AIIB, el Banco de Desarrollo de los BRICS y un Mundo Emergente
Por F.
William Engdahl 10-Abr-15
FUENTE:
http://journal-neo.org/2015/04/10/aiib-brics-development-bank-and-an-emerging-world/
El texto [en rojo] NO
aparece en el original y fue agregado por el equipo de traducción.
Alemania es un miembro fundador como lo es Francia. Igual que
Luxemburgo, e incluso Gran Bretaña. La Rusia de Putin y la India también están
entre los fundadores. Para sorpresa de muchos, también lo es el Fondo Monetario
Internacional (FMI), una institución que hasta ahora ha sido un pilar en el
sistema del dólar. Estamos hablando del Banco Asiático de Infraestructura e
Inversión o AIIB (por sus siglas en inglés). La pregunta es ¿si el AIIB está en
camino de llegar a ser el punto de partida de un nuevo orden monetario que
pudiera reemplazar la destructiva influencia del dólar? ¿O será infectado por
troyanos como el RU y el FMI? La respuesta bien podría formar la arquitectura
de un nuevo mundo en el que el dólar y sus hipertrofiadas estructuras de deuda
ya no dictan al mundo entero lo que deberían ser sus políticas económicas.
En Octubre de 2014,
China anunció que estaba creando un nuevo banco internacional para financiar
grandes proyectos de infraestructura a través de Asia. La principal motivación
para China fue financiar su ferrocarril eurasiático de alta velocidad Nueva
Ruta de la Seda, también proyectos de infraestructura marina y la negativa de
USA de aceptar una importante reforma al sistema de votación en el FMI, que
daría a China y otras naciones emergentes en lo económico un mayor peso en las
decisiones. En el inicio, Washington y la mayoría del resto del mundo ignoró al
banco, mientras la administración Obama lo atacaba mencionando una posible
falta de transparencia o suficiente interés por los riesgos ambientales [menos mal que no lo acusaron de la posibilidad de matar
delfines o poner en riesgo el clima; de cualquier forma, es un raro interés que no mostró en la manipulación de la LIBOR o tanta transa y multas que se han llevado los bancos... y no precisamente chinos], evidentes maniobras de distracción
de la realidad, esto es, que el AIIB representa una amenaza estratégica a la
continuada hegemonía global del dólar de USA.
Un
certero disparo en el pie de Washington
Oponiéndose fieramente cuando el R.Unido, Australia, Japón y otros
aliados clave de USA mostraron interés en unirse al AIIB, ahora la
administración Obama se ha disparado realmente en ambos pies. Hoy, a la fecha
límite del 31 de Marzo, más de 40 naciones se han unido a China como miembros
fundadores. El banco ahora amenaza rivalizar con el FMI, el Banco Mundial y con
el emparentado Banco Asiático de Desarrollo como un acreedor de largo plazo
capaz de atraer capital para grandes inversiones de infraestructura a través de
Eurasia y tal vez más allá. Estos 3 bancos son todos derivados del Tratado de
Bretton Woods de postguerra y los 3 están estrechamente controlados por Washington
para ventaja del dólar y los intereses de USA.
Ahora, no es como si China se deslizara por la espalda de sus queridos
amigos en Washington. En 2010 China, Brasil y otros países de rápido desarrollo
ganaron un acuerdo para reformar el FMI que habría duplicado los fondos
disponibles para el FMI a cambio de una mayor ponderación en el voto para
países tales como Brasil, Rusia, India, China y otras economías que ni siquiera
existían en el mapa en 1944 en términos del tamaño económico relativo. La propuesta
ganó el 77% de los votos de todos los países miembros del FMI.
La reforma de 2010 en los derechos de voto del FMI estipulaba que China
llegaría a ser el tercer miembro más grande en el FMI y habría cuatro economías
emergentes —Brasil, Rusia, India y China— entre los 10 mayores accionistas del Fondo. Bajo
las actuales reglas, Washington, convenientemente mantiene el 16.75%, un veto
de minoría. Los estrechos aliados geopolíticos de USA —Japón con 6.23%, RU y
Francia, 4.29% cada uno y Alemania con 5.81% típicamente asegurarían que las
políticas del FMI en cualquier área fueran “amistosas” a los intereses
nacionales de USA.
Brasil, Rusia, India, China y otras economías rápidamente emergentes
encuentran que es totalmente absurdo que los derechos de votación en el Consejo
Ejecutivo del FMI le den a Francia, con un PIB de 3,000 bdd, bastante más votos
que China que tiene un PIB más de tres veces mayor (10,000 bdd), o que den a
Bélgica (1.86%) con un PIB de 500 bdd un mayor peso de votación que Brasil
(1.72%), que tiene un PIB de más del cuádruple (2,200 bdd). Conforme a las
normas del FMI, el peso de votación de un país miembro debería ser
aproximadamente proporcional a su tamaño relativo en términos del PIB entre los
147 países miembros del FMI. Cuando Washington redactó las ordenanzas del FMI
en 1944 estipuló, convenientemente, que ninguna decisión importante del FMI
podría ponerse en vigor a menos que contara con el apoyo de un 85% de
participación de votos.
Washington se está aferrando como perro bulldog a las antiguas normas
en las que USA retiene una participación de votos capaz de bloquear cualquier
iniciativa. El congreso de USA se niega a aprobar las reformas al FMI y romper
así el punto muerto. Esto fue lo que forzó a China y los otros estados BRICS de
rápido crecimiento a mirar fuera del FMI y del Banco Mundial y construir una
arquitectura completamente nueva. Hoy el AIIB está emergiendo rápidamente como
una pieza central en esta nueva arquitectura global emergente.
Más bien que tratar de influir el nuevo AIIB desde dentro, Washington
ha escogido una táctica que le ha dado una gigantesca y humillante derrota
geopolítica, y que probablemente excluirá a las corporaciones de USA de
lucrativas propuestas de construcción.
La política exterior de USA bajo Obama, como lo fue bajo George W.
Bush, está siendo operada por una pandilla de ideólogos neo-conservadores que
parecen incapaces de una respuesta flexible. Para ellos cualquier cosa que
China hace es “mala” y debe ser bloqueada con todo el poderío estadounidense.
Para esa gente de Washington China es el retador global emergente al
poderío militar de USA, así Obama impone una estrategia militar de “Girar hacia
Asia” para rodear y enojar a Beijing. La influencia económica y financiera de
China amenaza el sistema del dólar así que debe ser bloqueada. Los BRICS
amenazan con independizarse del control de Washington como estados vasallos,
así que los estados BRICS debe “dárseles una lección” como Washington
recientemente lo intentó con sus usuales protestas de oposición organizada en
Revolución de Color contra la presidente pro-BRICS Dilma Rousseff con la
esperanza de instalar una alternativa de libremercado amistosa con USA.
El problema para
Washington es que nada de esto está funcionando como acostumbraba. Y Washington
ve la deserción de sus más cercanos “aliados” para unirse al AIIB de China. Uno
se acuerda de la declaración del primer ministro de Inglaterra, Lord
Palmerston, “Inglaterra no tiene amigos, sino meros intereses”.
La
nueva arquitectura emergente
No solamente están Brasil, Rusia e India entre la lista de fundadores
del AIIB —cuatro de los cinco BRICS— también están Australia, Nueva Zelanda,
Indonesia, Pakistán, Filipinas y Vietnam —países a los que la administración Obama está
confiando se unan al Eje Asia de carácter militar contra China, todos han
decidido unirse a ésta en su nuevo banco. Aun Taiwan ha solicitado unirse bajo
el nombre de Taipei Chino.
Y en un hecho aun más devastador para la imagen de Washington y tal vez
para el futuro de la dominación del FMI y del Banco Mundial, fue que cinco del
Grupo de los Siete de los grandes países industriales occidentales —RU, Francia,
Alemania, Italia e incluso Japón es probable que se unan. En total más de 40
naciones han solicitado llegar a ser miembros fundadores.
“El dinero habla y nadie camina”, como la alocada tonada radial
publicitaria de los 1960s transmitida por Charlie Greer, el DJ rockanrolero de
la popular estación de radio WABC Top 40 de Nueva York, puesta por cuenta de la
tienda de ropa Dennison. China tiene el dinero, y nadie, excepto USA, está
alejándose a lo que parece.
La estampida de todos estos países, incluyendo a los principales
miembros de la UE, para inscribirse en el AIIB patrocinado por China, es el
darse cuenta de que es en Asia y Eurasia donde el futuro económico del planeta
se hará o naufragará. Las economías de USA y Canadá están ahogándose en deudas
que no pueden pagarse, infraestructura que está pudriéndose y pueblos casi
abandonados que alguna vez fueron industriales como Detroit o Pittsburgh. USA
ya no es el imán al que todos son atraídos para hacer negocios. El país está
arruinado, las cifras económicas gubernamentales un montón de mentiras, su
verdadero desempleo a niveles de la Gran Depresión (23.2% según Shadow
Government Statistics de John Williams).
China está en una posición crucial para fundar este nuevo banco para
financiar la gigantesca infraestructura transnacional, tal como el ferrocarril
tran-eurasiático bautizado como Nueva Ruta de la Seda, y con el que Rusia está
en proceso de conectarse. Esto hará surgir una gran demanda por construcción de
infraestructura en término de plantas de generación de energía eléctrica,
autopistas a través de Asia y Eurasia. La infraestructura económica está en los
tableros de diseño, que finalmente vincularán a Corea del Sur con la vasta
economía china vía Corea del Norte.
La brecha en infraestructura a través de Asia y Eurasia es suficiente
para estimular el crecimiento industrial global durante décadas. El Banco
Asiático de Desarrollo (ADB, por sus siglas en inglés) estima que Asia
requerirá 8 bdd durante la próxima década para energía, transporte,
telecomunicaciones y tratamiento de aguas. Ahora la inversión privada llega
apenas a 13,000 mdd por año, la mayoría en proyectos de bajo riesgo. La ayuda
oficial al desarrollo agrega otros 11,000 mdd/año. Esto deja un déficit que
excede los 700,000 mdd/año.
Al negarse a unirse y tratar de detener el AIIB Washington en efecto ha
adoptado una posición opuesta a las inversiones regionales asiáticas que
expandirán el comercio, el desarrollo de los mercados financieros, la
estabilidad macroeconómica y la mejora en las condiciones ambientales, de salud
y sociales. Todo lo que Washington tiene para ofrecer a cambio es la estúpida
Asociación Trans-Pacífico para acuerdos de libre comercio que resulten
amistosos para USA y que permitirían a Monsanto y otras corporaciones
estadounidenses hacer caso omiso de las legislaciones nacionales asiáticas en
su búsqueda de utilidades.
El hecho mismo de
que el AIIB haya reunido tal apoyo a nivel mundial es la demostración de la
impotencia de las instituciones de Bretton Woods, el FMI, el Banco Mundial y el
Banco Asiático de Desarrollo, dominadas por USA.
Y un
nuevo Banco BRICS
El Banco Asiático de Infraestructura e Inversión no es la única nueva
iniciativa de las economías emergentes del mundo.
En la reunión de los BRICS del 2014 en Fortaleza, Brasil, los cinco
jefes de estado declararon sin rodeos, “Estamos decepcionados y seriamente
interesados con la actual no-implementación de las reformas al FMI del 2010,
que impacta negativamente en su legitimidad, credibilidad y efectividad”.
Colectivamente los BRICS representan 16 bdd y un 40% de la población mundial,
algo no precisamente para ser descartado a la ligera como un grupo de
repúblicas bananeras como los siguen viendo en Washington algunos formuladores
de políticas. Al parecer éstos no se han checado la vista desde 1944.
El Nuevo Banco de Desarrollo, como es llamado formalmente, o el Banco
de Desarrollo de los BRICS como se le llama informalmente, tendrá sus oficinas
centrales en Shanghai, el centro financiero del veloz mundo emergente de China.
El banco iniciará operaciones con una reserva de liquidez de 100,000 mdd para
defenderse de posibles guerras monetarias como las que Washington y Wall Street
lanzaron en 1997 para destruir a las entonces florecientes economías de los
Tigres Asiáticos conducidos por Corea del Sur, Malasia e Indonesia. El Nuevo
Banco también tendrá un capital inicial de 50,000 mdd, aportado por partes iguales
por cada uno de los países BRICS, con la opción acordada de elevarlo al doble
para financiar proyectos de infraestructura de los propios BRICS.
El acta constitutiva del NDB especifica que su membresía estará abierta
a todos los estados miembros de Naciones Unidas. Sin embargo, y esto es
crucial, la participación de capital de los cinco BRICS fundadores nunca debe
caer abajo del 55%, y un miembro no-fundador nunca puede tener arriba del 7%.
En resumen, el banco de los BRICS será administrado por los gobiernos que
comparten una profunda insatisfacción con las instituciones de Bretton Woods
controladas por Washington.
La combinación de los dos nuevos bancos de infraestructura presenta la
mayor amenaza para el sistema del dólar de USA y su control de los flujos
financieros mundiales desde 1944. Es esta amenaza la que está impulsando la
agenda sin rumbo de la política exterior de Washington. La paz y la cooperación
son un modo bastante más útil de resolver los asuntos entre naciones
civilizadas.
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