USA y la Crisis del Euro
Lecciones de
una Comparación
Por MARK WEISBROT 28-May-13
FUENTE: http://www.counterpunch.org/2013/05/28/the-us-and-the-euro-crisix/
Las notas de pie de página NO vienen en
el original y fueron puestas por el traductor.
La
recesión en la eurozona es ahora la más prolongada en los registros de un área
con moneda única, de
acuerdo a las estadísticas publicadas la semana pasada, a
medida que la economía se contrae de nuevo en el primer trimestre de este año.
Una comparación con la economía de USA puede arrojar alguna luz sobre cómo tan
profundo fracaso puede ocurrir en países de alto ingreso, altamente educados,
en el siglo 21.
Mientras que la economía de USA aun está débil y vulnerable,
el desempleo record de 12.1% en la eurozona es bastante peor que nuestro 7.5%
aquí. Los países más acosados como España y Grecia tienen un desempleo de cerca
del 27%.
El contraste entre USA y Europa es de lo más notable porque
Europa tiene sindicatos y partidos social democráticos mucho más fuertes, y un
estado de bienestar mucho más desarrollado. Sin embargo, la eurozona ha
implementado políticas bastante más a la derecha[1]
que el gobierno de USA, provocando un sufrimiento innecesario para muchos millones
de gentes. ¿Cómo está ocurriendo? La respuesta tiene poco qué ver con una
“crisis de deuda” y todo qué ver con la política macroeconómica, la ideología y
—quizá aun más importante— con la democracia[2].
Tales preguntas son relevantes no sólo para las poblaciones de ambas
superpotencias, sino para la mayor parte del mundo.
Comencemos con la democracia: la mayoría de los países de la
eurozona tienen poco o ningún control sobre las más importantes políticas que
los gobiernos pueden usar para incrementar el empleo y el ingreso, incluyendo
la política monetaria, el tipo de cambio y crecientemente la política fiscal.
Ellos han cedido este control a las autoridades de la eurozona[3] —especialísimamente
al Banco Central Europeo (BCE). Los que toman las decisiones para los países
más acosados —incluyendo España, Grecia, Irlanda, Portugal e Italia[4]—
son ahora “la Troika”: el BCE, la Comisión Europea y el Fondo Monetario
Internacional (FMI)[5].
Ellos tienen su propia agenda[6],
y su prioridad no es reestablecer el empleo ni siquiera producir una rápida
recuperación económica.
Antes de volver a esa agenda, contrastemos a los que toman
decisiones económicas en la eurozona con los de USA. Nuestro banco central, la
Reserva Federal, es oficialmente independiente del gobierno. Como el BCE, a
menudo ha actuado en contra de los intereses de la mayoría, favoreciendo a
poderosos intereses financieros[7]
—muy recientemente al posibilitar la burbuja de la vivienda de 8000 bdd que
causó la Gran Recesión. Pero la Fed aun es responsable en algunos modos[8].
El presidente de la Fed, Ben Bernanke, tiene que reportar regularmente al
Congreso y la Fed tiene algún temor de que el Congreso pueda reducir su
autonomía si fuera a ignorar el interés público de manera flagrante[9].
(Ellos no quedaron contentos con la legislación aprobada por la Cámara [de
Representantes] el año pasado que requirió, por primera vez, una auditoría a
los libros de la Fed; la que se mantiene bloqueada por el Senado.
El BCE, por contraste, no tiene tales restricciones. De
hecho, por la mayor parte de los últimos 3 años, la Troika en realidad ha
utilizado las recurrentes crisis financieras en la eurozona para perseguir una
agenda política: hacer retroceder, tanto como sea posible en el contexto
europeo, el estado del bienestar. El BCE podía haber evitado la mayoría y
posiblemente todas esas crisis[10]
simplemente estabilizando las tasas de interés sobre los bonos gubernamentales
españoles e italianos. Pero como fue evidente de multitud de reportes
noticiosos, el BCE y sus aliados temían que el fin de la amenaza de una crisis
financiera en gran escala “quitaría la presión” sobre los gobiernos para que
hicieran las reformas que ellos querían: reducir las pensiones y el seguro de
desempleo, debilitar los derechos de negociación colectiva de los sindicatos
(como en España) y en general, empequeñecer al gobierno.
Finalmente en el otoño del año pasado, Mario Draghi,
presidente del BCE, hizo algunas declaraciones indicando que el BCE
estabilizaría los bonos españoles e italianos. Él aparentemente se cansó de las
experiencias cercanas a la muerte y después de que más de una docena de
gobiernos europeos (incluido el de Sarkozy en Francia) hubiesen caído, el BCE y
sus aliados estaban topando contra algunos límites políticos. Este cambio en la
política, que puso fin a las más severas crisis financieras recurrentes en
Europa, puede ser atribuido parcialmente al muy bajo impacto de una forma muy
limitada de (retro)alimentación democrática. Eso incluyó por supuesto las
masivas protestas callejeras y eventos electorales tales como el surgimiento
del partido izquierdista griego Syriza.
Pero esta “democracia” es demasiado restringida y lenta[11]
para salvar a los millones de desempleados cuyas vidas están siendo tiradas al
caño, y lo más importante, solamente terminaron las crisis agudas y no la
continuada recesión provocada por las medidas de austeridad impuestas por la
Troika. Esto tiene una importante lección para cualquier país: no renuncien a
su soberanía económica, sobre las más importantes políticas macroeconómicas de
las que depende particularmente la subsistencia de la nación de Uds[12]
—a menos que sea transferida a un conjunto de instituciones en las que Uds
puedan realmente confiar. Lo cual, por supuesto, es lo opuesto de lo creado con
la eurozona, con su sesgo inherente hacia la austeridad en recesión y un banco
central que estaba religiosamente comprometido a que no le importara el empleo.
De nuevo, es digno de notarse el contraste con USA. Aun si
Mitt Romney hubiese sido electo, él no se habría atrevido a implementar el tipo
de austeridad que regresaría a USA en la recesión. Él querría ser reelecto.
Esto no es decir que los funcionarios de la eurozona tengan un monopolio sobre
la estupidez macroeconómica: los recortes automáticos en USA están actualmente
frenando la economía y causando daños innecesarios. Pero no fue tan fácil
llegar a este resultado aquí; no es tan grave; y será más fácil de revertir que
en Europa.
¿Cuál es entonces la esperanza para Europa? Otra lección
política, que la mayoría de los sindicalistas conocen, es que es difícil ganar
concesiones sin poder de negociación. Hasta ahora, casi ninguno de los líderes
políticos[13]
en los países más victimizados (sic), incluidas España y Grecia, están
dispuestos a simplemente rechazar las condiciones de la Troika, por temor a que
eso conduciría a su salida del euro. Así la Troika no ve mucha razón para
aflojar en cuanto a la austeridad. En ese sentido el desarrollo reciente más
prometedor ha sido el meteórico ascenso del populista Beppe Grillo y su
Movimiento Cinco Estrellas en Italia. Él ha estado dispuesto a hablar respecto
a un referéndum sobre dejar el euro y su movimiento consiguió el mayor número
de asientos parlamentarios que cualquier partido político individual en las
elecciones italianas de Febrero.
La argumentación requiere ser estructurada y explicar al público —como
recientemente hizo el economista Paul Krugman para Chipre— que años de
desempleo masivo son un precio demasiado alto a pagar por conservar el euro. Los
políticos no necesitan proponer dejar el euro, ya que eso sigue siendo tabú.
Pero una negativa a aceptar las condiciones de recesión cambiaría la carga
hacia las autoridades europeas en cuanto si quieren expulsar a cualquier país
de la unión monetaria. Muy probablemente no lo querrían. Pero sin la
disponibilidad a simplemente negarse a las condiciones recesionarias de la
Troika, será un largo y lento esfuerzo cuesta arriba para revertir la
continuada imposición de sufrimiento innecesario en lo que acostumbraba ser una
de las regiones más democráticas del mundo.
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Mark Weisbrot es un economista y co-director del Centro para
la Investigación Económica y Política. Es co-autor, con Dean Baker, del libro Social Security: the Phony Crisis
(Seguridad Social: la Crisis Falsificada)
Este ensayo originalmente apareció en Al Jazeera[14].
COMENTARIOS DE RREALISMO
La Unión Europea fue iniciada por Alemania, Francia y otros
países como medio de hacerlos interdependientes económicamente e interrumpir la
cadena de guerras absurdas que durante demasiados siglos ensangrentaron el
suelo europeo.
Por otro lado, ese esfuerzo nació en plena Guerra Fría y
contó con el apoyo de USA. Pero desaparecida la amenaza soviética, la UE se
convertiría en la única entidad con tamaño y capacidad para ser competencia a USA. Resulta
obvio que éste no iba a permanecer con los brazos cruzados, mientras Europa se
unificaba y fortalecía.
La solución fue desvirtuar el propósito original y las élites
de USA y el UK lograron apoderarse —con los vendepatrias que nunca faltan—, de
los órganos directivos de la UE.
Por eso,
ahora puede hablarse de “la Troika” como un poder alterno y opuesto a los
pueblos europeos.
[1] A
estas alturas del partido hablar de izquierdas y derechas es un intento de
prolongar un mito que, la verdad, ya no da para más. Se requiere ser muy
ingenuo para creer todavía en esas distinciones que durante más de 200 años han
servido para engañar a las masas.
[2] Esta
frase es por demás significativa. Está afirmando que toda la “crisis del euro”
ha sido una crisis artificial, montada contra los pueblos europeos. En otras
palabras, aquello de que los griegos son unos holgazanes que pretenden vivir de
la beneficencia fue un mito genial. Ahora la cuestión es descubrir quiénes y
qué se proponen realmente con toda esa farsa.
Una hipótesis sobre
Grecia es que el objetivo era lograr la privatización de los recién
descubiertos recursos petroleros en el Mediterráneo oriental. Como eso no se ha
logrado (por lo menos hasta ahora), se puso en la mira a otro país de la misma
región pero más pequeño y, por consecuencia, más vulnerable: Chipre. ¡Qué
curioso!, ¿verdad?
[3] Pero no lo cedieron como
regalo; lo cedieron para obtener los beneficios de convertirse, en conjunto, en
una potencia capaz de competir con USA.
[5] De los
dos primeros se entiende su participación. Estando el BCE, el FMI no tiene
absolutamente nada qué hacer en los asuntos europeos.... salvo que haya “felino
en cautiverio” (entiéndase, gato encerrado), como parece ser el caso.
[6] Una agenda PRIVADA, que
obviamente no corresponde al interés general. Pero la autonomía en la que se
escudan los bancos centrales no es una patente de corso para actuar contra el
país; como dice el dicho: «negocio que no deja, dejarlo»: Si las bancas
centrales no cumplen la función para la que supuestamente fueron creadas, sus
funciones deben ser revertidas al Estado y sus accionistas deben ser procesados
como terroristas económicos.
[7] Eso allá
en el rancho se llama “prevaricato” (=faltar a los deberes del cargo) y debería
ser procesable “de oficio”.
[9] ¿O
sea que mientras la violación del interés público no sea flagrante lo puede
hacer? Por otro lado, los bribones dirigentes de la estafa de la Fed tienen en
sus manos los medios para literalmente «comprar» al Congreso, a la Suprema
Corte y al Ejecutivo, JUNTOS. Ese temor de la Fed es un mito genial; si en CIEN
AÑOS nadie ni siquiera había propuesto hacerle una auditoría y cuando lo llegan
a proponer, la iniciativa es bloqueada por el Senado, resulta claro qué tan
real es “ese temor”.
[11] Una
“democracia” que se pone en manos de una oculta cábala de banqueros CONTRA la
voluntad general, por definición, no es democracia sino oligarquía; y no
difiere gran cosa de una república bananera o un emirato medieval. Referir este
sistema como democracia es hacerles el juego y aceptar un disfraz que les
brinda una comodísima impunidad a los criminales de cuello blanco.
[12] Como lo han hecho Gran Bretaña (que seguramente
estaba enterada de “que lado masca la iguana”), Noruega y Suecia. Y por
supuesto, Suiza, que ni siquiera es miembro de la UE.
[13] Dijo
alguien que la política es la segunda profesión más antigua del mundo y que se
parece tanto a la primera que, a veces, se confunden.
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