Palestina: Aun Durante una Pandemia, Soldados Israelíes Disparan a los Tanques de Agua en Kafr Qadum
Por B'Tselem 01-Jun-20
FUENTE: https://www.globalresearch.ca/soldiers-shoot-holes-water-tanks-kafr-qadum/
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En
las últimas semanas, soldados israelíes repetidamente han disparado a los
tanques de agua en los techos de las casas en Kafr Qadum. Los disparos
ocurrieron durante las protestas semanales contra el cierre de la salida
oriental de la aldea, que conecta la aldea con la ciudad de Nablus y que pasa a
través de la expansión del asentamiento de Kedumim. Los residentes han estado
sosteniendo protestas semanales desde 2011.
agua y un suministro irregular. Para aliviar las dificultades,
los residentes colocan tanques de agua con volúmenes de 500 o 1,000 litros en
sus techos para almacenar agua durante las horas de suministro, para usar
durante las muchas horas cuando no hay agua corriente.
La investigación de B’Tselem indica que el tiroteo es
deliberado y ha provocado que los residentes pierdan cientos de litros de agua.
Ahora tendrán que comprar tanques nuevos y caros a unos 500 NIS [nuevo shekel israelí, por sus siglas en inglés] (~
125 USD) por unidad. Desde principios de abril, los soldados han dañado 24
tanques de agua en los tejados de las casas de la aldea, algunos más de una
vez. En algunas casas, los tanques de agua sufrieron daños tres o cuatro veces
durante un mes y medio.
El daño a los tanques de agua es puro abuso y constituye un
acto ilegal de castigo colectivo. Como los residentes ahora deben seguir
estrictas medidas de higiene, incluido el lavado frecuente de manos, debido al
brote del coronavirus, esta conducta es aún más grave. Sin embargo, los
tiroteos han continuado sin cesar durante varias semanas. Esto indica que, en
lugar de la iniciativa aleatoria de un soldado en particular, esta conducta es
al menos tolerada por los comandantes en el terreno, en total desprecio por las
vidas y propiedades de los residentes.
Los testimonios fueron dados al investigador de campo de
B’Tselem, Abdulkarim Sadi.
Hogar de ‘Assem y Nuha ‘Aqel
El sábado 25 de abril de 2020, alrededor de la 1:30 p.m.,
aproximadamente una hora después de que comenzara la manifestación semanal, los
soldados abrieron fuego contra los tanques de agua en el techo de la casa de
'Assem (de 42) y Nuha (de 43) 'Aqel, donde vive la pareja con sus cinco hijos y
la familia de sus hermanos. Cuando terminó la manifestación, ‘Assem subió al
techo y arregló temporalmente un agujero de bala en un tanque de agua.
En un testimonio que dio al día siguiente, contó:
Durante la protesta y los enfrentamientos con los
soldados, que esperaban a los manifestantes, estaba en casa con mi esposa y mis
hijos. De vez en cuando escuchamos fuego vivo y el sonido de balas “de goma” y
gases lacrimógenos disparados. Mientras tanto, también escuché disparos
provenientes de la colina detrás de nuestra casa, a unos 200 metros de
distancia. Después de unos momentos, escuché agua fluir desde el techo hacia el
patio a través de las canales de desagüe. Como los soldados todavía estaban en
la colina, tenía miedo de subir al techo. Solo cerré el grifo de agua principal
para que los tanques no se llenen.
Esperé alrededor de una hora hasta que terminó la
manifestación. Cuando estuve seguro de que los soldados se habían ido, subí al
techo. Vi un agujero en el tanque de plástico y lo arreglé temporalmente
colocando un tornillo y agregando material adhesivo a su alrededor para sellar
el agujero, pero todavía tiene fugas. Perdimos unos 450 litros de agua. El año
pasado, el ejército israelí también disparó contra nuestro tanque de agua y nos
vimos obligados a reemplazarlo.
Ahora, debido al coronavirus, debemos tener especial
cuidado con la limpieza. Tenemos que ducharnos, lavar nuestra ropa y nuestras
manos con más frecuencia. También es el agua que usamos para cocinar y beber.
No entiendo cómo los soldados pueden ser tan despiadados y dañar tanques de
agua como ése. El agua es la principal fuente de vida para todo ser humano.
Debido al coronavirus, ahora es más difícil viajar
entre las aldeas. En cualquier caso, las tiendas que venden tanques de plástico
en las aldeas vecinas están cerradas. La reparación que hice es solo temporal.
Tendré que comprar un nuevo tanque de agua y el costo de comprarlo y
ensamblarlo es de 500 shekels.
Hogar de la familia extendida Shteiwi
Desde principios de abril, los soldados han disparado tres
veces a los tanques de agua de la extendida familia Shteiwi. Los tanques son
utilizados por tres apartamentos en un edificio de tres pisos: los apartamentos
de ‘Awni Shteiwi (de 38), su esposa Ruwaa (de 31) y sus cuatro hijos; el
departamento de su hermano Mu’in (de 45), su esposa Nahil (de 36) y sus dos
hijos; y el departamento de la madre de ‘Awni, Nazikah (de 67) y la tía ‘Ablah
(de 65).
En un testimonio que ‘Awni Shteiwi dio el 3 de mayo de 2020, contó:
La primera vez que los soldados dispararon contra
nuestros tanques de agua fue el viernes 10 de abril de 2020, alrededor de las
2:00 p.m. El tanque de agua de mi madre y el nuestro fueron alcanzados por dos
balas cada uno, y el tanque de agua de mi hermano Mu’in fue alcanzado por una
bala. El agua se escapó de los tres tanques, a través de las tuberías de
desagüe hacia el patio y luego a la carretera junto a la casa. Salí y cerré los
grifos de los tanques para que el agua dejara de correr. Esperé hasta que la
protesta terminó y solo entonces subí al techo. Creo que el tiroteo vino desde
la cima de la colina llamada Jabal al-Aqra', que se encuentra a unos 100 metros
de nuestra casa. Por lo general, durante las protestas, cerca de 10 o 15
soldados están parados allí. Consulté a mi hermano y decidimos no comprar
nuevos tanques de agua, sino arreglar los que tenemos temporalmente con
tornillos y material adhesivo. Tres nuevos tanques de agua nos costarían 1,500
shekels (~ 430 USD).
Dos semanas después, el viernes 24 de abril de 2020,
los soldados dispararon nuevamente contra los tanques de agua. El agua fluía a
través de las tuberías de desagüe hacia el patio. Mis hijos salieron y cerraron
el grifo principal. Esta vez, mi hermano y yo decidimos hacer una solución
temporal para evitar que el agua se escapara. Una semana después, el sábado 2
de mayo de 2020, sucedió nuevamente. Esta vez, cerré los grifos antes de que
comenzara la demostración, para evitar perder más agua. Nuevamente, sellamos
los agujeros con tornillos y adhesivos.
Las reparaciones que hicimos son solo temporales y no
durarán mucho. Estos tanques de agua fueron baleados tres veces. Algunos de
ellos tienen cinco o seis agujeros de bala. Tendremos que reemplazarlos, pero
no tiene sentido hacerlo ahora. Esperaremos a que los soldados dejen de
dispararles. En las casas de al lado, muchos de los tanques también fueron
alcanzados por balas disparadas por soldados desde la colina.
Usamos el agua en los tanques a diario, para beber, cocinar,
lavar la ropa, bañarnos y limpieza en general. Dispararles es inmoral e
inhumano. Tal vez los soldados piensan que hará que se detengan las protestas
semanales, pero si ése es el caso, están equivocados y haciéndose ilusiones.
Incluso si siguen así, solo arreglaremos lo que dañaron. Nunca renunciaremos ni
nos rendiremos.
Hogar de Ashraf y Athnaa Shteiwi
El tanque de agua en la azotea de Ashraf Shteiwi, un oficial
de policía de 44 años, su esposa Athnaa y sus hijos, ha sido perforado tres
veces desde principios de abril.
En un testimonio que dio el 26 de abril de 2020, Shteiwi relató:
El viernes 24 de abril de 2020, el primer día de
Ramadán, terminé de rezar en la mezquita y regresé a casa. Poco después de que
comenzara la manifestación, se desarrollaron enfrentamientos entre los
manifestantes y los soldados, y escuchamos el ruido de granadas de aturdimiento
y el disparo de fuego vivo y balas de "goma".
Aproximadamente una hora después, escuchamos que el
agua fluía a través de las tuberías de drenaje. El patio se llenó de agua.
Entonces una bala hizo añicos la ventana de la cocina. Justo enfrente a la
ventana hay una colina donde se ponen
los soldados, así que estoy seguro de que dispararon a la casa desde allí.
Mi esposa y
mis hijos pequeños se asustaron. Los puse en la sala de estar para mantenerlos
fuera del alcance del fuego. Salí y cerré el grifo principal, para no perder
mucha agua. Como nuestra casa está justo frente a la colina, esperé hasta que
terminaron los enfrentamientos. Solo entonces, subí al techo para verificar el
daño al tanque e intenté arreglarlo con tornillos.
Fue la tercera vez este mes que los soldados disparan
contra nuestros tanques de agua. Cada vez, perdemos mucha agua y pongo
tornillos en los agujeros de bala. Al día siguiente, sucedió por cuarta vez. Ya
era tarde. Los soldados en la cima de la colina dispararon dos balas al tanque
de agua y se vació por completo.
Disparar contra los tanques de agua es un castigo
colectivo y la destrucción de nuestra propiedad por parte de los soldados
israelíes debido a las manifestaciones semanales. No puedo pagar 500 shekels
cada vez que disparan a un tanque de agua. Entonces, cada vez que comienzan a
disparar, cierro el grifo principal y arreglo temporalmente el tanque con
tornillos y pegamento.
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