Las comunidades
cristianas más antiguas del mundo están siendo destruidas — y a nadie
(parece) importarle
Los cristianos en el Medio
Oriente han sido víctimas de matanzas y persecución. ¿Dónde está la indignación
de Occidente?
Por Michael Brendan Dougherty 23-Ene-14
FUENTE:
http://theweek.com/article/index/255403/the-worlds-most-ancient-christian-communities-are-being-destroyed-mdash-and-no-one-cares
El texto
en rojo NO viene en el original y fue agregado
por el equipo de traducción.
Cristianos
coptos egipcios lloran durante una misa funeral en 2011
(REUTERS/Amr
Abdallah Dalsh) Como muchos cristianos coptos en Egipto, Ayman Nabil Labib tenía
el tatuaje de una cruz en su muñeca. Y como un joven de 17 años de cualquier
parte, podía ser asertivo en cuanto a su identidad. Pero en 2011, después de la
revolución en Egipto, ese tipo de asertividad podría significar problemas.
El maestro de
árabe de Ayman le dijo que cubriera su tatuaje en clase. En vez de obede
cer, el joven desafiante sacó la cruz que colgaba de su cuello, haciéndola
visible. Su maestro montó en cólera y comenzó a estrangularlo, incitando a los
compañeros musulmanes del joven diciendo, “¿Qué van a hacer con él?”.
Entonces los
compañeros de Ayman comenzaron a golpearlo hasta matarlo. Se dieron falsas
declaraciones a la policía y dos muchachos fueron llevados en custodia sólo
después que la familia de Ayman afectada por el terror denunció el caso.
El
sufrimiento de Ayman no es un caso aislado en la región o en Egipto.
La Primavera
Árabe, y en menor grado el derrocamiento de Saddam Hussein, fueron publicitados
como catalizadores de un histórico cambio en la región. Desde Egipto a Siria e
Iraq, las dictaduras del Medio Oriente serían reemplazadas por regímenes
liberales, democráticos. Años más tarde, sin embargo, muy poca liberalidad o
democracia existen. En realidad, lo que
estos trastornos han dejado a la historia es un siniestro, y apenas notado
legado: La casi aniquilación de las
comunidades cristianas más antiguas del mundo.
La
persecución de los cristianos a través de todo el Medio Oriente, así como el
silencio con que ha sido manejada en Occidente, son el tema del libro
electrónico del periodista Ed West «El Silencio de Nuestros Amigos». El folleto es una
enérgica y escalofriante letanía de horrores: Leyes discriminatorias, tumbas
masivas, matanzas extraoficiales y exilio. Los perseguidos no son solamente
cristianos coptos o nestorianos que tienen relativamente pocos correligionarios
en Occidente, sino también católicos, ortodoxos y protestantes.
A través de todo el Medio Oriente
la pauta es la misma. Los cristianos son asesinados en la violencia
multitudinaria o por grupos militares. Sus iglesias son bombardeadas, sus
tiendas destruidas y sus hogares saqueados. Se aprueban leyes que los hacen ciudadanos
de segunda clase y la mayoría eventualmente emigran.
26-Ago-13:
El Obispo-General Macario (derecha), un líder copto
ortodoxo, camina alrededor
de la dañada Iglesia Evangélica en Minya,
al sur del Cairo. (REUTERS/ Louafi
Larbi)
En Egipto, un
rumor de que una joven musulmana estaba saliendo con un muchacho cristiano
condujo al incendio de múltiples iglesias y la imposición de un toque de queda
sobre la población cristiana local. Niños analfabetos fueron mantenidos en
custodia por la policía por orinar en un montón de basura, porque un imán alegó
que páginas citando eal Corán estaban en el montón y habían sido profanadas. De
nuevo, resultó en la persecución de las familias cristianas que tuvieron que
abandonar sus hogares.
En Siria, la
situación es aun peor. En Junio de 2013, un grupo de aldeas cristianas fueron
totalmente destruidas. El P. Pierbattista Pizzaballa reportó que “de los 4,000
habitantes de la aldea de Ghassanieh.... no quedan más que 10”.
Dos obispos
sirios han sido secuestrados por grupos rebeldes. Los militantes expulsaron al
90% de los cristianos de la ciudad de Homs. El Patriarca Gregorios III de
Antioquía dice que de una población de 1.75 millones, 450,000 cristianos sirios
simplemente han huido de sus hogares debido al temor.
En Iraq, la
historia es la misma pero más dramática. De acuerdo a Occidente, entre 2004 y
2011 la población de cristianos caldeo-asirios cayó de más de un millón a tan
pocos como 150,000. En 2006, Isoh Majeed, que abogaba por la creación de un
cielo seguro para los cristianos alrededor de Nínive, fue asesinado en su
hogar. El número de iglesias en Iraq ha declinado a apenas 57, de un total de
300 antes de la invasión. La baja en la población cristiana de Iraq desde la
primera Guerra del Golfo es de aproximadamente 90%, con la mayor reducción
ocurriendo desde la invasión del 2003.
USA y el RU
tienen alguna [¿alguna? Quizá el 85% de la
responsabilidad; pero no debe atribuirse ésta a la población estadounidense y
británica sino a las élites anti-cristianas incrustadas en los estratos más
altos del poder en esos países; élites que sintomáticamente no son ni
cristianas ni musulmanas, pero se mimetizan como estadounidenses y británicas]
responsabilidad en esta catástrofe, puesto que supervisaron la creación del
gobierno iraquí de postguerra [no sólo supervisaron,
hicieron la guerra y la invasión en base a mentiras: la existencia de armas de
destrucción masiva que JAMÁS aparecieron] e hicieron poco para proteger
la fe de las minorías.
El libro de
Ed West menciona superficialmente la despistada e inhumana conducta de los
gobiernos occidentales en tales episodios. La ayuda de USA para la
reconstrucción de Iraq es distribuida conforme a las leyes iraquíes que
discriminan contra los cristianos iraquíes. USA derrama miles de mdd de ayuda
extranjera en Egipto, y sin embargo a los cristianos en ese país no se les
permite construir iglesias (o incluso reparar los sanitarios en ellas) sin
permiso explícito del jefe de estado, el cual casi nunca lo concede. [Esta referencia a la “ayuda” de USA a Egipto es
absolutamente ridícula e ingenua. Los recursos que, por cierto no son 500 mdd
sino el triple (y sin embargo, muy inferiores a lo regalado sin condiciones a
Israel), USA “da” anualmente a Egipto, es un soborno al gobierno egipcio para que
mantenga bloqueada la frontera con la Franja de Gaza, de modo que la población
palestina no tenga vía libre en esa ruta de escape; es decir, es un soborno
para que Egipto participe en el exterminio de la población palestina. Resulta
por demás ingenuo sugerir que se condicione para la ayuda a la minoría
cristiana. A principios del 2012, Hillary Clinton, entonces Sria de Edo de USA,
amenazó con suspender la “ayuda” a Egipto si el gobierno militar no liberaba a
42 agitadores estadounidenses disfrazados de miembros de una ONG; obviamente,
puesto que la “ayuda” estaba regida por los Acuerdos de Paz de 1979, Hillary no
tenía ni con mucho, la autoridad para suspenderla y estaba fanfarroneando].
En Septiembre pasado, USA y Gran Bretaña intentaron hacer explícito y público
su apoyo a los grupos rebeldes sirios [y en absoluta
violación a las más elementales reglas del derecho internacional, debería
aclararse], pero al mismo tiempo algunas de esas milicias estaban
ejecutando una matanza contra los cristianos [Bienvenido
a la realpolitik: las élites de USA y GB no son ni cristianas ni musulmanas y con
esa política tratan de azuzar a unos contra otros, porque de ese modo,
cristianos y musulmanes se verán debilitados].
En Ma’loula
un tendero cristiano lo resumió en una cita de la BBC: “Díganle a la UE y a los
estadounidenses que hace 2,000 años les enviamos a San Pablo para sacarlos de
la oscuridad, y Uds nos envían terroristas para matarnos” [Resulta obvio que quienes envían esos terroristas no son
cristianos ni musulmanes; así, dirigir estos comentarios a las élites de la UE
y USA ha de provocarles una risotada].
En un correo
a The Week, Ed West dice que hay cosas que USA y sus aliados pueden y deberían
hacer para ayudar a los cristianos perseguidos:
Los
países occidentales deberían hacer claro que nuestra amistad, cooperación,
auxilio y ayuda depende de: 1) Libertad religiosa, que incluye el derecho a
cambiar o abandonar la religión; 2) Una ley secular que trate a todas las
personas de la misma forma. Esto no era el caso en el Egipto de Mubarak, que
USA ayudó a impulsar con 500 mdd/año [Esto es el
soborno pactado por la élite de USA para que Egipto fuera cómplice en convertir
Gaza en la Franja de Exterminio]. Tampoco es el caso de Iraq, que bajo
el control de USA instigó la sharia en su constitución. Eso no debería ser
aceptable [No lo es para la generalidad de la población
estadounidense que aun es nominalmente cristiana; pero es perfectamente lógica
para la élite neocon-servadora que controla absolutamente todas las ramas del
gobierno de USA]. En 2022, Qatar será el anfitrión de la Copa Mundial,
un país donde la muerte por apostasía aun está en la legislación. ¿Por qué no
estamos todos boycoteándola?
La última
petición pone las dificultades de los cristianos del Medio Oriente en el
contex-to global. Los activistas y medios occidentales han enfocado un
considerable enojo por las leyes de Rusia contra la “propaganda homosexual” en
vísperas de los Juegos Olím-picos de Invierno en Sochi en 2014. Parece muy
adecuado que los occidentales [las actuales élites han
nacido en Occidente y viven en Occidente pero no comparten los valores
tradicionales de Occidente] también protestaran (o como mínimo, las
hicieran notar) las leyes que castigan con la muerte la conversión a la
Cristiandad. [De nuevo, la ingenuidad del autor: “esos
activistas y medios occidentales” que protestan en defensa de la propaganda
homosexual, son instrumentos, a sueldo,
de las élites globalistas que usan la homosexualidad como ariete contra los
valores de la sociedad cristiana. Pedirles que protesten por las leyes contra
los cristianos es pedirle peras al olmo o creer en Santa Claus].
25-Dic-08:
Cristianos iraquíes asisten a la Misa de Navidad en
la iglesia de la Virgen María
en Baghdad, Iraq. | (Wathiq Khuzaie
/Getty
Images).
Y sin embargo
el mundo occidental está grandemente ignorante o desentendido de la violencia
programada contra los cristianos. Ed West, citando al filósofo francés Regis
Debray, destila el problema de esta manera: “Las víctimas son ‘demasiado
cristianas’ para excitar a la Izquierda, ‘demasiado extranjeras’ para excitar a
la Derecha”. [Las “democracias” occidentales no
representan a la población y así “sus” élites mantienen valores en
directa oposición a los de aquélla. Puesto que esas élites no son ni cristianas
ni musulmanas, las comunidades cristianas les resultan literalmente
prescindibles].
Los líderes
de Ia Iglesia fuera del Medio Oriente están temerosos de expresarse,
parcialmente por el temor de precipitar mayor violencia. (Siete iglesias fueron
incendiadas en Iraq luego de que el Papa Benedicto XVI citó una antigua crítica
al Islam en un discurso académico en Alemania). Extrañamente, a diferencia de
Irán, Arabia Saudita, Israel, Rusia, USA y el RU, son las únicas potencias
actuando en el Medio Oriente y no toman ningún interés especial en la seguridad
de aquellos con los que tienen alguna afinidad religiosa histórica. [Aun los extremistas islámicos extrañamente tienen víctimas
cristianas, sunnitas y chiitas, pero jamás israelíes, lo que habla enormidades acerca de sus patrocinadores].
Éstas son las
tierras en las que los apóstoles de Jesús y sus discípulos hicieron algunos de
los primeros conversos cristianos. En una entrevista, West señaló que estas
comunidades “eran cristianas cuando nuestros ancestros estaban adorando árboles
y piedras”. Ahora están en peligro de una inminente extinción.
En 2013,
Raphael I Sako, el patriarca caldeo de Baghdad, dijo lo siguiente en la homilía
de su instalación: “Aun la sombra del temor, la ansiedad y la muerte está
colgando sobre nuestro pueblo”. Advirtió: “Si la emigración continúa, Dios no
lo quiera, no habrá más cristianos en el Medio Oriente. Ya no será más que un
recuerdo distante”. El libro de West es un soberbio recordatorio de que la
política occidental ha ayudado a formar este sombrío destino para los
cristianos del Medio Oriente —y el silencio occidental permite que continúe.