¿Alguna oportunidad para que Mohammed bin Salman conserve el poder?
Por Pogos
Anastasov 16-Oct-17
FUENTE: https://journal-neo.org/2017/10/16/any-chances-for-mohammed-bin-salman-to-retain-power/
El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por
el equipo de traducción. Igualmente lo destacado en amarillo aparece como texto
simple en el original.
La visita del rey de Arabia Saudita, Salman bin Abdulaziz Al
Saud, a Rusia el 4-8 de Octubre, tiene un profundo significado simbólico. Su
importancia va más allá de la perspectiva de acuerdos económicos y de inversión
firmados durante su visita, que es insignificante cuando se compara con las
relaciones de Riyad con otros estados poderosos. El volumen de bienes con USA
excede al de Rusia por ¡330 veces!
Los acuerdos alcanzados grandemente se refieren al
desarrollo de largo plazo de las relaciones entre ambos países. Hablando
figurativamente, estamos hablando del lanzamiento de un misil de largo alcance,
con la entera visita actuando como la primera etapa de tal misil. Y esta etapa
es separable. Explicaré lo que esto significa.
El rey Salman es de edad muy avanzada (81 años). Aunque en
los tiempos modernos esto no puede considerarse un límite a la edad para estar
en el poder, el líder está seriamente enfermo, un hecho que fue sacado a la luz
durante el malfuncionamiento de la escalera mecánica a su llegada a Moscú. El
rey se mueve con dificultad; ha tenido un ataque al corazón y, de acuerdo a
algunos reportes maliciosos de la neblinosa Albión, también sufre de la
enfermedad de Alzheimer. El rey mismo lo entiende, y en los dos últimos
años ha estado preparando vigorosamente
a su hijo Mohammed para el ascenso al trono.
Los eventos de Junio de este año demostraron que Al Saud
está listo para ir cualquier distancia para este propósito. Ya ha reunido apoyo
de sus aliados en el clan Sudairi y logró su meta cuando el protegido de USA,
que ya había recibido la aprobación del gobierno en Diciembre de 2014 poco
antes de la muerte del rey Abdullah (fue aceptado en Washington por los líderes
de todos los departamentos clave, así como por el presidente [¿y esto no es evidencia de que A. Saudita ya perdió toda
soberanía?]), rechazó la posición de príncipe de la corona y se hizo a
un lado del príncipe Mohammed.
Incluso hasta ahora, desde Enero de 2015, el joven, enérgico
y en muy buena condición física, príncipe Mohammed ya ha concentrado en sus
manos tremendos poderes, incluyendo la posición de ministro de defensa, jefe
del bloque social y económico del gobierno, así como el control sobre la
principal fuente de ingreso del reino —la
compañía saudita Aramco—,
logrado en otoño del mismo año.
Para el otoño de 2017, todos los obstáculos para obtener
plenos, absolutos y legítimos poderesen términos de la legislación saudita han
sido eliminados. Todos los pretendientes al trono —el exheredero príncipe de la corona e hijo del rey Abdulaziz, el
príncipe Muqrin, y como hemos mencionado arriba, Mohammed bin Nayef (sobrino
del rey fundador, e hijo del titular del ministerio del interior, el príncipe
Nayef, que murió en 2011)— formalmente
han renunciado a reclamar el trono. El hijo del rey Abdullah, príncipe Mutaib,
que encabeza la Guardia Nacional, tiene un recurso de poder pero no disfruta
del apoyo del principal clan real —los Sudairi. Los hijos sobrevivientes del
rey fundador (salvo Muqrin), tales como el príncipe Ahmed, todos tienen los
derechos al trono, pero no pueden asegurar suficiente apoyo dentro de la
familia real saudita, no tienen un componente de poder y en el mejor de los
casos tienen el apoyo del clero conservador, que ya sintieron los vientos del
cambio y entienden que los planes de reforma del príncipe Mohammed pueden
debilitar su posición en la sociedad.
Además, en los dos
últimos años, el nuevo príncipe de la corona ha casi completamente limpiado el
aparato del estado de los representantes de las familias reales (excepto el
cuerpo de gobernadores), dándoles puestos honorables pero carentes de poder en
la Oficina Real y en el Consejo de la Shura, donde están bajo estrecha
supervisión. Él nombró a sus protegidos entre los jóvenes tecnócratas y hombres
de negocios en las posiciones clave, incluyendo la Oficina Real, donde funciona
un compacto gabinete alternativo.
Lo peor para los numerosos oponentes del príncipe Mohammed y
su política (hay muchos de ellos en la familia Al Saud) no es solamente que
están mal consolidados y no tienen poderosas herramientas administrativas o de
poder para influir en la situación, sino que no tienen planes para responder a
los numerosos retos enfrentados por el reino (dependencia petrolera a bajos
precios por las materias primas, desempleo juvenil, subdesarrollo de modernas
instituciones estatales, etc).
Mientras tanto, el príncipe Mohammed está lleno de ideas. La
primera de ellas es el plan “Visión 2030”, que explica en detalle cómo el país abandonará su dependencia del
petróleo y se convertirá en una economía industrial, aun dependiendo de
trabajadores extranjeros. Es claro que este plan se enfrenta a la
extremadamente baja eficiencia de la maquinaria estatal, que siempre ha sido
considerada una prebenda para los hijos de familias ricas y no tan ricas, pero
también por restricciones institucionales. Claramente implica el rompimiento
del sistema tribal, el rechazo de los dogmas obsoletos del wahhabismo y la
naturaleza más secular del estado, lo que ha sido probado mediante la abolición
a principios de Octubre de la prohibición de que las mujeres conduzcan. Pronto,
habrá la revocación de la prohibición sobre el entretenimiento —cines, teatros, conciertos,
exhibiciones y la apertura del país a los turistas. Mohammed bin Nayef ha
tratado de oponerse a los cambios limitando la reforma del Consejo de Muftíes y
promoviendo la introducción de visa de turista. Ahora, este obstáculo ¡ya no
existe!
Así, los oponentes del príncipe Mohammed no tienen medios
legales para impedir su ascenso al trono, lo que pudiera tener lugar en los
meses próximos. Todos los que están insatisfechos, incluyendo los miembros del
clan Sudairi que están disgustados por el abandono del principio de transferir
el poder de hermano a hermano y las fuerzas conservadoras que recurren al clero
y creen que el joven príncipe ha ido demasiado lejos al destruir las bases
patriarcales, obviamente les falta un recurso.
De hecho, tienen una única herramienta —la neutralización física del joven
príncipe, como fue el caso en 1975 cuando uno de los miembros de la familia
real mató al rey Faisal que se había
atrevido a declarar un embargo petrolero contra Occidente [aquí se insinúa que el asesinato de Faisal se debió a
oposición interna en la familia real, cuando resulta más que evidente que eso
se fraguó en el extranjero. De hecho, ese asesinato es una espada de Damocles
sobre cada integrante de la familia real por si se les ocurre salirse de la
línea, como Faisal]. Como fue antes, y (lo es) ahora, los oponentes del
joven príncipe pueden recurrir al apoyo del exterior [justo
es exactamente lo inverso]. Washington ha percibido la visita del rey
Salman a Moscú con una indiferencia fingida. Pero entiende que un desarrollo
adicional de la situación puede no ir conforme al plan de USA, si Riyad deja de
seguir ciegamente las instrucciones de los centros de poder de USA debido a las
reformas conducidas por el joven príncipe, (Dios no lo permita) llegue a estar
más cerca del desobediente “Vlad”. Esto es muy peligroso, como que el reino de
Arabia Saudita es la mayor herramienta de influencia —junto con Israel—
en la situación del mundo árabe, e incluso musulmán, sin mencionr que es el
principal comprador de armas estadounidenses en el mundo.
Washington por tanto tomará la ruta fácil de provocar un
atentado sobre Mohammed bin Salman u orquestar otra versión de la “primavera
árabe”, digamos, en forma de un golpe palaciego. El primer intento de asesinato
en Agosto de este año falló. Fue seguido por severas represiones y arrestos,
que afectaron a algunos miembros de la familia real. El segundo “tentáculo del
temor” fue el ataque contra el palacio real en Jiddah durante la entera visita
del rey a Moscú. Actualmente, el príncipe puede esperar nuevos ataques y actos
provocadores contra el nuevo papel de Riyad al que USA todavía no se
acostumbra.
¿Quiénes en USA pondrán sus apuestas: sobre el viejo
príncipe Ahmed? ¿o sobre el insultado y ofendido titular de la Guardia
Nacional, Mutaib? ¿Sobre el príncipe Muqrin que ha perdido su posición? ¿O
excitará contra Arabia Saudita al Estado Islámico, que está debilitado y
perdiendo posiciones en Siria e Iraq? En cualquier caso, el príncipe Mohammed
debería estar alerta, y el resto debería recordar que colocando una apuesta sobre alguien de la familia
real, USA no está interesado en los intereses sauditas, sino en los propios,
y si es necesario, procederán a fragmentar este país conforme a las líneas del
mapa de Ralph Peter, como ya ha ocurrido en Iraq.
En otras palabras, USA está dejando de ser el principal
garante de la seguridad de la monarquía saudita, pero sin embargo, está
llegando a ser la mayor amenaza. El príncipe Mohammed debería recordar a cada minuto precisamente este
hecho.
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