Haciendo las Preguntas Equivocadas: ¿Fallaron las Revoluciones Árabes?
Por Ramzy
Baroud 07-Nov-13
FUENTE:
http://dissidentvoice.org/2013/11/asking-the-wrong-questions-did-arab-revolutions-fail/
Las notas de pie de página NO vienen en
el original y fueron agregadas por el equipo de traducción.
El retar las falsedades y simplificaciones que han rodeado
desde su mismo inicio a la llamada Primavera Árabe no significa que
necesariamente uno ponga en duda la noción
misma de que revoluciones verdaderas han envuelto a diversos países
árabes por casi tres años.
De hecho, el influjo revolucionario aun está operando, y
tomará muchos años antes de que los logros de estas movilizaciones populares
sean verdaderamente sentidas. Uno puede entender la frustración y el profundo
sentido de desilusión resultante del estado de caos en Libia, las disputas
políticas en Yemen y Túnez, la brutal guerra civil[1]
en Siria y, por supuesto, la profunda pena colectiva sentida a través de todo
el mundo árabe luego de los sangrientos eventos en Egipto.
Pero asignar el término ‘fracaso’ a las revoluciones árabes
es un error equivalente a muchos errores de cálculo que acompañaron las nacientes
revoluciones y levantamientos desde el inicio. Muchos errores de juicio se
hicieron al inicio, comenzando con juntar a todos los países árabes en una
categoría única —discutida como noticia singular o tópico académico. Era muy
conveniente para un periódico preguntar “¿quién sigue?” cuando Muammar
al-Gaddafi de Libia fue tan inmisericordemente asesinado por los rebeldes
apoyados por la OTAN. Es igualmente conveniente para los académicos mantenerse
discutiendo por qué el ejército egipcio inicialmente se puso de lado de la
revolución de Enero 25, el ejército sirio se alió con el partido gobernante[2],
mientras que el ejército yemenita cayó en profundas divisiones.
En la prisa por enfatizar la propia autoridad intelectual,
si no la propiedad de la narrativa y las razones políticas también, los árabes
fueron disectados en todos los modos posibles, estirados en todas las
direcciones posibles, y reducidos en modos tan útiles como deficientes, para que
pudieran obtenerse respuestas rápidas.
Mientras que las respuestas estaban fácilmente disponibles de
por qué los árabes se han sublevado, el tiempo ha probado que muchos de los
discursos iniciales fueron vanos y equivocados. Esto es un testamento de la
originalidad de las circunstancias, históricas y de otro tipo, que rodearon a
cada país —como opuesto a la representación de conjunto ofrecida por los
medios. Es un argumento que hice poco después que el presidente tunecino Zine
El Abidine Ben Ali huyó del país. Mi alegato fue una respuesta a la euforia de
las expectativas creadas por los ‘expertos’ y periodistas de los medios que
claramente tenían poca comprensión[3]
o me atrevería a decir, respeto de la historia o conocimiento de las complejas
realidades en que cada país árabe está situado. Muchos fueron a escribir
libros, mientras que otros motivaron audiencias alrededor del mundo con fieros
discursos acerca de los despertares colectivos árabe islámicos aun antes que
nosotros sacáramos las ideas básicas de lo que estaba manifestándose ante
nuestros ojos. Estas manifestaciones fueron a veces muy violentas e implicaron
muchos participantes, de Qatar a China, y grupos tan variados en raíces,
ideología y fuentes de financiamiento.
Pero a medida que la trama se complicaba, muchos de los
relatos distorsionados de las ‘revoluciones mediante twiter’, etc. se volvieron
menos relevantes y eventualmente desaparecieron[4].
Tómese el caso de Libia como ejemplo. Aquellos con respuestas simples,
reflejando (su) modesta comprensión de las sociedades árabes, apenas podían
comprender la compleja naturaleza de la sociedad tribal libia, las relaciones
socioeconómicas gobernando el Oriente y el Occidente, las áreas urbanas con las
aldeas del desierto, y el contexto y relaciones africanas de Libia.
Cuando la OTAN usó el levantamiento libio, principalmente en
las partes orientales del país, para lograr sus propios objetivos políticos,
convirtió un levantamiento regional en un guerra en plena escala que dejó al
país en un status comparable al de un estado fallido[5].
Casi inmediatamente después de que la OTAN declaró victoriosa la revolución
libia, la excitación del componente libio en la ‘Primavera Árabe’ llegó a ser
menos visible, y eventualmente se disipó por completo. Desde entonces Libia
difícilmente ha seguido un camino de democracia y reformas. De hecho, los daños
resultantes de la crisis libia, tales como el influjo masivo de armas y refugiados
a otros países africanos, desestabilizó todo el país de Mali.
Como resultado, Mali fue a través de su propio
levantamiento, golpe militar, guerra civil y finalmente una guerra conducida
por Francia en el curso de dos años. Desafortunadamente, estos problemas apenas
son discutidos dentro del contexto libio, puesto que Mali no es árabe; así
tales historias inconvenientes no sirven al discurso simplificado de la
‘Primavera Árabe’.
Las consecuencias del fiasco libio[6]
continuarán reverberando por muchos años por venir. Pero puesto que los
argumentos simples no pueden enfrentar las narrativas intrincadas, los
‘expertos’ de los medios y otros mercenarios intelectuales se han ido a otro
lado, vendiendo los mismos gastados argumentos acerca de otros países árabes
insistiendo en la misma comodina y defectuosa lógica.
Mientras que algunos partidos continúan suscribiendo el
mismo lenguaje que usaron en los primeros meses de 2011 a esas revoluciones,
los defectos de las mismas eventualmente dieron credibilidad a los que insisten
en que la ‘Primavera Árabe’ fue una completa farsa —concebida, controlada y
manipulada en manos estadounidenses, y financiada por ricos países árabes.
Estos críticos o no tienen fe en las masas árabes como un posible factor de
cambio en sus propios países[7],
o han estado tan acostumbrados a juzgar el mundo y todo lo que ocurre como una
colosal conspiración donde USA y sus amigos son los únicos embaucadores.
Aunque
uno debe permanecer vigilante de tantas estupideces promovidas como noticias
por los medios masivos, uno no debe caer en la trampa de ver el mundo a través
del prisma de una conspiración estadounidense[8]
en la que somos co-conspiradores, tontos sin suerte o participantes forzados[9].
Las revoluciones árabes no han fallado, al menos no todavía[10].
Nos tomará muchos años, o incluso una generación completa evaluar sus fracasos
y aciertos. Han ‘fallado’ conforme a nuestras infladas expectativas y errónea
comprensión de la historia. Lo que hacen las revoluciones populares es que
introducen nuevos factores que retan la manera en que los países son
gobernados. En el Medio Oriente post-colonial, los países árabes fueron regidos
mediante dictadores —y sus asociados locales— y potencias extranjeras. La
armonía y los choques entre el dictador y los extranjeros determinó el curso de
los eventos en la mayoría de los países árabes —de hecho, en la mayoría de las
experiencias post-coloniales alrededor del mundo.
Esto es donde el verdadero sentido de las movilizaciones de
masas en los países árabes llega a ser muy importante, porque el ‘pueblo’ —un
factor que aun está lejos de estar plenamente definido— desafió las reglas del
juego y revolvió las cartas. Cierto, pusieron en desorden a toda la región,
pero es el precio que uno esperaría cuando poderosos regímenes y potencias
extranjeras son desafiadas por la gente largamente privada de derechos,
desorganizada y oprimida.
Las revoluciones árabes no han fallado[11],
pero tampoco han tenido éxito. Simplemente han retado el status quo como nunca
antes. El resultado de los nuevos conflictos definirá la política de la región,
su futuro y las relaciones entre los gobiernos y las venideras generaciones de
árabes.
COMENTARIOS DE RREALISMO
Eso significa que nació en Palestina, o es hijo de
palestinos, avecindado en USA. Y no puede evitar la ‘americanización’ de sus
ideas.
Su artículo es una muestra perfecta de ‘wishful thinking’.
La denominada por sus promotores ‘Primavera Árabe, como un artificio mercadotécnico
“engañapendejos”, NO HA DADO UN SOLO FRUTO FAVORABLE para los árabes y Ramzy se
empeña en repetirse una y otra vez que ‘no han fallado’.
Los resultados diferentes en los diversos países son
bastante simples de explicar: en Túnez y Egipto, cuando a los títeres les faltó
el apoyo acostumbrado, en menos de 1 mes habían renunciado y huido. En Libia,
donde Gaddafi no les debía nada a los bancos extranjeros, éste decidió
resistir; sin embargo, Libia no estaba preparada para resistir una agresión
extranjera moderna. En el caso de Siria, con un respetable sistema antiaéreo,
los audaces pilotos de la OTAN prefirieron mantenerse al margen. Definitivamente
no iba a ser el ‘día de campo’ que tuvieron atacando a Libia. Aquí se imponía
recurrir a mercenarios extranjeros dándoles una excusa islamista
engañapendejos. Arabia Saudita, Qatar y demás cómplices, a quienes USA y
aliados tienen agarrados de lo más
sensible, creen que sacrificando a otros países musulmanes van a lograr
salvarse ellos; lo mismo creyó Saddam Hussein y ya ven como acostumbra pagar el
diablo.
Miles de muertos,
millones de desplazados, infraestructura destruida que costará muchos años reponer,
tons de oro y miles de mdd robados de fondos soberanos, cada país más débil,
empobrecido y dividido y Ramzy autoengañándose y (ojalá, inconscientemente)
tratando de engañar a los demás, queriendo vender la idea de que esas
revoluciones ‘pueden’ a la larga, ‘quizá en la próxima generación’, ‘de alguna
manera’, resultar benéficas.
Uno se pregunta: ¿qué
evidencia requerirá Ramzy para convencerse de que las cacareadas revoluciones
primaverales han sido un enorme fraude y un gigantesco salto hacia atrás de
todos los países árabes, orquestadas por sus enemigos?
Ya lo dijo el 07-Jun-12 el ministro del Interior libanés
Marwan Charbel: «la “primavera árabe”, luego de año y medio no ha dado NINGÚN
OTRO FRUTO que el debilitamiento de TODOS los países árabes y el único
beneficiario ha sido Israel; por lo cual, más que primavera árabe debería
calificarse de “primavera israelí”».
Realmente se necesita ser muy ingenuo, tener un wishful
thinking morboso o, de plano, ser un criptomercenario
al servicio del enemigo, para no advertir lo que ha significado la ‘Primavera
Árabe’ para estos países.
[1] ¿Una “guerra civil” con
combatientes llegados de más de 20 países? Extraña definición propalada por los
medios masivos de comunicación que están al servicio de los enemigos del pueblo
sirio.
[2] La manipulación orwelliana
del lenguaje: cuando el ejército sirio se enfrenta a rebeldes extranjeros de
una multitud de países, “se alió con el partido gobernante”. ¿Qué se requiere
para declarar que el ejército sirio está defendiendo su patria de la agresión
extranjera y que, por otra parte, es la función NORMAL de todo ejército?
[3] Aunque
la estupidez y la ignorancia no pueden ser subestimadas, en este caso
particular, el tratamiento dado inicialmente por los medios pareció más
responder a una agenda previa y sirvió extraordinariamente bien para engañar a
las masas y ocultar su verdadera naturaleza.
[4] ¡Por
supuesto que desaparecieron! Fue una chupaleta para darles aspecto de
modernidad y hacerlas pasar como un acto de masas. El hecho de que no se hayan
vuelto a mencionar apunta a su falsedad (algo similar a la historieta del
vendedor iraní de autos usados en USA que supuestamente andaba tramando
asesinar al embajador saudita en ese país. Jamás se volvió a hablar de él; como
que se veía, desde el principio, que era una mentira mal hilada).
[5] De
lo cual puede concluirse que la “responsabilidad de proteger” fue una burdísima
maniobra mediática de la OTAN (=Organización Terrorista del Atlántico Norte) y
de quienes querían sa-quear las riquezas de Libia.
[6] Igual
que el fiasco de las ‘armas de destrucción masiva’ de las que se acusó a Saddam
Hussein e igual que la acusación de que Irán quiere construir una bomba
nuclear. Pareciera que los fiascos están constituyendo más la regla que la
excepción, y debe señalarse que los que que recurren a ellos, curiosamente,
¡siempre son los mismos!
[7] Parece
que Ramzy no está familiarizado con las teorías de V.Pareto, ni de Lenin, ni
conoce la frase de T.E.Edison: «El 5% de la gente, piensa; el 10% cree que
piensa; y el restante 85%, prefiere morir antes que pensar». Resulta bastante
romántico, anticuado e ilusorio ese protagonismo que pretende atribuirle a las
masas (sean árabes o no).
[8] Una
precisión. Los conspiradores, cuya habilidad de mimetizarse es extraordinaria,
actúan a nombre de USA, pero en realidad, el pueblo estadounidense también es
víctima de la misma mafia.
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