Una Nueva Definición de Guerra
Por Philip
Giraldi 21-Ene-20
FUENTE:
https://www.globalresearch.ca/new-definition-warfare/5701278
El texto [en rojo] NO
viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción. Igualmente lo
destacado en amarillo aparece como texto simple en el original.
Los
partidarios de Donald Trump a menudo señalan que no ha comenzado ninguna guerra
nueva. Uno podría señalar que no ha sido por falta de
[ganas ni de] intentos, ya que sus ataques con misiles de crucero en
Siria basados en evidencia inventada y su reciente asesinato del general
iraní Qassem Soleimani han sido indiscutiblemente actos de guerra. Trump
también ha ampliado los niveles de tropas tanto en Medio Oriente como en
Afganistán, al tiempo que aumenta la frecuencia y la letalidad de los ataques
con aviones no tripulados armados en todo el mundo.
El Congreso ha estado jugando de manera poco seria con un
endurecimiento de la ley de poderes de guerra de 1973 para dificultar que un
presidente lleve a cabo actos de guerra sin ninguna deliberación o autorización
de la legislatura. Pero quizás la definición de guerra en sí misma debería
ampliarse. La única área donde Trump y su equipo de sociópatas narcisistas han
sido más activos ha sido la imposición de sanciones con intención letal. El
secretario de Estado Mike Pompeo ha sido explícito en sus explicaciones de que
la afirmación de "presión extrema" sobre países como Irán y Venezuela
tiene la intención de hacer que la gente sufra de tal manera que se levanten
contra sus gobiernos y provoquen un "cambio de régimen" [la táctica de Churchill —violando las convenciones
internacionales— al comenzar a bombardear a la población civil en Alemania
durante la 2GM]. Según
los retorcidos cálculos de Pompeo, así es como los lugares que Washington
desaprueba volverán a ser "países normales".
Las sanciones pueden matar. Las impuestas por USA están
respaldadas por el Depto del Tesoro, que puede bloquear las transferencias de
efectivo a través del sistema bancario internacional denominado en dólares. Los
bancos que no cumplen con las reglas impuestas por USA pueden ser sancionados,
lo que significa que las sanciones de éste son de facto aplicables a nivel
mundial, incluso si los bancos y gobiernos extranjeros no están de acuerdo con
las políticas que los impulsan. Está bien documentado cómo las sanciones que
tienen un impacto en la importación de medicamentos han matado a miles de iraníes.
En Venezuela, el efecto de las sanciones ha sido el hambre, ya que las
importaciones de alimentos han sido bloqueadas, obligando a una gran parte de
la población a huir del país solo para sobrevivir.
El último ejercicio de guerra económica de USA se ha
dirigido contra Iraq. En el lapso de una semana del 29-Dic al 03-Ene, el
ejército estadounidense, que opera desde dos bases principales en Iraq, mató a
25 milicianos iraquíes que formaban parte de las Unidades de Movilización
Popular del Ejército Iraquí. Los milicianos se habían involucrado recientemente
en la exitosa lucha contra ISIS. Luego de ese ataque siguieron los asesinatos
de Soleimani, el general de la milicia iraquí Abu Mahdi al-Muhandis y a otros
ocho iraquíes en un ataque con aviones no tripulados cerca del aeropuerto
internacional de Bagdad. Como los ataques no fueron aprobados de ninguna manera
por el gobierno iraquí, no fue una sorpresa que siguieran los disturbios y el
Parlamento iraquí votó para expulsar a todas las tropas extranjeras de su
territorio. El decreto fue firmado por el primer ministro Adel Abdul Mahdi,
basado en el hecho de que el ejército de USA estaba en Iraq por invitación del
gobierno del país y esa invitación acababa de ser revocada por el parlamento.
Que Iraq sea, por decir lo menos, inestable es atribuible a
la invasión desacertada de USA en 2003 [desacertada
para Iraq pero no para los «de siempre» que se benefician con el caos de los demás]. La
persistencia de las fuerzas estadounidenses en el país es supuestamente para
ayudar en la lucha contra ISIS, pero la verdadera razón es servir como un control sobre la influencia
iraní en Iraq, que es una demanda estratégica hecha por Israel y que no
responde a ningún interés estadounidense real. De hecho, el gobierno
iraquí probablemente esté más cerca políticamente de Teherán que de Washington,
aunque la narrativa neoconservadora de que el país está dominado por los
iraníes está lejos de ser cierta.
La
respuesta de Washington a la legítima demanda iraquí de que sus tropas deberían
ser retiradas consistió en amenazas. Cuando el primer ministro Mahdi
habló por teléfono con Pompeo y solicitó discusiones y un calendario para crear
un "mecanismo de retirada", el Secretario de Estado dejó en claro que
no habría negociaciones. Una
respuesta escrita del Depto de Estado titulada "La asociación
continua de USA con Iraq" afirmó que las tropas estadounidenses están en Iraq para servir como
una "fuerza para el bien" [de ya saben
quién... y no es Iraq ni USA] en el Medio Oriente y que es "nuestro
derecho" [oiga apá, ¿el derecho de quién?] mantener
una "postura de fuerza apropiada" en la región.
La posición iraquí también produjo inmediatamente amenazas
presidenciales [todo sea por fomentar la democracia]
y tuits sobre "sanciones como nunca antes habían visto", [y defender la libertad... de Washington y Wall St.] con
la implicación de que USA estaba más que dispuesto a destruir la economía
iraquí si no se salía con la suya. La última amenaza que surgió implica bloquear
el acceso de Iraq a su cuenta bancaria de la Reserva Federal de Nueva York,
donde se mantienen los ingresos por venta internacional de petróleo, creando
una devastadora crisis de efectivo en el sistema financiero de Iraq que podría
destruir la economía iraquí. Si tomar medidas para arruinar económicamente un
país no se considera guerra por otros medios, es difícil discernir qué podría
encajar en esa descripción.
Después de tratar con Iraq, la Administración Trump apuntó
con sus armas a uno de sus aliados más antiguos y cercanos. Gran Bretaña [dice el dicho que “cuando la perra es brava, hasta los de
casa muerde”], que como la mayoría de los otros signatarios europeos del
Plan de Acción Integral Conjunto 2015 (JCPOA, por sus siglas en inglés) se ha
mostrado reacio a retirarse del acuerdo por la preocupación de que Irán, como
resultado, decidirá desarrollar armas nucleares. Según The Guardian, un
representante del Consejo de Seguridad Nacional de USA llamado Richard
Goldberg, visitó Londres recientemente para aclararle al gobierno británico que
si no sigue el liderazgo estadounidense y se retira del JCPOA y vuelve a
aplicar las sanciones, podría ser difícil llegar a un acuerdo comercial con
Washington después del Brexit. Es una amenaza importante, ya que parte del voto
pro-Brexit se derivó claramente de una promesa de Trump de compensar parte de
la disminución prevista en el comercio europeo al aumentar el acceso del Reino
Unido al mercado estadounidense. Ahora el quid pro quo está claro: Gran
Bretaña, que normalmente sigue el liderazgo de Washington en política exterior,
ahora se espera que esté completamente a bordo todo el tiempo y en todas
partes, particularmente en el Medio Oriente.
Durante su visita, Goldberg le dijo a la BBC: "La
pregunta para el primer ministro Johnson es: 'A medida que avanza hacia Brexit
... ¿qué va a hacer después del 31 de enero cuando venga a Washington para
negociar un acuerdo de libre comercio con USA? Es absolutamente de [su] interés
y del de la gente de Gran Bretaña unirse al presidente Trump, con USA, para
realinear su política exterior lejos de Bruselas y unirse a la campaña de
máxima presión para mantenernos a todos [nosotros]
seguros".
Y hay una historia interesante sobre Richard Goldberg, un
protegido del anti-iraní de línea dura John Bolton, que amenazó a los
británicos en nombre de Trump. James Carden, escribiendo en The Nation, postula
"Considere el siguiente escenario: una organización exenta de impuestos
con sede en Washington, DC, que se anuncia a sí misma como un grupo de expertos
dedicado a mejorar la reputación de un país extranjero dentro de USA,
financiado por milmillonarios estrechamente alineados con dicho país
extranjero, tiene uno de sus operativos de alto rango (a menudo referidos como
"compañeros") integrado al personal de seguridad nacional de la Casa
Blanca con el fin de promover la agenda de su organización local, la que, casualmente,
también está pagando su salario durante su estancia de un año allí. Resulta que
esto es exactamente lo que, según los informes, el grupo de expertos
pro-israelí de la Fundación para la Defensa de las Democracias (FDD) logró en
un acuerdo negociado por el ex asesor de seguridad nacional de Trump, John
Bolton".
El alto asesor de la FDD en cuestión, que fue colocado en el
Consejo de Seguridad Nacional, fue Richard Goldberg. La FDD es financiada en
gran parte por milmillonarios judíos estadounidenses, incluido el capitalista
de fondos buitre Paul Singer y el socio de Home Depot, Bernard Marcus. Sus funcionarios
se reúnen regularmente con funcionarios del gobierno israelí y la organización
es mejor conocida por sus incansables esfuerzos para provocar la guerra con
Irán. Impulsó implacablemente una política estadounidense temerariamente
militarista dirigida contra Irán y también de manera más general en Oriente
Medio. Es un portavoz confiable para Israel e, [inexplicable
e] inevitablemente, nunca se le ha requerido registrarse bajo la Ley de
Registro de Agentes Extranjeros de 1938.
Sin duda, Trump también tiene otros neoconservadores [todos los cuales ni son “nuevos” y mucho menos son “conservadores”]
que lo asesoran sobre Irán, incluido David Wurmser, otro asociado de
Bolton, que tiene el oído del presidente y es consultor del Consejo de
Seguridad Nacional. Wurmser ha presentado recientemente una serie de memos a la
Casa Blanca en los que aboga por una política de "interrupción del
régimen" con la República Islámica que la desestabilizará y eventualmente
conducirá a un cambio de gobierno. Puede haber jugado un papel clave en dar luz
verde al asesinato de Soleimani.
La buena noticia, si hay alguna, es que Goldberg renunció el
3 de enero, supuestamente porque la guerra contra Irán no se estaba
desarrollando lo suficientemente rápido como para adaptarse a él y a la FDD,
pero él es sintomático de
los muchos halcones neoconservadores que han infiltrado la Administración Trump
en niveles secundarios y terciarios, donde gran parte del desarrollo e
implementación de la política realmente tiene lugar. También explica que
cuando se trata de Irán y la continuación irracional [y
perjudicial para USA] de una presencia militar estadounidense
significativa en el Medio Oriente, son Israel y su Lobby quienes dirigen el
barco del estado.
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