No Hay una Guerra de USA vs ISIS; en Cambio, Obama está Protegiendo sus “Activos”
Por Glen
Ford 06/01/2016
FUENTE: http://www.blackagendareport.com/no_us_war_against_isis
El texto [en
rojo] NO aparece en el original y fue agregado por
el equipo de traducción. Igualmente, lo destacado en amarillo, aparece como
texto normal en el original.
Hace
dos años, el presidente Obama dijo que no tenía una estrategia para combatir al
Estado Islámico. USA todavía no está haciendo la guerra vs ISIS o contra “yihadistas
de cualquier tipo en Siria”. La red internacional de yihadistas es un activo
imperial de USA. “El objetivo general de la política yihadista de la
administración Obama, ahora profundamente en crisis, es preservar el Estado
Islámico como una fuerza de combate para desplegarla bajo otro nombre, bajo un
nuevo liderazgo”.
“Washington no tiene sustitutos para los yihadistas, que han
sido una herramienta de la política de USA desde los últimos días de la
administración del presidente Jimmy Carter”.
El alegato estadounidense de que está llevando a cabo una
“guerra global al terror” es la mayor mentira del siglo 21, una mega-ficción a
la misma escala histórica del mal como el alegato de Hitler de que estaba
defendiendo a Alemania de un asalto por la judería mundial [el autor recurre a la falacia
definida en 1951 por Leo Strauss como «reductio
ad Hitlerum», es decir, ya la mera mención de Hitler descalifica e invalida
cualquier otro razonamiento sobre el tamaño de la mentira. Sin embargo, el alegato de Hitler podía apoyarse fácilmente en el titular
a 8 columnas publicado por el Daily Express —hasta donde se sabe, un
periódico británico— del 24-Mar-1933: «Judea declares war on Germany», cuando Hitler no tenía ni 2
meses de haber llegado al poder y donde se le declaraba la guerra no a Hitler
sino al país entero], o que el comercio de esclavos a través del Atlántico
fue una misión de cristianización. En realidad, USA es la madre biológica y
principal amamantadora de la red yihadista global [no debe perderse de vista que
“USA” NO ES el país entero sino la diminuta cábala neoconservadora enquistada
en los más altos escalones del poder] —una verdad reconocida por la mayoría de la población mundial,
incluyendo el 82% de los sirios que creen que “USA creó el Estado Islámico”
(Aun 62% de los sirios en las regiones controladas por el Estado Islámico creen
que eso es cierto).
Sólo el confuso “excepcionalismo” de los estadounidenses y
europeos de mente colonialista da una mínima credibilidad al insano disfraz de
Washington. Sin embargo, es peligroso en extremo para cualquier país declarar
el hecho abiertamente: que es USA quien ha infligido el terror yihadista
islámico en el mundo. Una vez que la farsa haya sido abandonada, una vez que ya
no haya la pretensión internacional de que Washington no es la Madre de Todo el
Terror, ¿qué tipo de
diálogo es posible con el enloquecido y desesperado perpetrador? ¿Qué hace Ud
con una superpotencia criminal, una vez que la ha acusado de tan innombrable
maldad?
“Es USA quien ha infligido el terror yihadista islámico en
el mundo”.
El presidente Vladimir Putin vino lo más cerca en Noviembre
pasado, luego de que Rusia desató una devastadora campaña de bombardeo y
misiles contra la estructura industrial del Estado Islámico en Siria —instalaciones y sistemas de
transporte que USA había dejado virtualmente intocados luego de la fingida
declaración de guerra de Obama contra ISIS en Septiembre de 2014. El Estado
Islámico había operado una gigantesca empresa de venta y distribución de
petróleo con impunidad, justo bajo los ojos de los pilotos de bombarderos de
USA. “He mostrado a nuestros colegas fotos tomadas desde el espacio y desde
aviones que claramente muestran la escala del comercio ilegal de petróleo y de
productos petroleros”, dijo Putin. La caravana de vehículos transportando
combustible se extendía por docenas de kilómetros, así que desde una altura
4,000 o 5,000 mts se extendían más allá del horizonte”. Los bombarderos rusos
destruyeron cientos de caminones-tanque en una semana, y los misiles-crucero
lanzados desde navíos rusos en el Mar Caspio pusieron fuera de operación
vitales sitios de comando-y-control de ISIS.
La burla de Putin respecto a las acciones de USA contra ISIS
avergonzaron y abochornaron a Obama ante el mundo [¡por favor!, el tipo es un político, no conoce
el bochorno; ¿acaso no visitó Cuba como si nada y al ir a Hiroshima, con la
mayor frescura, se negó a disculparse?] —un insulto que solo una superpotencia nuclear comparable se
atrevería. Sin embargo, aun el presidente ruso escogió cuidadosamente sus
palabras, entendiendo que el despliegue de yihadistas había llegado a ser
central para la política imperial de USA, y no podía ser confrontada
directamente sin riesgos de que pudiera ser fatal para el planeta. Para decirlo
en forma simple, Washington no tiene sustitutos para los yihadistas, que han
sido una herramienta de la política de USA desde los últimos días de la
administración del presidente Jimmy Carter.
“El Estado Islámico había operado una gigantesca empresa de
venta y distribución de petróleo con impunidad, justo bajo los ojos de los
pilotos de bombarderos de USA”.
Esto es por qué, en Agosto de 2014, el presidente Obama
admitió: “No tenemos todavía una estrategia” para tratar con ISIS. Habían
pasado 13 años desde el 9/11, pero ninguno de los yihadistas patrocinados por
USA/Arabia Saudita alguna vez “se ha salido de la reserva”, escupiendo las
manos que les dan de comer, atacando a los combatientes de al-Qaida (al-Nusra)
que son la verdadera fuerza detrás de los supuestos “rebeldes moderados”
anti-Assad”, y amenazando derrocar a las monarquías saudita y demás del Golfo
Pérsico. Obama no tenía ninguna estrategia para combatir al ISIS, porque USA no
tenía ningua estrategia para combatir a los yihadistas de cualquier tipo en
Siria, puesto que todos los terroristas trabajaban para USA y sus aliados.
Obama todavía no está lidiando una “guerra” contra el Estado
Islámico —ciertamente no en la
escala de una superpotencia, y claramente no tan vigorosamente como lo hicieron
las mucho más pequeñas fuerzas rusas antes de su retirada parcial en Marzo de
este año. El New York Times publicó la semana pasada un artículo que era medio
disculpas, medio crítico de la campaña aérea de USA en el territorio de ISIS.
Los estadounidenses culparon de su lánguida campaña aérea a la “pobre
inteligencia (militar)”, “torpe selección de objetivos”, “planeadores
inexpertos”, “escasez de personal”, “rivalidades internas” y —esto de una nación que ha causado de
20 a 30 millones de muertes desde la 2GM—
“temor de causar bajas civiles”. Sin embargo, el Pentágono ahora alega haber
agarrado su paso, y está concentrándose en apoderarse del dinero del Estado
Islámico, apuntando a los sitios de almacenaje de efectivo, resultando en
reducciones en salarios del 50% para las tropas de ISIS. El ejército de USA
dice que ha destruido 400 camiones de transporte de petróleo [en
17 meses, suponiendo que la cifra sea real; no vaya a ser que hayan sido 40; un
cero de más a cualquiera se le va] (Los rusos alegan haber destruido un
total de 2,000 [en 5 meses]).
Como contrapunto, el Times citó a David A. Deptula, un
general de 3 estrellas, retirado de la Fuerza Aérea que planeó las campañas
aéreas en Afghanistán en 2001 y en el Golfo Pérsico en 1991. Él calificó la
actual campaña aérea de USA contra el Estado Islámico de “simbólica” y “anémica
cuando se compara a las operaciones anteriores” [quizá se trate de una campaña,
ésta sí, “humanitaria”, donde los aviones de USA en lugar de arrojar bombas,
arrojan armas a los terroristas].
“El presidente ruso escogió sus palabras cuidadosamente,
entendiendo que el despliegue de yihadistas ha llegado a ser central para la
política imperial de USA”.
USA ha promediado 14.5 ataques aéreos por día en los teatros
bélicos combinados de Siria e Iraq, con un máximo de 17 por día en Abril. Esto
es bastante más bajo que los 50 ataques diarios de la OTAN contra Libia en
2011, 85 ataques diarios contra Afghanistán en 2001 y 800 ataques diarios en
Iraq en 2003. Es bastante menos que los 55 ataques diarios en Siria por Rusia —9,000 ataques en poco más de 5½ meses— por una fuerza aérea que es una fracción de los 750 aviones de
USA estacionados en la región (sin contar los bombarderos en portavioens o
misiles-crucero).
Los números cuentan la historia: USA no está llevando a cabo
una “guerra” seria contra las formaciones de tropas de ISIS, que permanecen
agresivas, móviles y efectivas en Siria. El alegato del Pentágono del temor de
infligir bajas civiles debería ser desechado por completo, viniendo de una
agencia que ha matado entre 1.3 a 2 millones de gentes desde el 9/11, de
acuerdo a un estudio del 2015 realizado por Médicos por la Responsabilidad
Social.
Las excusas estadounidenses por “pobre inteligencia
(militar)”, “torpe selección de objetivos”, “planeadores inexpertos”, “escasez
de personal” y “rivalidades internas” pudieran incluso contener algunas briznas
de verdad, puesto que uno esperaría huecos en la reunión de inteligencia y
poniendo en la mira información de yihadistas que eran considerados activos de
USA, no enemigos. Y, no hay duda que las “rivalidades internas” abundan en la máquina
bélica de USA, con yihadistas patrocinados por la CIA atacando a yihadistas
patrocinados por el Pentágono en Siria —siendo
el punto que USA respalda una amplia gama de yihadistas que tienen conflictos
entre sí [aunque habría que recordar el dicho que dice que “perro no
come perro”].
“USA no está llevando a cabo una ‘guerra’ seria contra las
formaciones de tropas de ISIS, que permanecen agresivas, móviles y efectivas en
Siria”.
USA destaca las muertes de “líderes” del Estado Islámico y
la voladura de escondrijos de dinero. Esto es consistente con lo que parece ser
el objetivo general de la política yihadista de la administración Obama, ahora
profundamente en crisis: preservar el Estado Islámico como una fuerza de
combate para despliegue bajo otro nombre, bajo nuevo liderazgo. El Estado
Islámico se hizo “granuja”, según la definición de USA, cuando comenzó a
perseguir su propia misión, hace 2 años. Aun así, USA principalmente ha puesto
en la mira para eliminación a los principales líderes de ISIS, permitiendo que
el grueso de los combatientes, estimados en alrededor de 30,000 no solamente
permanezcan intactos, sino que sean constantemente reaprovisionados y lleven a
cabo una vasta operación petrolera, principalmente con Turquía, aliada de la
OTAN. (USA también ha estado bastante públicamente protegiando a al-Nusra, la
afiliada de al-Qaida en Siria, de los bombardeos rusos a pesar del
co-patrocinio de USA de una resolución de la ONU pidiendo la guerra
internacional contra al-Nusra).
Para un militar como el general retirado Deptula, esto luce
como una campaña “simbólica” y “anémica”. En realidad es un esfuerzo
desesperado de balancear los intereses de USA de preservar a ISIS como un
activo militar estadounidense, mientras que mantiene también la Madre de Todas
las Mentiras [¿otra? ¿a poco es la hermana de la Federal Reserve?],
de que USA está empeñado en una guerra global al terror, más bien que actuando
como la oficina matriz del terror en el mundo. Para mantener esa tambaleante
ficción, al menos en la burbuja dentro del país, requiere el mantenimiento de
un aparato de masivas y constantes operaciones psicológicas. Se llaman medios
noticiosos corporativos.
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