El Talón de Aquiles de China es su Oportunidad de Oro
Por F. William Engdahl 14-Oct-15
FUENTE:
http://journal-neo.org/2015/10/14/chinas-achilles-heel-is-her-golden-chance/
El texto [en rojo] NO aparece en el original y fue incluido por
el equipo de traducción.
La República Popular China tiene un Talón de
Aquiles, una debilidad pese a su enorme fuerza que podría ser fatal para su
supervivencia como una vibrante nación soberana. Ese Talón de Aquiles, que
desde el pasado Junio ha sido visible para todo el mundo, es también su
oportunidad de oro para convertir una crisis en una ventaja de otra manera no
evidente. Parcialmente me refiero a la actual crisis en las Bolsas de Valores
de Shanghai y Shenzhen. Pese a toda la intervención gubernamental concebible y
alguna no tan concebible, la caída en los valores de las acciones desde los
máximos del mercado a principios de este año, se ha estimado en unos $5 bdd.
Ese colapso del mercado, sin embargo, desde mi punto de vista no es el Talón de
Aquiles que amenaza hoy a China.
Sin embargo, esta
crisis es precisamente la que abre la puerta para una alternativa a la
frustrante dependencia de China respecto al dólar.
Respecto a los
problemas económicos más generales, el liderato del Partido Comunista bajo Xi
Jinping se ha movido brillantemente desde su asunción del cargo en Noviembre de
2012. El proyecto Un Cinturón, Un Camino para la construcción de
infraestructura terrestre y marina de toda Eurasia, incluyendo Rusia y los
estados de la Unión Económica Eurasiática proporcionará un creciente apoyo
económico para China y la entera región eurasiática durante décadas y más allá.
El Banco Asiático de Inversión en Infraestructura de China —aunque con ciertas
debilidades tales como la presencia de demasiadas naciones dependientes del
dólar tales como el RU, Alemania y Francia, que pueden jugar el papel de un
Caballo Troyano— es de otro modo un sólido paso para crear financiamiento para
proyectos económicos. Igualmente lo es el Nuevo Banco de Desarrollo, en
ocasiones referido como el Banco de los BRICS.
El problema es que
algunos en el liderato político chino tienen demasiado respeto o fascinación
por el modelo financiero anglo-estadounidense, con el modelo de bolsa de
valores de Wall Street, con el entero sistema del dólar creado en Bretton
Woods, New Hampshire, en 1944. [Aparte del omnipresente
riesgo de sobornos, a los cuales son tan afectas las corporaciones de USA].
El reciente juego de Beijing para construir y luego sostener un creciente
mercado de valores, atrayendo los ahorros de decenas de millones de accionistas
chinos primerizos, le estalló en la cara. Eso pudiera ser bueno en el largo
plazo. El exhaustivo examen actual de lo que estuvo “equivocado” sin duda
conducirá a cambios en el modelo.
El gobierno de China
ha estado bajo creciente presión de Occidente, especialmente de Washington,
desde la entrada de China a la Organización Mundial de Comercio en Diciembre de
2001, para hacer plenamente convertible el Renminbi (RMB). El gobierno
estadounidense condujo las negociaciones de admisión e impuso términos más
duros para China que para cualquier otra economía en desarrollo. Representó una
importante rendición de la soberanía económica para unirse a una organización
cuyas reglas China no puede influir. China tuvo que acordar permitir la
Inversión Extranjera Directa, incluyendo el sensitivo sector bancario estatal.
Hasta ahora, una cauta
política gubernamental de gradualismo ha permitido a China evitar los choques
traumáticos experimentados en Polonia, Ucrania, Rusia bajo Yeltsin donde la
“Terapia de Choque Económico” respaldada por USA fue impuesta en los 1990s.
Ahora, sin embargo, China está en una decisiva encrucijada donde la revisión
básica de las vulnerabilidades es un requisito si ha de mantenerse una economía
saludable y en crecimiento.
Supuestos Erróneos
La meta declarada del
gobierno es introducir a China en la canasta de monedas conocida como Derechos
Especiales de Giro (SDRs por sus siglas en inglés) del Fondo Monetario
Internacional.
¿Qué le reportará esto
a China? Primero es importante entender lo que es un SDR. Éste no es ni una
moneda, ni una reclamación sobre el FMI. Más bien es una reclamación potencial
sobre monedas libremente usadas de los miembros del FMI. Hoy las monedas de
solamente cuatro países forman la canasta de los SDR: el dólar de USA, el yen
japonés, la libra británica y el euro.
Si es una cuestión de
ser reconocida como teniendo un RMB plenamente convertible, aceptado
internacionalmente en forma libre como los dólares y los euros, ¿la aceptación
en el Club SDR es lo mejor para China? Mientras que el status puede resultar
agradable, en términos económicos traerá poco y en este momento pudiera exponer
a China a nuevas formas de guerra financiera de un Occidente crecientemente
hostil. Washington está trabajando tras bambalinas para bloquear la reforma del
FMI que daría a China su debida importancia de votación en el Consejo de
Directores, proporcional a su PIB. De nuevo China está en una influyente
organización internacional donde carece de influencia y cuyas políticas trabajan
en contra de los intereses nacionales chinos.
El error aquí es que
creer que el FMI dirigido por Washington es una institución positiva en este
punto. No lo es. Ha evolucionado durante los 1980s en un policía al servicio de
Washington y los bancos de Wall Street. Los “condicionamientos” del FMI
implícitos en las llamadas reglas del Consenso de Washington están diseñadas
para ser un instrumento supranacional de las políticas económicas de USA para
el exterior, una parte medular de lo que yo llamo el Sistema del Dólar. El
papel destructivo de FMI en Rusia durante los 1990s durante la era Yeltsin, o
en Argentina en los 1980s, indican el problema.
Plena convertibilidad del RMB
El esfuerzo de China
para hacer plenamente convertible el RMB está también implícito en el mismo
error estratégico de tratar de “reformar” el FMI. La plena convertibilidad de
la moneda para la siguiente fase del progreso económico de China no es necesario
y de hecho no es deseable. Esto por una simple razón. El Sistema del Dólar de
Bretton Woods es un fracaso [ha sido un fracaso para
los demás países pero un tremendo éxito para USA, permitiéndole adquirir todo
lo que ha querido mediante papelitos impresos que los demás países aceptan como
medio de pago; y sólo hasta recientemente han comenzado a surgir dudas en
cuanto a esa aceptación. Obviamente, todos los esfuerzos de USA estarán
dirigidos a torpedear cualquier intento de crear una alternativa aunque sea parcial
—léase euro] y está debidamente desintegrándose por sus fallas internas
y su carencia de transparencia [mientras no exista una
alternativa viable, esas fallas y esa carencia de transparencia pueden seguir
indefinidamente].
En cuanto soy capaz de
ver, el error de la estrategia monetaria de Beijing al momento presente es
poner la aceptación del RMB dentro de la canasta de monedas de los SDR del FMI
como un objetivo estratégico para hacer el RMB plenamente convertible y
finalmente aceptado como otra moneda principal de reserva además del yen, el
dólar, el euro o la libra esterlina. Esa es una falacia de composición,
parecida al del hombre ciego agarrando la cola del elefante y creyendo que es
una víbora.
Cada uno de las cuatro
actuales monedas de “élite” en los SDR están allí debido a sus historias
geopolíticas. Básicamente todas están allí debido a su vinculación con el dólar
de USA y su sistema monetario tras él. Ése es el sistema que está
desintegrándose desde la crisis estadounidense del 2007 [una crisis que ha permitido acumular aun más riqueza a la élite del 0.1%].
Sacrificar su soberanía, su flexibilidad monetaria para devaluar o revaluar el
RMB, abrir completamente sus mercados financieros a los libres flujos de
capital extranjero, es exponer a China a peligros inimaginables.
Asociado con ese
peligro está el penoso hecho de que hoy el Banco Popular de China es el banco
central que tiene la mayor acumulación en el mundo de activos en dólares
estadounidenses, un estimado de $2 bdd. La mayoría de ellos están en deuda
gubernamental de USA o en deuda de agencias semi-públicas. Cuando China alcance
el punto que provoque lo suficiente a los halcones belicistas de Washington,
como lo hizo Rusia, entonces podemos estar seguros que la nueva Oficina de
Terrorismo Financiero de la Tesorería de USA conciba nuevas y devastadoras
sanciones financieras, congele esos $2 bdd en activos estadounidenses [éste es un riesgo muy real], decida, como lo hizo
hace varios años con Irán, presionar al sistema de pagos interbancarios SWIFT
para excluir a todos los bancos chinos del sistema internacional de pagos en
dólares.
El liderazgo de China,
bajo Deng Xiaoping, hizo una decisión en 1978 para la reforma bajo lo que se
conoce como “Reforma y Apertura” o “Socialismo con Características Chinas”. La
esencia de la teoría de Deng Xiaoping como la describió en sus escritos era la
integración de la teoría básica del marxismo-leninismo con la práctica de la
moderna China y las características de la era actual. Fue adaptar la economía comunista
centralizada de China a las “nuevas condiciones históricas”, esto es, abrir
gradualmente zonas especiales de la economía a los modelos de mercado
occidentales [¡Pamplinas! La élite globalista quería
utilizar la enorme mano de obra china, frenando de pasada el crecimiento de los
sueldos en el resto del mundo; pero ¿cómo podría convencer a la dirigencia
china, teóricamente enemiga desde el punto de vista ideológico? Ofreciéndole el
puesto de Taiwan en la ONU y con él, un lugar en el Consejo de Seguridad. La
jugada ha producido, sin embargo, el acumulamiento de reservas en dólares por
parte del régimen y, al parecer, éste ahora está tratando de zafarse de aquel
trato hecho con el diablo. Es difícil de creer que la élite globalista no haya
previsto que tarde o temprano se produciría la situación actual].
Durante el curso del
Socialismo con Características Chinas, ha habido un constante proceso de
revisión por los más altos niveles del liderato del Partido Comunista de los
éxitos y fracasos. Ahora China está preparada, luego de su dañina experiencia
con los mercados accionarios abiertos estilo USA y con el comercio de
derivados, compras de acciones con margen, etc, para fundamentalmente
re-examinar su actual estrategia de reforma monetaria y financiera. Aquí las
políticas que parecieron ser buenas para China en el 2002 al entrar a la OMC,
están siendo implementadas en una nueva condición histórica totalmente
diferente, concretamente que USA, la potencia hegemónica, es una superpotencia
en bancarrota [sólo estará en bancarrota si el mundo
deja de aceptar los dólares; obviamente la élite globalista hará lo que sea,
guerra incluida, para mantener el dólar como la única moneda internacional de
reserva] que parece inclinarse hacia la guerra como una salida.
La guerra hoy contra
Siria y el Medio Oriente, contra Rusia, incluso una forma de guerra contra sus
aliados de la UE-OTAN. Mañana será contra China, comenzando con guerras
monetarias y sanciones económicas y financieras.
Si este estado de
guerra, el Giro hacia Asia del presidente Obama, es ignorado en el proceso de
reforma monetaria, China será destruida financieramente, aun más de que lo
fueron los Tigres Asiáticos tales como Indonesia, Malasia, o Corea del Sur en
la Crisis Asiática de 1997-98. Esta crisis fue iniciada por Washington y los
fondos de cobertura de Wall Street para destruir el modelo autárquico de los
tigres asiáticos, mucho del mismo modo como ellos habían destruido a fines de
los 1980s el éxito económico japonés luego de los Acuerdos Plaza impuestos
sobre Japón, creando su burbuja financiera.
De manera
significativa, en este momento China aun está en posición de adaptar
exitosamente su proceso de reforma a esta “nueva condición histórica”. Más bien
que buscar la admisión en el “Club SDR” y en la decadente arquitectura
institucional occidental del FMI dominada por el dólar, China está en posición
de construir su propia arquitectura internacional con aliados políticos y
económicos, no con enemigos. Este año China ha catalizado la creación del Banco
Asiático de Inversión en Infraestructura y el Nuevo Banco de Desarrollo de los
BRICS. Estas dos instituciones, si adoptan el modelo del FMI llegarán a ser un
complemento inofensivo del sistema del FMI-BM-Banco Asiático de Desarrollo, de
USA. Eso sería trágico.
O China puede crear la
semilla de un sistema monetario operado mediante reglas enteramente distintas,
reglas que respalden los desarrollos requeridos en infraestructura a muy bajos
costos de interés, que fomenten la agricultura natural orgánica a través de las
naciones de Asia y Eurasia, que desarrollen ecológicamente las regiones.
Conscientes de hacerlo así, más bien que simplemente crear un “FMI chino”
operado por un consejo diferente de accionistas mayoritarios, serviría como un
imán para las naciones insatisfechas con el actual e inequitativo Sistema del
Dólar.
La oportunidad de oro
que ahora tiene China es tomar en cuenta la realidad del fallido y colapsante
Sistema del Dólar implementando, con la cooperación de los socios de China, un
nuevo orden monetario, una nueva arquitectura libre de las fallas inherentes del
caduco Sistema del Dólar. Esto, por supuesto, requiere una bien planeada y
cuidadosa estrategia para tratar con las nuevas condiciones históricas de hoy.
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