La Nueva e Interesante Geopolítica Petrolera de Rusia
Por F.
William Engdahl 19-Sep-17
FUENTE:
https://www.globalresearch.ca/russias-interesting-new-oil-geopolitics/5609709
El texto [en rojo] NO
viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción.
Desde
1928 el Acuerdo de la Línea Roja entre las mayores petroleras británicas,
francesas y estadounidenses para dividirse las riquezas del Medio Oriente
post-1GM, o más precisamente, controlar el petróleo, ha constituido la delgada
línea roja de la geopolítica moderna. Durante la época soviética, las
exportaciones petroleras rusas estuvieron grandemente dirigidas a maximizar el
ingreso en la moneda dura del dólar en cualquier mercado posible. Hoy, con las
ridículas sanciones de USA y la UE sobre Rusia y las guerras en el Medio
Oriente instigadas por Washington, Rusia está elaborando un nuevo marco
estratégico para su geopolítica petrolera.
Mucho se ha
dicho de cómo Rusia bajo la era Putin ha utilizado su destacado papel como
proveedor de gas natural como una parte vital de su diplomacia geopolítica. Los
gasoductos submarinos Nord Stream y pronto el Nord Stream II directos desde
Rusia, sacándole la vuelta a los campos minados de la OTAN en Ucrania y
Polonia, tienen el beneficio adicional de construir un cabildeo industrial en
la UE. Especialmente en Alemania, que lo pensarían dos veces respecto a las
lunáticas y rusofóbicas provocaciones de Washington. De manera similar la
Turkish Stream que da al sureste de Europa una perspectiva segura de gas
natural ruso para la industria y la calefacción independiente de Ucrania,
resulta positiva tanto para los Balcanes como para Rusia. Ahora un nuevo
elemento está emergiendo en la estrategia de las principales petroleras
estatales rusas para desarrollar una nueva estrategia geopolítica usando el
petróleo y las compañías mismas.
Muñecas Matryoshka, Qatar y Rosneft
El 07-Dic-16 el presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció
que el estado ruso había vendido 19.5% de acciones de Rosneft a un proyecto
conjunto del gigante suizo de materias primas Glencore y la Autoridad de
Inversiones de Qatar por 10,200 md€.
Rusia retuvo el control con más del 60% luego de la venta. Hubo un gran
misterio en cuanto a los detalles definitivos que quedaron sepultados en lo que
en ruso se denomina una estructura de muñeca matryoshka, referida a las famosas
muñecas pintadas rusas que cuando se abren, revelan una muñeca más pequeña y,
de nuevo, una muñeca aún más pequeña y así sucesivamente. Se refiere a una
estructura anidada de compañías tenedoras (holdings) usadas en la compra
Rosneft-Qatar/Glencore.
Cualesquiera que sean los detalles de esa venta decembrina,
que trajo a la tesorería rusa unos recursos muy necesarios en medio de un
déficit presupuestal originado por la aguda baja en los precios mundiales del
petróleo, unos 10 meses más tarde, Rusia y Rosneft ahora han negociado con
Qatar, Glencore y la CEFC de China, para que ésta compre 14% del 19.5% de
Rosneft [aunque esto no aportará recursos frescos a
Rusia y dejará a Qatar con apenas el 5.5%].
Qatar claramente está reaccionando a las sanciones
económicas conducidas por los sauditas y la resultante salida de efectivo de su
economía [compensada] con la venta de la mayoría
de sus acciones en Rosneft [es dudoso que esto lo haya
hecho Qatar por “necesidades de efectivo”; parecería más un gesto amistoso
hacia China, obviamente con el visto bueno de Rusia]. El aspecto más
significativo sin embargo es que Rosneft por primera vez emprende una empresa
conjunta con una importante compañía petrolera china en el proceso. CEFC, una
compañía privada [¡¡!!] de Shanghai con un
ingreso anual de 34,000 mdd con sus subsidiarias, está involucrada en acuerdos
de petróleo y gas por más de 50,000 mdd en el Medio Oriente y Asia Central. Las
sinergias del trato Rosneft-CEFC para la elaboración de la gigantesca
Iniciativa (Euroasiática) Cinturón, Camino (BRI, por sus siglas en inglés) son
obvias.
Christian Boerme, un analista con Wood Mackenzie, comentó
sobre la significación:
“Este acuerdo intensifica la relación energética entre
Rusia y China. Una participación directa en Rosneft hará a CEFC China el
principal impulsor para la relación de Rosneft con China, por delante de CNPC,
Sinopec y Beijing Gas”
Con este acuerdo las compañías petroleras estatales rusas y
chinas cooperarán en el desarrollo petrolero conjunto alrededor del mundo, una
gran cimentación de una relación bilateral que ha emergido como consecuencia
directa de la estupidez de Washington en los años recientes, primero con las
estaciones de defensa balística en 2007 en Polonia y a través de la UE
dirigidas hacia Rusia, luego el golpe de estado en Ucrania en 2014 por la CIA y
el Depto de Estado de USA, con la obvia intención de impulsar una cuña entre
Rusia y la UE, un golpe que ha costado un estimado de 100,000 mdd a las
economías de la UE desde 2014, conforme a un nuevo reporte de la ONU.
Como la
mayoría de los proyectos neocon y del Pentágono, el golpe en Ucrania ha sido un
tiro por la culata y ha inclinado a Rusia de una manera muy significativa para
girar hacia la cooperación con China y Eurasia. Ahora con Rosneft —la compañía petrolera más
públicamente comercializada en el mundo—
en una asociación estratégica con la gigantesca CEFC Energy de China, un nuevo
elemento significativo se ha agregado a las potencialidades de Rusia en la
geopolítica energética, así como en las de China.
Rusia con Turquía en Irán
En otro movimiento geopolítico altamente significativo, la
compañía petrolera estatal rusa JSC Zarubezhneft anunció en Agosto que ha
entrado en un acuerdo triangular de desarrollo petrolero con el grupo
energético turco, Unit International Ltd, y la iraní Ghadir Investment Company,
en proyectos de perforación de pozos en Irán con un valor reportado de 7,000
mdd. Las tres compañías financiarán y desarrollarán proyectos energéticos,
incluyendo el desarrollo de los vastos e inexplotados recursos petroleros
iraníes.
Unit International a principios de este año firmó un acuerdo
conjunto con una compañía sudcoreana de ingeniería para desarrollar cinco
plantas de generación de electricidad mediante gas en Irán por valor de 4,200
mdd, teniendo una capacidad de generación de 5,000 megawatts, convirtiéndolas
en las mayores plantas privadas de generación eléctrica en Irán. Este país
también es el segundo mayor proveedor de gas para Turquía después de Rusia.
Claramente aquí los antagonismos sunnitas vs chiítas se mantienen al margen
respecto a la cooperación energética estratégica y todo eso es para bien. Las
guerras de religión nunca producen algo bueno como lo vemos actualmente.
La empresa conjunta turca con la compañía petrolera estatal
rusa en Irán viene al mismo tiempo que Turquía anunció que ha finalizado, pese
a los aullidos de protesta desde Washington, la compra del avanzado sistema antiaéreo
ruso Triumf S-400, que se dice es el más avanzado del mundo.
Zarubezhneft es una compañía petrolera estatal rusa
especializada en proyectos de perforación fuera de Rusia. Actualmente está
activa en Vietnam, Cuba, Rep. Srpska, Jordania y otros lugares. La dimensión
geopolítica de estos proyectos, y ahora el acuerdo conjunto de desarrollo
gasífero y petrolero Rusia-Turquía en Irán, sugiere una estrategia geopolítica.
El desarrollo energético conjunto está sirviendo para tejer vitales lazos
económicos alrededor de Rusia.
Cuando todos estos desarrollos son vistos sobreimpuestos
sobre un mapa de Eurasia, llega a ser claro que una nueva relación geopolítica,
que pudiéramos llamar un campo de fuerza de energía económica está atrayendo a
Turquía más cerca de Rusia, al igual que Irán y China.
Por su parte, Qatar, un país nominalmente sunní que se ganó
la enemistad del príncipe y pronto-futuro rey, Mohammed bin Salman, de Arabia
Saudita, lo hizo no tanto por su temprano apoyo a la Hermandad Musulmana y más
por sus crecientes relaciones no sólo con Moscú, sino también con el Irán
chiíta y con China. Qatar ha estado en negociaciones secretas con Irán para el
desarrollo conjunto de su campo de gas natural compartido en el Golfo Pérsico.
Antes, Qatar, junto con los sauditas e incluso Turquía,
financiaron la guerra contra Bashar al Assad por la negativa de éste de ir con
Qatar en un gasoducto vía Siria hacia Europa. Assad en cambio se unió con Irán
e Iraq en un gasoducto iraní alternativo hacia Europa y por eso se lanzó la
guerra terrorista de 6 años contra Assad.
En algún punto luego de la decisión de Rusia de ayudar a
Assad a fines del 2015, en un giro pragmático que enfureció al Pentágono y al
príncipe Salman, Qatar hizo una nueva decisión conforme al dicho “si no puedes
batirlos, úneteles”. Qatar entró en pláticas secretas con Irán sobre Siria y
respecto a un gasoducto conjunto Qatar-Irán que mutuamente desarrollarían el enorme
campo de gas natural que comparten en el Golfo Pérsico —el campo South Pars/Domo Norte, con mucho, el mayor campo de gas
natural conocido del mundo según la Agencia Internacional de Energía (IEA, por
sus siglas en inglés). La batalla por el control de Qatar en un sentido es la
batalla para dominar los mercados mundiales de gas natural, hoy casi tan
importante como el petróleo para la economía mundial futura.
En respuesta a las sanciones económicas Trump-Kushner
inspiradas por los sauditas y dirigidas por los EAU contra Qatar en Junio
pasado, Qatar ha reforzado sus relación con Irán, con Rusia y con China,
mientras rechaza las imposibles demandas sauditas-EAU. El banco estatal chino
en Doha ha negociado el equivalente en yuans de más de 86,000 mdd en
transacciones desde la apertura de la sucursal en Doha del Banco Industrial y
Comercial de China en 2015, y ha firmado otros acuerdos con China que alientan
una cooperación económica aún mayor.
Luego en Agosto 23, Qatar anunció que estaba reestableciendo
plenas relaciones diplomáticas con Irán, no exactamente lo que los amigos de
Jared Kushner en Washington y Tel Aviv querían ver. Desde las sanciones
conducidas [nominalmente] por los sauditas para
aislar y matar de hambre a Qatar para someterlo, Irán ha proporcionado a Qatar
con embarques marítimos de comida fresca y permitido que aviones qataríes
crucen su espacio aéreo.
Además, se están desarrollando las relaciones de Qatar con
Rusia. Qatar, Irán y Rusia son los principales promotores de la creación de la
llamada “OPEG”, a la que Arabia Saudita, los EAU y USA se oponen vigorosamente [por supuesto, en el gas no existe un “pacto secreto” para
vender el gas EXCLUSIVAMENTE en dólares, como el firmado en 1971 por Kissinger
con el rey Faisal. Y si los países les da por comerciar gas y petróleo al
margen del dólar… ¡ya valió queso!].
Agréguese a
este cambiante campo de fuerza en el Golfo el hecho de que el gobierno turco de
Erdoğan, previamente un terco [más bien, convenenciero] aliado de Arabia Saudita,
condenó las acciones sauditas contra Qatar. Turquía envió a Qatar alimentos
para impedir escaseces provocadas por el embargo luego de Junio y aprobó una
legislación a través del parlamento para desplegar tropas turcas en suelo
qatarí.
Una nueva geometría
Rusia, China, Turquía, Irán, Qatar. Están tejiendo vínculos
económicos pacíficos más profundos, alejándose en los casos de Qatar y Turquía de
su mal concebida guerra de inspiración
estadounidense contra Bashar al Assad de Siria, desarrollando cooperación
energética de largo plazo y vínculos de defensa. En el centro está la nueva
geopolítica petrolera de Rusia.
La respuesta a todo esto desde el Titanic que se hunde y que
acostumbraba ser conocido como USA, de su cabildeo militar y sus banqueros de
Wall Street quienes realmente manejan la política de Washington vía su red de
centros de estudios, es infantil: guerra, desestabilizaciones, revoluciones de
color, sanciones como una forma de guerra económica, demonización, mentiras.
Todo esto resulta bastante estúpido y finalmente, aburrido.