De las armas de destrucción masiva iraquíes a las armas químicas sirias
por Thierry Meyssan
05-Mar-19
FUENTE: https://www.voltairenet.org/article205503.html
El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por
el equipo de traducción. Igualmente, lo destacado en amarillo aparece como
texto simple en el original.
En un informe emitido el 1º de marzo de 2019, la
Organización para la Prohibición de las Armas Químicas reconoce que no hubo
uso de armas prohibidas en la localidad siria de Duma, el 7 de abril de 2018. Por consiguiente, el bombardeo
de represalia que USA, Francia y Reino Unido realizaron después contra Siria
fue injustificado. Se trata de un escándalo idéntico al de las
inexistentes armas iraquíes de destrucción masiva. Y habrá más engaños
similares mientras los países occidentales sigan confiando ciegamente en lo
que cuentan sus medios de difusión.
El comportamiento de los periodistas occidentales es
particularmente extraño. Repiten las alegaciones de sus dirigentes políticos
considerándolas a priori justificadas y verídicas y sin tener en cuenta los
desmentidos provenientes de las instancias internacionales [El punto más importante y que aquí NO SE MENCIONA es que los periodistas no son
independientes; tienen que seguir la línea editorial de la empresa donde
trabajan. Cuando se llegan a apartar de la «línea del partido», al día siguiente están entre los
desempleados. Recuérdese a Helen Thomas (08-Jun-10) y Rick Sanchez (01-Oct-10). Tómese en cuenta que a nivel MUNDIAL sólo hay 6 agencias
noticiosas que controlan la información que se difunde en los medios. Por otro
lado, debe recordarse la denuncia hecha el 30-Sep-14 por el periodista alemán
Udo Ulfkotte al publicar el libro «Periodistas Comprados» sobre los
sobornos a periodistas realizados por las agencias de inteligencia
occidentales, especialmente la CIA y el BND alemán]. Y luego son incapaces de cuestionar las mentiras que
creyeron [no es seguro que las creyeran, pero es muy
probable que las cobraron] y divulgaron.
La justificación para destruir Irak
Por ejemplo, en 2003, toda la prensa occidental repitió a
coro las alegaciones de George W. Bush, quien aseguraba que Irak tenía «armas
de destrucción masiva». Después, los periodistas occidentales repitieron las
acusaciones de Tony Blair, quien garantizaba que Irak disponía de misiles
capaces de alcanzar Occidente en 45 minutos y de matar allí a la población con
gases venenosos. También repitieron las acusaciones de Colin Powell, el
secretario de Estado de USA, cuando afirmó que Irak daba albergue a Osama ben
Laden.
Sin embargo, en aquella misma época, la Comisión de Control,
Verificación e Inspección de las Naciones Unidas señalaba que las alegaciones
de Bush y Blair eran falsas. Aquella comisión de la ONU era la única autoridad
internacional con acceso al territorio iraquí, donde pudo realizar todas las
verificaciones que quiso. Ni la CIA estadounidenses ni el MI6 británico habían
podido hacerlo… pero la contradecían.
No está de más recordar que Francia, la Francia del
presidente Jacques Chirac, se pronunció contra la invasión de Irak. Pero
escogió como argumento que «la guerra es siempre la peor solución» en vez de
denunciar que las acusaciones anglo-estadounidenses eran mentiras evidentes,
como ya lo había comprobado la Comisión de Control, Verificación e Inspección
de las Naciones Unidas.
Hoy en
día la tendencia es reconstruir la Historia a golpe de películas y de series de
televisión. Ahora se reconoce el engaño, pero se afirma que los servicios de
inteligencia estadounidenses y británicos fueron manipulados por sus
dirigentes políticos y que nadie tenía cómo saberlo [Pues ahora ya lo saben, pero los culpables siguen tan
impunes como el primer día cuando todavía no se sabía]. Eso es falso y
basta con hojear lo que decían los medios de prensa para comprobar que todos
trataban de desacreditar al director de la mencionada comisión de la ONU, el
sueco Hans Blix, quien osaba contradecir a la potencia más poderosa de aquella
época. Eso fue lo que demostró la Comisión Chilcot [1]… 13 años después de los
hechos.
Tampoco se habla de las acusaciones que llevó Colin Powell
al Consejo de Seguridad de la ONU [2]. Powell dijo al Consejo de Seguridad
que Osama ben Laden vivía en Bagdad en 2002 y que sus lugartenientes seguían
residiendo allí, donde incluso fabricaban ricino. Desde Irak, aseguraba
Powell, aquellos terroristas preparaban atentados que tenían lugar en Francia,
Reino Unido, Alemania y Rusia, así que era urgente invadir Irak.
Para creer aquellas tonterías había que ser un completo
ignorante del funcionamiento del partido Baas, entonces en el poder en Irak.
Con el paso del tiempo, los periodistas occidentales, en vez de reconocer su
ignorancia, optaron por olvidar el asunto [De nuevo, no
es cuestión de periodistas individuales, sino de agencias informativas y medios
masivos de comunicación, que están en muy pocas manos y tienen un propósito
ideológico].
La complicidad de los medios sigue intacta
Nada ha cambiado desde que USA y sus aliados invadieron
Irak. Los medios de difusión masiva mintieron nuevamente, pero ya a sabiendas [no son “los medios de difusión masiva” los que mintieron,
sino sus dueños; hablar de “los medios de difusión masiva” brinda un disfraz
bastante cómodo para los culpables], y para esconder la verdad sobre
sus mentiras involuntarias de antes. Todos han optado por contarnos que fueron
engañados. Ninguno reconoce haber cometido una falta profesional al desechar
la opinión de los expertos de las Naciones Unidas.
Los
historiadores que han realizado trabajos sobre la propaganda de guerra han
mostrado que quienes tratan de provocar una guerra siempre inventan enormes
cantidades de testimonios falsos y de pruebas igualmente falsas. Los
periodistas reconocen que «La primera víctima de una guerra es la Verdad»,
como dijo Rudyard Kipling, pero ninguno ha tratado al menos de crear algún
método que les permita no dejarse engañar de nuevo.
La receta es, sin embargo, muy simple:
Ø
mantener la cabeza fría cuando todo el mundo se
exalta,
Ø
no vacilar en ir contra la corriente [y quedarte sin empleo y muy probablemen-te, sin posibilidad
de conseguir otro como periodista],
Ø
hacer el trabajo que corresponde a un periodista
verificando las fuentes [eso era antes de que se
impusieran la “corrección política” y la “corrección monetaria”] .
Eso es lo que nosotros hicimos y por eso comenzaron a
calificarnos de «complotistas» o «conspiracionistas».
La justificación de la guerra contra Siria
En el caso de la guerra contra Siria, todos siguen creyendo,
como si fuese la Biblia, que todo comenzó como «una revolución contra una
dictadura», que «el régimen» respondió «masacrando a su propio pueblo» a
golpe de «torturas», de «barriles-bombas» y de «armas químicas», lo cual llevó
a la población a optar por la violencia. Pero todo eso es tan estúpido como la
supuesta invitación de Saddam Hussein a Osama ben Laden, además de haber sido repetidamente
desmentido por misiones internacionales similares a la ya mencionada Comisión
de Control, Verificación e Inspección de las Naciones Unidas.
La «revolución contra la dictadura» fue formalmente
desmentida por la única organización que tuvo la oportunidad de verificar el
asunto: una misión internacional de la Liga Árabe que fue autorizada a
recorrer toda Siria, que disponía del personal necesario para cubrir todo el
territorio nacional y que realizó ese trabajo de verificación desde el 24 de
diciembre de 2011 hasta el 18 de enero de 2012 [3]. Pero, en lugar de tener en
cuenta lo que dicen los órganos que cuentan con los medios de verificación
necesarios, los periodistas siempre prefieren [que
extrañas preferencias, ¿no crees? ¡Siempre en contra de la verdad! Una
explicación más sencilla es que, al margen de las preferencias personales, son
obligados o sobornados para publicar lo que ordena la «línea editorial»] creer las afirmaciones de los gobiernos
occidentales.
Los cadáveres de personas torturadas que aparecen en el
Informe César, documento que atribuye esas torturas a Siria, en realidad son
imágenes de muertos torturados por los yihadistas. Basta con reflexionar un
poco: El individuo identificado como César dice haber tomado esas fotos para
el Ejército Árabe Sirio pero que no conoce la identidad de los muertos. ¿Qué
interés podría tener el gobierno sirio en crear un archivo fotográfico sin
información sobre las víctimas?
Los «barriles-bombas» son otro cuento estúpido. ¿Por qué razón
los militares sirios utilizarían barriles-bombas fabricados de manera
artesanal cuando disponen de armamento sofisticado proporcionado por Rusia?
Después de las armas de destrucción masiva iraquíes, las armas
químicas sirias
Lo más interesante es la acusación sobre el uso de armas
químicas. La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ)
entregó un informe el 1º de marzo de 2019. A esta organización se le había
solicitado que investigara las alegaciones sobre un ataque químico supuestamente
perpetrado el 7 de abril de 2018 en la ciudad siria de Duma, ataque que USA,
Francia y Reino Unido atribuyeron de inmediato al gobierno sirio y que
castigaron con un bombardeo conjunto contra Siria realizado la semana
siguiente. Sin embargo, el informe de la OPAQ señala que sus investigadores no
hallaron huellas de armas químicas en Duma y, aunque no lo hace de forma
explícita, confirma que todo el asunto fue un montaje.
Es
necesario recordar aquí que, 5 años antes, después de un ataque químico
perpetrado en los alrededores de Damasco, Siria se había sumado a la
convención internacional que prohíbe el uso de armas químicas. Sus arsenales
químicos fueron entonces puestos bajo control internacional y luego destruidos
de forma conjunta por USA y Rusia, todo lo cual se hizo bajo la supervisión de
la OPAQ. Afirmar que, después de ese proceso, el gobierno sirio todavía tenía
armas químicas equivale, en primer lugar, a poner en duda el trabajo realizado
por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, Moscú y
Washington.[en la propaganda todo se vale y
particularmente para éstos que tienen un larguísimo historial de mentiras y
engaños].
A pesar de lo anterior, el Departamento de Estado afirmó en
2018 que disponía de pruebas creíbles del «uso de gas sarín por parte de
Siria». Rusia denunció una farsa orquestada por el Reino Unido y el ministro
británico de Exteriores expresó su indignación ante la denuncia rusa,
tildándola de «grotesca, extraña» y de «mentira flagrante».
Sin embargo,
Ø
Todas las acusaciones de ataque provenían de 3
fuentes, todas estrechamente vinculadas al Reino Unido: los “Cascos Blancos” o
“White Helmets” (ONG bajo control del MI6 britanico), el Observatorio Sirio de
los Derechos Humanos (OSDH, una oficina de la Hermandad Musulmana, que difunde
lo que le dice el MI6) y el grupo terrorista Yeish al-Islam (Ejército del
Islam, fundado por Zohran Allouche, cuya familia vive toda en Londres, en una
lujosa residencia custodiada por la policía británica).
Ø
Los investigadores de la OPAQ nunca pudieron
contar los cadáveres de las víctimas ni analizarlos. De hecho, ni siquiera
pudieron verlos. Sólo fueron autorizados por los yihadistas a entrar en Duma
cuando los cuerpos ya habían sido «incinerados». Es necesario resaltar que
nada justificaba la incineración de los cadáveres, ni siquiera razones de
índole sanitaria. Más importante aún, ¿cómo justifican los yihadistas haber
incinerado los muertos de Duma si el islam prohíbe la incineración de los
cadáveres?
Ø
Las muestras recogidas por los investigadores
permitieron comprobar, según el informe de la OPAQ, que no hubo uso de armas
químicas en Duma, de ningún tipo.
Ø
La OPAQ anota en su informe que los
investigadores hallaron en el lugar supuestamente contaminado dos proyectiles
preparados para servir de vectores a una sustancia química clorada. Pero el
cloro se dispersa al aire libre y sólo puede llegar a ser mortal en espacios
cerrados, por eso no figura en ninguna lista de sustancias prohibidas y es de uso
común como producto de limpieza.
Señalemos también de paso que Jesh al-Islam es aquella
organización «demócrata» cuyos miembros se dedicaban a decapitar grandes
grupos de «perros de Bachar», o sea ciudadanos sirios que se negaban a gritar
consignas contra el presidente “hereje” Bachar al-Assad [4].
Yeish al-Islam se dio a conocer condenando a muerte a los
sirios acusados de homosexualidad y por ejecutarlos lanzándolos desde los
techos de los edificios oficiales en las localidades que ese grupo armado
lograba ocupar. Pero fue precisamente el jefe de Yesh al-Islam, Mohamed
Allouche, quien presidió la delegación de la «oposición moderada» —respaldada por las poten-cias
occidentales— en las
negociaciones organizadas por la ONU en Ginebra.
En pocas palabras, el informe oficial que la OPAQ acaba de
entregar demuestra que el bombardeo de USA, Francia y R.Unido contra Siria no
sólo violó el Derecho Internacional sino que fue injustificado.
¿Cómo reflejó la prensa el informe de la OPAQ?
Si la prensa occidental fuese honesta habría dado a conocer
fielmente el informe de la OPAQ sobre el «ataque químico» de Duma. Pero no lo
hizo. Los periodistas anglosajones han estado particularmente silenciosos y
sólo han mencionado esa información en casos excepcionales. [pero no sólo los periodistas, ¿dónde están todas esas
organizaciones de “derechos humanos”? Quizá cobrando de los mismos que sobornan
periodistas].
Sus colegas franceses se han mostrado más mendaces. Han
recordado que, en el pasado, un informe del Mecanismo Conjunto de la ONU y la
OPAQ había confirmado el uso de armas químicas por parte de Siria, omitiendo
el hecho que el Consejo de Seguridad de la ONU rechazó aquel informe porque el
Mecanismo no había respetado las reglas de la OPAQ.
Otros periodistas franceses simplemente han mentido,
afirmando que la misión investigadora había comprobado el uso de armas
químicas en Duma. Omitieron precisar que la OPAQ se limitó a considerar
probable el uso de un agente tóxico compuesto de clorina utilizada como arma y
posible su dispersión mediante dos proyectiles. Lo más importante es que esos
periodistas franceses “olvidaron” precisar que la clorina, utilizada al aire
libre, no es un veneno mortal sino sólo un agente irritante, razón por la cual
no es un arma prohibida.
Usted, estimado lector, está preguntándose probablemente
cómo fue que no vio esos artículos y por qué no ha oído hablar de las excusas
de la primera ministra británica Theresa May, del presidente francés Emmanuel
Macron y del presidente estadounidense Donald Trump por haber bombardeado
Siria. La explicación es
muy sencilla: la prensa no hace su trabajo de información y los dirigentes
occidentales no tienen honor. [esta venalidad
de la prensa hace recordar la anécdota, que no se sabe si sea auténtica, del
periódico parisino que luego de la fuga de Napoleón de la isla de Elba publicó:
«El monstruo corso
escapa de Elba»; luego, «Bonaparte desembarca en Fréjus» y finalmente: «Su
Majestad, el emperador, llega a París mañana»]
Notas
[1] La Comisión
Chilcot, encargada de realizar una investigación independien-te sobre cómo se
implicó el Reino Unido en la guerra contra Irak, fue creada a mediados de 2009
por el primer ministro británico Gordon Brown. Esa comisión comprobó las
mentiras del gobierno anterior, encabezado por Tony Blair, y sólo entregó su
informe final al sucesor de Brown, el primer ministro conservador David
Cameron.
[2] «Discours
de M. Powell au Conseil de sécurité de l’ONU - Partie 6/7», por Colin L.
Powell, Réseau Voltaire, 11 de febrero de 2003.
[3] Aquella
misión internacional de la Liga Árabe fue disuelta en cuanto entregó su
primer informe, considerado demasiado favorable a Siria, ya condenada por
adelantado. Ver «Rapport du chef de la Mission des observateurs de la Ligue
Arabe en Syrie pour la période du 24/12/2011 au 18/01/2012» [En español,
“Informe del jefe de la Misión de Observadores de la Liga Árabe”], Réseau
Voltaire, 2 de febrero de 2012.
[4] El
presidente sirio Bachar al-Assad es de confesión alauita, denominación
sincrética musulmana que considera al profeta Alí como una reencarnación de
Cristo. Los alauitas sólo aceptan como revelaciones los principios que figuran
simultáneamente en los Evangelios y en el Corán. La Hermandad Musulmana, empeñada
en exacerbar un enfrentamiento entre musulmanes y cristianos, considera a los
musulmanes alauitas como herejes que merecen la muerte.
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