que ha habido en los últimos 30 o 40 años ha sido pura casualidad?].
El resultado es un caos total: la política exterior de USA es completamente dependiente de la capacidad estadounidense de amenazar con el uso de la fuerza militar, pero la dura realidad es que cada país que se atrevió a desafiar al Tío Sam lo hizo sólo luego de llegar a la conclusión de que USA no tiene los medios de aplastarlo militarmente. En otras palabras, solamente los débiles, que son ya de-facto colonias de USA, le temen. O, para expresarlo de otra manera, los únicos países que se atreven a desafiar al Tío Sam son los fuertes (eso era bastante predecible, pero los políticos de USA no conocen a Hegel ni saben de dialéctica [los políticos no, pero la élite que realmente manda sí que la conoce y la aplica]). Y justo para hacer las cosas peor, no hay una verdadera política exterior estadounidense. Lo que hay es solamente el vector suma de las diferentes políticas exteriores deseadas por los diversos más o menos encubiertos actores, agencias e individuos del “estado profundo”. Esa “suma vectorial” inevitablemente es de corto plazo, se enfoca en una estrategia de arreglo rápido [¿te parece “ocurrencia de corto plazo” lo que ha sucedido en el mundo en los últimos 30 o 40 años?] y es incapaz de tomar en cuenta cualquier complejidad.
En cuanto a la “diplomacia” estadounidense, simplemente no existe. Ud no necesita diplomáticos para entregar demandas, sobornos, ultimatums y amenazas. No necesita gente educada. Tampoco requiere gente con alguna comprensión del “otro”. Todo lo necesita es un arrogante bravucón narcisista y un intérprete (puesto que los diplomáticos estadounidenses no hablan los idiomas locales tampoco. ¿Y por qué deberían hablarlos?). Vimos la más convincente evidencia del total rigor mortis del cuerpo diplomático estadounidense cuando 51 “diplomáticos” estadounidenses demandaron que Obama bombardeara Siria. El resto del mundo sólo podía observar con asombro, tristeza, perplejidad y total disgusto.
La conclusión es ésta: No hay “diplomacia estadounidense”. USA simplemente ha dejado que todo el campo se atrofie hasta el punto que ha dejado de existir. Cuando tantos observadores desconcertados tratan de entender lo que es la política de USA en Ucrania o Siria, están haciendo un supuesto equivocado que hay una política exterior estadounidense para comenzar. Yo alegaría que la diplomacia de USA lenta y silenciosamente murió, algún tiempo después de James Baker (el último verdadero diplomático estadounidense, y uno brillante, por cierto).

Suicidio militar: el ejército de USA nunca ha sido muy impresionante, ciertamente no cuando se le compara con el británico, el ruso o el alemán. Pero tuvo un parte de fortalezas incluyendo la capacidad de producir muchas innovaciones técnicas que hicieron posible producir nuevas, y en ocasiones revolucionarias, armas. Y si el récord de desempeño estadounidense en operaciones de tierra fue bastante modesto, probó ser un adversario muy capaz en guerra naval y aérea. No creo que pueda negarse que en la mayoría de los años que siguieron a la 2GM USA tuvo la más poderosa y sofisticada armada y fuerza aérea del mundo. Luego, gradualmente las cosas comenzaron a empeorar y empeorar a medida que los costos de barcos y aviones se incrementaron drásticamente mientras su calidad pareció degradarse. Sistemas de armas que no parecían sino asombrosos en el laboratorio y terrenos de prueba resultaron casi inútiles una vez que el usuario final los tuvo en el campo de batalla. ¿Qué pasó? ¿Cómo un país que produjo los Huey UH-1 o los F-16 repentinamente comenzó a producir Apaches y F-35s? La explicación es penosamente simple: corrupción [con todos los países ahogándose en deuda, realmente no necesitas armamento; aunque expandir el presupuesto militar desde que comenzó la Guerra Fría en Mayo de 1946, ha resultado muy lucrativo].
No solamente el complejo militar industrial (MIC, por sus siglas en inglés) de USA creció más allá de cualquier tamaño razonable, también se cubrió con tantas capas de secrecía que la corrupción se hizo inevitable. I cuando hablo de “corrupción masiva”, no estoy hablando de mdd, sino de miles de mdd o incluso billones de dólares. ¿Cómo? Simple el Pentágono alegó no tener las herramientas contables necesarias para apropiadamente revisar el dinero perdido y que el dinero por tanto en realidad no estaba “perdido”. Otro truco contratos sin licitación. O contratos que cubrían todos los costos del contratista privado, no importa que tan altos o ridículos fueran. Tormenta del Desierto fue una bonanza para el MIC, como lo fue el 9/11 y la Guerra al Terror. Miles de mdd fueron impresos del tenue aire, distribuidos (la mayoría bajo la cubierta de la seguridad nacional), ocultados (secrecía) y robados (por todos en esta completa cadena alimenticia) [No necesitas robarlos u ocultarlos; basta, como lo hace desde hace más de un siglo, que la Reserva Federal cobre intereses sobre el dinero emitido, cuando el gobierno podría emitirlo GRATIS]. La histeria fue tan extrema que uno de mis maestros en la SAIS (Escuela de Estudios Internacionales Avanzados, por sus siglas en inglés) admitió, extraoficialmente por supuesto, que nunca había visto un sistema de armamento que le disgustara o que no quisiera comprar. Este hombre, que no identificaré, fue exdirector de la Agencia de Control de Armas y Desarme de USA. Sí, leyeron bien. Él estaba a cargo del DES-arme. Pueden imaginar lo que pensarían los tipos a cargo del armamento (no “des-arme”)…
Con el ascenso estratosférico de la corrupción, el tipo de general estadounidense que tenía que ser promovido fue de combatientes que recordaban Vietnam (donde a menudo perdieron miembros de la familia, parientes y amigos) a “pequeños cobardes lambiscones” como David Petreus. En menos de medio siglo los generales estadounidenses fueron de hombres de combate, a gerentes, a políticos. Y esto es contra el deslucido historial que una personalidad poco impresionante como el general James Mattis puede parecer, al menos para algunos, como un buen candidato para Srio de Defensa.
En resumen: las fuerzas armadas de USA son fantásticamente costosas y sin embargo no particularmente bien entrenadas, bien equipadas o bien comandadas. Y mientras que aun son bastante más capaces que muchos ejércitos europeos (que son una broma), no son definitivamente el tipo de fuerzas armadas necesarias para imponer y mantener una hegemonía mundial. Las buenas noticias para USA es que sus fuerzas armadas son bastante más adecuadas para defender a USA de cualquier ataque hipotético. Pero como columna vertebral del Imperio son casi inútiles.
Podría listar muchos más tipos de suicidio incluyendo el suicidio económico, el social, el educativo, el cultural y, por supuesto, el suicidio moral. Pero otros  ya lo han hecho en otra parte y mucho mejor de lo que alguna vez podría hacerlo yo. Así que agregaré aquí es una forma de suicidio que creo el Imperio Anglosionista tiene en común con la UE: el “suicidio por la negativa de la realidad”: esta es la madre y el padre de todas las otras formas de suicidio la terca negativa a ver la realidad y aceptar el hecho de que “la fiesta se acabó”. Cuando veo la triste determinación de los políticos estadounidenses (incluyendo en buena parte la gente que apoya a Trump) de seguir pretendiendo que la hegemonía de USA estaba aquí para ser eterna, cuando veo cómo se ven a sí mismos como líderes del mundo y cómo sinceramente creen que necesitan involucrarse en cada conflicto en el planeta, solamente puedo llegar a la conclusión de que el colapso inevitable será doloroso. Para ser justos, Trump mismo claramente tiene momentos de lucidez a este respecto, por ejemplo cuando recientemente declaró ante el Congreso:
Las naciones libres son el mejor vehículo para expresar la voluntad del pueblo y USA respeta el derecho de todas las naciones para trazar su propio camino. Mi tarea no es representar al mundo. Mi tarea es representar a USA. Pero sabemos que USA está mejor, cuando hay menos conflictos no más.
Éstas son palabras notables por las que Trump merece una ovación de pie ya que son lo más cercano a una admisión formal de que USA ha renunciado al sueño de ser la Potencia Hegemónica Mundial y que de ahora en adelante el presidente de USA ya no representará los intereses de las plutocracias transnacionales sino que representará los intereses del pueblo estadounidense. Este lenguaje no  es sino revolucionario, sea que Trump verdaderamente lo cumpla o no. A diferencia de los demás, Trump no parece sufrir del síndrome de “suicidio por negación de la realidad”, pero cuando miro a la gente a su alrededor (por no mencionar las prostitutas del Congreso) me pregunto si alguna vez logrará actuar según sus instintos personales.
Trump claramente es el mejor de su administración, parece tener el corazón en el lugar correcto y, a diferencia de Hillary, está claramente consciente del hecho que las fuerzas armadas de USA están en un estado terrible. Pero un buen corazón y el sentido común no son suficientes para tratar con los neocons y el estado profundo. Necesitas también voluntad de hierro y una determinación total para aplastar a la oposición. Lástima, hasta ahora Trump ha fallado en mostar cualquiera de esas cualidades. En cambio, Trump  está tratando de mostar cuán “rudo” es declarando que barrerá a Daesh y dando al Pentágono 30 días para que le presenten un plan para hacerlo. Lástima (para Trump), no hay modo de aplastar a Daesh sin trabajar con los que ya tienen personal sobre el terreno: los iraníes, los rusos y los sirios. Realmente es así de simple. Y todo general estadounidense lo sabe. Pero todos están alegremente haciendo como si hubiera alguna posibilidad de que USA aplastara a Daesh sin establecer primero una asociación con Rusia, Irán y Siria (Erdogan trató eso. Y no le fue bien. Ahora está trabajando con Rusia e Irán). ¿Los chicos buenos en el Pentágono encontrarán el valor de decirle a Trump “no, Sr presidente, no podemos hacerlo solos, necesitamos a los rusos, iraníes y sirios”? Lo dudo mucho. Así, de nuevo, probablemente veremos un caso de negativa de la realidad, quizá no suicida, pero una realmente importante. No se ve como algo bueno. [Estás cayendo en el error de creer a pie juntillas lo que dicen los políticos y Trump ES un político. ¿Crees que Trump cuando habla de construir un muro en la frontera sur, lo cree realmente? Aparte de haber formas bastante más económicas y sofisticadas de impedir el cruce de la frontera, ¿crees que al 1% le conviene que se detenga el flujo de mano de obra que evitará que los sueldos suban como de otra manera lo harían si no hubiera esa migración? El tema del muro ha sido para Trump  una banderita engaña-perplejos, nada más].
¿Quién será el kaishakunin del Imperio?
Alexander Solzhenitsyn acostumbraba decir que todos los estados pueden ser colocados en una línea ininterrumpida que va desde los estados cuya autoridad está basada es su poder a los estados cuyo poder está basado en su autoridad. Pienso que podemos concordar en que la autoridad de USA está bastante cerca del cero. En cuanto a su poder, aun es muy grande, pero no suficiente para mantener el Imperio. Sin embargo, es más adecuado proteger los intereses de USA como país dado que acepte que simplemente no tiene los medios para seguir siendo la potencia hegemónica mundial.
Si los neocons tienen éxito en su intento de derrocar o, a falta de eso, paralizar a Trump, entonces el Imperio tendrá la elección entre un horror interminable o un fin horrible. Puesto que los neocons realmente no necesitan una guerra con la DPRK, que no les gusta, pero que no les suscita el odio ciego como Irán [again, Irán es el “muro” de los neocons, otra banderita engaña-perplejos], mi conjetura es que Irán será su objetivo N° 1. Si los anglosionistas tienen éxito en iniciar una guerra entre Irán y el Imperio, entonces Irán terminará siendo el kaishakunin del Imperio. Si los locos fallan en sus maníacos intentos de iniciar una guerra mayor, entonce el Imperio probablemente colapsará bajo la presión de las contradicciones internas de la sociedad de USA. Finalmente, si Trump y los patriotas estadounidenses que no quieren sacrificar su país por causa del Imperio tienen éxito en “desecar el pantano de DC” [esa frase de Trump, en realidad, parece el parafraseo burlesco del verso de Díaz Mirón: «Hay aves que cruzan el pantano y no se manchan; mi pantano es de ésos»] y finalmente quebrantar violentamente a los neocons [más importante que los neocons, es el papel del dólar como moneda de cambio internacional; cuando pierda ese status, entonces, sí colapsará el Imperio; ¿crees que las dificultades del euro fueron mera casualidad?] entonces aun es posible una transición gradual del Imperio a una potencia importante . Pero el tiempo está agotándose rápidamente.