«En
Israel no puedes cuestionar los mitos básicos del sionismo»
Por Koldo Alzola Gara-Naiz 11-Nov-12
FUENTE: http://gara.naiz.info/paperezkoa/20121111/371962/es/En-Israel-no-puedes-cuestionar-mitos-basicos-sionismo
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original.
El Movimiento BDS de Boicot,
Desinversines y Sanciones contra el régimen de Apartheid en Israel ha celebrado
recientemente en Barcelona su conferencia estatal. Un equipo de Uhintifada
(programa de solidaridad con Palestina en Hala Bedi y Tas-Tas Irratia) tuvo la
oportunidad de entrevistar a Illan Pape,
una de las mayores autoridades en la materia y cuya condición de israelí realza
su mensaje.
El autor
de «La limpieza étnica en Palestina (2006)» nació en Haifa, ciudad costera de
la actual Israel, en cuya universidad fue catedrático de historia hasta el año
de su publicación, en el que tras amenazas de muerte a causa de sus opiniones[1]
y de su actividad profesional, tuvo que exiliarse a Inglaterra donde imparte
clases en la universidad de Exerter, al suroeste del país.
Es autor de multitud de obras en
las que revisa desde un punto de vista riguroso la historia oficial de Israel,
y además de académico se considera activista. A día de hoy, es uno de los
grandes referentes del movimiento mundial contra el régimen de Apartheid
Israelí.
Critica la narrativa oficial de la historia
de Israel, y la utilización que el estado sionista hace de ella para justificar
su existencia. ¿Cuáles son, a su juicio, sus principales «errores»?
El más
importante es la aseveración israelí de que los palestinos se convirtieron en
refugiados porque ellos mismos eligieron salir, y que salieron porque eso es lo
que les pidieron los líderes árabes y sus propios líderes para crear un espacio
necesario para que los ejércitos árabes invadieran y destruyeran el estado
judío, y que los israelíes hicieron grandes esfuerzos para convencer a los
palestinos para que se quedasen, pero que aquellos se negaron a quedarse.
Por contra,
he descubierto que los israelíes planificaron la expulsión, y eso es limpieza
étnica. Tampoco encontré ningún llamamiento por parte del mundo árabe a los
palestinos para que dejasen Palestina. Es una mentira y tampoco encontré
esfuerzos por parte de los judíos de convencer a los palestinos para que se
quedasen.
Otro tema
menor pero aun así importante es que en los libros de historia israelíes Israel
es un pequeño David que luchó contra todos los ejércitos árabes que vinieron a
destruirle, y esto fundó el mito de que la creación de Israel fue un milagro
porque no hay ninguna otra forma de explicar que un ejército tan pequeño fuese
capaz de derrotar a un ejército tan grande. Pero en realidad los palestinos no tenían un ejército y el
mundo árabe envió un pequeño contingente de soldados, menor que el que tenían
los judíos. Además, los ejércitos árabes entraron en Palestina no para destruir
el estado judío sino porque la mitad de la población palestina ya se había
convertido en refugiada y la opinión pública árabe exigía algún tipo de acción.
El tercer
mito que queremos desmontar es que Israel, justo después de la guerra (del 48),
buscaba la paz, que es una nación amante de la paz. Los documentos muestran con claridad que los
israelíes no tenían interés alguno en llegar a un acuerdo, mientras los
palestinos, y el mundo árabe en general, estaban dispuestos a negociar el
retorno de los refugiados y algún tipo de reconocimiento de la presencia judía
en Palestina.
Con todo, lo más importante es la
actitud hacia la sociedad palestina, no solamente la expulsión, también las
masacres que la acompañaron, en fin, la limpieza étnica, que tiene una
definición bien clara.
En
1948 la legislación internacional no había acuñado todavía el término «limpieza
étnica». ¿Es rigurosamente correcta la utilización de dicho término para
referirnos a la expulsión de la población palestina??
No estoy
diciendo que los israelíes dijeran «mañana empezamos con una operación de
limpieza étnica». Pero sí que es interesante, por cierto, que a algunas de sus
operaciones, como la de Haifa, las llamaron «limpieza» en hebreo, y querían
utilizar el término con ese sentido. utilizaron ese término en hebreo antes de
que se convirtiese en término de uso común.
Si utilizas el término «limpieza
étnica» no te estás limitando simplemente a describir un evento histórico sino
haciendo referencia a un término legal. La limpieza étnica es un crimen, así que los que lo
cometen son criminales, y la gente afectada por la limpieza étnica son
víctimas de un crimen, y eso es lo que quería decir con que aquellos a quienes
los israelíes consideran héroes cometieron un crimen, al menos según el derecho
internacional.
Hoy
en día en cambio hablamos de estrategia de apartheid. ¿El apartheid israelí es
una nueva estrategia o es una consecuencia de la anterior?
La limpieza
étnica esta conectada con el apartheid. Una cosa alimenta la otra. El apartheid
quiere decir que quieres estar completamente aparte del otro pueblo. Y puedes
conseguir esa separación o a través de la limpieza étnica o por la construcción
de bantustanes, guetos, cárceles para contener a la gente, o puedes separar por
asesinato aplicando el genocidio. Así que la limpieza étnica es una forma para
conseguir una realidad de apartheid.
Creo que los israelíes tenían la
esperanza de que cuando los expulsaron, los palestinos se integrarían en el
resto del mundo árabe y toda la población árabe desaparecería, y así adiós al
problema. Y luego vieron que Cisjordania y Gaza siguieron siendo palestinos y
ni siquiera lograron expulsar a todos los palestinos de Israel. No fue una
limpieza étnica muy exitosa; por eso tuvieron que recurrir a otros métodos:
guetos, bantustanes... para asegurar que seguirían siendo el pueblo exclusivo
en el territorio.
¿Cómo
eligió este campo de investigación? ¿Por qué tomó la decisión de salir de
Israel?, ¿Fue como consecuencia de su trabajo profesional que se vio obligado a
abandonar Israel?
Fue en parte
curiosidad como historiador pero también porque una vez que ví lo que ví eso
cambió mi punto de vista. No dije simplemente «OK, soy sionista todavía, lo que
he encontrado me hace sentir mal pero seguiré siendo sionista y seguiré
escribiendo sobre el precio terrible del sionismo». Probablemente para mí fue
un proceso paralelo, por un lado, ver en los documentos una verdad que me había
sido negada, una verdad de la que yo no había sido consciente y, por el otro,
mi desarrollo personal como activista. Nunca se sabe qué viene primero, pero
seguro que el hecho de que supiera cuáles eran los hechos fue muy importante
para el desarrollo de mis convicciones y creo que era por eso que me echaron
las autoridades universitarias israelíes.
No me echaron por ser mal
historiador sino por decir que no podía seguir enseñando la historia de 1948
igual que ellos. Les dije: «Por lo menos déjenme enseñarlo de otra
manera, solo un curso, no tienen que cambiar todo». Pero eso no lo podían
aceptar. Sentían que era peligroso[2],
que los estudiantes acabarían convencidos.
Así que era
la investigación junto con mi propio desarrollo político. Y sabes que la limpieza étnica del 1948 no
se ha acabado y que escribía sobre algo que pasó anteriormente pero seguía
pasando en el momento en que yo escribía el libro. Es diferente cuando
escribes sobre algo que es historia. Si un alemán escribiera sobre el
holocausto hoy no se puede decir que el holocausto continúa. Un historiador
alemán no va a decir: «Oh, Dios mío, estamos todavía masacrando a los judíos».
Así que probablemente lo consideraría como su trabajo profesional pero no
tendría que ver con sus opiniones sobre Angela Merkel o la Union Europea.
Pero nosotros no podemos hacer
eso. Cuando tú escribes sobre el sionismo y los palestinos en 1948, las mismas
características de la acción sionista de entonces están todavía aquí con
nosotros en 2012, y estaban allí seguro cuando empecé a investigar estos temas
en los años 80. 1982 fue el primer ataque israelí a Líbano, 1986 fue la primera
Intifada, así que no fue solamente historia, porque la gente involucrada estaba
viva todavía. Algunos de los que cometieron atrocidades en 1948 estaban todavía
vivos[3].
Rabin, Peres, Dayan estaba vivo todavía en 1982, Alon... quiero decir que esta
gente estaba todavía por allí.
¿Encontró
pruebas de que ellos estaban involucrados?
Claro que sí. Estaba todo documentado. No lo
escondieron, no les daba vergüenza. Tienes que entender que ellos creían
que estaban haciendo lo correcto. Por aquel entonces fue una lógica de
autodefensa. «Si no los expulsamos nosotros ellos nos van a expulsar». No fue
simplemente por odio a los árabes por ser árabes, o querer matar árabes.
Dijeron que solamente había sitio para un pueblo, ese era su proyecto.
Todas
estas conclusiones fueron las que le llevaron a tener que abandonar tu puesto
en la universidad y el país. ¿Podemos concluir que no hay libertad de cátedra
en Israel?
Evidentemente no. Puedes enseñar
muchas cosas en Israel pero no puedes cuestionar las verdades básicas del
sionismo.
¿Y
los estudiantes palestinos?
Para ellos es
peor. Los profesores y estudiantes judíos todavía pueden hablar con más
libertad que los estudiantes árabes. Si un profesor árabe en Haifa hubiera
dicho lo que dije yo, no habría perdido solamente su puesto de trabajo, habría
acabado en la cárcel. Hay una diferencia. Yo perdí mi trabajo pero, hasta la
fecha, no se han atrevido a encarcelar a un judío por expresar sus opiniones.
Pero eso podría cambiar porque
Israel esta cambiando a peor. Mi apoyo al boicot fue uno de los motivos para mi
expulsión de la universidad, pero nadie podía procesarme. Pero en 2010
aprobaron una ley por la que ya no solo pierdes tu trabajo por apoyar el
boicot, sino que puedes pasar tres años en la cárcel. Todavía no lo han
implementado, estamos esperando ansiosos para ver quien será la primera persona
imputada.
«Es muy difícil ir contra tu propio
pueblo»
¿Cómo
se lleva la implicación personal en una acción política contra el sionismo?
Es muy difícil ir en contra de tu
propio pueblo, de tu tribu. Escupes sobre aquello que fue sagrado para ti, y
que todavía lo es para tu familia... No es solo que la estés ofendiendo, o una
cuestión ideológica, es mucho más profundo, es que los has avergonzado...Como
les recuerdo insistentemente a mis amigos israelíes, que no se atreven (a
oponerse al Estado)... por miedo a las consecuencias, «os preguntáis siempre
cómo pudieron ser tan pasivos los alemanes cuando estaban asesinando a los
judíos. Y eso que en la Alemania nazi, si te oponías, lo mejor que te podía
pasar era que te fusilaran... y aún así hubo alemanes que se opusieron... En
nuestro caso, sí, es desagradable... pero, de alguna manera no es tan siquiera
peligroso; ¿entonces por qué no lo hacéis? Cuantos más seamos, será más fácil».
¿Cree
posible un cambio dentro de la sociedad israelí o tendrá que ser impulsado por
la presión internacional?
Creo que ambos, porque nos
enfrentamos a peligros urgentes y no podemos esperar a los cambios internos. Se
requiere la presión externa, pero np basta con la presión; hay que reeducar a
la gente, cosa que lleva más tiempo. Pero pienso que se retroalimentan. La
presión externa convencerá a aquellos israelíes dispuestos a enfrentarse a la
perspectiva hegemónica israelí de que no están solos, y que lo que están
diciendo tiene sentido... porque lo menos que te dicen en Israel es que estás loco, y lo peor, que eres
un traidor. No quiero decir con esto que tienes que cambiar la
mentalidad de cada sionista israelí. Sudáfrica pasó al post-apartheid y no creo
que cada uno de los blancos en Sudáfrica dejó de ser racista. Muchos siguieron
siendo racistas mientras se elegía a Mandela; pero cambiaron los suficientes
como para permitir el proceso de cambio.
Se
habla de tres frentes para combatir el apartheid: Palestina, la sociedad
israelí, y el frente internacional...
Todos tenemos
un papel que jugar. Los judíos israelíes progresistas en la sociedad para cambiar
las opiniones; los palestinos tienen sobre el terreno un papel que jugar y sus
propios problemas que resolver como la representación... En el movimiento de
solidaridad internacional, la Campaña del BDS ha llegado a ser muy importante
porque no es solo hacer que algo sea más efectivo, sino que ofrece a la gente
una línea de acción más clara, y eso está bien...
No obstante,
creo que la misión principal de la comunidad internacional debería ser
convencer a los principales medios de comunicación y a las élites políticas
para que hagan algo, porque no se puede hacer todo desde la sociedad civil. En
el caso de Sudáfrica, lo más importante fue cuando la campaña de boicot pasó a
ser una campaña de sanciones. Hay que convencer a los gobernantes, no ideológicamente,
sino convencerles de que no es bueno para ellos hacer lo contrario. K.A.
[2] Como dijo Stalin: «Las ideas son
más poderosas que las pistolas. Nosotros no permitimos que nuestros enemigos
tengan pistolas, ¿por qué deberíamos permitirles tener ideas?»
[3] No
sólo estaban vivos; habían tenido, o tienen, altos puestos, incluso primeros
ministros. Pese a su pasado como terroristas se les han otorgado ¡premios
Nobel! (como a M.Begin).
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