Putin y la Prensa: “La Escuela Demonológica del Periodismo”
Por James
Petras 12-Oct-15
FUENTE:
http://www.globalresearch.ca/putin-and-the-press-the-demonology-school-of-journalism/5481627?utm_campaign=magnet&utm_source=article_page&
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traducción.
Los más influyentes medios impresos occidentales están
empeñados en un esfuerzo prolongado, de gran alcance, para demonizar al
presidente ruso Putin, sus políticas y su persona. Hay un artículo (o varios)
todos los días en que es personalmente estigmatizado como un dictador,
autoritario, zar, ‘ex operativo de la KGB’ y un gobernante de estilo soviético [y en esta campaña caen hasta los que nadie esperaría que
fueran «tontos
útiles»: Metapedia y TLV1; véase la burda pieza
de propaganda: https://www.youtube.com/watch?v=QHdLojEw-g0]; cualquier
cosa excepto que ha sido reelecto repetidas veces presidente de Rusia.
Ha sido acusado de secuestrar Rusia del ‘camino a la
democracia’, como lo intentó su grotescamente corrupto predecesor, Boris
Yeltsin; de dirigir la sangrienta represión de los ‘chechenos amantes de la
libertad’; de encarcelar a inocentes, independientes y críticos oligarcas y
barones ladrones; de fomentar un levantamiento en la ‘democrática, recién
pro-occidental Ucrania occidental y tomar el control de Crimea; de respaldar a
un ‘sangriento tirano’ en Siria (el presidente electo Bashar al-Assad) en una
guerra civil contra los terroristas del ISIS; de estrellar en el suelo la
economía rusa; y de amenazar militarmente los países bálticos y miembros
europeos orientales de la OTAN.
En una palabra, los medios han propagado una imagen de un
‘autócrata fuera de control’, que hace mofa de las normas ‘democráticas’ y de
los ‘valores occidentales’ y que busca revivir el ‘Imperio Soviético (es decir,
del Mal)’.
El corolario es que las ‘potencias occidentales’, pese a sus
propensiones amantes de la paz y de los intentos fraternos de traer a Rusia al
‘redil’ democrático, han sido ‘forzadas’ ahora a rodear Rusia con bases
militares de la OTAN y con misiles; financiar un violento golpe de estado en
Ucrania (en la frontera con Rusia) y armar al golpista gobierno ucraniano y a
milicias neo-fascistas para ‘restablecer la democracia’ y suprimir
violentamente a los ‘separatistas’ rusos étnicos en Ucrania Oriental. Se nos ha
dicho que las sanciones de USA y la UE contra Rusia fueron medidas diplomáticas
cuidadosamente preparadas y destinadas a castigar al ‘agresor’ Moscú.
En realidad, los medios occidentales han demonizado sin
descanso a Vladimir Putin en una campaña para impulsar la expansión militar de
la OTAN y debilitar la economía y la seguridad nacional rusas. La meta es
finalmente forzar un ‘cambio de régimen’ restablecer las élites neo-liberales
que saquearon la economía rusa durante los 1990s y cuyas brutales políticas
económicas condujeron a la muerte prematura a millones de rusos debido a las
carencias y el colapso del sistema de salud.
Putin, ¿Demonio o Realista, Autócrata o Demócrata, Vasallo o Líder
Independiente?
Los medios occidentales han respaldado a cada oligarca,
gangster o defraudador que ha ido a juicio y ha sido convicto durante el
término de Putin en el cargo. Los propagandistas nos dicen que la razón para
esta afinidad entre los medios occidentales y los gangsters-oligarcas es que
estos malhechores convictos, que alegan ser ‘disidentes políticos’ y críticos
del gobierno de Putin, han sido desposeídos y encarcelados por defender los
‘valores occidentales’.
Los medios occidentales muy convenientemente ignoran los
bien documentados estudios sobre la fuente de la riqueza de los
gangsters-oligarcas: El ilegal y violento robo de multibillones de dólares de
recursos naturales (aluminio, petróleo y gas), bancos, fábricas, fondos de
pensión y bienes raíces. Durante el período de Yeltsin los oligarcas
controlaban miles de gangsters armados y se ocuparon en una guerra interna
durante la cual miles fueron asesinados, incluyendo altos reguladores del gobierno,
funcionarios policíacos y periodistas que se atrevieron a oponerse o a exhibir
ese saqueo y robo de propiedades.
El procesamiento por parte de Putin de una mera fracción de
los más notorios oligarcas-gangsters [una parte huyó a
Israel, donde tienen la seguridad de no ser extraditados] ha ganado el
apoyo de una vasta mayoría de ciudadanos rusos porque representa el retorno a
la ley y el orden y la devolución de la riqueza pública robada.
Solamente los medios occidentales se han atrevido a
referirse a estos malhechores convictos como ‘víctimas y reformadores
políticos’. Lo hicieron porque los oligarcas habían llegado a ser los más
leales y serviles activos en los esfuerzos de los gobiernos de USA y la UE para
convertir a Rusia en un irreversiblemente débil estado vasallo.
Los medios occidentales constantemente se refieren al
presidente Putin como un ‘gobernante autoritario’, pese al hecho de que ha sido
repetidamente electo por grandes mayorías en elecciones competitivas contra
candidatos financiados y respaldados por Occidente. Su popularidad está
atestiguada por las encuestas de opinión conducidas por agencias occidentales.
En 2015, el apoyo al presidente Putin rebasó el 85%. Los
políticos rusos neo-liberales y pro-occidentales lograron las puntuaciones más
bajas de dos dígitos de acuerdo a las mismas encuestas independientes.
Claramente el público ruso no quiere la vuelta a la pobreza
y el caos de la política gangsteril respaldada por Occidente de los 1990s.
Cualesquiera que sean las reservas de la clase media y la
clase trabajadora rusas respecto al estilo de toma de decisiones del presidente
Putin claramente valoran sus enérgicas medidas contra las elecciones dominadas
por los gangsters, contra el terrorismo checheno y la restauración de la
defensa militar de sus fronteras, incluyendo la anexión de Crimea, luego del
golpe maquinado por USA en Ucrania.
Todos los días, los medios occidentales reciclan reportes de
la ‘declinación y fallecimiento’ de la economía rusa, culpando a la mala dministración
‘estatista’ de la economía por parte de Putin. Alegan los ‘declinantes niveles
de vida’, el ‘crecimiento negativo’ de la economía y el ‘creciente aislamiento’
de una Rusia ‘expansionista’ al enfrentar las sanciones occidentales.
Los alegatos de estos medios son risibles. Datos fácilmente
disponibles demuestran que los estándares de vida de la vasta mayoría de los
ciudadanos rusos se han incrementado significativamente bajo la administración
del presidente Putin, especialmente luego del completo colapso bajo los
partidarios del mercado libre en los 1990s. Los trabajadores rusos reciben su
paga, los pensionados sus pensiones, las empresas sus préstamos —a tiempo. Durante los días de
‘mercados libres’ de Boris Yeltsin, los trabajadores llegaron a estar hasta un
año sin paga, los pensionados vendiendo sus recuerdos de familia en la calle
para sobrevivir y las empresas pagando tasas de interés de extorsión ¡a los
bancos de los oligarcas-gangsters! Datos comparativos, fácilmente obtenibles,
son ignorados deliberadamente por los medios masivos de comunicación porque no
se ajustan a la narrativa demonológica.
Los medios presentan a la ‘oposición’ neo-liberal y los
‘críticos liberales’ como demócratas rusos defendiendo los ‘valores occidentales’.
Olvidan mencionar que estos ‘críticos liberales’ han sido financiados
directamente por fundaciones occidentales (National Endowment for Democracy,
Soros Foundation, etc.) y las organizaciones rusas no-gubernamentales (ONGs)
con vínculos de larga historia a los gobiernos y agencias de inteligencia de
USA y de la UE y con billonarios exiliados rusos. La llamada oposición
democrática ‘rusa’ reveló su abyecto servilismo a los intereses occidentales
cuando abiertamente apoyaron el golpe ucraniano y el sangriento asalto de Kiev
sobre ucranianos de etnia rusa en las regiones orientales de ‘Donbas’ (Donetsk,
Luhansk y Odessa). Cualesquier rastros de respetabilidad y credibilidad que
retenía la ‘oposición democrática’ con el público ruso hasta ese momento, se perdieron.
Fueron vistos como lo que son: armas de propaganda del imperialismo occidental
y voceros para los neo-fascistas.
Los medios occidentales acusan al gobierno de Putin de los
mismos crímenes que cometen sus propios gobiernos. Luego de que Victoria Nuland,
del Depto de Estado de USA, admitió canalizar 5,000 mdd para financiar el golpe
del 2014 en Ucrania y luego de que el régimen polaco alardeó de entrenar a
combatientes callejeros de extrema derecha, cuya violencia sirvió como pretexto
para el golpe y después que los socios de la coalición neo-fascista en Odessa
quemaron vivos a 4 docenas de ciudadanos ucranianos de etnia rusa opuestos al
golpe, los medios occidentales han acusado a Putin de ‘intervenir’ en Ucrania.
Esto fue porque Rusia había convocado a un referéndum en Crimea, en el cual 80%
del electorado votó por secesionarse del ilegítimo régimen golpista ucraniano y
volver a unirse con Rusia.
En verdad, el régimen de Putin es una víctima de la toma de
poder occidental en Ucrania, con Rusia habiendo absorbido a cientos de miles de
refugiados de etnia rusa expulsados del Donbas, en tanto que los medios
occidentales pintan a Putin como el verdugo. Mientras tanto los golpistas
occidentales y sus aliados de extrema derecha son pintados como víctimas...
forzados a bombardear y diezmar la región de Donbas.
La farsa continuó. Los medios occidentales pintan las
subsecuentes sanciones económicas impuestas por los expansionistas USA y la UE
contra Rusia como un resultado de la ‘agresión’ de Putin, refiriéndose a la
defensa rusa de la auto-determinación de Crimea y los derechos de millones de
ciudadanos bilingües de Ucrania de etnia rusa.
La absurdo y retorcida naturaleza de la propaganda
demonológica occidental ha alcanzado alturas aun más estrafalarias con su
histeria respecto al apoyo militar de Rusia al gobierno secular sirio contra el
ISIS y otros terroristas yihadis.
Los medios occidentales han lanzado una campaña global
acusando que la fuerza aérea rusa bombardea ‘bases militares no-ISIS’,
presumiblemente las bases de terroristas yihadis ‘amistosos’ respaldados por
Occidente. Este ridículo ‘reportaje’ y sus ‘fotos’ acompañantes fue publicado ¡antes
incluso de que los ataques aéreos rusos tuvieran lugar!
Aparentemente el tiempo no importa en el ¡‘universo alternativo
de mentiras’ de Washington!
La OTAN pasó su instrucción política a los medios referente
a que el apoyo ruso al régimen legítimo del presidente Assad debe ser
desacreditado; que la presencia rusa es ‘provocadora’ y responsable de ‘crear
tensiones’ en la región —luego
de años del terrorismo yihadista con patrocinio occidental contra Siria!
Obedientes a sus amos, los medios occidentales a gran
velocidad ‘reportaron’ que los rusos estaban ‘verdaderamente’ comprometidos en
Siria a destruir a los ‘combatientes’ pro-occidentales, dejando sólo al ISIS [jajaja, ¿respaldando a Assad y dejando sin tocar a sus
enemigos?].
Ninguna evidencia creíble fue presentada para esta
propaganda. Presentaron unas fotos aéreas de daños, que probablemente habían
sido recogidas de previos bombardeos estadounidenses.
La burda
ejecución por los medios de las instrucciones del Pentágono abochornó incluso
al Srio de Defensa de USA, Ashton Carter, quien se distanció de tales alegatos
y solicitó una explicación de Rusia. Incluso el Srio Kerry, que ahora busca
asegurar el apoyo militar de Putin para USA vs ISIS, mientras trata de retirar
el respaldo político de Rusia al presidente Assad, ha advertido a los medios
que modifiquen su línea, ahora que USA favorece una ‘mayor coordinación’ con
Rusia —pero bajo liderato
estadounidense. Los medios recientemente se han conformado a esta línea, aunque
no se las han arreglado para explicar cómo Washington ahora podría trabajar con
el demoníaco presidente Putin [esas explicaciones no
preocupan en lo más mínimo a Obama —¿recuerdan cuando andaba grafitteando
líneas rojas y amenazando bombardear Siria y cuando reestableció relaciones con
Cuba— ni a «Caradura» Kerry].
Conclusión
Los medios occidentales están comprometidos en una intensa
campaña de propaganda de largo plazo para demonizar al presidente Putin. Su
papel es convencer a la opinión pública mundial y a los líderes mundiales que
sigan ciegamente a USA y la UE, también como sus ‘aliados’ y estados vasallos,
en una campaña para degradar y debilitar a Rusia y consolidar un imperio
unipolar bajo tutela estadounidense.
Los medios occidentales son importantes; pero debe
recordarse que los medios son un instrumento de poder estatal imperial. Sus
mentiras y embustes, su demonización de líderes, como el presidente Putin, son
parte de una ofensiva militar [más que militar,
geoestratégica] global para establecer el dominio y destruir a los
adversarios.
Entre más intensa sea la campaña imperial, más arriesgada es
la toma de poder y mayor es la necesidad de demonizar a las víctimas.
Esto explica cómo la escalación de la rabiosa campaña de
propaganda anti-Putin coincide con la mayor toma de poder occidental —el golpe en Ucrania (‘cambio de
régimen’)— desde que Alemania
Occidental anexó Alemania Oriental [resulta por demás
tendencioso y malintencionado hablar de “anexión”, cuando todo mundo sabe que
Alemania fue dividida por los vencedores de la 2GM] y la OTAN y la UE
incorporaron los estados bálticos, Europa Oriental y los Balcanes en la alianza
estratégica de Occidente. El sangriento desmembramiento occidental de la
federación yugoeslava fue parte de este programa estratégico.
El problema con la demonización occidental de adversarios,
sean hoy Rusia, Irán o China, y antes Cuba, Libia y Yemen, es que Washington y
la UE enfrentan severas crisis económicas en casa y derrotas militares en el
extranjero por movimientos armados islámicos y de resistencia nacionalista.
USA invirtió cientos de bdd en impulsar un tambaleante
régimen títere en el Iraq ocupado por USA [por cierto,
no está demás señalar que esos billones de dólares “gastados” en Iraq le
generan intereses a la Reserva Federal], sin embargo el ejército iraquí
entrenado y abastecido por USA huyó a medida que el ISIS baathista-islamista [hablar aquí de «baathista» está absolutamente fuera de lugar; no viene al
caso y le resta seriedad al artículo. El movimiento Baath tanto en Siria como
en Iraq nació como un movimiento pan-arabista SECULAR, cuyo último
representante en Iraq fue Saddam Hussein] rápidamente invadía la mitad
del país.
Las tropas de USA han ocupado Afghanistán por 14 años,
perdiendo decenas de miles de vidas y miembros [pero
asegurando, en cambio, en esos 14 años la producción y comercialización de opio
que los talibanes estuvieron a punto de erradicar] y sin embargo los islamistas y nacionalistas
talibanes pueden fácilmente apoderarse de Kunduz, la tercera ciudad más grande
de Afghanistán (población 300,000), y ocupa tres cuartos del resto del área
rural [lo importante es que los talibanes no vuelvan a intentar
destruir los cultivos de amapola].
Libia y Somalia son un desastre [para
sus habitantes, pero no para la élite globalista que de Libia se robó las 300
tons de oro que tenía Qaddafi y los 200 bdd en inversiones soberanas]. Y
todavía Washington asigna 500 mdd a entrenar mercenarios pro-occidentales para
derrocar al presidente Assad de Siria —mercenarios
que rinden sus armas o se unen a ISIS al momento en que cruzan la frontera de
Jordania o Turquía. Los mercenarios entrenados por USA han entregado
incontables mdd en armas pesadas y ligeras y transportes blindados a ISIS y Al
Qaeda. La UE y USA enfrentan la desalentadora realidad que Libia, Somalia y
Siria están invadidas por combatientes islámicos anti-occidentales.
En Asia, China es demonizada por los medios occidentales, retratada
como estando al borde del colapso, enfrentando un duro aterrizaje, incluso
cuando China crece al 7%. Los medios occidentales se retuercen las manos por la
crisis en China mientras Beijing financia dos nuevos bancos internacionales de
desarrollo por 100 bdd, eleva su contribución al FMI y reúne 50 países,
incluyendo a la mayoría de la UE excepto USA y Japón, en una nueva institución
de préstamo en infraestructura.
Dos grandes cuestiones enfrentan USA y la UE:
¿Por qué los medios occidentales lanzan una campaña de
demonización que no corresponde a la realidad? ¿Cuál es la meta de tal
demonización, que objetivamente debilita la posibilidad de formar alianzas
tácticas para poner fin a las pérdidas militares de USA, derrotas políticas y
aislamiento diplomático? USA necesita a Rusia para derrotar a ISIS [Please, don’t be naïve!].
Para Moscú, la lucha contra ISIS es crucial para la
seguridad nacional rusa: Miles de terroristas chechenos (algunos entrenados por
USA) están combatiendo con ISIS y amenazan regresar al Cáucaso y aterrorizar
Rusia. A diferencia de la oposición del público estadounidense al papel de
Washington en forzar el ‘cambio de régimen’ en Siria, el público ruso apoya la
ayuda militar de Moscú al régimen sirio porque la campaña de terror checheno
dentro de Rusia, especialmente la masacre de 2004 de cientos de niños de
escuela, maestros y padres en Beslan, está marcada a fuego en la memoria —un hecho convenientemente olvidado
por los medios occidentales cuando ‘simpatiza’ con los ‘combatientes de la
libertad’ chechenos.
En realidad, Washington debería tener un interés común en
aliarse con Rusia en el combate contra ISIS en Siria e Iraq. Sin embargo, Obama
está comprometido [¿con o ante quién?] en
expulsar a Assad (aliado ruso) para expandir el dominio estadounidense en el
Medio Oriente en asociación con Israel y Arabia Saudita. Claramente hay
contradicciones insuperables entre los objetivos militares de corto plazo
(combatir el ISIS) [¿por qué hacer el juego a la
“ingenuidad” de los medios? Si USA arma y entrena a los terroristas, resulta
torpe hablar de que “combatir el ISIS sea un objetivo militar”. Si es un
objetivo militar no los entrenas ni les das armas. Y si los entrenas y les das
armas, entonces el combatirlos NO ES UN OBJETIVO MILITAR. En lógica se llama «principio de no-contradicción»;
en el rancho se dice que: «no se puede mamar y dar topes»] y los
imperativos político estratégicos imperiales (consolidar la hegemonía
USA-israelí a través del Medio Oriente e Irán).
Washington se ha movido para terminar su aislamiento en
Latinoamérica reestableciendo relaciones diplomáticas con Cuba [esto se parece al antiquísimo chiste de que cuando los
ingleses veían el Canal de la Mancha cubierto por la niebla decían: «El continente está aislado»].
Mientras tanto, Washington retiene el bloqueo económico de Cuba [o sea, aislado, aislado, ¿pero mantiene el bloqueo?. ¡Por
favor! Resulta
ridículo hablar de aislamiento de USA en lugar de aislamiento de Cuba] y su gigantesca base militar en Guantánamo. Cuba es
vista como un aliado político táctico en ‘moderar’ el gobierno izquierdista de
Venezuela [James, si no la dominas, ¿para qué la
fumas?] y presionar a las FARC colombianas para desarmarse [¿desarmar a las FARC y perder su protección al cultivo y
tráfico de drogas? ¿No creerás que
las FARC a estas alturas mantienen algún
tipo de ideología política, verdad? Por si acaso, James, sería bueno que
buscaras la información relativa a la entrevista sostenida en la selva colombiana
el 26-Jun-1999 entre Richard Grasso, entonces presidente de la Bolsa de Valores
de NY y Raúl Reyes, líder de las FARC. (Ver: http://elpais.com/diario /1999/06/28/ultima/930520801_850215.ht
ml). Parece mentira que todavía haya alguien que se trague estas patrañas
del izquierdismo de las FARC], aun cuando Washington profundiza su
presencia militar en el continente.
Obama firmó un acuerdo nuclear con Irán (pero las devastadoras
sanciones y el bloqueo permanecen) para asegurar el apoyo de Teherán para la
guerra contra el ISIS [Deja de fantasear. El acuerdo
nuclear no tiene nada qué ver con el ISIS, ni USA tiene que asegurar el apoyo
de Teherán, porque éste —con USA o sin USA—
va a combatir al ISIS] en Iraq y el talibán en Afghanistán.
Temporalmente, los medios occidentales le ‘bajaron el tono’ a su reportaje
demonológico sobre Irán y Cuba, por razones tácticas.
El régimen Obama ha adoptado una postura esquizofrénica de
‘buen policía/mal policía’ con Rusia en Siria —el Srio de Estado John Kerry habla de cooperación con Moscú mientras el Srio de Defensa Ashton
Carter propone confrontar militarmente la ‘agresión rusa’. Los medios no han
hecho el cambio porque no saben cuales órdenes obedecer o cuál línea ‘repetir
como pericos’.
Mientras tanto, la crisis económica doméstica se acentúa,
ISIS avanza, los talibanes se acercan a Kabul, los rusos están armando y
defendiendo al presidente Assad y millones de refugiados, huyendo de las zonas
en guerra, se han volcado hacia Europa. Las guerras fronterizas europeas están rugiendo.
Y Obama se retuerce las manos de impotencia. La demonología no brinda aliados,
ni soluciones ni ninguna ruta positiva hacia la paz y la coexistencia[y ¿quién te dijo que ésos fueran objetivos de la élite
globalista?, la cuál está aplicando el concepto trotskyista de la «revolución /guerra permanente»].