Inglaterra—El “Caballo de Troya” de Washington en la UE
Por Valery Kulikov 19-Oct-15
FUENTE: http://journal-neo.org/2015/10/19/england-washingtons-trojan-horse-in-the-eu/
El texto [en rojo] NO aparece en el original y fue agregado por
el equipo de traducción.
El creciente poder de
la Unión Europea y los prospectos de convertirse en un poderoso rival global
están inquietando a USA. Washington aparentemente no quiere que Europa
Occidental gane suficiente fuerza para desafiar el liderato global
estadounidense. Y eso provoca bastantes desacuerdos entre los socios de las
relaciones euro-atlánticas, donde la revalorización del euro representa el
mayor desafío para USA. El euro está evolucionando en un fuerte competidor del
dólar en el sistema global de pagos, desviando una parte significativa del
flujo financiero del mercado de USA, afectando adversamente el ya sobrecargado
presupuesto estadounidense y contrarrestando el deseo de USA de dictar los
precios fijos sobre el petróleo y otras materias primas. Hoy la zona del euro
es la mayor del mundo e incluye economías ricas —consumidores de costosos
artículos del mercado mundial. Habiendo entrado en acuerdos de asociación con
docenas de países, la Unión Europea está continuamente expandiendo su “zona de
comercio”. Muchos países latinoamericanos, asiáticos, este-europeos y
norafricanos están reduciendo la participación de los contratos en dólares y
cambiándolos al euro. Pero puesto que tal tendencia puede provocar el fin de la
“era del dólar” como única moneda mundial, Washington está aplicando diversas
palancas políticas y financieras para debilitar al euro y las economías de los
países de la UE para obstaculizar el proceso. Las recientes sanciones de
Washington contra un grupo de bancos europeos y grandes compañías de la UE, en
particular Volkswagen, pueden servir como ejemplo ilustrativo de esta política
estadounidense.
Ésta es la razón de
que USA esté dando pasos para asegurar su superioridad geopolítica sobre Europa
Occidental e involucrar activamente a sus “leales amigos”, particularmente Gran
Bretaña, para lograr sus objetivos.
No es ninguna
revelación que en el siglo 21 Gran Bretaña haya estado (de facto) sirviendo a
las necesidades de USA. Esta tendencia especialmente vívida se manifestó hace
pocos años durante el mandato de Tony Blair. Unos pocos hechos: La activa
participación de Londres en la campaña militar de Washington en Afghanistán en
2001; el apoyo a la invasión estadounidense de Iraq en 2003 y la política de
expansionismo de la Casa Blanca; y el desarrollo de la política exterior
británica, particularmente sus relaciones con Rusia, China y los países del
Medio Oriente. Gran Bretaña continúa siendo el más cercano aliado de USA,
especialmente en la OTAN.
El 15 de Julio de 2007
en una entrevista a la BBC, David Wright Miliband, entonces ministro de
relaciones exteriores de Gran Bretaña, hizo una audaz declaración acerca de las
“relaciones especiales” entre Londres y Washington, calificándolas de “la
relación bilateral más importante que tiene Gran Bretaña”. Respondiendo a la
pregunta del reportero de por qué era ése el caso, él respondió francamente:
“Porque es el país más rico y poderoso del mundo. Pero primariamente porque es
más prudente aliarse con USA que enfrentársele”.
Gran Bretaña también
juega un papel especial en la política estadounidense hacia la UE, “permaneciendo
como un intermediario entre Europa y USA”, de acuerdo a la sincera declaración
hecha por Tony Blair poco antes de la visita de George Bush a Europa en 2002.
La Casa Blanca utiliza a Gran Bretaña para manipular la política de la UE para
ganar ventajas así como asegurar que la Europa unida adopte decisiones que sean
benéficas para USA en términos de economía, finanzas, política, etc. Como lo
admitió David Cameron en uno de sus recientes discursos, “Gran Bretaña adoptó
una política de “lamebotas” en sus relaciones con USA en los tiempos de Blair”.
Pero ¿acaso no está el R.Unido actuando de una manera servil con USA también
hoy? Y ¿cuán independiente de la Casa Blanca resulta la toma-de-decisiones del
primer ministro Cameron, incluyendo lo relativo a la UE?
Una respuesta ejemplar
a estas cuestiones sería las 4 enfáticas demandas que recientemente David
Cameron entregó a los líderes de la Unión Europea como “rescate” para la
participación de Gran Bretaña en la UE:
·
Obtener
una “declaración explícita” de las autoridades de la UE de que Gran Bretaña
será excluida de cualquier movimiento hacia un súper estado europeo. Esto
requerirá una exención para el R.Unido del principio fundacional de la UE de
una “siempre más estrecha unión”.
·
Una
“declaración explícita” de Bruselas de que el euro no es la moneda oficial de
la UE de modo que Gran Bretaña pueda proteger el status de la libra esterlina
como su moneda legítima.
·
Darle al
parlamento británico la autoridad para bloquear cualesquier directivas de la UE
y reconsiderar las iniciativas legislativas de la misma.
·
Una nueva
estructura para la propia UE. El bloque de 28 naciones debe ser reorganizado
para impedir que nueve países que no están en la eurozona sean dominados por
los 19 que sí lo están, con protecciones particulares para la Ciudad de
Londres, que es el centro comercial de Gran Bretaña.
A primera vista estas
demandas pueden ser vistas como un compromiso del gobierno conservador de
Cameron para lograr el máximo de privilegios para su país. Sin embargo, ningún
otro país de la UE —y todos persiguen sus intereses nacionales y quieren
conseguir tantos privilegios como Gran Bretaña pretende— ha presentado demandas
tan directas. Y las demandas mismas son sospechosamente parecidas a los
intereses de la Casa Blanca deseando debilitar el euro y la UE como un todo. [parece un intento de seguir nominalmente dentro de la UE e
influir en sus decisiones, pero con un status que le permita actuar conforme a
sus propios intereses, al margen de la UE; en otras palabras, aprovecharse de
la membresía nominal, mientras tiene libertad de rechazar cualquier cosa que no
le convenga].
Y en estas
circunstancias, las acusaciones de que el primer ministro Cameron intentó un
“muy arriesgado desmantelamiento” de la UE, hechas por el ministro de
relaciones exteriores de Francia, Laurent Fabius, difícilmente puede ser visto
como carente de base. [Si USA no puede controlar a la
UE, buscará desmantelarla o, al menos, nulificarla mediante una crisis
permanente de modo que no pueda poner en peligro la hegemonía del dólar].
Sin embargo,
corresponde a los europeos llegar a una decisión final si satisfacer o no las
“demandas” de Cameron. A los europeos también les toca escoger si
subordinadamente siguen las políticas que USA autorizadamente les hereda o
viven en una unión independiente de Washington y de terceras potencias conforme
a la definición de la unión expresada en el Tratado de Maastricht que se
formalizó en 1992.
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