¿Por qué Estados
Unidos quiere atacar Siria?
por Ghaleb
Kandil, Pierre Khalaf
BEIRUT
(LÍBANO) 10-Sep-13
FUENTE: http://www.voltairenet.org/article180187.html
Lo marcado en negrita y amarillo y la
nota de pie de página NO viene en el original y fue agregado por el blog.
El primero de esos
factores es el fracaso de la guerra indirecta que desde hace 2 años trata
de destruir el Estado sirio, fracaso cuya importancia es directamente
proporcional a la de los medios colosales que Estados Unidos y sus vasallos
pusieron en juego para alcanzar su objetivo. Pero el Estado sirio, bajo la
dirección de Bachar al-Assad, ha sabido resistir y todos los intentos se han
estrellado contra la solidez del Ejército Árabe Sirio, que ha retomado la
iniciativa en el terreno logrando rechazar las oleadas sucesivas de decenas de
miles de mercenarios extranjeros provenientes de 80 países. La última ola venía
de Jordania, donde el príncipe saudita Bandar ben Sultan –el verdadero jefe de
al-Qaeda– concentró 20 000 extremistas entrenados durante meses por las fuerzas
especiales de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña.
Los grupúsculos de al-Qaeda en Siria son la principal
herramienta de Estados Unidos. Su último plan consiste en realizar una
penetración hacia Damasco. Pero las olas de yihadistas-takfiristas se han
estrellado contra la muralla del ejército sirio, que a su vez emprendió una
ofensiva preventiva alrededor de la capital.
Segundo factor:
Se ha visto claramente que la resistencia del Estado sirio durante todo este
tiempo ha servido de catalizador al surgimiento de nuevos equilibrios
internacionales. Esa resistencia ha servido de palanca a los países que se
oponen a la hegemonía unilateral de Estados Unidos. como Rusia, China y los
demás miembros del BRICS. En diferentes momentos de la agresión contra Siria,
Washington ha tenido que plegarse a las exigencias de una nueva alianza
internacional aceptando, al menos teóricamente, los arreglos concluidos con
Rusia, como el acuerdo de Ginebra y el proyecto de Ginebra 2. Aunque también se
ha visto rápidamente como Estados Unidos ha tratado de vaciar esos arreglos de
su contenido para tratar de torpedearlos posteriormente.
La agresión directa contra Siria se mantiene entonces, para
Estados Unidos, como la única y la última oportunidad de demostrar sus propias
posibilidades de invertir la situación, de proteger y renovar su propia
hegemonía unilateral sobre el resto del mundo y de echar atrás el arreglo que
anteriormente había simulado aceptar. Y lo hace porque el fin de la hegemonía
representa el fin de los privilegios e intereses que Estados Unidos logró
acumular durante el último cuarto de siglo[1]
como única superpotencia en la escena mundial, después del derrumbe de la Unión
Soviética. La aceptación de un mundo multipolar llevará, inevitablemente, a una
revolución en materia de relaciones internacionales y a un cambio en la
estructura de las Naciones Unidas, organización que Washington ha venido
utilizando a lo largo de todos estos años como herramienta de sus propios
intereses.
Tercer factor: El
futuro de Israel y de los Estados títeres árabes es esencial en la agresión
contra Siria. En efecto, la alianza que han conformado Occidente, Israel, las
petromonarquías retrógradas [del Golfo] y Turquía, sabe perfectamente que la
victoria de Siria y del presidente Bachar al-Assad desencadenará una ola
nacionalista árabe hostil al movimiento sionista y a las fuerzas coloniales en
la región. Esa victoria fortalecerá a Siria, Irán y los movimientos de
resistencia, que ya lograron quebrar la fuerza israelí de disuasión en las
guerras sucesivas, fundamentalmente durante la [agresión de Israel contra el
Líbano] de julio de 2006. Impedirlo es, por cierto, el verdadero objetivo de la
agresión en marcha contra Siria desde marzo de 2011.
Cuarto factor:
Una posible victoria de Siria implicaría un peligro estratégico para Estados
Unidos y sus vasallos, sobre todo en el momento de cambios decisivos que está
teniendo lugar en Egipto, a raíz de la estruendosa caída de la Hermandad
Musulmana. Esa victoria fatalmente cerraría el cerco alrededor de Israel. Así
que a Estados Unidos y sus vasallos sólo les queda una carta por jugar: la de
la intervención directa en Siria.
Pero Siria no está sola en el campo de batalla.
Contrariamente al Irak de Saddam Hussein y a la Libia de Muammar el-Kadhafi,
Siria se halla en el centro de un eje regional que desde 1982 ha registrado
repetidas victorias sobre Israel en cuatro guerras importantes y en más de una
decena de otros enfrentamientos militares, y también en enfrentamientos de
carácter político-diplomático. Ese eje cuenta hoy con el respaldo de una gran
potencia: la Rusia durante largo tiempo humillada por Estados Unidos y hoy
decidida a recuperar su papel protagónico en la escena internacional.
En esa nueva prueba de fuerza que Estados Unidos le impone,
el Eje de la Resistencia y sus aliados internacionales están dando prueba de
solidez. Es sobre todo la resistencia de Siria, de su presidente, de su pueblo
y su ejército, lo que los estimula a no ceder ante la amenaza. Y si esas
amenazas llegaran a concretarse en actos, Estados Unidos y sus aliados quedarán
sorprendidos ante la capacidad de respuesta de dicho eje, que va desde Teherán
hasta Moscú, pasando por Bagdad, Damasco, Beirut y Pekín.
Declaraciones y expresión de posiciones
Bachar al-Assad, presidente de la
República Árabe Siria
«Quien acusa es
quien tiene que presentar pruebas. Hemos desafiado a Estados Unidos y Francia a
que presenten una sola prueba. Los señores Obama y Hollande han sido incapaces
de hacerlo, ni siquiera ante sus propios pueblos. Sin decir si el ejército sirio tiene o no
ese tipo de armas, supongamos que nuestro ejército quisiese utilizar armas de
destrucción masiva, ¿lo haría acaso en una zona donde se encuentra él mismo y
afectando incluso a sus propios soldados con esas armas, como pudieron
comprobarlo los inspectores de la ONU al visitar el hospital donde [los
soldados afectados] recibieron cuidados? ¿Dónde está la lógica?
El Medio Oriente es un
barril de pólvora al que se está acercando el fuego en este momento. No se
puede hablar solamente de la respuesta siria sino más bien de lo que puede
suceder después del primer golpe. Pero nadie puede saber lo que pasará. Todo el
mundo perderá el control de la situación cuando explote el barril de pólvora.
Se extenderán el caos y el extremismo. Existe un riesgo de guerra regional.
Quien contribuya al
fortalecimiento financiero y militar de los terroristas es el enemigo del
pueblo sirio.
Quien actúe contra los
intereses de Siria y de su ciudadanía es un enemigo.
El pueblo francés no es nuestro enemigo.
Pero la política de su Estado es hostil al pueblo sirio. En la medida en que la política del Estado
francés es hostil al pueblo sirio, ese Estado será nuestro enemigo. Esa
hostilidad acabará cuando el Estado francés cambie de política. Habrá
repercusiones, negativas por supuesto, para los intereses de Francia».
Vladimir Putin, presidente de la Federación
Rusa
«Con el presidente
Obama hubo un diálogo muy rico, constructivo y afable. Cada uno se mantuvo en
sus posiciones. En todo caso, hubo un diálogo. Conversamos. Entendemos los
argumentos. Yo no estoy de acuerdo con sus argumentos. El no acepta los míos.
Pero nos escuchamos y tratamos de analizar.
La entrevista duró 20
o 30 minutos. Se decidió que mantendremos los contactos con vistas a resolver
la crisis siria. Se sabe que Estados Unidos, Turquía, Canadá, Arabia Saudita y
Francia se pronuncian por una operación militar. El señor Cameron también se ha
pronunciado por esa opción pero el Parlamento de su país, expresando la
voluntad del pueblo británico, se opuso a ella.
La canciller alemana
se comporta de manera muy prudente. Alemania no piensa participar en ninguna
operación militar.
¿Quiere usted saber si
ayudaremos a Siria? Lo haremos, como lo hacemos actualmente. Le proporcionamos
armas, colaboramos en el plano económico. Espero que ampliemos nuestra
cooperación humanitaria, sobre todo aportando una ayuda humanitaria a los
civiles sirios que se hallan hoy en una situación difícil.»
Michel Aoun, jefe de Corriente
Patriótica Libre
«Respaldamos la
seguridad del pueblo sirio y esperamos la participación de cristianos y
musulmanes en la jornada de plegaria por la paz en Siria convocada por el papa
Francisco para el 7 de septiembre. ¿La política de Occidente consiste en apoyar
a al-Nusra y al-Qaeda en unos países y destruirlos en otros?
Espero que el
presidente Obama no sienta celos del presidente George Bush y que no
desencadene una guerra contra Siria.»
[1] El
mayor privilegio lo logró en 1944 con los Acuerdos de Bretton Woods y la
prerrogativa de pagar todo lo que necesita del exterior imprimiendo papelitos.
Si el mundo comienza a comprar petróleo con otra moneda, USA se verá en una
situación como Grecia en 2012. Desde esta perspectiva de riesgo de sustitución del dólar, ¿será mera casualidad las actuales dificultades del euro?
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