Henry Kissinger lo Entiende… El ‘Excepcionalismo’ de USA Ha Terminado
SCF
Editorial 29-Nov-19
FUENTE: https://www.strategic-culture.org/news/2019/11/29/henry-kissinger-gets-it-us-exceptionalism-is-over/
El texto [en rojo] NO
viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción.
El
exSrio de Estado de USA, Henry Kissinger, recientemente hizo comentarios
prudentes cuando dijo que USA ya no es una potencia única y que debe reconocer
la realidad de China como un rival equivalente.
El furor por una nueva ley aprobada por USA esta semana con
respecto a Hong Kong y que socava la autoridad de Beijing subraya la
advertencia de Kissinger.
Si USA no puede encontrar algún modus vivendi con China,
entonces el resultado podría ser un conflicto catastrófico peor que cualquier
guerra mundial anterior, advirtió.
Hablando públicamente en Nueva York el 14-Nov, el veteran[ísim]o diplomático instó a USA y China a resolver sus
actuales tensiones económicas de forma cooperativa y mutua, agregando: "Ya
no es posible pensar que un lado puede dominar al otro".
Una observación clave hecha por Kissinger fue la siguiente:
"Entonces, aquellos países que solían ser excepcionales y solían ser
únicos, tienen que acostumbrarse al hecho de que tienen un rival".
En otras palabras, está negando el consenso erróneo
sostenido en Washington que afirma que USA de alguna manera es
"excepcional", un "poder único" y la "nación
indispensable". Este consenso ha crecido desde principios de los 1990s,
luego del colapso de la Unión Soviética, cuando USA se veía a sí mismo como la
única superpotencia. Eso se transformó en una ideología más virulenta de
"dominio completo". De allí, las últimas tres décadas de implacables
guerras criminales de USA y de operaciones de cambio de régimen en todo el
planeta, arrojando al mundo entero al caos.
La evaluación franca de Kissinger es un soplo de aire fresco
en medio de la autoestima rancia e insoportablemente arrogante de muchos
políticos estadounidenses que ven a su nación como un poder sin igual que no
admite otro.
El experimentado estadista, que tiene 96 años y conserva una
perspicacia admirable para la política internacional, finalizó sus comentarios
en una nota optimista al decir: "Estoy seguro de que los líderes de ambos
lados [USA y China] se darán cuenta del futuro del el mundo depende de que las
dos partes busquen soluciones y manejen las inevitables dificultades".
Acertadamente, la advertencia de Kissinger sobre el peligro
de conflicto fue reiterada por separado por el veterano periodista John Pilger,
quien advirtió en una entrevista exclusiva esta semana para la Fundación de
Cultura Estratégica que presumía que "el excepcionalismo estadounidense
está llevando al mundo a la guerra".
Henry Kissinger es de hecho una figura controvertida. Muchos
académicos estadounidenses lo consideran uno de los Srios de Estado más destacados
durante el período posterior a la 2GM. Sirvió en las administraciones de Nixon
y Ford durante los 1970s y luego escribió tomos sobre geopolítica y relaciones
internacionales. En contra de eso, su reputación se vio gravemente empañada por
la guerra de USA en Vietnam y el terrible número de muertos civiles por los
implacables bombardeos aéreos en Indochina, que se cree que fueron apoyados por
Kissinger [Kissinger, desde siempre, ha sido un fiel
servidor y más que los bombardeos, que en su mayoría fueron anteriores a él, se
le debe juzgar por haber realizado la entrega de Vietnam del Sur].
Kissinger también ha sido acusado de apoyar el golpe militar
en Chile en 1973 contra el presidente electo Allende, y de respaldar la guerra
sucia de los generales fascistas [horror de horrores]
argentinos durante los 1970s contra trabajadores e izquierdistas.
Para su crédito, sin embargo, Kissinger fue y es un
practicante de la "realpolitik" que ve las relaciones internacionales
a través de una lente pragmática. Otro planificador estatal estadounidense de
la realpolitik fue el fallecido Zbigniew Brzezinski, quien murió en 2017 a la
edad de 89 años. Ambos abogaron por una política de distensión con la Unión
Soviética y China.
La innovadora [y personalmente
humillante] visita del presidente Richard Nixon a China en 1972 se
atribuye al consejo dado por Kissinger, quien en ese momento era asesor de
seguridad nacional de la Casa Blanca [fue Kissinger,
quien con su viaje secreto en Julio de 1971, preparó el camino para la
utilización de la enorme mano de obra china, con el consecuente estancamiento
de los sueldos en el resto del mundo].
Ese mismo año, USA y la Unión Soviética firmaron el tratado
de Misiles Anti-Balísticos (ABM), también bajo la dirección de Kissinger en el
lado estadounidense. Posteriormente, USA se retiró del tratado en 2002, una
medida que presagia un largo deterioro en las relaciones bilaterales entre USA
y Rusia hasta nuestros días.
A pesar de todos sus defectos, al menos personas como
Kissinger y Brzezinski estaban motivadas por políticas prácticas orientadas a
objetivos. Estaban dispuestos a comprometerse con los adversarios para
encontrar un modus vivendi [ni Kissinger ni Brzezinski
se mandaban solos; han sido meros empleados]. Tal actitud falta con
demasiada frecuencia en las recientes administraciones de Washington, que
parecen guiarse por una ideología de dominio unipolar de USA sobre el resto del
mundo. El actual consenso de Washington es de hiper-ideológico irrealismo y
arrogancia, lo que lleva a una mentalidad de antagonismo de suma cero hacia
China y Rusia.
A veces, el presidente Donald Trump parece suscribir el
pragmatismo de la realpolitik. En otras ocasiones, recurre a la mentalidad
hiper-ideológica expresada por su Vicepresidente Mike Pence, así como por el
Srio de Estado Mike Pompeo y el Srio de Defensa Mike Esper. Este último ha
calificado a China como la "mayor amenaza a largo plazo" para USA [es el simple juego del bueno y el malo; aunque a veces da
la impresión de que están jugando al tonto y el malo].
Esta semana, el presidente Trump promulgó la "Ley de
Derechos Humanos y Democracia", que impondrá sanciones a China por
supuesta represión en su territorio de Hong Kong. Beijing ha reaccionado
furiosamente a la legislación, condenándola como una violación a su soberanía.
Este es exactamente el tipo de movimiento desalentador
contra el que Kissinger advirtió para evitar un mayor envenenamiento en las
relaciones bilaterales ya tensas de los últimos 16 meses de guerra comercial
entre USA y China.
Uno discierne la diferencia entre Kissinger y los políticos
estadounidenses más recientes: el primero tiene un conocimiento histórico
abundante y aprecio de otras culturas. Su astuta, taimada, y tal vez incluso
maquiavélica característica, lleva a Kissinger a reconocer y respetar otros
poderes en un mundo complejo. Lo que contrasta con la banalidad e ignorancia
puritanas manifestadas por la administración de Trump y el Congreso.
Saludando a Kissinger el pasado viernes 22-Nov, durante una
visita a Beijing, el presidente Xi Jinping le agradeció su histórica contribución
a la normalización de las relaciones entre USA y China durante los 1970s.
"En la actualidad, las relaciones chino-estadounidenses
se encuentran en una coyuntura crítica que enfrenta algunas dificultades y
desafíos", dijo Xi, pidiendo a los dos países que profundicen la
comunicación sobre cuestiones estratégicas. Fue un eco de las opiniones
pragmático-políticas que Kissinger enunció la semana anterior.
Mientras compartía un escenario público con Kissinger, el
líder chino agregó: “Las dos partes deberían partir de los intereses
fundamentales de los dos pueblos y de las gentes del mundo, respetarse
mutuamente, buscar puntos en común mientras se reservan las diferencias, buscar
resultados beneficiosos para todos en cooperación y promover vínculos
bilaterales para desarrollarse en la dirección correcta".
Asimismo, China y Rusia han pedido continuamente un orden
mundial multipolar para la cooperación y la asociación en el desarrollo. Pero
los gobiernos actuales y recientes de USA se niegan a contemplar cualquier otro
orden que no sea un supuesto dominio unipolar. De ahí la continua lucha
comercial de USA con China y la implacable demonización de Rusia por parte de
Washington.
Este mantra ideológico "excepcional" de USA está
generando más tensiones y, en última instancia, es un camino hacia el abismo.
Henry Kissinger lo entiende. Es una pena que la actual
cosecha de políticos y pensadores de USA esté tan empobrecida en su intelecto [como dirían en el rancho: éstos son los bueyes que tenemos
y con éstos hay que arar].
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