Los mercados tienen rostro
Francisco Morote Costa – ATTAC Canarias 05-Feb-15
FUENTE:
http://www.attac.es/2015/02/05/los-mercados-tienen-rostro/
El texto [en rojo] NO viene
en el artículo original y lo marcado en amarillo fue destacado por el blog.
¿Quién dijo que los mercados no tienen rostro ? Lo tienen. Es el de los
presidentes y otros directivos de los llamados fondos —de inversión, de
pensiones, de alto riesgo, buitres(los fondos), de los bancos de inversión y
comerciales, de la agencias de calificación de riesgos. Son, dentro de las élites financieras que mueven y
manejan los mercados, ”los inversores de prestigio“. Cuando la prensa, la suya,
claro, dice qué ”los mercados desconfían” o ”están disgustados“, en realidad se
refiere a ellos, son ellos y no entes fantasmagóricos los desconfiados y
disgustados.
Es el caso, por
ejemplo, de Laurence Fink, [judío, nacido en Van Nuys,
California, en 1952, según Wikipedia] presidente del fondo de inversión
estadounidense Blackrock, el mayor fondo de inversión del mundo, que maneja
fondos por ¡4.5 billones de dólares!
Recientemente, en
Davos, en el cónclave anual de la élite capitalista mundial, coincidiendo con
la celebración de las elecciones generales en Grecia, se mostró muy disgustado
con el juicio de los electores europeos, y se permitió decir que «hay que educar a la población
[en Europa] para que vote al líder correcto que tome las medidas correctas».
[¿hablando como Illuminati?]
En fin, por una
vez el mercado dio la cara, lo que es de agradecer, y expresó sin tapujos lo
que pensaba.
Conviene, pues,
tener en cuenta cada vez que los mercados desconfían o se enfadan con los
pueblos que no eligen a los líderes correctos, que detrás de esas declaraciones
están personas concretas, muy poderosas, pero que con absoluta certeza
desprecian a los pueblos y consideran que, como si de niños inmaduros se
tratase, hay que educarlos.
Después de todo
como las elites del pasado, por ejemplo los patricios romanos, es de sospechar
que las élites capitalistas del presente de lo que más desconfían es de la
democracia porque el pueblo es como un muchacho robusto, pero malicioso (Puer
Robustus Sed Malitiosus). [aunque Fink tácitamente no
lo tildó de malicioso, sino de tonto: puer robustus sed stultus] Se
trata de una desconfianza muy preocupante porque indica que su respeto por la
democracia flaquea cuando los pueblos no eligen a los líderes correctos para
tomar las medidas, neoliberales cabría decir sin temor a equivocarse,
correctas. [De lo cuál puede concluirse que todas las alabanzas
a la democracia y todas las acusaciones de anti-democrático contra un régimen,
no pasan de ser pura saliva e hipocresía].
Los mercados, en suma, no son entes invisibles y
abstractos, son personas reales movidas por el deseo de enriquecerse y la obligación
de enriquecer a sus clientes que son, sobre todo, ese 1% multimillonario de la
población mundial que pronto controlará más del 50% de la riqueza del planeta y
que ha hallado en ellos el vehículo ideal para incrementar aún más su capital.
A veces, sin
embargo, la ley, aquí o allá, pone al descubierto que los verdaderamente
maliciosos y peligrosos son ellos. Como acaba de suceder en Estados Unidos
donde la agencia de calificación de riesgos Standard & Poor’s acaba de ser
condenada al pago de una multa de cerca de 1.300 millones de dólares por
manipular la nota de calificación de las hipotecas basura. No obstante, sus
directivos, paradójicamente, han sido eximidos de cualquier responsabilidad.
Claro, los mercados, intangibles, incorpóreos, no pueden ser condenados por los
tribunales de este prosaico mundo [o como dicen en el
rancho: perro no come perro].
No hay comentarios:
Publicar un comentario