China ha logrado la velocidad de escape: Ahora es imparable
Por Pepe Escobar 24-Jul-24
FUENTE:
https://strategic-culture.su/news/2024/07/24/china-has-achieved-escape-velocity-it-is-now-unstoppable/
El
texto [en rojo] NO viene en el original y fue
agregado por el equipo de traducción. Igualmente lo destacado en amarillo
aparece como texto simple en el original.
El siglo 21 se perfila como el siglo asiático,
euroasiático y chino.
El pleno de cuatro días que el Partido Comunista de China
celebró la semana pasada en Beijing, que se celebra dos veces por década, en el
que se diseñó una hoja de ruta económica hasta 2029, fue un acontecimiento
sorprendente en más de un sentido.
Empecemos por la continuidad y la estabilidad. No hay duda,
después del pleno, de que Xi Dada [~ el Gran Xi],
o el Gran Panda, seguirá al mando hasta 2029 [cuando
tendrá 76 años] —el fin del actual impulso económico de cinco años.
Y si Xi está lo suficientemente sano, se quedará hasta 2035 [a los 82 años]: el año fatídico y decisivo para que
China exhiba un PIB per cápita de 30,000 dls, con enormes repercusiones en todo
el mundo.
Aquí vemos la confluencia entre la progresión del
“socialismo con características chinas” y los contornos definitorios, si no de
una Pax Sinica, al menos de un mundo multinodal no centrado en la
hegemonía (la cursiva es mía).
El proverbial eje Think Tanks/Sinofobia estadounidense se ha
puesto histérico ante la posibilidad de que China no pueda mantener una tasa de
crecimiento del 5% anual en los próximos años, objetivo subrayado una vez más
en el pleno.
Un análisis ruso del Centro de Pronósticos Geopolíticos
señala un punto crucial: “Los propios chinos no se han preocupado por la tasa
de crecimiento durante mucho tiempo, ya que en 2018 cambiaron a una estrategia
de desarrollo llamado cualitativo, es decir, no a expensas de las industrias
tradicionales, sino sobre la base de altas tecnologías y la creación de nuevas
áreas, como la producción de nuevas fuentes de energía e inteligencia
artificial”.
Esa es la lógica detrás de Made in China 2025 —que se está
implementando a una velocidad vertiginosa: el desarrollo de alta tecnología
lidera el camino hacia una “economía de mercado socialista de alto nivel”, que
se consolidará en 2025 y se construirá completamente en 2035.
El siguiente paso será alcanzar el status de “potencia
socialista modernizada” en 2049, en el centenario de la República Popular China
(RPC).
El pleno demostró una vez más que el “socialismo con
características chinas” —o, para los recalcitrantes, el capitalismo modificado
al modo chino— está “centrado en el pueblo”. Los valores supremos son el interés nacional y los
intereses del pueblo, como lo demuestra el hecho de que las grandes
corporaciones privadas siguen bajo el control estratégico del PCCh.
Es inútil tratar de encontrar en el comunicado al final del
pleno alguna restricción al capital privado en el camino hacia la “prosperidad
universal”. El punto clave
es que el papel del capital siempre debe estar subordinado al concepto de
“socialismo con características chinas”.
Observemos cómo el barco de la
reforma navega con rumbo firme
Todo se explica aquí en términos casi didácticos, narrando
el nacimiento de la “Decisión del Comité Central del PCCh sobre la
profundización integral de las reformas para promover la modernización de
China”.
Lo que ahora se conoce coloquialmente en toda China como “La
Decisión” se distribuye en 15 partes y 60 artículos, divididos en tres
secciones principales, que proponen más de 300 reformas importantes.
“La Decisión”, en su totalidad, aún no se ha publicado; solo
se presenta la hoja de ruta de cómo los planificadores de Beijing llegaron
allí. Por supuesto, no se trata de un simple documento de políticas: es una
disertación al estilo del PCCh por excelencia, donde los detalles de las
medidas económicas y políticas están oscurecidos por nubes de imágenes y metáforas.
Eche un vistazo, por ejemplo, a este pasaje:
“Para garantizar que el
barco de la reforma navegue con firmeza hacia adelante, la ‘Decisión’ propone
que una mayor profundización integral de la reforma debe implementar los “seis
principios”: adherirse al liderazgo general del partido, adherirse al enfoque
centrado en las personas, adherirse al principio de mantener la integridad y
promover la innovación, adherirse a la construcción del sistema como línea
principal, adherirse al estado de derecho integral y adherirse a un enfoque
sistemático”.
La mayor parte de la “Decisión” (seis partes de un total de
trece) trata de reformas económicas. ¿Lo logrará China? Por supuesto que sí.
Basta con mirar los precedentes. En 1979, el Pequeño Timonel
Deng Xiaoping empezó a transformar una nación de agricultores y campesinos en
una máquina bien engrasada de trabajadores industriales eficientes. En el camino, el PIB per cápita
se multiplicó por nada menos que 30 veces.
Ahora,
las ramificaciones de Made in China 2025 están convirtiendo una nación de
trabajadores de fábrica en una nación de ingenieros. De los 10.5 millones de
graduados universitarios que se producen cada año, un tercio son ingenieros.
El énfasis en la IA ha llevado, entre otros ejemplos, a que
la industria del automóvil sea capaz de producir un vehículo eléctrico de 9,000
dls en completa automatización y obtener beneficios. China ya es líder mundial
en vehículos eléctricos (BYD construye plantas en Brasil, Tailandia, Turquía y
Hungría), energía solar, drones, infraestructura de telecomunicaciones (Huawei,
ZTE), acero, construcción naval y, pronto, también semiconductores (gracias,
sanciones de Trump).
Mientras que el Hegemón gastó al menos 7 bdd (y contando) en
guerras eternas imposibles de ganar, China está gastando 1 bdd en una serie de
proyectos de la Iniciativa Región-Camino (BRI [por sus
siglas en inglés]) en todo el Sur Global [sería
más exacto referirlo como Mayoría Global, porque una buena parte no se ubica
precisamente en el sur]: el énfasis está en los corredores de
conectividad digital y de transporte. Imperativos geoeconómicos entrelazados
con una creciente influencia geopolítica.
Dejando de lado la histeria hegemónica, el hecho es que la
economía china crecerá la friolera de 1.7 bdd solo en 2024. Eso es más que en
los tres últimos años, debido al efecto Covid.
Y Beijing
pidió prestado exactamente cero yuanes para este crecimiento. La
economía estadounidense, en comparación, puede crecer 0.3 bbd en 2024 [apenas un 17.6% del crecimiento chino]; pero Washington tuvo que pedir
prestados 3.3 bdd para que eso sucediera.
El investigador Geoff Roberts ha compilado una muy útil
lista de lo que China ha estado haciendo correctamente.
Y en lo que respecta a los detalles, las cifras son
asombrosas. A continuación, se enumeran algunas, además del crecimiento del
PIB:
·
El comercio exterior de bienes aumentó un 6.1%
hasta los 2.9 billones de dólares interanuales.
·
El superávit comercial se sitúa en 85,000 mdd,
un 12% más en comparación con 2023.
·
El comercio de la ASEAN aumentó un 10.5% hasta
los 80,000 mdd; China es el socio comercial número uno de los miembros
individuales de la ASEAN.
·
China tuvo una cosecha récord, 150 millones de
toneladas de cereales.
·
El sector de la mensajería gestionó 80,000
millones de paquetes, un 23% más interanual.
·
SMIC es la segunda fundición pura del mundo,
después de la taiwanesa TSMC.
·
China Telecom pagó 265 mdd por el 23% de
QuantumCTek, patentador de Micius, el primer satélite de comunicaciones
cuánticas del mundo.
·
La industria aeroespacial comercial lanzó el 39%
de los 26 cohetes de China.
·
Las patentes de invención aumentaron un 43%
hasta las 524,000. China es el primer país con 4 millones de patentes de
invención nacionales vigentes.
·
Los 1,000 robotaxis de Baidu en Wuhan alcanzarán
el punto de equilibrio en el cuarto trimestre y serán rentables el año que
viene.
·
China tiene el 47% de los mejores talentos en
inteligencia artificial del mundo. Añadió no menos de 2,000 cursos de
inteligencia artificial a los planes de estudio de escuelas y universidades
desde 2019.
·
En cuanto a las instituciones de clase mundial
que también son líderes en investigación, 7 de cada 10 son chinas, incluida la
principal: la Academia China de Ciencias, por delante de Harvard.
Los "expertos" excepcionalistas de China creen en
su propia fantasía de que USA, aliado con Japón, Alemania y Corea del Sur, ocupados,
sería capaz de igualar y superar el atractivo de China con la Mayoría Global,
porque tienen más recursos y más capital.
Tonterías. Aún más absurdo es creer que los “socios” de la
OTAN —es decir, sus vasallos— seguirán al líder en la creación de tecnología de
vanguardia.
El tren de alta velocidad que importa ya salió de la
estación. El siglo 21 se perfila como el siglo asiático, euroasiático y chino.
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