Israel y el ISIS tienen mucho en común
Por Kevin Barrett 28-Ago-14
FUENTE:
http://www.veteranstoday.com/2014/08/28/israel/
El texto [en
rojo] NO aparece en el original y fue agregado por el equipo de traducción.
Igualmente lo marcado en amarillo NO aparece destacado en el original, ni las 2
últimas fotos.
Israel
se autodenomina como “Estado Judío”. El grupo terrorista de Al-Baghdadi se
autodenomina “Estado Islámico”.
Ambas
entidades terroristas se autodefinen en términos de ideologías rígidamente sectarias.
Ambas están erigidas sobre territorios robados. Ambas pisotean los derechos de
quienes consideran seres inferiores —simplemente
porque mantienen puntos de vista religiosos de “segunda clase”. Y ambas,
orgullosamente cometen horribles atrocidades.
Los judíos del mundo están
sintiéndose crecientemente incómodos con el llamado Estado de Israel, que se
propone representarlos sin siquiera[Eso no tiene nada de particular, después de todo Israel se
autoproclamó independiente sin pedir permiso a los palestinos que eran los
dueños del territorio] (Israel se
autodefine como el supuesto estado de, por y para todos los judíos, y da a los
judíos de cualquier parte del mundo el derecho automático a la ciudadanía
israelí —mientras niega ésta a
la mayoría de no-judíos, incluyendo la vasta mayoría de palestinos, simplemente
porque profesan otra religión).
haberles pedido su permiso
El ex-liberal sionista Anthony
Lerman, escribiendo en el New York Times, justo acaba de escribir un obituario
político titulado, “El Fin del Sionismo Liberal” [esto
es una contradicción de términos, como decir, calor helado o agua seca].
Como muchos otros judíos [si son muchos, ¿dónde están?,
que jamás critican a Israel], Lerman reconoce que está haciéndose imposible para los judíos liberales,
tolerantes y razonables continuar apoyando el supuesto Estado Judío de Israel.
El NYT del sábado también
publicó un anuncio pagado por judíos anti-sionistas atacando “la totalidad de
los esfuerzos de Israel por destruir Gaza y el asesinato de más de 2,000
palestinos, incluyendo muchos cientos de niños”. [¿por
qué en lugar de pagar anuncios en el NYT no tratan de que USA deje de financiar
a Israel?]. El anuncio estuvo
firmado por 237 sobrevivientes y descendientes de sobrevivientes del holocausto
nazi. [Falta poco para que se promocionen como nietos y
bisnietos de sobrevivientes].
La semana pasada Henk Zenoli, un
holandés que ayudó a salvar a un muchacho judío de los nazis durante la 2GM —y cuyo padre murió en un campo de
concentración— devolvió a Israel
su galardón “Justo Entre las Naciones”. Dijo que la condecoración, dada a
no-judíos que hayan ayudado a judíos durante el holocausto, ya no significa
nada dado los “asesinatos llevados a cabo por el [supuesto] estado de Israel” [Para lo que les importa; seguramente deben haber guardado
la condecoración para reciclarla en el futuro].
Zenoli ha sentido personalmente
la calidad homicida de Israel. Ha perdido seis parientes —hasta ahora— debido a los carniceros sionistas durante el asalto israelí
sobre Gaza este verano.
Hoy, el verdadero holocausto
está en la Palestina Ocupada.
Justo como los judíos
considerados y sus amigos están horrorizados por los crímenes del llamado
estado de Israel, la vasta mayoría de los musulmanes están pasmados por el llamado Estado Islámico. (A
diferencia de Israel, que aun disfruta una buena cantidad de apoyo judío [en otras palabras, los judíos mencionados al inicio del
párrafo son una ínfima minoría que, salvo para propaganda, no cuenta para nada],
el Estado Islámico virtualmente no cuenta con ningún apoyo de las naciones,
eruditos u organizaciones religiosas musulmanas.
El escaparate de propaganda
sionista Fox News [Fox Jews?] ha estado
promoviendo la gran mentira de que los musulmanes apoyan al llamado Estado
Islámico. El grupo de vigilancia de medios MediaMatters.org, en su artículo
“Los líderes musulmanes categóricamente denuncian el Estado Islámico, pero los
medios conservadores no le informarán a Ud. sobre eso”, prueba lo contrario.
Irónicamente, mientras los
judíos están volviéndose contra el llamado Estado Judío [wishful thinking, ya que al parecer existen sólo en la mente del autor],
y los musulmanes denuncian el Estado Islámico, las dos entidades terroristas parecen estar trabajando
coordinadamente. De acuerdo a algunos reportes, cientos de terroristas
del ISIL (Estado Islámico de Iraq y Levante, por sus siglas en inglés) han sido
atendidos en hospitales israelíes. Y mientras el llamado Estado Judío de Israel
apoya los intentos del Estado Islámico de derrocar al gobierno de Siria, el
Estado Islámico por su parte, mientras dice oponer resistencia al sionismo, en
realidad trabaja para deestabilizar a los enemigos de Israel.
Puesto
que el autoproclamado Estado Judío y el Estado Islámico tienen tanto en común —incluyendo el sectarismo, las
atrocidades, deestabilización de los vecinos y la invasión y robo de
territorios— tal vez deberían
fusionarse en una sola entidad: ISrael. Netanyahu y al-Baghdadi podrían servir
como co-califas [Eso supondría paridad de importancia,
pero da la casualidad que el segundo está en la nómina del primero y eso le
impide por completo aspirar al rango de co-califa], justo como Roma
alguna vez tuvo dos emperadores.
ISrael sería un paraíso para la
gente que le gusta acribillar niños [el autor podría
ahorrarse la redacción hipotética; véase la ilustración a la derecha. Debe
notarse que no se trata de una teoría de conspiración, sino de una ORGULLOSA
autoconfesión] y cortar cabezas. Sería un maravilloso lugar para ser un
fanático intolerante racista que aborrece a los seres inferiores que profesan
alguna incorrección religiosa.
En ISrael, el autoproclamado
pueblo escogido que desprecia a los extranjeros como ganado estaría hombro con
hombro con fanáticos que ven a todos, excepto ellos mismos, como heréticos
dignos de morir. Ambos grupos se llevarían estupendamente. Al-Baghdadi se
sentiría por completo en casa en un asentamiento israelí [sueños de opio; los jihadistas pueden resultar buenos
mercenarios para matar cristianos u otros musulmanes, pero eso de “estar hombro
con hombro” y “sentirse en casa en un asentamiento” es llevar demasiado lejos
la similitud, los jihadistas también son extranjeros para los sionistas],
donde ocasionalmente podría aventurarse fuera de la alambrada de púas con su
rifle para cazar “herejes”, destrozar sus hogares y desenraizar sus olivos.
Podría incluso ser capaz de hablar con los colonos sionistas para decapitar a
sus víctimas palestinas en lugar de simplemente dispararles o golpearlas hasta
matarlas.
Mientras los sionistas del
llamado Estado Judío y los takfiristas del Estado Islámico trabajan
mancomunadamente [por supuesto que trabajan
mancomunadamente; las víctimas de los
takfiristas hasta ahora han sido EXCLUSIVAMENTE musulmanes o cristianos] para
hacer que judíos y musulmanes se miren como bárbaros y criminales de guerra,
los judíos y musulmanes razonables —junto
con los bienintencionados de otras religiones— necesitan trabajar juntos para poner fin a tales absurdos.
No necesitan rechazar la noción
de gobierno religioso. Si los judíos viven de acuerdo a la ley judía y los
musulmanes de acuerdo a la ley islámica, debería permitírseles, de hecho
animárseles, a hacerlo así.
En la España islámica, el
Imperio Otomano y otras sociedades islámicas clásicas, cada grupo religioso se
auto-organizaría conforme a sus propias leyes y controlaría sus propios
asuntos. [El autor está idealizando una época ya
desaparecida; ni en la España islámica ni en el imperio otomano, los
no-musulmanes gozaban de igualdad frente a los musulmanes; no es honesto
intentar falsear la historia para apoyar el punto de vista propio]. Los
musulmanes no forzarían a cristianos y judíos a seguir normas musulmanas,
mientras los cristianos y judíos no impondrían sus leyes y estilos de vida
sobre los musulmanes. [¿Y los cristianos tienen algún
estado donde “pudieran” imponer sus leyes y estilo de vida?].
No hay razón de por qué un gobierno
similarmente tolerante y de pluralismo religioso no pudiera ocurrir hoy [Barrett, wake up!, una traducción libre de esta frase sería:
Barret, si no la dominas, ¿para qué la fumas?].
Pero los estados modernos tienen
una perspectiva totalitaria. Tratan de forzar a todos a vivir del mismo modo y
siguiendo las mismas reglas. Esto es por qué los estados modernos, se llamen
Estado Judío como Israel, o Estado Islámico como el de al-Baghdadi, estados
fascistas o comunistas como la Alemania de Hitler o la URSS de Stalin, o
incluso los llamados estados liberal-democráticos como Europa o USA, no han
aprendido todavía a conceder a sus ciudadanos el nivel de autonomía pluralista
disfrutado por las comunidades religiosas de la Andalucía medieval.
Los regímenes fanáticos,
intolerantes, sectarios, abusadores de los derechos humanos y “religiosos”
estilo Netanyahu y al-Baghdadi simplemente son ejemplos extremos del
totalitarismo que está en la raíz del moderno estado nación. Los judíos y
musulmanes razonables deberían abjurar del canto de sirena del secularismo
monolítico, del mismo modo que rechazan la difamación de sus religiones por los
viciosos extremistas de los estados “judío” e “islámico”.
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