¡Bomba Alemana! ¿Volará el Sistema Bancario en Europa?
Por Nikolay
Nikolaev 07-Oct-16
FUENTE:https://southfront.org/deutsche-bomb-will-it-blow-up-the-banking-system-in-europe/
El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado
por el equipo de traducción.
De
acuerdo al presidente del Comité sobre Economía y Energía y ex ministro alemán,
Peter Ramsauer, se está llevando a cabo una guerra económica contra el mayor
banco comercial de la UE —Deutsche Bank.
En
los primeros días de Julio de 2016, el sonido del portazo dado por el
referéndum británico al dejar la UE aun no se ha disipado. Importantes
políticos alemanes, analistas europeos y banqueros seriamente advierten de una
amenazadora gran crisis financiera asociada con los bancos italianos, que han
estado emproblemados durante años. Benoît Coeuré, miembro del consejo ejecutivo
del Banco Central Europeo, rechazó la idea del primer ministro italiano para la
recapitalización por 40,000 md€ a los bancos de Italia, que se le ha definido
como “la unidad bancaria más débil de Europa”. En este punto el primer ministro italiano perdió el control y declaró
que “las dificultades de los bancos italianos son minúsculos comparados con los
problemas enfrentados por otros bancos europeos respecto a sus derivados”.
La relación-riesgo de los bancos italianos, en sus palabras, es de 1:100.
Él específicamente quiso decir Deutsche
Bank, que desde el inicio del año ha perdido más de la mitad del valor de
mercado de sus acciones. ¿Cuáles son las razones detrás de estos
eventos? ¿El sistema financiero europeo está bajo ataque? ¿Por qué el principal
banco alemán está en la mira? ¿Europa está en una situación peligrosa? Los hechos muestran que ciertos círculos en
USA [¿a quién más le podía convenir ese
ataque?]
aplicaron un ataque de precisión contra el punto más débil de las finanzas
europeas en la creciente guerra económica entre la UE y USA, principalmente
relacionada con la TTIP (Asociación Transatlántica para el
Comercio y la Inversión, por sus siglas en inglés).
El elefante en el cuarto —el volumen de
derivados del Deutsche Bank es de 55 bd€. La popular frase idiomática inglesa
respecto al elefante en el cuarto ejemplifica nuestra renuencia a ver lo obvio—
el Deutsche Bank está al borde del abismo. Aun sin la conclusión en Julio del
FMI de que el banco es la organización más riesgosa del planeta con el
potencial de provocar un enorme daño al sistema financiero mundial, los datos muestran que en año y medio, las
acciones del Deutsche Bank se hundieron de 33€ a 10€ por acción. El
problema está en el colosal tamaño de la exposición de los derivados
—aproximadamente 55 bd€ o 75 bdd, de acuerdo a Forbes. La fantástica
cantidad equivale al volumen de la entera economía global y es más de 20 veces
el PIB de Alemania. Y si los que están conscientes de la razón para el
estallido de la crisis financiera global de 2008 hacen la pregunta lógica: ¿no
se eliminó la práctica de “capitalismo de casino” con créditos riesgosos a
través de derivados?, la respuesta es: No,
no se eliminó.
Como
se sabe, luego de la crisis del 2008, las poderosas instituciones bancarias
transnacionales tácitamente renunciaron a este instrumento y durante años, las
tóxicas CDO (obligaciones de deuda colateralizadas, por sus siglas en inglés)
no fueron emitidas en ninguna parte del mundo. Sin embargo, en 2013,
específicamente el Deutsche Bank fue el primero en volver a la práctica de
colocar idénticos ‘tramos de oportunidades confeccionadas a la medida’ en la
facturación [¿y
las agencias calificadoras no dijeron nada?] y este ejemplo pronto fue seguido por
BNP Paribas, JP Morgan y Citigroup. El
banco alemán no solamente es el que mantiene la mayor cantidad de derivados en
su portafolio entre estos bancos, sino también ha sido el líder mundial el año
pasado con una participación del 12% del número total de derivados, de acuerdo
al Banco Internacional de Compensaciones en Basilea. [¿y éste tampoco movió un dedo al
respecto? Y luego todos ponen cara de sorprendidos] Partiendo
de esta premisa, uno fácilmente puede entender las controversiales
observaciones del vicecanciller alemán y líder del SPD, Sigmar Gabriel, quien
en el apogeo de los ataques especulativos contra el Deutsche Bank no lo
defendió. “No sé si reír o llorar
respecto a un banco que ha convertido la especulación en su modelo de negocio [¿y las entidades
reguladoras, apá?] y ahora dice que es víctima de la
especulación”.
Dijo Gabriel en respuesta a las quejas del Director Gral del Deutsche Bank,
John Krayan [la
grafía correcta es John Cryan, inglés, nacido en 1960, Director Gral único a
partir de Mayo de 2016; antes, desde Junio 2015, co-director con Jürgen
Fitschen].
Los
periodistas occidentales escribiendo sobre temas económicos encontraron
inquietantes similitudes entre la situación del Deutsche Bank y el quebrado
Lehman Brothers. La similitud en unidades de exposición con derivados es
apoyada por la relación de acciones a reservas para ambos bancos. Como lo
señalaron los periodistas, inmediatamente antes de su desaparición, Lehman
Brothers tenía una relación del 3% y la reducción condujo a la quiebra del
banco. Con el Deutsche Bank, este número
es 3.5% y conforme a los estudios de los expertos, para estabilizar el banco,
las reservas deberían ser incrementadas, en el peor de los casos, al 4% de su
capital o 7,000 md€ para el 2017. Esto resultará particularmente difícil
dada la continua baja en las acciones y considerando una pérdida de 7,000 md€
en 2015. En Mayo de 2016, Moody’s, la agencia calificadora internacional,
degradó al Deutsche Bank [¡3 años después de haber reanudado las
prácticas especulativas! En realidad, las calificadoras actúan como profetas a
posteriori, rebajando la calificación prácticamente cuando ya no hay remedio
para el delito/desastre. Ya es hora de que alguien califique a las calificadoras], un hecho reminiscente del ajuste en
la calificación de Lehman Brothers por Fitch unos meses antes de la bancarrota
del banco. A pesar de los planes anunciados de serios recortes en gastos,
incluyendo el despido de 9,000 gentes de las oficinas y el abandono de docenas
de mercados, los expertos han expresado interés respecto a las oportunidades de
reunir capital, que es la clave para la supervivencia de la institución
financiera alemana.
La
rivalidad europeo-estadounidense y la pista rusa
La
debilidad financiera del Deutsche Bank por sí misma no explica la escala de los
eventos que están ocurriendo frente a nuestros ojos, ni puede delinear los
factores geopolíticos y geoeconómicos que yacen en la base de la bastante
complicada situación del banco. El desarrollo de los eventos relacionados a la
incapacidad de asegurar el crecimiento sostenible de las economías
occidentales, aunado al incremento récord en la carga de la deuda, intensifican la rivalidad
europeo-estadounidense. Luego de los 90s del siglo pasado y el inicio del siglo
21, USA y los estados fundadores de la UE vieron la expansión hacia la herencia
socialista y la entrada del capital desde la ex Unión Soviética como una fuente
importante de crecimiento. Pero con
Rusia recuperando su soberanía y la formación de una coalición con la poderosa
China, dirigiéndose a oponerse a la hegemonía occidental, el proceso se detuvo.
Estas
circunstancias han conducido a un estrechamiento de las áreas geográficas de
operación de los motores de la globalización frente a las poderosas
corporaciones financieras e industriales y lógicamente a una creciente
competencia entre ellas. En la persecución de la prosperidad para sus corporaciones
(expresada en el dicho de Henry Ford: “Lo que es bueno para ‘Ford’ es bueno
para USA”), los intereses de los líderes estadounidenses chocaron con los
intereses de sus socios europeos. El intento de imponer la tristemente célebre
Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP, por sus siglas
en inglés) debe considerarse bajo esa perspectiva. El riesgo de adopción del acuerdo yace en rebajar los estándares que
impiden la expansión de las corporaciones estadounidenses y el secuestro de la
soberanía judicial de los países europeos y su transferencia a arbitrajes
privados de la inversión estadounidense.
Junto
con esto, existe el actual proceso de reformar el sistema bancario global en
favor de las corporaciones bancarias anglo-sajonas a costa de Europa. Con el
crecimiento del capital financiero global a fines de los 1980s, el modelo de
negocios del Deutsche Bank y otros bancos más pequeños en Europa dependiente de
la cooperación con la industria europea, llegó a ser inefectivo. Éste requería
la estrategia de las corporaciones alemanas para convertirlo en un banco
mundial de inversión en fiera competencia con jugadores estadounidenses como
Goldman Sachs.
Y
mientras que luego de la crisis de 2008 los bancos de USA fueron reforzados con
préstamos de rescate, esta posibilidad no existió para los principales bancos
europeos [obvio
desde el momento en que el Banco Central Europeo, pese al nombre, no sirve a
los intereses europeos sino a los de USA]. Valdis Dombrovskis, vicepresidente de
la Comisión responsable de las finanzas europeas, dio una completa visión de
conjunto del choque hace unos pocos días. Él hizo una declaración en la que
acusó a USA de reformas impuestas sobre el sector bancario global, que conducen
a un importante incremento en los requerimientos de capital para los bancos
europeos. Con esto, Dombrovskis insinuó que hay intentos de colocar a los
bancos de Europa en una posición desfavorable comparados con sus competidores
globales.
Las posiciones del vicecanciller
alemán, Sigmar Gabriel, y el primer ministro francés, Emmanuel Valls, de
rechazo a la TTIP y la resistencia a la reforma del sector bancario global son
un signo de que las economías de la UE se niegan a adquirir un status
semi-colonial. En respuesta, sin embargo, la presión de USA llegará a nuevas
dimensiones.
Debería
enfatizarse que la supervivencia misma del sistema financiero de USA está
asociado a la entrada de nuevo capital, por supuesto, a costa de otros
jugadores. De hecho, un ataque
organizado contra la Eurozona está desarrollándose ante nuestros ojos. Mediante
la aplicación de un duro golpe al fundamento financiero y económico de la UE, la superestructura política y
cualesquier oposición política seria podrían caer fácilmente. Como ha llegado a
ser claro, en este plan, el blanco más
adecuado es el inestable Deutsche Bank. Esta es una estructura lógica desde
la cual podemos inscribir la aparentemente extraña acción del Banco Central de
Suiza al inicio del año para negarse a mantener límites a la tasa del euro
contra el franco suizo, con los cuales las reservas de oro y divisas y los
bancos comerciales en el país perdieron entre 0.4 y 0.5 billones de francos
suizos denominados en moneda extranjera. De
acuerdo al analista ruso, Alexander Zapolskis, tal movimiento es posible
solamente en presencia de un pronóstico de riesgo de largo plazo para la
estabilidad del euro.
Aparte
de eso, como el eslabón más débil en las finanzas de Europa, el banco alemán
tiene otra razón para incurrir en la ira de sus socios estadounidenses. De las publicaciones del Financial Times y Bloomberg de fines del 2015, llegó a ser claro que el Depto. de
Justicia y el Depto para Administración de Servicios Financieros de USA, en
Nueva York, están investigando al Deutsche Bank por violación de las sanciones
anti-rusas.
De
acuerdo a la investigación del periodista estadounidense, Ed Cesar, publicada
en The New Yorker, dos semanas antes
de que el Depto de Justicia de USA impusiera una multa récord de 14,000 mdd
sobre el Deutsche Bank, la sucursal rusa del banco alemán estuvo implicada en
un plan donde 10,000 mdd fueron transferidos en violación del régimen de
sanciones contra Rusia.
La
publicación dice que a través de las denominadas “transacciones-espejo”
realizadas entre partes relacionadas, acciones de compañías fueron compradas
respaldadas por Arkady y Boris Rotenberg y otros en las listas de sanciones
impuestas por USA. Las acciones fueron compradas en rublos y subsecuentemente
fueron vendidas por divisas en Londres. Hay amplios hechos que muestran que el
banco alemán está trabajando para derogar las sanciones contra Rusia. En Mayo de este año, el Deutsche Bank
publicó un análisis conforme al cuál las sanciones pueden ser levantadas en
2017, que a su vez, conducirá al reforzamiento del rublo y a entradas de
capital.
Es lógico preguntar: ¿hay evidencia de
ataques organizados por USA contra el Deutsche Bank? Los eventos del año pasado
hablan en apoyo de dicha tesis.
Cronología de eventos:
Noviembre 2015 —una
multa de 258 mdd es impuesta al Deutsche Bank por la New York Financial
Supervision y la Reserva Federal por violar el régimen de sanciones contra
Siria e Irán en 1999-2006.
Enero 2016 —
La agencia calificadora Moody’s rebajó la calificación crediticia del Deutsche
Bank de A3 a Baa1 con una perspectiva negativa, junto con la calificación de
otros 35 bancos alemanes.
Abril 2016 —
En los medios globales, aparecieron publicaciones vinculando al banco alemán
con el denominado escándalo panameño. De acuerdo a las publicaciones, el
Deutsche Bank ayudó a sus clientes a ocultar ingreso a través de la firma
Mossak Fonseca.
Abril 2016 —
El banco fue multado con 340 mdd por el regulador financiero británico y con
2,170 mdd por USA por manipulación de interés inter-bancario, “LIBOR”, en el
período 2005-09.
Mayo 2016 —
La agencia calificador Moody’s volvió a rebajar la calificación crediticia del
Deutsche Bank de Baa1 a Baa2.
Junio 2016 — La
división estadounidense del Deutsche Bank está sujeta a pruebas de esfuerzo por
los reguladores bancarios de USA. Conforme a los resultados de los análisis, el
banco falla.
Julio 2016 —
El Fondo Monetario Internacional entregó su conclusión a los medios de que el
Deutsche Bank es la organización más riesgosa que puede potencialmente causar
serios daños al sistema financiero mundial.
Julio 2016 —
El financiero internacional George Soros, comenzó ataques especulativos contra
el Deutsche Bank. Soros compró acciones en el banco con valor de 100 mdd con
las llamadas transacciones de “ventas en corto”, capacitándole para ganar un
beneficio sin importar la baja en las acciones.
Agosto 2015 [nota del traductor
original — tal vez es un error tipográfico y se refiere a 2016] —
Deutsche Bank es excluido del índice de principales compañías en Europa por
primera vez desde 1998.
Septiembre 2016 —
El Depto de Justicia de USA pidió al Deutsche Bank pagar una multa récord
histórica de 14,000 mdd en conexión con una investigación en la venta de valores
hipotecarios antes de 2008.
Octubre 2016 —
Fieros ataques especulativos contra el Deutsche Bank. Fondos de cobertura,
todos administrados por ex empleados en la corporación bancaria Goldman Sachs o
asociados a ella, incluyendo Milenium Partner, Capula Investment, AQR Capital,
Citadel, Luxor Capital, Magnetar Capital, Rokos Capital y otros, retiran activos
por valor de varios miles de mdd.
Los
golpes contra el Deutsche Bank ponen en riesgo no solamente la economía alemana
y a los depositantes del banco. Su
descapitalización es una amenaza mortal que se cierne sobre bancos italianos,
muchos de cuyos instrumentos son mantenidos precisamete por el Deutsche Bank y
por tanto se aplica a la estabilidad de la Eurozona y la futura existencia de
la moneda común europea. Esto es, por supuesto, bien entendido por las
principales fuerzas industriales (RWE, E.ON, Siemens) y políticas (Unión Social
Cristiana y Unión Demócrata Cristiana) que fuertemente apoyaron al banco alemán
y a algunos políticos, incluyendo al vice presidente del Comité Económico del
Parlamento Europeo, Markus Ferber, y al presidente del Comité Alemán sobre
Economía y Energía y ex ministro, Peter Ramsauer, que incluso dirigieron acusaciones directas contra USA. Las
instituciones financieras europeas sufrieron un doble golpe de las sanciones
impuestas contra Rusia, que les priva de los gigantescos mercados eurasiáticos.
En esta situación, no hay mucho espacio
para maniobras por parte de los líderes europeos y es bastante posible observar
en el cercano futuro el reforzamiento de la cooperación ruso-europea y tal vez
la remoción de las sanciones [más bien a la inversa: primero la
remoción de las sanciones y luego el reforzamiento de la cooperación].