El Referéndum del Brexit No es Vinculante (u Obligatorio). El Parlamento del RU Tiene la Última Palabra
Por Stephen
Lendman 23-Jun-16
FUENTE:
http://www.globalresearch.ca/brexit-referendum-is-non-binding-uk-parliament-not-voter-has-final-say/5532485
El texto [en
rojo] NO viene en el original y fue agregado por
el equipo de traducción.
El P. Ministro Cameron ha anunciado su dimisión efectiva en Octubre,
cuando un nuevo P. Ministro sea nombrado luego de la conferencia del Partido
Conservador.
Entre los contendientes por
el liderazgo del Partido Conservador están el ex-alcalde de Londres, Boris
Johnson, y el Srio de Justicia, Michael Gove, quienes fueron firmes partidarios
de la campaña Brexit. La Ministro del Interior, Theresa May, también es una
potencial contendiente.
La implementación del Brexit
es en parte dependiente del nuevo liderazgo del Partido Conservador. Hay
divisiones tanto en el Partido Conservador como en los partidos opositores
respecto al Brexit.
En esta etapa, sin embargo,
no hay seguridad de que la propuesta del Brexit sea ratificada por el
Parlamente (véase el análisis de Lendman abajo).
Además, la decisión de Cameron de renunciar en Octubre
contribuye a retrasar el proceso.
Michel Chossudovsky. GR Editor, June 24,
2016
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Todo el escándalo y
fastidio acerca del Brexit pasa por alto grandemente su status no-obligatorio —el
parlamento, no los votantes, decidirá si Gran Bretaña se queda o se sale de la
UE, siendo altamente improbable lo segundo.[Si esto resulta así, será una
nueva muestra de jugarle el dedo en la boca al electorado; algo parecido al respaldo
dado a Alexis Tsipras el 07-Jul-15 para rechazar las medidas de austeridad de
la Troika y que una semana después Tsipras terminó aceptando condiciones peores
a las rechazadas por el electorado].
Escribiendo en el
Financial Times, el abogado británico David Allen Green explicó que la votación
del Brexit es “recomendación”, no “obligatoria”. El Parlamento tiene la última
palabra.
Los parlamentarios legalmente pueden descartar la voluntad
pública de cualquier modo, sólo ellos están autorizados para decidir el camino
que Gran Bretaña escoja [en otras palabras, los referéndums
son, como dirían en el rancho, «atole con el dedo», salvo que coincidan con los deseos de “los de
siempre”].
Lo que ocurra luego es “una cuestión de política no de ley.
Será esencialmente lo que sea políticamente conveniente y practicable”, dijo
Green.
Existen diversas opciones, incluyendo el resultado del
jueves, ignorarlo, o “renegociar” otro acuerdo y someterlo a otro referéndum” —repitiendo el proceso “hasta que los
votantes voten ‘correctamente’ ”, es decir lo que sea mejor para los intereses
adinerados, no los de público en general [poesía democrática químicamente
pura].
Invocar el Artículo 50 del Tratado de Lisboa es otra cosa
totalmente diferente, legalmente obligatoria, a diferencia del voto del jueves.
Éste declara lo que sigue:
“1.
Cualquier Estado Miembro puede decidir retirarse de la Unión de conformidad con
sus propios requerimiento constitucionales.
2.
Un Estado Miembro que decide retirarse notificará su intención al Consejo
Europeo. A la luz de las guías establecidas por el Consejo Europeo, la Unión
negociará y concluirá un acuerdo con ese Estado, estableciendoo los arreglos
para su retirada, tomando en cuenta la estructura para su futura relación con
la Unión.
Ese acuerdo será negociado de conformidad
con el Artículo 218 (3) del Tratado sobre el Funcionamiento de la Unión
Europea. Será concluído por el Consejo por cuenta de la Unión, actuando por una
mayoría calificada, luego de obtener el consentimiento del Parlamento Europeo.
3.
Los Tratados cesarán de aplicarse al Estado en cuestión desde la fecha de
entrada en vigor del acuerdo de retiro o, fallando eso, dos años después de la
notificación referida en el párrafo 2, a menos que el Consejo Europeo, de
acuerdo con el Estado Miembro interesado, unánimemente decidan extender este
período.
4.
Para propósitos de los párrafos 2 y 3, el miembro del Consejo Europeo o del
Consejo representando al Estado Miembro que se retira, no participará en las
discusiones del Consejo Europeo o en las decisiones relativas.
Una mayoría calificada será definida de
acuerdo al Artículo 238(3)(b) del Tratado de Funcionamiento de la Unión
Europea.
5.
Si un Estado que se ha retrirado de la Unión pide volver a unirse, su petición
estará sujeta al procedimiento referido en el Artículo 49”
Green destacó puntos clave. Los estados miembro pueden
escoger cómo votar el retiro —mediante
referéndum, por el parlamento o por otros medios.
El proceso de retiro comienza con la notificación formal.
Una vez “dada, el estado miembro y la UE se apegarán a ella”.
Los estados miembros que deseen retirarse tendrán hasta dos
años máximo para completar el proceso, “a menos que este período sea extendido
por acuerdo unánime”.
Una vez que son anunciadas e iniciadas las intenciones de
retiro, no hay vuelta atrás. Al mismo tiempo, lo que fue “creado por acuerdo
internacional puede ser desecho” del mismo modo [lo que contradice la frase al inicio
del párrafo].
Bruselas podría “salir con algo amañado confusamente que
posponga la fecha límite de dos años”, o una nueva enmienda del tratado podría
ser adoptada.
Sólo la política [¿de quiénes?] guiará lo que
ocurra luego, no la voluntad popular. Gran Bretaña no es más democrática que
USA —ni tampoco lo son los
demás países de la UE.
Los intereses especiales deciden las cosas. Cualquier cosa
que quieren, lo consiguen [¿y la democracia, apá? ¿para qué la pregonan tanto?].
Independientemente de cómo resulte la votación, la política del gobierno “es
permanecer en la UE”, dijo Green.
La salida requeriría que el Primer Ministro David Cameron
invocara el Artículo 50, lo que es improbable dada su franca oposición al
Brexit [lo cual hace parecer todo esto como una operación de distracción masiva;
aunque “los de siempre” ya lograron deshacerse de D. Cameron que, después de
todo, confirma su categoría de político «kleenex», es decir, desechable].