PRIMER ENFOQUE
¿Qué Futuro le Espera a la Iniciativa Región-Camino de China?
Por Nina
Lebedeva 30-Abr-20
FUENTE: https://journal-neo.org/2020/04/30/what-does-the-future-hold-for-china-s-belt-and-road-initiative/
El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por
el equipo de traducción. Igualmente el texto destacado en amarillo aparece como
texto simple en el original.
El mundo está trastornado
por la erupción de la pandemia del coronavirus. Las fronteras se están cerrando.
Las monedas nacionales se están derrumbando. Los vuelos de las aerolíneas se
están cancelando entre países y regiones, así como las conexiones nacionales de
automóviles y trenes. En general, las personas se han "retirado" a la
cuarentena y al autoaislamiento. Es demasiado pronto para hablar sobre los
resultados positivos de muchas de estas (a veces) severas medidas (además de
que China, dió a la comunidad mundial un ejemplo de disciplina y generosidad).
Sin
lugar a dudas, el mundo será diferente después de superar el COVID-19, algo
nunca antes visto en la historia humana. Habrá claras diferencias en los
principios y el carácter de las relaciones internacionales, el funcionamiento
de la economía mundial, los lazos tradicionales de cooperación multinacional,
las interrelaciones ("de persona a persona") y los valores humanos
universales. Pero mirando el panorama general, ¿podemos hablar ahora sobre la
globalización y el orden mundial actual, cuando los gobiernos y las personas,
en esencia, se han separado unos de otros y se han ocultado tras las puertas de
sus "barrios" para sobrevivir a este choque económico y geopolítico y
a muchos de las más severas consecuencias de los próximos años?
Pero
vale la pena y es necesario, sin embargo, contemplar el futuro, el destino de
los proyectos más grandes, por ejemplo, la Iniciativa de la Región-Camino de
China (BRI, por sus siglas en inglés), que se basa en elementos que están
absolutamente en desacuerdo con la pandemia —la integración y
cooperación más amplias sobre una vasta extensión de tierra y mar en diversas
direcciones. Al mismo tiempo, mientras la pandemia ha expuesto todos los
riesgos y debilidades de la interdependencia global, no podemos descartar que
afecte la Iniciativa de China. Debido a la tensa situación, surgen preguntas
justificadas: ¿hay un escenario para el desarrollo del proyecto BRI en los
próximos meses o en el horizonte? ¿Cuáles son los problemas más difíciles que
enfrenta Beijing?
Como recordatorio: Primero: BRI es el hijo favorito de Xí
Jìnpíng, quien anunció sus planes de implementación en septiembre de 2013, un
momento destacado por una tasa de crecimiento anual del PIB de casi 8%, y una
"reserva" de China de aproximadamente 4 bdd. La opinión de expertos
en Beijing se formó en torno a la opinión de que tanto el proyecto terrestre
como la Ruta Marina de la Seda eran para el Presidente de la RPC las
prioridades 9 y 10 de una lista de 10, con la No. 1 siendo mantener el poder
del PCCh, y la No. 2 el fortalecimiento de la unidad nacional. Finalmente, el
número 3 era el avance económico continuo.
Segundo: De acuerdo a las cifras de Marzo de 2018 del
conglomerado bancario Morgan Stanley, para 2027 los gastos en el proyecto
pueden alcanzar entre 1.2 y 1.3 bdd. ¿Y cómo podrían aparecer estas cifras
ahora, y también en los meses siguientes, durante una época de desunión
internacional, tanto económica como social? Los pronósticos son un asunto
complicado, y es demasiado pronto para hacerlos, pero al mismo tiempo hay
posibles escenarios para hoy que dependerán principalmente de factores externos
—la situación mundial, la
magnitud del colapso económico, la inestabilidad de las estructuras de las
instituciones globales, las principales consecuencias sociales y políticas,
tanto en general, como para países individuales. Bajo estas condiciones, el
liderazgo de Beijing se enfrenta a la superación de un tortuoso viaje sobre
hielo delgado, entre Escila y Caribdis, durante el cual, por un lado, debe lamerse
las heridas y el daño de "Wuhan", dando máxima prioridad a los
problemas internos (y ¡hay muchos!), y por el otro, tratar de no desperdiciar
los dividendos acumulados de ser una gran potencia más allá de sus propias
fronteras, la actividad e incluso la agresividad de su política exterior, y las
grandes obras en progreso de sus iniciativas, particularmente la BRI.
Los problemas internos ahora incluyen la caída en el PIB (ya
se había observado poco antes del coronavirus), oportunidades limitadas para
estimular la economía, el sobrecalentamiento de las exportaciones de China, una
disminución de la demanda interna debido al caos debido a COVID-19, los
inminentes gigantescos desembolsos financieros para restablecer las capacidades
productivas que fueron cerradas y la estabilidad social, y el crecimiento del
desempleo (de 6 millones en agricultura a 9 millones hacia fines de 2020), etc.
Como se señaló anteriormente, el mundo será diferente. Y el proyecto de China
será diferente, aunque debe entenderse que su progreso no se detendrá. Esta
posición está siendo promocionada a través de la campaña que ha comenzado en el
país y en los países participantes, respecto a la necesidad del proyecto, y de que
la pandemia afectará su ejecución solo temporalmente. A juzgar por el peor de
los casos, el proyecto experimentará una caída en la cantidad de financiamiento
y retrasos en la finalización tanto en general como en sitios separados en los
países. Por ejemplo, Pakistán, con su megaproyecto de un corredor económico
entre países, según las evaluaciones preliminares del Banco Asiático de
Desarrollo, pende de un hilo con una pérdida de 8,200 mdd, y Bangladesh: 3,000 mdd
[no muy creible la escala puesto que lo de Bangladesh
no es comparable al megaproyecto de Pakistán].
Por lo tanto, China se verá obligada a:
§
Reevaluar su estrategia, infectada en esencia
con un virus diferente (mucho antes de la pandemia) de cálculos no
profesionales de proyectos, mala calidad de ejecución en la línea de "lo
que sea, sin embargo", etc. [¿este punto fue
redactado por «los de
siempre»?].
§
Hacer ajustes a la estrategia anterior de crear
una red global y la construcción de cualquier proyecto en el extranjero
alineado con el BRI bajo la mentalidad de un diseño y construcción rápidos —corredores económicos, zonas
logísticas, centros financieros y turísticos, con énfasis en los puertos
marítimos en todo el mundo y el desarrollo de áreas vecinas, por ejemplo,
alrededor del Canal de Suez de Egipto o el grandioso puerto de Colombo en Sri
Lanka.
§
Evaluar más cuidadosamente los riesgos y gastos
para este o aquel proyecto, teniendo en cuenta que, después de
"Wuhan", China no podrá recibir rápidamente la enorme suma de los
pagos anticipados previstos. En los próximos meses, evidentemente, es decir, el
verano de 2020, de acuerdo con un escenario diferente, varios proyectos de
infraestructura específicos en Sri Lanka, Bangladesh, Indonesia, Nepal, Myanmar
y Malasia "se arrastrarán a paso de tortuga" debido a la escasez de
equipos y mano de obra chinos, de la que estos países intentarán prescindir por
todos los medios posibles por temor a la amenaza de infección por coronavirus [¿y prescindirán también de la ayuda médica china?].
Según datos del "Economic Times", más de 130 países han cerrado sus
fronteras a los trabajadores, ingenieros y gerentes chinos [una medida inicial obvia, que aquí se presenta como si
fuera a ser permanente]. Varios países evaluarán bajo una nueva luz los
pros y los contras de un nuevo BRI, su sinocentrismo extremo y su excesiva
dependencia de las empresas chinas y los préstamos de los bancos chinos.
Al mismo tiempo, solo unos pocos saben que, hace algún
tiempo, una de las intenciones previstas para la Iniciativa Región Camino era
un gran marco para la prevención y control de enfermedades infecciosas, la
creación de centros de servicios médicos de calidad y asistencia sanitaria,
formación e investigación médicas, y finalmente, el desarrollo de asistencia
internacional en esta gama de áreas. Esta idea de "cooperación en el campo
de la asistencia sanitaria dentro de la BRI" apareció por primera vez en
2015 como parte de un plan de tres años para 2015 - 2017 para lograr estos
objetivos. Después de un tiempo, Xi Jinping, en una discusión con el primer
ministro de Italia, Giuseppe Conte, enfatizó la necesidad de crear una
"Ruta de la Seda de la Salud".
Lamentablemente, esta "parte médica" permaneció en
gran medida en el papel. En los últimos años, se hizo poco para distribuir
información, tecnología y financiar la capacitación de expertos y personal
médico bajo la BRI, pero los logros de la medicina tradicional china fueron
ampliamente promovidos. Sin embargo, por ejemplo, Huawei y ZTE, la corporación
más grande que produce equipos de telecomunicaciones y teléfonos móviles,
invirtieron en tecnología sanitaria en varios países africanos. China se
convirtió en socio del Centro Africano para el Control de Enfermedades (África
CDC). Pero esto se hizo fuera de los límites de la Iniciativa Región Camino,
sin crear una estructura separada, ya que la corporación operaba dentro de este
campo a nivel bilateral con socios individuales.
Durante la pandemia, China fue objeto de severas críticas,
supuestamente, por el escape del virus de un laboratorio en Wuhan, y por el
débil desarrollo de la idea de la "Ruta de la Seda de la Salud". El
proyecto BRI de China inmerecidamente se le hizo mala publicidad como una gran
vía para distribuir la infección [y quienes hicieron esa mala publicidad ¿di
jeron cuál sería el “beneficio” para China de esa supuesta distribución?].
Beijing incluso fue acusado de "diplomacia de las máscarillas" [por cierto, ¿los acusadores enviaron algún tipo de ayuda?].
Los principales medios de comunicación [as usual] manipularon
activamente el tema de la "victoria" del modelo chino para luchar contra
el coronavirus sobre el estadounidense, con el fin de sembrar discordia en sus
difíciles relaciones y la "guerra comercial". Todo esto está lejos de
ser justo, al menos porque, después de superar enormes e irrecuperables
pérdidas humanas y económicas, China (¡se le debe dar crédito!) activamente extendió amplia y
sin compensación la ayuda al exterior, en primer lugar a Italia en sus
días más trágicos. "Para el 10 de Abril de este año, China envió 12 grupos
de expertos médicos a Serbia, Camboya, Pakistán, Irán, Irak, Laos, Venezuela,
Myanmar y otros, para ayudarlos en la batalla con COVID-19", señaló Zhao
Lijian, un representante oficial de la AMF de China en una reunión informativa
para periodistas a principios de Abril de 2020. En total, las empresas
gubernamentales y privadas entregaron más de 1.8 millones de máscarillas, 210
mil sistemas de prueba, 36 mil batas especiales y varios miles de
ventiladores/respiradores artificiales. Probablemente, ése no sea el final de
la asistencia de China. Las acciones hablan más que las palabras.
Y tal vez, este esfuerzo de China para ayudar a otros
gobiernos a superar COVID-19, paso a paso, ¿impartirá dinamismo a la Iniciativa
Región Camino para compensar lo que no se logró anteriormente con su componente
de la "Ruta de la Seda de la Salud"?
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El 20-Jun-19 la autora publicó en la
Strategic Culture Foundation, un artículo titulado “La Iniciativa OBOR:
Críticos y Nuevos Miembros”
(https://journal-neo.org/2019/06/20/obor-initiative-critics-and-new-members/),
donde no demostró mucha simpatía hacia la iniciativa.
SEGUNDO ENFOQUE
China Avanza con Determinación a Través del Caos y las Amenazas de USA
Por Pepe
Escobar 10-May-20
FUENTE:
https://www.globalresearch.ca/china-forges-ahead-through-chaos-threats/5712330
El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por
el equipo de traducción. Igualmente el texto destacado en amarillo aparece como
texto simple en el original.
En medio de la contracción
económica más profunda en casi un siglo, el presidente Xi Jinping ya había
dejado muy claro, el mes pasado, que China debería estar lista para desafíos
implacables y sin precedentes desde el extranjero.
No
se refería solo al posible desacoplamien- to de las cadenas de suministro
globales y la demonización contínua de cada proyecto relacionado con las Nuevas
Rutas de la Seda, o la Iniciativa Región Camino.
Un
documento interno presuntamente filtrado, secreto e invisible dentro de China,
pero obtenido por alguna oscura fuente conectada con Occidente, incluso
declaró, esencialmente, que el juego de la culpa contra China por el virus es
de nuevo como la violenta reacción de Tiananmen.
Según
el documento secreto e invisible, China tendría que "prepararse para la
confrontación armada entre las dos potencias mundiales" —una referencia a USA. Es
como si se tratara de una estrategia agresiva desplegada por el estado chino en
primer lugar, y no en respuesta a la escalada masiva de la guerra híbrida 2.0
por parte del gobierno de los Estados Unidos [¿por qué
o a cuenta de qué ese documento “secreto
e invisible” habría de interpretarse así? Este párrafo parece un intento de
torcer la realidad. La histeria se está dando en USA].
A todos
los efectos prácticos, la histérica demonización de China en el área
metropolitana de Washington ha superado la histeria anterior, la demonización
de Rusia.
Lo que Beijing solía definir como un "período de
oportunidad estratégica" ha terminado. Hubo rumores en los círculos de
inteligencia de que el liderazgo del PCCh creía que esta ventana de oportunidad
estratégica duraría sin impedimentos hasta la fecha clave, 2049, cuando el
"rejuvenecimiento nacional" debería haberse logrado por completo.
Olvídenlo.
Ahora todo el juego es respecto a la guerra híbrida 2.0 desplegada por USA para
contener a la superpotencia emergente, requiera lo que requiera. Y eso
implica que una gran cantidad de planes chinos ahora están siendo turboacelerados.
Lo primero es restaurar la productividad de la máquina Made
in China. Durante su reciente visita a la provincia de Shaanxi, históricamente
crucial para el PCCh, el presidente Xi insistió en ello, junto con una ofensiva
contra la pobreza. Él había prometido eliminar la pobreza este año.
Significativamente, y en contra de todos los pronósticos
occidentales, las exportaciones de China crecieron 3.5% en Abril, en
comparación con una caída del 6.6% en Marzo. Esto destruye totalmente la lógica
del desacoplamiento.
El gobierno japonés, por ejemplo, está acelerando la
reubicación de fábricas desde China, a toda prisa. No es una estrategia muy
inteligente. Estas fábricas están abandonando una nación que prácticamente ha
erradicado el Covid-19. Y si se mudan a Vietnam, bueno, ésa también es una
economía socialista (con características vietnamitas).
El crecimiento del PIB de China cayó un 6.8% en el primer
trimestre de 2020. La recuperación ya está en marcha. Oficialmente, el
desempleo era del 5.9% a fines de Marzo —sin
tener en cuenta los trabajadores migrantes que volvieron a las grandes ciudades
después de pasar la cúspide del Covid-19 en el campo. Hubo proyecciones de
desempleo del 20%— más tarde
corregidas a la baja.
La recuperación será una mezcla de estímulo económico para
las empresas, grandes y pequeñas; inversiones en infraestructura; y cupones
para gran parte de las masas trabajadoras. El sistema hukou —que vincula los derechos sociales al
lugar de residencia— también
será reformado. La fecha clave para observar será el 22-Mayo, durante la sesión
aplazada del Congreso Nacional del Pueblo.
Región-Camino según lo planeado
Geopolíticamente, el análisis del grupo CAPS de expertos
franceses, una dependencia del Ministerio de Relaciones Exteriores en París, se
ha convertido prácticamente en un mantra en todo Occidente.
CAPS está alarmado de que China se haya vuelto indispensable [subproducto de la estrategia capitalista de utilizar la
enorme mano de obra china para minimizar los costos de mano de obra en todo el
mundo y maximizar las utilidades de “los de siempre”], mientras
cuestiona sus "valores" y su "agenda oculta". Con la UE
totalmente paralizada y demostrando gráficamente su irrelevancia en
innumerables niveles, especialmente en términos de acordar un paquete de
rescate efectivo para todos sus miembros el —decadente— Occidente, casi en bloque, está aterrorizado de que
China esté en el irreversible proceso de convertirse en el máximo poder mundial.
Aun después de sufrir el golpe masivo del Covid-19, Beijing
parece tener el control de todas las variables de base en su política económica
(instituciones financieras, grandes corporaciones). El PCCh duplicará el
esfuerzo para el desarrollo de toda la máquina de producción junto con la
aplicación generalizada de técnicas de IA.
Lo que parece estar establecido por ahora es que China
asegurará primero sus propios intereses nacionales, en términos de cadenas de
suministro y exportaciones globales. A corto y mediano plazo, habrá un enfoque
concentrado en selectos corredores de conectividad de las Nuevas Rutas de la
Seda, tanto terrestres como marítimas, incluida la Ruta de la Seda de la Salud.
Incluso con Covid-19, el comercio de China con las naciones
de la [Iniciativa] Región-Camino creció 3.2% en
el primer trimestre, nada mal incluso en comparación con el 10.8% para todo
2019.
Según el Ministerio de Comercio, el comercio de Beijing con
56 países de la Región-Camino repartidos por Asia, África, Europa y América del
Sur, representa un muy importante 30% del comercio anual total. Ahora compárenlo
con la contracción del 13% al 32% en el pronóstico del comercio mundial de la
Organización Mundial del Comercio para 2020.
Por lo tanto, incluso si una caída del comercio en el primer
trimestre de 2020 fuera más que predecible, seguramente repuntará rápidamente,
especialmente en relación con el sureste asiático, Europa oriental y el mundo
árabe.
[La Iniciativa] Región-Camino
se enfrenta de manera previsible a innumerables desafíos a corto y mediano
plazo —todos relacionados con
una conectividad interrumpida: fallas en la cadena de suministro, restricciones
generalizadas de viajes y visas, severos controles fronterizos, retrasos en los
proyectos debido al aumento de costos.
Los ejemplos incluyen el tren de alta velocidad
Yakarta-Bandung de 6 mil mdd y 150 km de largo en Indonesia, con expertos
técnicos de China que lentamente vuelven a entrar después de estar ausentes por
las restricciones gubernamentales. A lo largo del Corredor Económico
China-Pakistán, la cuarentena obligatoria para los técnicos chinos ha congelado
el progreso durante al menos dos meses. Lo mismo se aplica a proyectos en
Bangladesh y Sri Lanka.
Según un informe de la Unidad de Inteligencia de The
Economist, el Covid-19 descarrilará la BRI en 2020. Ese puede haber sido el
caso solo durante los primeros cuatro meses del año. Incluso bajo el Covid-19,
Beijing ha firmado acuerdos para nuevos proyectos de la BRI con Myanmar,
Turquía y Nigeria.
El tren de alta velocidad de 414 km de largo entre China y
Laos, que conecta Yunnan, a través de Vientiane, con Tailandia, Malasia y
Singapur, sigue en camino, y su finalización está programada para finales de
2021. La ASEAN, significativamente, ahora es el socio comercial número uno de
China, antes que la UE, ahogada en una crisis tras otra.
Miren el yuan digital
La conclusión clave de todo esto es que la compleja
macroestrategia del PCCh no se verá afectada. Eso implica que China seguirá
siendo el principal motor de la economía global, con o sin desacoplamiento, y
con la BRI en el centro de la estrategia de política macro-exterior de China,
junto con un sólido impulso hacia el multilateralismo.
Dado que vastas áreas de la economía mundial, especialmente
en todo el Sur Global, no muestran ninguna intención de desacoplarse de China,
Beijing tendrá que estar preparada para contraatacar en la guerra híbrida de espectro
completo de Washington en todos los frentes: geoeconómico, cibernético,
biológico y psicológico.
Como Kishore Mahbubani detalló en su último libro, eso no
significa que China tendrá la intención —y la capacidad— de convertirse en un
nuevo gendarme del mundo. Ciertamente turboacelerará su poder económico y
financiero, como en la cuidadosa implementación del yuan digital posiblemente
respaldado por oro.
Y luego está el cambiante e implacable juego responsable de
las noches de insomnio de la élite estadounidense: la asociación estratégica
Rusia-China.
Hace dos semanas, un desarrollo geopolítico inmensamente
importante quedó virtualmente enterrado por la corona-histeria.
Moscú está muy consciente de que Washington está desplegando
sistemas de defensa antimisiles muy cerca de las fronteras de Rusia, lo que
tiene el potencial de lanzar un primer ataque nuclear. Beijing está siguiendo
este desarrollo con alarma.
El hecho de que Moscú lo sepa es solo una parte de la
historia: el punto clave es que Rusia confía en que sus sofisticadas armas como
el Sarmat y el Avangard se encargarán de ello.
Más complejo es el tema de los laboratorios de armas
biológicas del Pentágono en la antigua URSS —un tema que también sigue de cerca Beijing. Moscú ha
identificado un laboratorio cerca de Tblisi en Georgia, y 11 de ellos en
Ucrania. Y en 2014, cuando Crimea se reunió con Rusia, los científicos también
encontraron un laboratorio en Simferopol.
Toda esta información —armas nucleares y biológicas— como me confirmaron fuentes de inteligencia, se intercambia al
más alto nivel en la asociación estratégica Rusia-China [si el virus de la actual pandemia fue creado en alguno de los
laboratorios antes mencionados, ya no se podrán seguir iniciando pandemias a
cada rato, porque levantarían todavía más sospechas de las que hay].
El próximo gran movimiento en el tablero de ajedrez
geopolítico apunta a la asociación para negociar sus relaciones bilaterales con
USA como equipo.
Nada podría ser más racional, teniendo en cuenta que ambas
se consideran las dos principales "amenazas" para USA, según la
Estrategia de Seguridad Nacional.
Esto habla de un importante cambio de paradigma.
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