Rusia-China: Una Alianza Estratégica para el Siglo 21
SCFoundation 07-Jun-19
FUENTE: https://www.strategic-culture.org/news/2019/06/07/russia-china-a-strategic-alliance-for-the-21st-century/
El texto [en rojo] NO viene en el
original y fue agregado por el equipo de traducción. Igualmente
lo destacado en amarillo aparece como texto simple en el original.
El presidente ruso, Vladimir Putin, dio la bienvenida a Xi
Jinping de China en Moscú esta semana para una visita de estado de tres días.
No fue solo la calidez personal entre los dos líderes lo que se mostró. Se han
reunido en casi 30 ocasiones en los últimos seis años. El presidente Xi se
refirió a Putin como su aliado y amigo internacional más cercano.
Más importante aún, las dos naciones están consolidando una
alianza estratégica que podría definir la forma de la geopolítica para el siglo
21.
Putin y Xi, que también asistieron al Foro Económico
Internacional anual de San Petersburgo esta semana, firmaron una serie de
acuerdos comerciales bilaterales que impulsarán el desarrollo euroasiático y,
de hecho, el desarrollo mundial.
De particular importancia es el continuo impulso de Moscú y
Beijing para llevar a cabo el comercio internacional en monedas nacionales,
obviando el dólar estadounidense como medio de pago. Este es un paso crucial
para contrarrestar el deseado "control hegemónico" del sistema
financiero global por parte de Washington. Una y otra vez, Washington ha abusado de su posición
privilegiada de imprimir o retener dólares para promover su propia agenda de
dominar a otras naciones [abuso logrado a través
de los acuerdos de Bretton Woods en julio de 1944]. Ese abuso debe
detenerse, y se detendrá cuando Rusia y China allanen el camino hacia un nuevo
mecanismo más justo de las finanzas y el comercio internacionales.
La visión de cooperación y asociación descrita por Putin y
Xi se basa en el respeto mutuo y la prosperidad pacífica. No solo para esas dos
naciones, sino para todas las demás que participan en la visión multilateral
que promulgan. De esa manera, la alianza que se está consolidando entre Rusia y
China es una esperanza renovada en un futuro progresista y pacífico para el
planeta.
Esta visión positiva es especialmente bienvenida en un
momento en que USA, bajo el presidente Donald Trump, está desatando un aluvión
de tensiones y posibles conflictos a partir de su intento de afirmar el dominio
mundial. USA está haciendo
uso de sanciones y amenazas contra numerosas naciones, incluidas Rusia y
China, e incluso hacia sus
supuestos aliados en Europa, todo en un intento desesperado por afirmar una
ambición hegemónica unipolar.
Tal esquema es una negación de la visión de solidaridad y
asociación delineadas por el liderazgo ruso y chino. El "estilo
estadounidense" no solo es inútil. En última instancia, es una mentalidad
de suma cero que conduce a la destrucción y la guerra. Un camino donde, en
definitiva, nadie gana.
No es como si la historia no nos haya mostrado eso ya. Dos
horrendas guerras mundiales se libraron en el siglo 20, con un mortal costo
total de 100 millones de víctimas, en gran parte debido a la egoísta rivalidad
imperialista y la mentalidad de suma cero.
Rusia y China fueron las dos naciones que más sufrieron en
esas conflagraciones [corrección: China bastante menos
que Alemania]. Ambos conocen el horrible costo del conflicto, pero
también lo precioso de la paz. Por eso es alentador ver a esos dos países
forjando un nuevo paradigma de cooperación internacional basado en el
mutualismo y el compromiso con el desarrollo para el bien común de todas las
gentes.
El tan aclamado multilateralismo durante las llamadas
décadas de Pax Americana después de la 2GM siempre fue sobrevalorado. Siempre
fue una tapadera para la presunta [más que presunta,
efectiva] hegemonía global de Washington. El desenlace actual del orden
occidental liderado por USA es realmente la cara fea del poder estadounidense
que sale a la superficie.
Mientras Putin y Xi estaban representando una visión para el
futuro esta semana, parecía irónicamente apropiado que USA y algunos otros
líderes occidentales se dejaran llevar por una mirada retrospectiva a la
historia. La falsa camaradería de los líderes occidentales también fue
evidente, desmentida por las continuas disputas y rivalidades entre USA,
Francia, Gran Bretaña y Alemania.
El presidente Trump y otros celebraron el 75° aniversario
del desembarco del Día D en Normandía en junio de 1944. Ese evento anunció la
apertura del Frente Occidental contra la Europa ocupada por los nazis y
contribuyó a la derrota final del Tercer Reich en mayo de 1945.
Lamentablemente, sin embargo, los líderes occidentales persisten en la noción engreída
y falsa de que el Día D fue el momento clave en la victoria definitiva de la 2GM.
Es francamente indiscutible que fue el Ejército Rojo
soviético y los colosales sacrificios de ciudadanos soviéticos los que
constituyeron la fuerza fundamental para derrotar a la Alemania nazi y lograr
la liberación de Europa del fascismo [¿y fue
liberación? porque el comunismo y ahora el neoliberalismo nunca fueron muy
“liberadores” que digamos] . La trascendental Batalla de Stalingrado,
que destruyó la máquina de guerra nazi, terminó en febrero de 1943, unos 16
meses antes de que los aliados occidentales lanzaran su retrasado día D.
Los líderes occidentales pueden regodearse en vanidades
egoístas sobre presuntas glorias pasadas todo lo que quieran. No cambia el
registro histórico ni la verdad objetiva. Y además, aquellos que no aprenden de
la historia están obligados a quedar atrapados repitiendo sus errores y
callejones sin salida [pues llevan ya varias décadas
sintiendo y resintiendo su “liberación del fascismo”, y disfrutando los endeudamientos
y “rescates” del FMI y los bombardeos “humanitarios” de la OTAN]. Son
literalmente personas de ayer.
Apropiadamente, Putin y Xi no estuvieron en el evento de
nostalgia del Día D y su escapismo a la engañosa gloria del siglo 20. Estaban
ocupados forjando una alianza digna del siglo 21.
No hay comentarios:
Publicar un comentario