C.S. Lewis sobre la Declinación del Razonamiento
Por Annie
Holmquist 14-Abr-16
FUENTE: http://www.intellectualtakeout.org/blog/cs-lewis-decline-reasoning
Hoy el sistema educativo y los medios noticiosos fallan en su mayoría en despertar esta capacidad de razonamiento.
El viejo dicho declara que “no hay nada nuevo bajo el sol”.
Sin embargo, es difícil no asombrarse cuando algo escrito en generaciones
pasadas llega al corazón de lo que estamos enfrentando hoy.
Así fue cuando recogí una copia de Las Cartas de Screwtape,
de C.S. Lewis, escritas en 1942.
Para los no familiarizados con Las Cartas de Screwtape, el
libro se lee como una colección de cartas escritas por el diablo Screwtape a su
sobrino Wormwood. Como diablo-en-entrenamiento, Wormwood recibe toda clase de
consejos sobre cómo evitar que su “paciente”, un hombre ordinario, caiga en las
garras del “Enemigo”, también conocido como Dios.
Como muchos de los otros escritos de Lewis, Las Cartas de
Screwtape tienen una orientación religiosa, pero incorpora muchos elementos
aplicables al ambiente secular. La primera carta en el libro no es la
excepción. Y se lee:
“Mi querido Wormwood,
Noto lo que dices respecto a guiar las lecturas de tu
paciente y cuidar que vea mucho de su amigo materialista. Pero ¿no estás siendo
un tanto ingenuo? Suena como si supusieras que la discusión fuera el modo de
alejarlo de las garras del Enemigo. Eso puede haber sido así si hubiese vivido
unos cuantos siglos antes. En ese tiempo los humanos aun sabían bastante bien cuándo
una cosa estaba probada y cuándo no; y si estaba probada realmente creían en
ella. Aun conectaban el pensar con el hacer y estaban preparados para cambiar
su modo de vida como resultado de una cadena de razonamientos. Pero con los
semanarios y otras armas similares hemos alterado eso bastante. Tu hombre se ha
acostumbrado, aun desde que era muchacho, a tener una docena de filosofías
incompatibles bailando juntas en el interior de su cabeza. No piensa de las
doctrinas primariamente como ´verdaderas’ o ‘falsas’, sino como ‘académicas’ o
‘prácticas’, ´pasadas de moda’ o ´contemporáneas’, ‘convencionales’ o
‘inflexibles’...
Por el hecho mismo de argüir, despiertas la razón en
el paciente; y una vez que ésta despierta, ¿quién puede prever el resultado?
Aun si un tren particular de pensamiento puede ser torcido como para que
termine en nuestro favor, encontrarás que has estado reforzando en tu paciente
el hábito fatal de poner atención a problemas universales y alejando su
atención del flujo de experiencias sensoriales inmediatas. Tu negocio es
dirigir su atención al flujo”.
Como Lewis correctamente afirma, el acto de argüir despierta
la razón. Agudiza la mente a través del ejercicio. A través del tiempo, hace
que la mente descarte los supuestos que han probado ser falsos, y refuerza los
principios que han resultado verdaderos una y otra vez. No es accidente que los
estudiantes acostumbraban ser enseñados sobre cómo discutir —a través de la instrucción en lógica
y retórica— tan pronto como
alcanzaban la edad de la razón.
Hoy, sin embargo, el sistema educativo y los medios
noticiosos fallan en su mayoría en despertar esta capacidad de razonamiento. En
lugar de animar a la gente a pensar, bombardean sus audiencias con “una docena
de filosofías incompatibles” y mantienen la atención de ellas enfocada en “el
flujo de experiencias sensoriales inmediatas”.
No se dejen en quedar atrapados por el flujo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario