Grecia: Los Acreedores Salen a Aplastar Cualquier Rastro de Desobediencia de Syriza
Por Dick Nichols 22-May-16
FUENTE: http://www.globalresearch.ca/greece-creditors-out-to-crush-any-trace-of-syriza-disobedience/5526584
Ha
tomado solamente 9
meses para
que el tercer memorandum entre el casi-en-bancarro ta estado griego y sus acreedores —el “Cuarteto” de
la Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI)
y el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEE)— se acerque dando tumbos al borde de
la crisis.
Ese acuerdo,
que el gobierno de Syriza encabezado por el primer ministro Alexis Tsipras se
sintió forzado a tragar a pesar del pueblo griego rechazando una versión
anterior mediante el 60% en el referéndum de Julio pasado, proporcionará al
país 86,000 md€. 90% de esto irá para amortizar deuda [¡No mientas! Decir que la deuda va a amortizarse es buscar
engañar a los lectores. 90% irá para servicio de la deuda, o a lo más,
significará en un 90% remplazar la deuda con A, ahora con deuda con B; pero EL
MONTO INSOLUTO SIGUE EXACTAMENTE IGUAL. De otro modo, se acabaría el jueguito
del gato y el ratón, y mientras se alarga, todavía se les puede extraer a los
griegos un poco más de sangre y apoderarse de unos cuantos activos más, a
precio de ganga, por supuesto].
A su vez,
el estrechamente vigilado gobierno griego debe continuar implementando un
paquete de estrictas “reformas” de austeridad. Éstas cubren recortes a las
pensiones, elevación de impuestos, privatizaciones y desregulación del mercado
laboral.
En Abril
22, Jeroen Dijsselbloem, presidente holandés del eurogrupo de ministros de
finanzas, dijo que un acuerdo en-principio había sido alcanzado. Esto implica
al gobierno griego comprometiéndose a implementar un grupo “contingente” de
3,000 md€ de recortes extra si el país no cumple con
los objetivos de reducción de deuda.
Diferencias respecto a la
deuda
La supuesta
compensación para Grecia fue una declaración de que el Eurogrupo estaba “listo
para comenzar las discusiones sobre posibles opciones para conceder a Grecia
algún alivio de la deuda”.
El mismo
tiempo, se resolvieron las persistentes diferencias entre el Eurogrupo y el FMI
sobre cuál era la mejor manera de obtener de Grecia una “buena conducta”.
La posición
dominante del Eurogrupo, impuesta por el gobierno alemán, fue de que Grecia
bajo un gobierno conducido por Syriza siempre sería un infractor reincidente.
Trataría de aprovechar cualquier alivio de la deuda para regresar a los “malos
hábitos” de desperdicio en el sector público, excesivos salarios y dependencia
del bienestar social y crónica evasión de impuestos.
Por
contraste, la posición de los economistas del FMI era que resultaba imposible
que Grecia cumpliera con su deuda y sus objetivos de reducción de déficit sin
algún alivio de la deuda.
Sin
embargo, el 22 de Abril, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, en
efecto se movió a la posición del Eurogrupo cuando dijo que la carga de deuda
de Grecia pudiera hacerse sostenible sin ninguna reducción en su total, sino a
través de medidas como extender los vencimientos y tener períodos de gracia
sobre los repagos [lo cual comprueba que la
postura “bonachona” del FMI era pura pose mediática].
Su cambio
pone efectivamente al FMI en desacuerdo con sus propios estatutos, que prohiben
prestar a países que se juzga no pueden cumplir los objetivos de repago de la
deuda —los cuáles la
deprimida Grecia no puede cumplir. El FMI también apoyó el propuesto penalty
“contingente” de 3,000 md€ del Eurogrupo.
Disenso en Syriza
El ministro
de finanzas griego, Euclid Tsakalotos, hizo claro el 25 de Abril que la
propuesta de poner otra hacha sobre el cuello de Grecia no pasaría el
parlamento griego —especialmente dado que ya se acordó un paquete de 5,400 md€ de aumento de impuestos y recorte
de pensiones.
El 27-Abr,
Tsipras pidió a Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo de jefes de estado
de la UE, convenir una reunión del Consejo Europeo para discutir la propuesta
del Eurogrupo. Tusk se negó diciendo: “Estoy convencido de aun hay trabajo por
hacer por parte de los ministros de finanzas que han evitado la situación de
renovada incertidumbre para Grecia”.
Esta
complicación hizo sonar las alarmas en los mercados de valores y de deuda
griega: los bonos a 10 años saltaron 50 puntos base hasta 9.14%, mientras el
índice de la Bolsa de Valores de Atenas cayó 4.3%.
La
administración conducida por Syriza se encuentra ahora en su mayor
acorralamiento hasta la fecha. La coalición gobernante ganó las elecciones del
20-Sep con el mensaje de que el acuerdo del memorándum, aunque muy malo, era
los mejor que se había podido lograr [esa barra ya se le está gastando a
Tsipras].
Además,
Syriza dijo que únicamente podría confiarse en implementar un “programa
paralelo” para defender a los ciudadanos más vulnerables de Grecia contra el
impacto del memorándum —y continuar la lucha contra el corrupto establishmente político y
mediático de Grecia.
Sólo 6
meses más tarde, y a pesar de los mejores esfuerzos del gobierno de Tsipras [siempre son los mejores esfuerzos,
pero el pueblo griego SIEMPRE termina pagando el pato, mientras Tsipras y Juncker se pasean tomados de la mano], este mensaje se está desgastando mientras los griegos siguen divididos
sobre cómo responder a los acreedores del país. Dentro de Syriza, las voces que
expresan interés en el creciente distanciamiento con el gobierno se están
oyendo cada vez más frecuentemente.
Esto no es
sorprendente. Desde su reelección, el gobierno conducido por Syriza ha vendido
puertos y aeropuertos a precios de ganga, aumentado los impuestos y reducido
las pensiones. También ha sido forzado a convertir Grecia en un redil para
decenas de miles de refugiados.
Ha
enfrentado huelgas y protestas de servidores públicos, campesinos y camioneros,
todos por recibir pensiones aún más miserables que las que reciben hoy los
pensionados y con las que tratan de sobrevivir.
El gobierno
ha introducido una serie de medidas para aliviar el dolor de los más afectados,
pero ha quedado paralizado por la actual reducción del ingreso presupuestal
debido a la austeridad. En este contexto, incluso las medidas que de otra
manera habrían sido populares, como la introducción del primer sistema de
licenciamiento de TV en Grecia para romper la oligarquía mediática conservadora
[cualquier
cosa que esto pueda significar], ha tenido un impacto muy reducido.
En Abril
15, el website Macropolis dijo que el “movimiento de los 53”, el más
izquierdista de los agrupamientos dentro de Syriza con 11 parlamentarios,
incluyendo Tsakalotos, emitió una declaración crítica. Advirtió que, mientras
Syriza había sido capaz de argumentar en forma creíble en la encuesta de
Septiembre que había sido forzado a firmar [cada vez que violan al
gobierno, éste sale con esa barra] el tercer rescate, el memorándum ahora fue visto en forma creciente como
el propio programa de la coalición de izquierda [de nueva cuenta, cualquier
cosa que esto pueda significar], más bien que uno impuesto por los acreedores de Grecia.
El grupo
también criticó el lento avance del gobierno en implementar el programa
paralelo. La declaración enfatizó que se necesitaba mucho más para mantener la
fe de los partidarios de Syriza.
De manera
muy contundente, dijo que disentía de la opinión del líder Tsipras de que
Syriza debería tratar de permanecer en el gobierno a cualquier costo. Dijo que
el gobierno debería “caer heróicamente resistiendo la presión interna o la
troika externa en vez de humillarse a manos de la sociedad [griega] misma [esto es pura saliva;
¿humillarse cuando la sociedad griega es la única sacrificada? ¡por favor!]”.
Estado de ánimo negativo
La última
encuesta Kapa, realizadda a mediados de Abril por el diario To Vima, da una
instantánea del actual talante en Grecia.
Por una
parte, 70.6% de los entrevistados tienen una visión negativa o muy negativa de
la manera como el gobierno está conduciendo las negociaciones con los
acreedores de Grecia. Casi el 78% desaprueba su desempeño general y 55% se
opone a medidas de austeridad adicionales y los rechazaría mediante el voto si
se efectuara un referéndum [¿como el del 07-Jul-15
cuando respaldaron a Tsipras y éste una semana después aceptó condiciones
PEORES a las rechazadas en el referéndum?].
Sin
embargo, no existe una clara mayoría para una política alternativa a la seguida
por la administración Tsipras [¡claro! Eso le permite a Tsipras
continuar con su farsa].
Por
ejemplo, 38.5% apoyaría un rompimiento de las negociaciones con la Troika, un
29% piensa que deberían ser concluidas en lo posible, y un 27% piensa que
deberían ser prolongadas para conseguir el mejor resultado posible [pure bullshit!].
Sólo el
34.3% quiere un acuerdo final sometido a referéndum, mientras el 46.3% lo
quiere votado en el parlamento. Una estrecha mayoría (46.3% a 38.4%) quiere que
la oposición parlamentaria apoye cualquiera de tales acuerdos.
El apoyo
para permanecer en la eurozona sigue en 60% a pesar de los últimos 6 años de
brutal austeridad. Pero 44.5% cree que Grecia debería considerar dejar el euro
durante los próximos 5 años [¿y hace diferencia abandonarlo ahora
que dentro de 5 años?].
70% de los
entrevistados piensa que es posible un mejor gobierno que el actual, pero más
se oponen a elecciones anticipadas (48%) que los que las apoyan (40%).
El partido
tradicional de derecha Nueva Democracia ahora supera a Syriza en la mayoría de
las encuestas. Tsipras ya no es inequívocamente preferido como primer ministro
y el número de votantes indecisos ha saltado, aún mientras no ha habido ningún
bandazo notable hacia alguno de los partidos más pequeños (izquierda, centro o
derecha).
El Cuarteto busca el nockout
En este
contexto, el Cuartero [nótese, como no les gustaba el apodo de la Troika,
quizá porque les sonaba demasiado soviético, rápidamente incluyeron una
dependencia del BCE para constituir “el Cuarteto”] ha estado buscando modos de dar algunos golpes
de nockout al gobierno que, aunque crecientemente atontado, aún se mantiene
sobre sus pies. El arma principal de los acreedores es la de siempre —las obligaciones de la deuda del
país, cuyo siguiente pago es por 3,500 md€ en Julio. [el arma principal es que a los acreedores les importa
un pito el pago de la deuda; lo que quieren es desvalijar lo más posible los
activos nacionales de Grecia —especialmente los yacimientos
petrolíferos descubiertos en el 2010— y provocar tanta hambre y miseria
que los griegos se vean obligados a emigrar
en masa hacia los países acreedores y contribuyan, con su presencia, a que
los sueldos no suban allí. Y eso no se puede lograr haciendo sustentable la
deuda, ¿verdad?].
La
estrategia del Cuarteto, implementada a través del Eurogrupo que no responde
ante nadie, es incrementar el dolor que el gobierno de Tsipras tiene que
infligir a su base de apoyo como precio para conseguir los fondos
desesperadamente requeridos. El objetivo es abrir el camino para que el
corrupto y desacreditado [partido] Nueva Democracia lo derrote en las próximas elecciones y
desacreditar la idea misma de una radical alternativa de izquierda —no sólo en Grecia sino en toda
Europa.
La
estrategia está confirmada por el rechazo del Eurogrupo de la propuesta
alternativa de Tsakalotos para recortes “contingentes” —un compromiso para enfrentar las
metas de déficit en caso de no-cumplimiento, pero con las medidas decididas por
el propio gobierno griego.
Evidencia
adicional viene en los crecientemente desorientados comentarios de analistas
económicos, que se rascan la cabeza en cuanto a por qué el Cuarteto continúa
presionando por políticas que están condenadas a mantener a Grecia en recesión [de nuevo, porque lo que
menos les importa es recuperar el pago; la deuda es un arma geopolítica].
Escribiendo
en Forbes, la periodista financiera Frances Coppola sólo pudo encontrar una
comparación adecuada al tratamiento de Grecia por el Cuarteto en el saqueo de
Alemania por las naciones victoriosas luego de la 1GM [elocuente comparación].
Ella dijo:
“El objetivo de 3.5% [de superávit presupuestal] no tiene nada qué ver con la realidad...
Existe sólo para preservar la ficción de que la deuda de Grecia es sostenible,
y por tanto evita que los acreedores europeos tengan que vender a sus electores
la desagradable verdad de que Grecia nunca será capaz de devolver este dinero.
Inflige dolor sobre el pueblo griego sin ningún propósito, sólo para apaciguar
a los acreedores [bullshit! Los acreedores no son tontos ni se guían por
berrinches; si están haciendo la deuda impagable, significa que la deuda no les
importa y sus motivaciones son otras].
“Sin duda
muchos de Uds se están preguntando ahora cómo el FMI puede participar en esta
‘paz cartaginesa’. [como si el FMI tuviera algún tipo de conciencia ética.
¡Por favor!]. Pero el
FMI es también un acreedor. Y quiere su dinero de regreso.
“Ni los
acreedores europeos ni el FMI están fundamentalmente interesados en
reestablecer Grecia. En lo que desacuerdan es cuánto sustento necesita Grecia
para permanecer viva el tiempo suficiente para reembolsarles. Todos son
vampiros”.
En Febrero,
Tsipras dijo al líder del Partido Socialista Holandés, Emile Roemer, que “si en
unos pocos meses no tenemos éxito en mostrar que hay luz al final del túnel,
todo habrá sido para nada. Entonces la clase media y los agricultores se
rebelarán y nuestro país caerá presa del caos”.
Si esto es
así, ¿el gobierno conducido por Syriza simplemente sucumbirá a la agresión de
sus acreedores?
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