Los BRICS Bajo Ataque: El Imperio Contraataca en Brasil
Por Eric
Draitser 22-Mar-16
FUENTE:
http://www.globalresearch.ca/brics-under-attack-the-empire-strikes-back-in-brazil/5516634
El texto [en rojo] NO
viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción.
Primero
publicado en Mint Press y Global Research en Marzo de 2016, este incisivo
artículo proporciona una comprensión del golpe suave en Brasil.
A pesar de la sofisticada retórica anticorrupción, el asalto
sobre el gobierno izquierdista de la presidenta Rousseff es el resultado de una
coordinada campaña de intereses de negocios vinculados a Washington y Wall
Street.
La última década ha visto un notable agrupamiento de
naciones no-occidentales en asociaciones económicas y políticas. Estas
instituciones multilaterales han sido defendidas como alternativas a los órganos
occidentales de poder político y económico tales como la OTAN, el Fondo
Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Desde el surgimiento de la Organización de Cooperación de
Shanghai al establecimiento de la Unión Económica Eurasiática, la estrategia
china de “Un Cinturón, Un Camino” para vincular gran parte de la masa
eurasiática a través del comercio y la inversión, y más recientemente el
establecimiento del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, muchos han
visto estos desarrollos como esenciales para la descentralización del poder
global desde los centros imperiales de Washington, Wall Street, Londres y
Bruselas.
Pero tal vez ninguno de los agrupamientos internacionales
emergentes del Sur Global [¿te parecen sureños Rusia, India y China?] ha sido más prometedor en términos tanto de relaciones
públicas como en verdadera asociación económica que el de los países BRICS
(Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).
Los países BRICS abarcan el 46% de la población mundial —más de 3,000 millones de gentes , en
2015— haciéndolo uno de los
mayores bloques en términos de capacidad humana entre las alianzas globales. La
perspectiva de los BRICS, combinada con su creciente asertividad como potencia
económica en sí misma, indudablemente ha agitado unas pocas plumas en
Washington y otros lugares de Occidente.
No debería venir como sorpresa que los mayores movimientos
se hayan tomado en los últimos 12 o 24 meses para debilitar a cada una de las
naciones integrantes de BRICS y desestabilizarlas a través de medios políticos
y económicos. Y no es coincidencia que esos líderes que se han mostrado
sonrientes y estrechando manos en las recientes reuniones de los BRICS son
ahora blanco de los esfuerzos de desestabilización y subversión —como en los casos de Brasil, Rusia,
China y Sudáfrica— o son
objetivo de una campaña de encantamiento político y militar, como en el caso de
la India. En cada caso, USA y sus aliados se benefician significativamente de
los recientes desarrollos.
Brasil en la mira
Uno de los métodos comprobados del imperio de USA para
desestabilizar al país puesto en la mira es a través de fabricar o promover
escándalos y/o movimientos políticos que parezcan oponerse a los intereses de
aquellos que, conscientemente o no, se alinean con la clase dirigente en
Occidente. Ambos elementos están en juego en Brasil, que ha estado moviéndose
hacia una creciente independencia económica, y consecuentemente política, en
los últimos años.
Una mujer
muestra un poster escrito en portugués “No habrá golpe” junto a una foto de la
presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, durante una manifestación en apoyo de
ella y del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, en Brasilia, el viernes
18-Mar-16. Silva ha sido puesto en la mira en una investigación sobre
corrupción que incluye al gigante petrolero brasileño Petrobras (AP/Eraldo Peres)
En Brasil, el gobierno de Dilma Rousseff está enfrentando
una gran campaña de desestabilización orquestada por poderosos elementos del
ala derecha en el país y sus respaldadores de USA. Bajo la siempre conveniente
pancarta de “anti-corrupción”, millones se han volcado a las calles demandando
la expulsión del dos veces electo gobierno Rousseff luego de una serie de
revelaciones respecto a la alegada corrupción en la semi-estatal y semi-privada
compañía petrolera Petrobras.
De acuerdo a los alegatos, un número de principales figuras
políticas, algunas de las cuáles están conectadas con el Partido de los
Trabajadores de la presidenta Rousseff, se han llevado al menos 3% de los miles
de mdd de ingresos petroleros de Petrobras, ilustrando la aun activa tradición
de corrupción de Brasil.
El más reciente blanco en la mira es el expresidente Lula da
Silva, que fue sacado por la fuerza de su casa en un ostentoso espectáculo de
las autoridades encargadas de aplicar la ley para humillar al septuagenario
fundador del Partido de los Trabajadores. Debido a su origen de clase
trabajadora, el expresidente era visto como esperanza y orgullo de la izquierda
en Brasil, y el sacarlo de su casa a principios del mes disparó la última ronda
de protestas.
Pero ¿qué —o quién— está realmente detrás del golpe suave en Brasil?
La derecha es la fuerza conductora de las protestas, a pesar
de cualquier sentimiento progresivo, anti-corrupción, expresado por los
diversos segmentos del movimiento de protesta. Dos de los principales grupos
responsables por organizar y movilizar las manifestaciones son el Movimiento
Brasil Libre (MBL) y Estudiantes por la Libertad (EPL), ambos con vínculos
directos con Charles y David Koch, los milmillonarios derechistas,
neoconservadores, de USA, y también con otras figuras principales de la clase
dirigente neoliberal, pro-negocios, de extrema derecha [¡vaya
noticia! Siempre se había sabido que la extrema derecha había sido representada
por el fascismo y el nazismo y ahora resulta que es neoliberal y pro-negocios.
¡Qué prostitución de conceptos! Conviene analizar las motivaciones de dicha
prostitución que, en primera instancia, busca crear confusión y ser
“engaña-pen... itentes”; por cierto, no es la primera vez que el autor utiliza
este tipo de maromas mentales].
Las
biografías de ambos se encuentran en el sitio web de Atlas Network
(https://www. atlasnetwork.org/about/people/fabio-ostermann y https://www.atlasnetwork.org/about/
people/juliano-torres).
El MBL es
lidereado por Fabio Ostermann y Juliano Torres, ambos fueron educados en la
Atlas Leadership Academy, un satélite de la Atlas Economic Research Foundation,
que es financiada directamente por los hermanos Koch. EPL es una afiliada
directa de Students for Liberty, con sede en USA, la bien conocida agrupación de
los hermanos Koch con profundos vínculos con la clase política derechista [cualquier cosa que esto pueda significar]
dirigente en USA.
Una de las
principales caras del movimiento es Kim Kataguiri, un “activista” de 20 años,
que es tanto fundador del MBL como líder del EPL. Un descarado
pro-grandes-negocios, es un adherente a la llamada Escuela Austríaca de
Economía, la ideología económica que aboga por la total desregulación de la
economía en favor de los negocios privados, y un gran admirador de Milton
Friedman, el padre de lo que es conocido hoy como capitalismo neoliberal.
Kataguiri y sus
activistas derechistas han sido rápidos en distanciarse del legado sangriento
de los golpes derechistas en Brasil y Latinoamérica por obvias razones. Sin
embargo exponen precisamente las mismas políticas económicas que las puestas en
práctica a través de toda la región, siendo tal vez la más famosa la de Chile
bajo la brutal dictadura de Augusto Pinochet, cuyas políticas económicas
estuvieron directamente guiadas por ningún otro que Friedman.
En esta foto del 18-Mar-15, el líder de la
protesta anti-gubernamental Kim Kataguiri posa para una foto en Sao Paulo,
Brasil (AP/Andre Penner)
[Inexplicablemente
el artículo incluye una foto tamaño 20.76x16.51 cm de este macuarro, que más
que erudito de la Escuela Austríaca de Economía, tiene pinta de grafitero en
las favelas o miembro de la yakuza. Probablemente las dimensiones de la foto fueron en pago a sus
“servicios” (alimentándole el ego) y el uso de esta clase de personal quiere
decir que las fuerzas de desestabilización andan operando con bajo presupuesto].
Kataguiri explicó a The Guardian en 2015:
Defendemos los mercados libres,
impuestos más bajos y la privatización de todas las compañías públicas... En
Brasil, la izquierda aun es vista como de moda por la gente joven... Queremos
destruir esta idea de que si defiendes los mercados libres entonces eres un
anticuado que está pidiendo una dictadura... Desafortunadamente, no tenemos
ningún gran patrocinador. El gobierno y algunos sectores de la prensa dicen que
somos financiados por la gente rica. No tendríamos problema en que la gente
rica nos financiara.
Desafortunadamente
para Kataguiri, Ostermann, Torres y sus colegas, la verdad respecto a sus
conexiones con los poderos negocios y capital financiero en USA y a través de
toda Latinoamérica son bien conocidos. Sin embargo, los medios corporativos
encubren esas conexiones, presentando las protestas como algún tipo de pura
expresión del descontento del pueblo, más bien que una forma fabricada de
manipulación y desestabilización políticas que han sido aprovechadas para
cínicamente explotar la opinión pública en los difíciles tiempos económicos. La
recesión económica de Brasil en los dos años anteriores ha hecho que esto sea
mucho más fácil.
Otros grupos
influyentes tales como VemPraRua (“Venga a las Calles”) son directamente
financiados por poderosos intereses corporativos de derecha dentro del país,
incluyendo al hombre más rico de Brasil, Jorge Paulo Lemann. Como señaló
Bloomberg en un perfil de Lemann en 2013:
En USA, Lemann es virtualmente
desconocido, aun cuando él y sus dos asociados de largo tiempo, Marcel Herrmann
Telles y Carlos Alberto Sicupira, ahora controlan tres iconos de la cultura
consumista de USA: Heinz ketchup, Burger King y tras la absorción por 52,000
mdd de Anheuser-Busch en 2008, la cerveza Budweiser. El valor de mercado
combinado de las compañías que manejan ascien a 187,000 mdd —más grande que
Citigroup.
En Brasil, Lemann es un héroe de la
clase negociante... Valiendo alrededor de 20,000 mdd, Lemann es el N° 32 en el
índice de milmillonarios de Bloomberg, 7 lugares atrás de George Soros y 3
adelante de Carl Icahn.
Mientras, los
elementos reaccionarios pro-USA dentro (y fuera) de Brasil están
particularmente enojados con el Partido de los Trabajadores y, más ampliamente,
con la izquierda. Esto no se debe a la corrupción —aunque ésta indudablemente persiste como problema— sino debido al ascenso al poder de
fuerzas políticas representando a la clase trabajadora y a los pobres en
Brasil.
El North American
Congress on Latin America [por cierto, un membrete
igualmente creado y financiado por las corporaciones de USA] correctamente
evaluó en Abril de 2015: “No se crea que el énfasis de los medios derechistas
sobre la corrupción —las
recientes manifestaciones están motivadas por el descontento de la élite
enquistada respecto a la expansión de la inclusión económica y política para la
mayoría de la nación”.
Metiendo en cintura a los BRICS
En resumen, a
pesar de toda la sofisticada retórica anti-corrupción, el asalto sobre el
gobierno izquierdista de Rousseff es el resultado de una campaña coordinada de
los intereses de negocios vinculados a Washington y Wall Street que ven en
Brasil un peligroso precedente en que gobiernos izquierdistas simpatizantes y
aliados a movimientos bolivarianos en Venezuela, Bolivia, Ecuador y hasta
recientemente, Argentina, eran capaces de ganar el poder y tener autoridad
sobre un auge económico.
Una gráfica demostrando la correlación entre la
expansión del sentimiento anti-gubernamental y el estancamiento en el
crecimiento del PIB.
En realidad, este punto no debería ser pasado por alto —es decir, la recesión económica en
materias primas tales como el petróleo ha puesto el freno al rápido progreso
económico de Brasil.
De hecho, los datos recientes muestran que la expansión del
sentimiento anti-gubernamental se correlaciona directamente con el
estancamiento en el crecimiento del PIB, que a su vez se correlaciona con la
baja en los precios de las materias primas. Como muchos han alegado
convincentemente, el colapso del petróleo sin duda ha sido fomentado y animado,
si no es que directamente orquestado, por USA y sus aliados en el Golfo [Pérsico] buscando poner en la mira los países
no-occidentales [sic!] cuyas economías están vinculadas a los
ingresos por petróleo y gas —Venezuela,
Bolivia, Brasil [como que te anda fallando la
geografía; Brasil, Venezuela y Bolivia ¿no se te hacen suficientemente
occidentales?], y especialmente Rusia.
Ciertamente Brasil no
es el único miembro de los BRICS enfrentando una ofensiva de parte del sistema
USA-OTAN.
El próximo artículo en esta serie examinará las fuerzas
desestabilizadoras que están llegando a Sudáfrica. Los escritos futuros
examinarán la creciente relación militar entre USA y la India, así como las
multifacéticas estrategias para contener, aislar y desestabilizar a Rusia y
China.
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