Hong Kong y la Audacia de USA. Parte de una “Guerra de Desestabilización” con China
Por Peter
Koenig 26-Ago-19
FUENTE:
https://www.globalresearch.ca/hong-kong-and-the-audacity-of-the-u-s-part-of-a-destabilization-war-with-china/5687191
El texto [en rojo] NO viene en el original y fue incluido por
el equipo de traducción. Igualmente lo
destacado en amarillo aparece como texto simple en el original.
La gente a menudo pregunta e insinúa las
similitudes entre las protestas de Hong Kong y los chalecos amarillos
franceses. Los primeros comenzaron el 31 de marzo y se acercan a su semana 19:
los chalecos amarillos (YV, por sus siglas en inglés) celebraron el pasado fin
de semana su 40ª semana de protestas. Recientemente, algunas voces de infiltrados
de Macron en el movimiento YV, —o QuintaColumnistas—,
han sugerido que los YV pueden apoyar a los manifestantes de Hong Kong en
solidaridad por la libertad ...
Bueno, eso no salió bien con los altamente educados y bien
informados YV. Muchos de ellos se sintieron realmente insultados por los
macronitas —"¿por quién
nos toma este tipo [Macron]?"—
y están en lo cierto. No hay una pizca de comparación entre los dos
movimientos, excepto que son protestas, pero por razones muy diferentes y que
sirven a agendas muy diferentes. Los YV de ninguna manera puede asociarse con
las "protestas" de Hong Kong, que son iguales a las revoluciones de
color financiadas por los Estados Unidos.
Nosotros, dijeron los líderes de los YV, estamos luchando
contra un gobierno francés cada vez más totalitario, que está robando cada vez
más nuestros ingresos legítimos en forma de todo tipo de impuestos y mantiene
un salario mínimo con el que cada vez más familias francesas no pueden
sobrevivir. La vida es prohibitiva con la pensión regular de un trabajador. El
gobierno de Macron está creando pobreza, trasladando los recursos financieros —los pocos que quedan, de abajo hacia
arriba—. Contra eso estamos
luchando y protestando. Queremos un cambio fundamental en la estructura
económica francesa y en el liderazgo francés. Vean, todo esto no tiene nada que
ver con las protestas de Hong Kong financiadas por Washington, que son
dirigidas por cuenta de Washington por nativos de HK contra el gobierno de
China continental.
No podría ser más claro. Los Chalecos Amarillos franceses
saben por qué están luchando. Los manifestantes de Hong Kong, la mayoría de
ellos, siguen a unos pocos líderes con falsos pretextos contra su país, contra
Beijing. De acuerdo, muchos de los manifestantes son pro-occidentales, cantan
el Himno Nacional de USA [sic!, extraña condición del
financiamiento] y ondean la bandera británica —la bandera de sus antiguos colonialistas.
En realidad, los fondos para desestabilizar a Hong Kong en
el futuro comenzaron a fines de 1994, 3 años antes de la entrega oficial de
Hong Kong por el RU al gobierno de Beijing. Mucho antes de la fecha oficial de
regreso de Hong Kong a la República Popular de China (RPC) en 1997, USA creó
una red de quintacolumnistas en Hong Kong.
Washington derrama millones para crear disturbios en Hong
Kong, de manera similar a como lo hizo en Ucrania, cuando el Depto de Edo de USA
financió la preparación del golpe de estado de 2014 con al menos 5,000 mdd,
según la propia admisión de Victoria Nuland [conocida
en la farándula como «Lady
F**k EU»], subsecretaria de Estado, directamente a través del Fondo
Nacional para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés), una "ONG" que no lo
es. Es más bien el brazo extendido o nebuloso de la CIA, que recibe cientos de mdd
del Depto de Edo por sus actividades de "cambio de régimen" en todo
el mundo.
En 1991, The Washington Post citó a Allen Weinstein,
fundador del NED, diciendo:
"Mucho de
lo que hacemos hoy era hecho de manera encubierta hace 25 años por la
CIA".
No podría haberlo dicho mejor. Vemos los resultados en todo
el mundo.
Precisamente esto ha sucedido en Hong Kong y continúa
ocurriendo hasta este día, y probablemente mucho más allá. USA no lo dejará que
termine. Especialmente ahora que la mayoría de las personas que tienen al menos
un conocimiento limitado sobre cómo funcionan estas manipulaciones occidentales [eso de “manipulaciones occidentales” resulta un disfraz bastante
defectuoso. Se trata de la élite de un ÚNICO país, perfectamente identificado],
comprenden y ven por sí mismas quién está sembrando los disturbios. Tomemos
como ejemplo al estudiante y héroe occidental de 22 años de la Revolución de
los Paraguas del 2014, Joshua Wong, entrenado, programado y financiado por el
Depto de Edo de USA/NED/CIA. Nuevamente es un jugador principal en el
movimiento de protesta actual. Wong es el joven-en-el-terreno por cuenta del
magnate de los medios locales, Jimmy Lai, que ha gastado millones de su propio
dinero en las protestas del "Occupy Central" de 2014 (Revolución de los
Paraguas).
El oligarca usa sus fondos ampliamente para financiar
líderes y grupos de protesta. También creó su propio Partido Nacional, con
importantes connotaciones xenófobas. Sin embargo, el Sr. Lai está muy cerca de
la Administración Trump y se reunió, junto con muchos de sus líderes de
protesta, con el enviado de USA en Hong Kong, así como con el Asesor de
Seguridad Nacional John Bolton y otros funcionarios estadounidenses. El 08-Julio,
el Sr. Jimmy Lai se reunió con el vicepresidente estadounidense Mike Pence en
la Casa Blanca.
Lai tiene pleno apoyo del gobierno de USA para iniciar y
promover estos grupos de protesta. Sin embargo, si se les pregunta, los
manifestantes no tienen un plan o estrategia precisos de lo que quieren. La
isla está en gran parte dividida. Con mucho, no todos los manifestantes quieren
separarse del continente. Se sienten chinos y expresan su disgusto con la
radical propaganda anti-Beijing de Jimmy Lai. Lo llaman traidor.
El Sr. Lai nació en 1948 en China continental, en una familia
empobrecida en Canton. Fue educado hasta el quinto grado y pasó de contrabando
a Hong Kong en un pequeño bote a los 13 años. En HK trabajó como obrero
infantil en una fábrica de prendas de vestir por aproximadamente el equivalente
a US $8 por mes. En 1975 compró una fábrica de ropa en quiebra por una miseria
y creó Giordano, produciendo suéteres y otras prendas para clientes en su
mayoría estadounidenses, como J.C.Penny, Montgomery Ward y otros. El Sr. Lai
hoy es abiertamente criticado incluso por su propia gente como conspirador
detrás de la violencia de los disturbios en HK, o protestas, como él prefiere
llamarlos.
Las protestas comenzaron con una "controvertida"
ley de extradición —que, por
cierto, existe entre la mayoría de los estados en USA, así como entre las
naciones en Europa y en gran medida a nivel internacional. Por lo tanto, esto
no es nada inusual. Sin embargo, su importancia fue sacada de proporción por
los medios de comunicación occidentales y los propios medios locales del Sr.
Lai para distorsionar la situación. A una minoría, por supuesto, le gustaría su plena independencia de
China, lo que está totalmente en contra del acuerdo firmado entre el RU y
Beijing en la llamada Entrega de 1997.
Hace unos días, USA envió un par de barcos de guerra a las
aguas de China en Hong Kong. Tuvieron la audacia de pedirle a Beijing que les
otorgue el derecho de atracar en el puerto de Hong Kong. Beijing, por supuesto,
se negó y advirtió a Washington —no
se entrometan en nuestros asuntos internos. Evidentemente, Washington no tiene
intención de prestar atención a los consejos de China [ni
de nadie, ni siquiera del propio pueblo estadounidense]— nunca lo hacen. Han sido inoculados
con la opinión de que la nación excepcional lleva la batuta. Siempre. Nadie más
debería atreverse a contradecirlos. Punto.
El 03-Julio, The China Daily deliberadamente informó:
“Los ideólogos en los gobiernos occidentales nunca
cesan en sus esfuerzos por crear disturbios contra los gobiernos que no son de
su agrado, a pesar de que sus acciones han causado miseria y caos en un país
tras otro en América Latina, África, Oriente Medio y Asia. Ahora están
intentando el mismo truco en China ".
Las tácticas estadounidenses en Hong Kong pueden combinarse
con la guerra comercial de Trump, con la mayor presencia del Pentágono —principalmente nuevas bases
militares y presencia naval en la región del Indo-Pacífico, el (in)famoso Giro
hacia Asia que motivó a Obama a ordenar que el 60% de la flota de la Armada de USA
se dirigiera al Mar del Sur de China.
Todo esto y más es parte de una guerra de desestabilización
con China. Washington teme al creciente poder económico de China en el mundo,
al sistema monetario de China, que se basa en la producción económica y en el
oro, no en dinero sin respaldo como el dólar estadounidense, el euro y otras
monedas que siguen el sistema turbocapitalista occidental; y Washington teme
perder la hegemonía del dólar, ya que el yuan chino está asumiendo gradualmente
el papel del dólar como moneda de reserva mundial.
Básicamente los británicos se robaron Hong Kong en 1842 en
la culminación de las Guerras del Opio. Bajo la presión del poderío militar
británico, China cedió Hong Kong en virtud del Tratado de Nankín, firmado el 29
de agosto de 1842. Hong Kong se convirtió, por lo tanto, en una colonia de la
Corona del Imperio Británico en 1898. El gobernador de Hong Kong, Chris Patten
y el Príncipe Carlos acordaron, conforme al contrato de arrendamiento de 99
años, devolver Hong Kong a China en 1997 [dice un dicho
que no hay fecha que no se llegue ni plazo que no se cumpla].
Después de 155 años de opresión colonial británica del
pueblo de Hong Kong, era hora de normalizar el status de Hong Kong como lo que
siempre debería haber sido, es decir, un territorio integral de China. El
acuerdo "Un país, dos sistemas" de 1997, devolvió Hong Kong a la
República Popular China, pero las partes acordaron dejar el sistema capitalista
en vigor durante 50 años más. El acuerdo también estipulaba que todas las
intervenciones y reclamos coloniales sobre Hong Kong debían terminar. La plena soberanía
iba a regresar a China. Lo que está sucediendo ahora —los disturbios fomentados por USA y el RU para buscar la
independencia de la isla, no tienen en cuenta el Tratado de Traspaso de 1997.
Las protestas inspiradas y financiadas por Estados Unidos están
destinadas a desafiar la cláusula de soberanía china sobre HK, movilizando a la
opinión pública que quiere plena "libertad", es decir, independencia
de China.
Los 50 años de la usual y abusiva continuación capitalista,
permitiría a los imperialistas estadounidenses y británicos mantener el control
económico sobre Hong Kong y, por lo tanto, ejercer influencia económica sobre
la RPC. ¡Qué equivocados estaban! —
En 1997, el PIB de Hong Kong constituía el 27% del PIB de China, hoy esa
proporción se ha reducido a un mero 3% [¡¡¡!!!].
El rápido crecimiento del nivel de desarrollo de China, especialmente la
Iniciativa Región Camino (BRI, por sus siglas en inglés), que Occidente decidió
literalmente ignorar hasta hace aproximadamente un año, se ha convertido en una
amenaza vital para el mundo corporativo de USA.
Lo que interesa especialmente a USA, al RU —y al resto de Occidente [esto de “resto de Occidente” es bastante dudoso]— es la posición bancaria especial de
HK en el mundo. A través de Singapur y Hong Kong, Wall Street y los bancos
europeos clave, juntos con su no tan 'éticamente limpio' y a menudo fraudulento
socio, HSBC, pretenden controlar e influir la economía asiática —y especialmente intentar evitar que
China asuma el control de los mercados financieros asiáticos. Hong Kong tiene
las leyes bancarias más liberales, posiblemente de todo el mundo, donde se
pueden realizar transacciones ilegales de dinero [eso
resulta natural, considerando que era una colonia británica], lavado de
dinero, inversiones sospechosas en miles de millones y nadie lo observa.
Mantener HK el mayor tiempo posible con este status especial de nación y
ejercer influencia y control sobre los mercados financieros de la RPC es uno de
los objetivos occidentales.
Pero poco entiende Occidente que China y otros países
orientales, más Rusia, India y Pakistán, ya se han separado, o están en proceso
de separarse de la economía del dólar y son miembros de la Organización de
Cooperación de Shanghai (SCO, por sus siglas en inglés). Seamos realistas, la
SCO comprende aproximadamente la mitad de la población mundial y controla
aproximadamente un tercio de la producción económica mundial.
Por lo tanto, los miembros de la OCS ya no dependen de los
mercados financieros occidentales y las manipulaciones monetarias. De hecho,
Shanghai en las últimas décadas ha crecido hasta convertirse en el centro
financiero de China con mucha más importancia para ésta que Hong Kong. Por lo
tanto, es muy poco probable que China tome medidas enérgicas contra Hong Kong
por las protestas. Hay demasiado capital político para perderse al interferir.
Los manifestantes de Occidente y Hong Kong también pueden amotinarse.
Pero si China se cansa de estas incesantes provocaciones
occidentales y realmente quiere poner fin a ellas, la República Popular China
podría hacerse cargo de Hong Kong en menos de 48 horas, reducir los 50 años del
capitalismo occidental y hacer de Hong Kong una provincia de pleno derecho de
China, sin privilegios, ni status especial, solo parte [integral]
de la soberana China. Fin de la historia.
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