John Mearsheimer y Stephen Cohen se Enfrentan al Engañoso Establishment Neocon-Neoliberal en un Debate Vital
Por Federico
Pieraccini 10-Oct-18
FUENTE: https://www.strategic-culture.org/news/2018/10/10/john-mearsheimer-stephen-cohen-take-delusional-neocon-neoliberal-establishment-vital-debate.html
El texto [en
rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción.
Igualmente lo destacado en amarillo aparece como texto simple en el original.
El 20-Sep-18, en la ciudad de Nueva York, la compañía de
medios Intelligence Squared organizó un debate de importancia crítica para
ayudar a entender mucho de lo que actualmente vemos en la escena global.
El debate se desarrolló alrededor de tres cuestiones
principales. La primera fue el papel de la OTAN (“La OTAN ya no es adecuada a
su propósito”), la segunda fue respecto a Rusia (“La amenaza rusa ha sido
exagerada”) y la tercera fue respecto a Irán (“Es tiempo de tomar una línea
dura sobre Irán”).
Para discutir estos importantes problemas, fueron invitados
cinco invitados muy especiales, a saber:
Derek Chollet, vicepresidente ejecutivo
del German Marshall Fund de USA y ex Srio Asistente de Defensa de USA.
Stephen F. Cohen, Profesor emérito de
Estudios Rusos e Historia, de la Universidad de Nueva York.
Reuel Marc Gerecht, socio principal en
la Fundación para Defensa de las Democracias y ex-analista de la CIA.
John J. Mearsheimer, politólogo
estadounidense y profesor en la Universidad de Chicago; y
Kori Schake, vice Director Gral. en el
Instituto Internacional para Estudios Estratégicos.
Viendo el panel, uno inmediatamente nota cómo Cohen y
Mearsheimer fueron invitados para traer un punto de vista realista a la
discusión, como opuestos a los otros tres que tienen una visión
intervencionista de la política exterior estadounidense, viendo a USA como la
nación indispensable. Cohen y Mearsheimer han trabajado por años, si no es que décadas, para explicar a públicos
estadounidenses e internacionales cómo las políticas hegemónicas de Washington
han acelerado el fin del momento unipolar de USA así como han engendrado el
caos alrededor del mundo.
Cohen, y especialmente Mearsheimer, son realistas puros. Sin
entrar en los méritos de las diferencias entre el realismo ofensivo, el
realismo defensivo y los equilibristas en el exterior, ambos tienen una visión
coherente de por qué las acciones estadounidenses han provocado los resultados
que hemos visto en todo el mundo desde la caída del Muro de Berlín.
Para quienes siguen a Cohen y Mearsheimer y se ven a sí
mismos como realistas cuando observan las relaciones internacionales, observar
este debate fue doloroso y frustrante, pero también inmensamente útil para
comprender las divisiones actuales. De hecho, los otros tres panelistas deben
ser analizados cuidadosamente. Derek Chollet es parte del campo neoliberal,
habiendo servido en la administración de Obama. Chollet se encuentra en el
campo de los imperialistas que, tras la debacle en Irak en 2003 [más que “debacle en
Irak” es “debacle para Irak”, porque
los vendedores de armamento han hecho un gran negocio y también la Fed, al prestar
los fondos para llevar a cabo esa debacle], optaron por subvertir a los
países soberanos utilizando un conjunto diferente de metodologías, a saber,
golpes de estado organizados a través de revoluciones de color y la llamada
Primavera Árabe. [oiga apá, ¿y el derecho
internacional?, porque en USA se quejan de intervencionismo electoral cuando
alguien en Rusia ve por TV las noticias de las elecciones allí; por cierto, jamás
han dicho cuántos votos fueron modificados debido a la intervención rusa y cómo se
realizó esa modificación; mientras no lo aclaren, la historieta no pasa de ser política-ficción] En nombre de la
difusión de la democracia, países como Libia, Ucrania y Siria han sufrido una
devastación indescriptible a manos de USA y sus aliados [pero los culpables de esas devastaciones siguen más impunes que los
narcos].
Para representar el espectro completo de la política
exterior de los Estados Unidos, el ex agente de la CIA Reuel Marc Gerecht fue traido
como de línea dura, repitiendo el tipo de argumentos neoconservadores que
recuerdan a la era de Bush. Kori Schake, un ex asesor de G.W. Bush, completó la
letal oferta neocon-neoliberal [aquí es donde se ve que
esas etiquetas son «bullshits»
engañazonzos y da lo mismo neocon que neolib], que representa la
posición de la OTAN y los países más rusofóbicos e iranófobos de Europa.
Al observar a estos invitados y las preguntas formuladas,
era obvio que surgirían posiciones diametralmente opuestas. Cohen y Mearsheimer
discutieron prácticamente en simbiosis, con perspectivas ligeramente diferentes
pero llegando a la misma conclusión. USA, tras el colapso de la Unión Soviética
y el final de la Guerra Fría, se encontraron a sí mismos como la única
superpotencia que no enfrenta adversarios directos. La siguiente misión de
Washington fue rehacer el mundo a su imagen y semejanza, exportando la
democracia a los cuatro rincones del mundo y atacando a sus adversarios
geopolíticos con poder blando o duro. Pero este curso de acción, irónica[ y paradójica]mente, solo sirvió para acelerar el fin
de este momento unipolar.
Mearsheimer y Cohen intentaron reiterar en cada una de sus
respuestas cómo Washington solo ha logrado dañarse a sí mismo a través de sus
propios pensamientos y acciones insensatas [ídem la
guerrita de aranceles con China; en lenguaje técnico se denomina “cabecear pa´l
lado del golpe”]. Con respecto a la primera pregunta relativa a la OTAN,
tanto Mearsheimer como Cohen enfatizaron que la expansión hacia el este de la
OTAN luego del fin de la Guerra Fría fue la principal causa de inestabilidad en
Europa. Los tres neoconservadores neoliberales [sic! y
resic!] —a quienes por
conveniencia [y también en rigor de la verdad]
llamaré ahora “los imperialistas”—
respondieron que, de hecho, fueron los países europeos los que exigieron la
presencia de USA en Europa para protegerlos contra Rusia. Los tres
imperialistas rechazaron o ignoraron la simple y directa respuesta de
Mearsheimer, tomada de las campañas electorales de Obama y Trump, de que los
aliados europeos solo querían a USA en Europa para evitar aumentar sus propios
gastos militares. Al parecer al no haber oído lo que dijo Mearsheimer [que
sordera tan oportuna y selectiva], los tres insistieron
en que mientras Polonia y los países bálticos exigieran la presencia de USA,
Washington estaba obligado a responder. También fue frustrante para Cohen
explicar, por enésima vez, cómo el avance de la OTAN hacia las fronteras de
Rusia dañó las relaciones entre Rusia y USA, dos países que él cree que
deberían ser aliados globales en múltiples frentes. Mearsheimer incluso instó a
los tres imperialistas a pensar en la doctrina Monroe y en lo intolerable que
sería para USA tener una base de poder extranjero en el hemisferio occidental.
También recordó la crisis de los misiles cubanos, provocada por la proximidad
militar de la URSS con USA [esa fue una gigantesca
farsa, porque como escribió el politólogo cubano-estadounidense Servando González,
“así como la imagen de una pipa, NO ES una pipa; igualmente la imagen de un misil,
NO ES un misil. La farsa aseguró la supervivencia de Fidel y su régimen, a
cubierto de ataques anticastristas, fueran cubanos o estadounidenses].
Desafortunadamente, los tres imperialistas, incluso cuando quedaron
acorralados por los argumentos de Cohen y Mearsheimer, simplemente los
ignoraron o los mencionaron muy superficialmente. El imperialista más agresivo
de todos fue, como era de esperarse, el ex agente de la CIA, que insistió en
que la presencia de USA en Europa es necesaria no solo para mantener a raya a
Rusia, sino también para evitar que los europeos desciendan a un estado de
naturaleza hobbesiano y se destrocen mutuamente, como sucedió en dos guerras
mundiales.
No es sorprendente que los argumentos utilizados por el ex
agente de la CIA con respecto a la OTAN en Europa recibieran el acuerdo
completo de Kori Schake y Derek Chollet. El recordatorio de Cohen a los
presentes de que el golpe en Ucrania fue organizado y financiado por Occidente
fue rechazado por falso y ridículo. Derek Chollet afirmó: "las
manifestaciones del Maidan fueron espontáneas [con ese
tipo de mentiras descaradas que no las cree ni su abuelita ¿Chollet está
candidateándose para la presidencia en el 2020?], invocando una mayor
proximidad a Europa ante un dictador en manos de Moscú". La segunda
pregunta estaba relacionada con la primera, discutiendo sobre Rusia y su papel
en el mundo. Una vez más, tanto Cohen como Mearsheimer tuvieron que reunir toda
su paciencia y explicar al público en general cómo Putin siempre ha actuado en
reacción a las provocaciones occidentales. La expansión de la OTAN hacia el
este (a pesar de la promesa verbal de Bush a Gorbachov de no extender la OTAN
más allá de Alemania) fue la causa de la guerra en Georgia en 2008 y en Ucrania
en 2014 [de hecho, puesto que Afganistán no está en el
Atlántico Norte, nadie ha explicado a cuenta de qué, la OTAN ha andado
inmiscuida por allá]. Por supuesto, los tres imperialistas negaron estos
argumentos, acusando a Putin de agresión no provocada, confirmando en su mente
por qué se necesita la presencia estadounidense en Europa para oponerse a Rusia
como actor negativo en la escena internacional. Ni siquiera Mearsheimer se hizo
eco de la estrategia de Kissinger para dividir a Rusia y China convenció a los
presentes de que la actitud agresiva hacia Moscú y Beijing solo estaba dañando
a USA [como dice el dicho: “si ya es capricho, lléguele”],
acelerando el final del momento unipolar y forjando el nacimiento de una
realidad multipolar que dejará a Washington aislado de las otras grandes
potencias.
Los tres imperialistas afirmaron que la cooperación entre
Rusia, China e Irán no debería ser sorprendente, ya que los dictadores siempre
se confederan [¿como lo hicieron Roosevelt, Churchill y
Stalin?, porque según los libros de historia fueron Aliados; aunque luego
se desaliaron y comenzó la Guerra Fría]; y además, dicen, esta situación
no debería asustar a USA, que tiene la capacidad de enfrentar múltiples frentes
simultáneamente. Afortunadamente, las palabras de Cohen, recordando los
desastres en Afganistán, Irak, Siria y Libia, pusieron fin a ese optimismo
ilusorio [¿optimismo ilusorio? Los desastres en
Afganistán, Irak, Siria y Libia, efectivamente han sido desastres para cada uno
de esos países, pero no para quienes los han promovido y lucrado con ellos],
provocando la risa de la audiencia. Tales momentos sirvieron para poner de
relieve cuán ridículos son los argumentos imperialistas. Dos o tres de tales
argumentos fueron suficientes para abrir los ojos de los miembros de la
audiencia que no estaban familiarizados con los argumentos opuestos a los
presentados por los imperialistas.
Dos momentos tan instructivos se destacan. El primero fue en
respuesta al ex agente de la CIA, que pidió un golpe de estado en Irán,
afirmando que USA sabe cómo llevar a cabo éstos con éxito [¿quién se lo podría negar?]. Pero la respuesta de
Mearsheimer, al recordar los fracasos en Irak, Libia, Siria y Afganistán [de nuevo, los fracasos han sido para esos países, no para
los promotores], provocó fuertes aplausos de la audiencia. Mearsheimer
recordó cómo estos argumentos fueron empleados por Obama y Trump durante sus
campañas electorales para ganar el cargo. El segundo momento, aún más efectivo,
se refirió a Irán. En respuesta a Kori Schake, quien abogó por una mayor
presión sobre Irán debido a su supuesta interferencia en la región en un
intento por expandir su influencia en muchos países vecinos (Siria, Irak,
Líbano, Yemen), Mearsheimer señaló el asombroso nivel de hipocresía.
involucrado, donde USA es
el campeón mundial del cambio de régimen y la interferencia en los asuntos
internos de otros países. El fuerte aplauso que siguió atestiguó la
verdad indiscutible de esta observación.
Desafortunadamente, el debate terminó con la mayoría de la audiencia
que siguió creyendo que la OTAN es de importancia fundamental, que Rusia es un
actor malvado y que USA debe ejercer más presión sobre Irán [tómese en cuenta que el debate puede haber durado 2 horas;
la propaganda opuesta lleva décadas, 24 horas diarias, 7 días a la semana].
El número de personas que cambiaron de opinión antes y después del debate fue
importante (Mearsheimer y Cohen cambiaron las actitudes de aproximadamente el
10% de los presentes con respecto a las dos primeras preguntas) pero aún así
son marginales en comparación con el total.
Como espectador en línea, experimenté diferentes
sentimientos. Mi principal frustración radica en la naturaleza de
David-y-Goliat del debate, con los argumentos de Cohen y Mearsheimer en contra
de todas las mentiras acumuladas de los principales medios de comunicación,
amplificados y repetidos por los tres imperialistas presentes. El público
estaba ciertamente más acostumbrado a escuchar los argumentos de los
imperialistas; Cohen y Mearsheimer apenas tuvieron tiempo suficiente para
superar el condicionamiento de la audiencia. Sin embargo, una parte del público
presente cambió completamente de opinión después del debate. Algunas personas
entraron al salón con la convicción de que la OTAN era indispensable y Rusia
agresiva, pero terminaron marchándose con la creencia de que la OTAN ahora está
obsoleta y que Rusia no es el agresor aquí.
Entonces lo que surge de todo este debate es la conclusión
obvia de que Mearsheimer y Cohen son dos mentes formidables que no temen
enfrentar, desmantelar y destruir la sabiduría recibida. Estar informado es una
parte fundamental de nuestras vidas hoy. Sin estar debidamente informados, no
estamos debidamente equipados para votar y elegir a nuestros representantes. Así
somos incapaces de configurar y determinar adecuadamente el curso de los
acontecimientos en nuestras democracias putativas.
Este debate ha demostrado cuán desconectado del mundo real está
el mundo imperialista de USA y, en especial, cuánto daño ha hecho realmente
esta forma de pensar neocon-neoliberal, que ha logrado irónicamente resultados
opuestos a los buscados, sirviendo solo para acelerar el fin de la dominación
de USA sobre el mundo. A medida que la información se difunde y llegue a más y
más personas, habrá una creciente comprensión de las acciones desastrosas del
establecimiento euroamericano. Cohen y Mearsheimer están actuando al servicio
de su país, advirtiendo que la dirección hacia la que se dirige USA solo tendrá
consecuencias perjudiciales para el papel del país en el mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario