¿A qué vienen los «Panama Papers»?
por Thierry
Meyssan 07-Abr-16
FUENTE: http://www.voltairenet.org/article191146.html
El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por
el equipo de redacción del blog. Igualmente lo destacado en amarillo aparece
como texto simple en el original.
Contrariamente a lo que parece,
la campaña de los «Panama Papers» no hará disminuir las malversaciones
financieras ni favorecerá las libertades. Más bien sucederá lo contrario. El
sistema se contraerá [aquí “se contraerá” significa «se contraerá
geográficamente» pero no «se reducirá en montos»] aún más alrededor del Reino
Unido, Holanda, Estados Unidos e Israel, para que sólo esos países puedan controlarlo. Al
violar el principio de igualdad ante la justicia y su propia ética profesional,
los miembros del International Consortium of Investigative Journalists [esta organización es otra operación de mercenarios como
Julian Assange] se ponen al servicio de los enemigos de la libertad y de
los defensores del gran capital y el hecho de haber revelado los nombres de
unos pocos tramposos no cambiará absolutamente nada. Aquí se explica por qué.
La doctrina Romer: obligar los paraísos fiscales no anglosajone a renunciar
a sus actividades y desestabilizar la Unión Europea hasta que los capitales se
encaucen hacia los paraísos fiscales del Reino Unido, Holanda, Estados Unidos e
Israel.
La estrategia económica de
Estados Unidos
Al iniciar su mandato, el presidente estadounidense Barack
Obama designó a la historiadora Christina Romer para presidir su Comité de
Consejeros Económicos. Profesora en la universidad de Berkeley, Christina Romer
es especialista en el estudio de la crisis de 1929. Según ella, lo que sacó a
Estados Unidos de la recesión no fue el New Deal de Roosevelt ni la Segunda Guerra
Mundial sino la afluencia —a
partir de 1936— de los
capitales europeos que huían del «aumento de los peligros».
En eso ha basado Barack Obama su política económica. En primer lugar, actuó para
cerrar todos los paraísos fiscales que no están bajo control de Washington y
Londres. Después, organizó la desestabilización de Grecia y Chipre para que los
capitales europeos fueran a refugiarse en los paraísos fiscales anglosajones.
Todo comenzó en Grecia, en diciembre de 2008, con una serie
de manifestaciones provocadas por la muerte de un adolescente a manos de un
policía. La CIA trajo desde Kosovo autobuses llenos de individuos encargados de
provocar desórdenes durante una manifestación y de instaurar un inicio de caos
[1]. El Departamento del
Tesoro estadounidense pudo comprobar entonces cómo los capitales griegos huían
de Grecia. El experimento resultó concluyente y la Casa Blanca decidió sumir
aquel frágil Estado en una crisis financiera y económica que llegó a poner en
peligro la existencia misma de la eurozona. Como se había previsto, cada vez
que surgen inquietudes sobre la posible expulsión de Grecia del euro o sobre
una disolución de la eurozona, capitales europeos corren hacia los paraísos
fiscales disponibles, principalmente británicos, estadounidenses y holandeses.
En 2012, hubo otra operación contra el paraíso fiscal
chipriota. Todas las cuentas de más de 100 000 euros fueron confiscadas. Era la primera y la única vez
que se observaba ese tipo de nacionalización en una economía capitalista
[2].
Durante los 8 últimos años, hemos podido ver numerosas
reuniones del G8 y del G20 que han impuesto todo tipo de reglas
internacionales, supuestamente en aras de prevenir la evasión fiscal [3]. Sin
embargo, después de la imposición de esas reglas –supuestamente válidas para
todos–, Estados Unidos y, en menor medida, Israel, Holanda y el Reino Unido se
dan el lujo de no respetarlas.
Los paraísos fiscales
Cada
paraíso fiscal tiene un estatuto jurídico particular, generalmente absurdo.
Actualmente, los principales paraísos fiscales son el Estado
independiente de la City de Londres (miembro del Reino Unido de Gran Bretaña e
Irlanda del Norte), el Estado de Delaware (que forma parte de Estados Unidos),
e Israel. Pero aún existen muchos más paraísos fiscales, sobre todo británicos,
comenzando por las islas de Jersey y de Guernesey (miembro del ducado de
Normandía y, por consiguiente, sometida a la autoridad de la reina de
Inglaterra, aunque no es miembro
del Reino Unido [en esto consiste lo jurídicamente
“absurdo”, pero sumamente conveniente para los usufructuarios] ni de la
Unión Europea), Gibraltar (territorio español que el Reino Unido ocupa
ilegalmente) y terminando por la isla de Anguila, las Bermudas, las islas
Caimán, las islas Turcas y Caicos, las islas Vírgenes y la isla de Monserrat.
También hay algunos que pertenecen a Holanda, como las islas de Aruba, Curazao
y San Martín.
Un paraíso fiscal es una «zona franca» que abarca todo un
país. Pero, en el imaginario colectivo, una zona franca es algo indispensable
para la economía, mientras que un «paraíso fiscal» es algo malo. En realidad,
ambas cosas son exactamente lo mismo. Por supuesto, algunas empresas hacen un
uso inadecuado de las zonas francas para no pagar impuestos mientras que otras
hacen un mal uso de los paraísos fiscales, lo cual no justifica que se
cuestione la existencia de esas estructuras, indispensables para el comercio internacional [really? si son indispensables, ¿quieres decir que si no
existieran se acabaría el comercio internacional? Bastante dudoso, ya que no
TODOS los países ni TODOS las empresas que comercian internacionalmente las
utilizan].
En su guerra contra los paraísos fiscales no anglosajones,
Estados Unidos arremetió principalmente contra Suiza [4]. Este pequeño país
había desarrollado un estricto secreto bancario que permitía que pequeños
operadores lograran montar y desarrollar transacciones a espaldas de los
grandes operadores. Al obligar a Suiza a renunciar a su secreto bancario,
Estados Unidos extendió su propia vigilancia masiva al campo de las
transacciones económicas, lo cual le ha permitido manipular fácilmente la
competencia y sabotear la actividad de los pequeños operadores.
Durante más de
10 años, Forbes señaló a Fidel Castro como el jefe de Estado más adinerado del
mundo. Hoy está ampliamente demostrado que aquello era pura propaganda… pero
Forbes nunca se excusó. [éste es el tipo de noticias “entretiene-penitentes”]
Los «Panama Papers»
[ya bautizados como “Panama toilet
papers” o “Assange 2.0”]
Es en medio de todo este contexto que Washington entrega al
Süddeutsche Zeitung 11 500 000 ficheros informáticos pirateados a la firma de
abogados clasificada como la cuarta más importante del mundo en materia de
creación de compañías offshore. El robo de esos ficheros constituye un crimen
y, por esa razón, los supuestos «lanzadores de alerta» se mantienen en el
anonimato.
Por supuesto, Washington hizo previamente una cuidadosa
selección de los documentos y excluyó, en primer lugar, todos los que tenían
que ver con ciudadanos o empresas estadounidenses [la
misma técnica de Assange y ahora intentándolo por segunda vez los ingenuos
creen que todo el mundo es idiota, menos ellos. Su selectividad en las
denuncias los hace dar “acelerones en neutral” y manda al drenaje su
credibilidad, de donde nunca debieron salir] y, en segundo lugar,
también descartó probablemente los que implicaban a sus buenos aliados. El
hecho que algunos de sus supuestos aliados, que actualmente tienen algún tipo
de contradicción con la administración Obama –como el presidente ucraniano
Petro Porochenko– aparezcan en los documentos revelados, nos confirma que su
poderoso protector acaba de abandonarlos.
A pesar de ser Panamá un país donde se habla español y de
que el Süddeutsche Zeitung se publica en Alemania, el conjunto de ficheros
robados fue denominado por los espías como «Panama Papers»… en inglés [lo mismo que el 9/11, un truco nemotécnico que da indicio
de sus autores].
De paso, los autores de esta manipulación tratan de
convencernos de que todo el que se levanta contra Washington es un ladrón.
Basta con recordar, por ejemplo, las campañas contra Fidel Castro, acusado de
ser un traficante de droga y catalogado por la revista Forbes como poseedor de
una de las mayores fortunas del mundo [5]. Por haber conocido las difíciles
condiciones de vida de la familia Castro en Cuba, realmente me pregunto cómo
pudo alguien inventar tamaña idiotez. Ahora, los nuevos magnates secretos
serían Vladimir Putin, Bachar al-Assad y Mahmud Ahmadinejad, a pesar de que es
legendaria la frugalidad de todos ellos.
Esta propaganda contra los adversarios políticos no pasa de
ser la parte visible del iceberg. Lo realmente importante es el futuro del
sistema financiero internacional.
Violación de la ética
periodística
El diario alemán Süddeutsche Zeitung es miembro del
International Consortium of Investigative Journalists (ICIJ, en español, Consorcio
Internacional de Periodistas de Investigación.), asociación especializada,
contrariamente a lo que su nombre parece indicar, no en el periodismo de
investigación sino en la denuncia de crímenes financieros.
En las sociedades republicanas, la justicia debe ser la
misma para todos. Pero el
ICIJ, que desde su
creación ha sacado a la luz pública más de 15 millones de ficheros
informáticos, no ha
cuestionado nunca los intereses de Estados Unidos. Por consiguiente, esa
asociación no puede pretender que su interés sea luchar por la justicia.[en lenguaje técnico eso se denomina «querer mamar y dar topes»].
Además, los principios republicanos de nuestra sociedad
implican toda una serie de obligaciones para los periodistas. Esas obligaciones
están estipuladas en la Carta de Munich, adoptada en 1971 por todos los
sindicatos de la profesión periodística del Mercado Común y posteriormente
extendida al resto del mundo por la Federación Internacional de Periodistas.
Comprendo perfectamente que ese texto impone limitaciones
que resultan a veces difícilmente soportables. Yo mismo estuve, hace algunos
años, entre quienes creían que a veces había que violarlo. Pero la experiencia
demuestra que, al violarlo, se abre la puerta a otras violaciones que afectan a
los ciudadanos.
Los periodistas del International Consortium of
Investigative Journalists no se plantearon ningún tipo de interrogante de orden
ético [Paul Craig Roberts y Michael Hudson los
denominan “presstitutes” ≈ “prostitudistas”].
Simplemente aceptaron trabajar con documentos robados y previamente
seleccionados, siendo ellos mismos incapaces de verificar su autenticidad [bastante frecuente en los grandes medios; recordemos la
manipulación de fotos contra Siria de parte de la BBC o el caso de la supuesta
lesbiana en Damasco, que resultó que era el estadounidense Tom McMaster (alias «la
lesbiana barbona»; en
otras palabras, eso de “sociedades y principios republicanos” no pasa de ser
rollo, un tanto pasado de moda)].
La Carta de Munich estipula que los periodistas sólo
publicarán informaciones cuyo origen conocen, que no suprimirán informaciones
esenciales y que no alterarán los textos y documentos. También especifica que
los periodistas no recurrirán a métodos desleales para obtener informaciones,
fotografías o documentos.
Esas tres exigencias fueron violadas de manera totalmente
consciente, lo cual debería llevar a que quienes incurrieron en dichas
violaciones fuesen excluidos de las instancias profesionales y provocar la
destitución de los directores de la BBC, de France-Télévisions, de NRK y, ¿por
qué no?, de Radio Free Europe/Radio Liberty (la radio de la CIA, que también es
miembro del International Consortium of Investigative Journalists).
No es este el primer escándalo en el que se ve implicado el
International Consortium of Investigative Journalists. En 2013, fue esta misma
asociación la que hizo públicos 2,5 millones de ficheros informáticos robados a
120 000 empresas offshore. También reveló, en 2014, los contratos entre
Luxemburgo y varias transnacionales deseosas de gozar de una política fiscal
especialmente favorable. Fue también el ICIJ quien reveló, en 2015, las cuentas
del banco británico HSBC en Suiza.
El International Consortium of Investigative Journalists
recibe financiamiento, algo que ya puede imaginar el lector, de numerosos
organismos vinculados a la CIA, como la Fundación Ford [6] y las fundaciones de
George Soros. Este último
ejemplo es el más interesante: para los miembros del ICIJ el dinero del señor
Soros no proviene de la CIA sino de las especulaciones financieras que Soros
realiza en detrimento de los pueblos, lo cual hace que ese financiamiento sea
aún más “aceptable”.[¿el Sr Soros no tenía
cuentas offshore en Mossack Fonseca? ¿o las tiene con la competencia de Mossack
Fonseca? porque no nos vengan con que no tiene].
Un principio
fundamental de las sociedades republicanas es que, para ser legítima, la
Justicia debe aplicarse a todos por igual (Artículo 6 de la Declaración de
Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789). Sin embargo, desde su creación, el Consorcio
Internacional de Periodistas de Investigación se abstiene sistemáticamente de
revelar los crímenes de Estados Unidos [y de sus
billonarios], contribuyendo así a incrementar las injusticias.
Sin paraísos fiscales no
anglosajones, cero resistencia
No es sorprendente que el Hezbollah tenga empresas y cuentas
secretas en Panamá o en otros países. En un reciente artículo, yo mismo
mencionaba los esfuerzos de la resistencia libanesa por autofinanciarse sin
tener que depender de fondos iraníes. Ahora tendrá que rehacer por completo el
complejo montaje financiero que tuvo que implementar anteriormente. De no
hacerlo, el Líbano será presa de sus vecinos israelíes.
Que el presidente Ahmadinejad haya creado empresas offshore
para vender el petróleo iraní burlando el embargo contra su país no es un
crimen, incluso dice mucho sobre los esfuerzos que hizo para ayudar a su
pueblo.
Que la familia Makhluf, los primos del presidente sirio
Bachar al-Assad, hayan recurrido a un montaje financiero para burlar el embargo
ilegal que las potencias occidentales imponen a Siria y permitir así que los
sirios se alimentaran a lo largo de 5 años de agresión militar contra su país,
también es perfectamente legítimo.
¿Qué quedará de todo este gran escándalo? En primer lugar,
Panamá necesitará años para restaurar su reputación, ahora destruida. Unos
pocos delincuentes de poca monta que engañaron el sistema serán enviados a los
tribunales mientras que numerosísimos comerciantes honestos tendrán que dar un
montón de explicaciones. Pero, contrariamente a las apariencias, los organizadores de esta campaña se
ocuparán de que todo se mantenga igual. El sistema seguirá existiendo pero será
cada vez más favorable al Reino Unido, Holanda, Estados Unidos e Israel.
Creyendo defender sus propias libertades, quienes hayan participado en esta
campaña no habrán hecho más que reducirlas.
Notas
[1] Agradezco por
adelantado a los lectores que logren encontrar la entrevista sobre ese tema que
di a un medio de prensa griego en 2009. No llegué a dedicarle un artículo
completo sino solamente un párrafo incidental en «La “revolución de color”
fracasa en Irán», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 26 de junio de 2009.
[2] «El peón
chipriota», por Thierry Meyssan, Al-Watan (Siria) , Red Voltaire, 25 de marzo
de 2013.
[3] «G20:
definiendo quién manda en los mercados financieros», por Jean-Claude Paye, Red
Voltaire, 9 de abril de 2009.
[4] «Lutte contre
la fraude fiscale ou main mise sur le système financier international?», «UBS
et l’hégémonie du dollar», por Jean-Claude Paye, Réseau Voltaire, 3 de marzo y
21 de octubre de 2009.
[5] «“Forbes”
inventa la fortuna de Fidel Castro», por Salim Lamrani, Red Voltaire, 5 de
junio de 2006.
[6] «La Fundación
Ford, fachada filantrópica de la CIA», por Paul Labarique, Red Voltaire, 31 de
enero de 2005; «Por qué la Fundación Ford subvenciona la contestación», por
Paul Labarique, Red Voltaire, 31 de enero de 2005.
No hay comentarios:
Publicar un comentario