Los Verdaderos Orígenes de Al-Qaeda
Por Finian
Cunningham 08-Ene-14
FUENTE: http://www.4thmedia.org/2014/01/08/al-qaedas-real-origins-exposed/
El texto [en rojo] NO aparece en el original y fue agregado por
el equipo de traducción.
El
máximo diplomático estadounidense John Kerry debe habernos tomado por tontos. A
principios de esta
semana, hablando en Arabia Saudita, advirtió que al-Qaeda en
Siria e Iraq es “el más peligroso de los jugadores en la región”.
El Srio. de Estado de USA declaró el apoyo de
Washington para el gobierno iraquí en su lucha por recuperar el control de
poblaciones en su provincia occidental tomada por militantes pertenecientes al
Estado Islámico de Iraq y Siria (ISIS, por sus siglas en in-glés).
Esto es valioso. El gobierno de Siria está
combatiendo para desenraizar a estos mismos militantes vinculados a al-Qaeda.
Pero en ese país, Washington no ofrece ningún apoyo [Al
contrario, en Siria, USA y al-Qaeda son socios]. De hecho, la prioridad
de Washington allí es derrocar el gobierno del presidente Bashar Al-Assad.
Así, ¿cómo Kerry explica esa contradicción? En
Iraq, al-Qaeda es una amenaza que necesita ser derrotada, mientras que en Siria
la mismísima organización aparentemente no es una amenaza, sino que la amenaza
allí es el gobierno sirio [Probablemente a Kerry se le
traspapelaron sus notas y dijo esa burrada; no olvidemos que cuando trataba de
lograr apoyo para el bombardeo de Siria dijo que se trataba de un bombardeo
“increíblemente pequeño”. Luego de este incidente, “nadará de muertito”
esperando que todo mundo se olvide del asunto].
Lo que es aun más valioso es que Kerry emitió
su advertencia respecto a al-Qaeda en la región rodeado por miembros veteranos
de la Casa de Saud, que son conocidos en todo el mundo como los banqueros,
reclutadores y proveedores de armas de dicha red.
Hace apenas unos meses, los reportes de los
medios descubrieron los mensajes diplo-máticos estadounidenses ―que se remontan a 2009― en los que el ex embajador
estadounidense en Iraq explícitamente declaró que Arabia Saudita estaba
financiando y armando a los extremistas de al-Qaeda en Iraq.
El embajador de USA, Christopher Hill, dijo
entonces que la inteligencia mostraba que Arabia Saudita estaba “incitando la
violencia sectaria” en el país [lo que omitió declarar
el embajador Hill fue que USA estaba detrás incitando a Arabia Saudita].
Hill agregó, “Fuentes de inteligencia
reportaron que Arabia Saudita está apoyando el esfuerzo de desestabilizar al
gobierno (iraquí) del primer ministro Nouri al-Maliki”.
Al-Qaeda en Iraq desde entonces se ha
reinventado como el ISIS, también conocido como el Estado Islámicode Iraq y
Levante (ISIL, por sus siglas en inglés). Está vinculado estrechamente con
otros grupos extremistas, tales como Jabhat al-Nusra, Ahrar al-Shams, Liwa
al-Islam y el Frente Islámico.
La naturaleza de sopa de letras de esta
miríada de grupos no altera el hecho de que todos comparten la misma ideología
extremista saudita wahhabita, operan bajo la bandera de al-Qaeda, han llevado a
cabo las más viles atrocidades contra civiles, incluyendo sunnitas, shiitas y
cristianos, y todos están patrocinados por Arabia Saudita [nótese que Arabia Saudita no ha movido un dedo para ayudar o
respaldar a la población palestina. ¡Qué lejano parece el respaldo del rey
Faisal al boicot de la OPEP! Por cierto, el rey Faisal también era wahhabita,
pero no estaba vendido con el enemigo].
Oficialmente la Casa de Saud mantiene la risible
ficción [risible ficción inventada en los círculos
neoconservadores de USA] de que sólo apoya a los “moderados” que
pertenecen al llamado Ejército Sirio Libre [que no es
ejército, tampoco es sirio y mucho menos libre] (FSA, por sus siglas en
inglés). Pero el hecho inevitable es que el reino rico en petróleo es el
banquero para las redes vinculadas a al-Qaeda, como lo atestiguó el exembajador
de USA.
Aun los principales medios occidentales no
pueden ocultar ese hecho. En Octubre de 2013, el New York Times reportó que
funcionarios estadounidenses habían admitido que las armas proveídas a Arabia
Saudita supuestamente para el FSA estaban terminando en manos de militantes
extremistas en Siria.
Esta semana fuentes iraquíes confirmaron que
las armas sauditas entregadas a los émulos de ISIS en Siria ahora están siendo
usadas en la resurgencia de ese grupo en la provincia occidental iraquí de
Anbar.
Así que allí lo tiene Ud. Armas
estadounidenses proporcionadas en forma encubierta a Arabia Saudita están
siendo utilizadas por al-Qaeda para causar caos en Iraq, así como en Siria,
desestabilizando ambos países.
Y todavía John Kerry sentado junto a los
patrocinadores sauditas del terror tiene la audacia de públicamente advertir
que al-Qaeda ha llegado a ser “el jugador más peligroso” en la región.
Durante su visita saudita Kerry dijo: “Esta es
una lucha que pertenece a los iraquíes”. Bueno realmente, no. Esta es una lucha
en Iraq contra los terroristas patrocinados por Arabia Saudita y USA.
Aun más absurda fue la oferta del diplomático
estadounidense de apoyo militar al gobierno iraquí contra los militantes que
han sido armados por USA y su cliente
títere saudita.
“No estamos contemplando desplegar soldados
sobre el terreno [en Iraq]. Esta es la lucha de ellos, pero les ayudaremos en
su combate”.
Washington ya ha proporcionado al gobierno
iraquí misiles Hellfire y ha prometido enviar drones al país, supuestamente
para combatir a al-Qaeda.
Por soldados en el terreno, Kerry se refería a
tropas estadounidenses, como opuestos a los soldados de al-Qaeda en el terreno,
que USA y los sauditas ya han ayudado a mobilizar, primero en Siria y ahora en
Iraq.
Esto presenta el aparentemente absurdo
escenario donde USA está armando a ambos lados en Iraq ―al gobierno y a los militantes de al-Qaeda.
Esto no debería, sin embargo, verse como una
contradicción, sino más bien como una cínica bendición para la industria
armamentista estadounidense. Primero, se crea un problema terrorista, y luego,
se abastecen las armas para lidiar con el problema. Esto constituye un
resultado de ganar-ganar para los negocios de USA [bondades
del libre mercado].
Nada de esto debería sorprendernos lo más
mínimo. USA ha estado trabajando en forma encubierta con Arabia Saudita y la inteligencia
militar británica por más de tres décadas para fomentar e impulsar a los
extremistas de al-Qaeda, comenzando en Afghanistán para luchar contra la Unión
Soviética desde fines de los 1970s hasta 1990.
Desde entonces, al-Qaeda ha servido como cubierta
ideológica multiforme para la depredación imperialista en el Medio Oriente y
más allá. Ha emprendido muchas reinvenciones con volátiles cambios de imagen y
nombre a lo largo del proceso. Pero el balance es que constituye una creación
occidental/saudita, que alterna entre un enemigo de conveniencia y un
despiadado representante para efectuar cambios de régimen.
La vieja estratagema occidental del “enemigo”
puede haber funcionado hace algunos años. Pero ahora las contradicciones están
ocurriendo simultáneamente y en países contiguos de tal modo que el ardid queda
expuesto como una descarada mentira [as usual, se
podría agregar].
A Kerry y sus compinches [¿compinchísimos?] sauditas puede que les guste
engañarse a sí mismos, pero [no están engañando] a
nadie más.
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