LA PERSECUCIÓN
JUDÍO BOLCHEVIQUE CONTRA LA IGLESIA ORTODOXA [Parte 1 de 2]
Maurizio
Blondet. 10 enero 2017
(Traducción
del francés por Angelo Melocchi. Traducción
del italiano al español por JACH).
FUENTE: http://www.maurizioblondet.it/la-persecuzione-giudeobolscevica-la-chiesa-ortodossa
/
http://orthodoxie.com/persecutions-contre-leglise-orthodoxe-en-urss/
Nunca en la historia de la Iglesia universal, una
persecución fue tan importante, se extendió en el espacio y el tiempo y sin
interrupción como la que se desencadenó en la Unión Soviética en el siglo XX.
Las persecuciones de los tres primeros siglos del cristianismo tuvieron un
carácter local y sólo duraron unos pocos años. Incluso la más terrible
persecución bajo Diocleciano y sus sucesores, que se iniciaron en el año 303,
no duró más que ocho años.
En 1917-1918, durante un período difícil para Rusia
(Primera Guerra Mundial, la Revolución Rusa),[1] se
reunió en Moscú el concilio de la Iglesia ortodoxa rusa, durante el cual el
Patriarcado fue restaurado después de un período de trescientos años. El
metropolitano Tikhon fue elegido Patriarca de Moscú y de todas las Rusias. En
ese momento, había en Rusia unas 60,000 iglesias y 117 millones de ortodoxos repartidos
en 73 diócesis.
LA
PRIMERA OLA (1917-1920)
Toma
del poder, el saqueo masivo de iglesias, la ejecución de los clérigos.
La persecución de la Iglesia ortodoxa rusa comenzó
en el inicio de la revolución de febrero de 1917,[2] antes
de la llegada de los bolcheviques al poder. Una de las acciones anticlericales
más significativas del gobierno provisional fue la supresión de la autoridad
canónica de los obispos en sus diócesis, de modo que todo el poder de la
iglesia pasó de facto a los consejos diocesanos, y la confiscación de todas las
escuelas parroquiales de la Iglesia ortodoxa rusa. Sin embargo, las persecuciones
contra la Iglesia ortodoxa rusa no lograron su verdadero alcance hasta después
de los levantamientos de 1917.
Uno de los primeros decretos del gobierno soviético
fue el de 20 de enero de 1918, que ratificó la separación entre la Iglesia y el
Estado y confiscó a la Iglesia todos sus bienes: dinero, terrenos, edificios,
iglesias. Consecuencia de este decreto: en 1918, se cerraron las instituciones
de enseñanza espiritual, incluyendo las escuelas y colegios de las iglesias
diocesanas, se suprimió la formación espiritual, la actividad religiosa,
científica y editorial. De acuerdo con este decreto, se prohibió enseñar el
catecismo en la escuela, hecho que provocó el descontento de la gente. Por
ejemplo, en la provincia de Kazán, un congreso campesino había declarado
obligatoria la enseñanza del catecismo en las escuelas. 14,000 trabajadores de Kazán
se dirigieron al comisario de la educación popular para exigir se conservara la
enseñanza del catecismo en las escuelas. Reuniones similares se llevaron a cabo
en las provincias de Orenburg, Vladimir, Ryazan, Tambov, Simbir, así como en algunos de los institutos de Moscú. Ninguna de
estas demandas emanadas del pueblo fue satisfecha.
Los bolcheviques tenían un odio extremo e irracional
por la ortodoxia. Armados hasta los dientes, los revolucionarios se lanzaron sobre
las iglesias, robaron los objetos de valor, profanaron los dones sagrados y el
Evangelio, torturaron y asesinaron salvajemente a los sacerdotes, violaron y
asesinaron a las monjas.[3] Esta
actitud de los bolcheviques se expresa claramente en una carta de Lenin de 19
de marzo de 1922: «la confiscación de los objetos de valor, especialmente en las
lavras (o lauras, tipo de monasterio ortodoxo), en los monasterios y en las
iglesias más ricas, se debe actuar sin piedad, con una firmeza inquebrantable e
intratable, y en el menor tiempo posible. Cuantos más representantes de la
burguesía reaccionaria y de los sacerdotes reaccionarios matemos en esta ocasión,
tanto mejor».[4] En
respuesta, un mensaje de Su Santidad el Patriarca Tikhon, fue publicado el 1° de
febrero de 1918, proclamando la excomunión para todos los que estaban derramando
sangre inocente.
La triste lista de los sacerdotes martirizados por
los bolcheviques comienza con el precursor Ioann Kochurov el 31 de octubre de
1917, durante la semana que siguió a los trastornos de octubre. A continuación,
las detenciones y ejecuciones se sucedieron casi sin interrupción.
He aquí algunos actos brutales.
El 7 de febrero de 1918, el Metropolitano Vladimir
de Kiev y Galizia fue asesinado.
El 29 de junio de ese año, Mons.
Hermogen, Obispo de Tobolsk y Sibirsk fue ahogado por los bolcheviques, con una
piedra atada alrededor de su cuello. Una delegación de feligreses que fue a
exigir la liberación de su obispo al consejo local corrió la misma suerte.
El 8 de febrero de 1918, una procesión de la Cruz fue
ametrallada en Voronezh. Decenas de personas murieron.
La noche de Pascua de 1918 en el pueblo cosaco de
Nezamaev, fue enterrado vivo el cura Ioann Prigorovski después de haberle
primero sacado los ojos, cortado la lengua y las orejas.
En octubre de 1918, los bolcheviques saquearon el
monasterio de San Nicolás de Belogorsk. Las hermanas fueron, o fusiladas o
arrojadas en un pozo y enterradas bajo la basura, o enviadas en un convoy a
Perm a trabajos forzados.
El 24 de diciembre de 1918, Mons. Teofan, obispo de
Solikamsk, fue martirizado: se le sumergió en agua helada hasta la muerte por
congelación. El mismo año, el 16 de julio, el emperador Nicolás II fue fusilado
con la familia imperial (N.d.T. 5).[5]
El 14 de febrero de 1919 se publicó la decisión del
Comisario del Pueblo de diseccionar las reliquias, lo que provocó atropellos
masivos contra de las reliquias de los santos en 1919 y en los años que
siguieron.
La primera ola de persecuciones costó más de 15,000
vidas sólo en los años 1918-1919 (véase el gráfico). El número total de las represiones
fue aproximadamente de 20,000 (línea superior). Casi todos los conflictos y las
detenciones terminaron en una ejecución.
SEGUNDA
OLA. (1921-1923).
Confiscación
de los bienes de la Iglesia, bajo el pretexto de ayudar a las víctimas de la
hambruna en la zona del Volga.
En la segunda mitad de 1921, el país sufrió una
hambruna. En mayo de 1922, en 34 provincias de Rusia, cerca de 20 millones de
personas pasaban hambre. Casi un millón de ellos murió. El Patriarca Tikhon fue
uno de los primeros en reaccionar frente a los desastres que afectaron a la
gente y, desde agosto de 1921, dirigió a los fieles, a los patriarcas
orientales, al Papa de Roma, al arzobispo de Canterbury y al obispo de Nueva
York un mensaje en el que pedía ayudar al país que moría de hambre. Al mismo
tiempo, fundó un comité ruso de ayuda a los hambrientos, que fue cerrado por
las autoridades dentro de una semana. En febrero de 1922, fue publicado un
decreto soviético sobre la confiscación de los bienes eclesiásticos. Lenin instruyó
a Trotsky (Bronstein)[6] que
dirigiera secretamente la persecución bajo este orden: «más clérigos fusilemos,
mejor» (carta de 19 de marzo de 1922). Sin embargo, a pesar del caos y el
hambre, esta incautación encontró una feroz resistencia entre la gente, con
muchos sacrificios durante las incursiones en las iglesias. Sólo para el
período 1922-1923, se registraron 1,414 choques entre las autoridades y los
fieles. A continuación, los objetos tomados por la fuerza en las iglesias no
ayudaron en absoluto para alimentar a los hambrientos, sino más bien para consolidar
el régimen y para financiar la revolución mundial. Por ejemplo, el gobierno destinó
5 millones de marcos a las necesidades de los compatriotas que vivían en
Alemania; un millón de rublos de oro fueron dedicados al desarrollo de la
revolución en Turquía y el presupuesto de la Comintern recibió un total de más
de 5.5 millones de rublos-oro, mientras que sólo un único rublo-oro se utilizó
para comprar algo de comida para las víctimas del hambre.[7]
Después de la confiscación de los bienes
eclesiásticos, Lenin propuso acciones que concluyeron con una ejecución por
fusilamiento. En una serie de ciudades, se organizaron simulacros de procesos
contra los sacerdotes. Por ejemplo, en Petrogrado, entre 80 acusados, cuatro
penas de muerte, en Moscú 54 acusados, 11 ejecuciones. En mayo de 1922, el
Patriarca Tikhon fue detenido y en julio, el Metropolitano Benjamin fue “juzgado”
y fusilado.
La segunda ola de persecuciones provocó casi 20,000
represiones y fusilamiento de casi 1,000 personas. Los bolcheviques dieron una
imagen de imparcialidad: a diferencia de la justicia sumaria de 1918, por
ejemplo, organizaban procesos.
[1] La llamada “revolución rusa”
fue, a todos los efectos, como se ha demostrado ampliamente, un «putch»
militar, sin ninguna participación del pueblo, organizada y financiada desde el
extranjero, seguido por una sangrienta guerra civil de cinco años. Ver por
ejemplo: Martin Malia, La Revolución Rusa y sus
desarrollos, Bolonia, Il Mulino, 1984; Aleksandr Solzhenitsyn, Lenin en Zúrich, Mondadori, Milán 1976; Antony
Sutton, Wall Street y la Revolución Bolchevique.
LINK: http://reformed-theology.org/html/books/bolshevik_revolution/. (Todas las notas de pie
pertenecen a Angelo Melocchi).
[2] También esa
"revolución", por decirlo de algún modo ―golpe de mano de la
aristocracia masónica pro-occidental―, fue organizada por la embajada británica.
[3] En 1914, según las últimas
estadísticas oficiales que obtuvimos, la Iglesia ortodoxa rusa contaba con
97’123,604 bautizados, 73 diócesis, 163 obispos activos, 51,105 sacerdotes
parroquiales, 54,174 iglesias, 25,193 capillas, 550 monasterios masculinos con
21,329 monjes, 475 monasterios femeninos con 73,300 monjas, cuatro academias
eclesiásticas, 57 seminarios con unos 23,000 estudiantes, 185 pequeños
seminarios, 37,528 escuelas parroquiales, 291 hospitales, 1,113 asilos, 34,397
bibliotecas parroquiales. En 1939, después de 25 años de fases alternas de
persecución, al final de la etapa más sangrienta, no quedaban más que cuatro
obispos “libres”, es decir, no encarcelados o bajo arresto domiciliario, y unos
pocos cientos de sacerdotes y de iglesias funcionando, escapados
milagrosamente. Todo lo demás ha desaparecido en el aire. Se estima que fue
destruido el 35% del patrimonio artístico nacional.
Ver por ejemplo: Nikita Struve, Les Chrétiens en U.R.S.S, París, Seuil, 1963, p.
371; Krajzar, Cuadro histórico general, en Historia
religiosa de Rusia, cur. L. Vaccaro, Milán; La
Casa de Matriona, 1984, 292 p.
[4] El conocido sacerdote y
teólogo ruso ortodoxo, italiano de lengua madre rusa, párroco en Brescia,
Vladimir Zelinsky, explica la “carta” como una “instrucción secreta”, atribuida
comúnmente al Politburó, y la traduce así: “La incautación de los objetos de
valor debe llevarse a cabo con implacable resolución, sin detenerse
absolutamente frente a ningún obstáculo. Cuantos más exponentes de la burguesía
reaccionaria y del clero reaccionario podamos fusilar por esta razón, mejor
será”. De Vladimir Zelinskij, El reino y el
tormento de la fe: Rusia, Ortodoxia, reconciliación, Effatà Editrice,
Cantalupa (To) 2014, p. 37. LINK: https://books.google.it/books?id=77cQDQAAQBAJ&pg=PA37&lpg=PA37&dq=lenin+%2219+marzo+1922%22&source=bl&ots=3NH3iH-jMv&sig=RDl-
[5] En el proceso de canonización
de la familia imperial se presentó la posibilidad, documentada, de un verdadero
“crimen ritual”.
[6] Lenin, seudónimo de Vladimir
Ilich Ulianov, Blank de parte de madre; Trotsky, seudónimo de Lev Davidovich
Bronštejn, ambos de origen judío, como la inmensa mayoría de la dirección
bolchevique, antes, durante y después del putch de 1917 por el cual tomaron el
poder, seguido de una sangrienta guerra civil de cinco años. Lo del papel de
los judíos en estos eventos es un tema candente y prohibido. Especialmente los
aparatos represivos fueron dirigidos total y permanentemente por judíos.
Durante las sangrientas persecuciones y aniquilamiento de los cristianos, la
religión judía no fue tocada. Stalin, seudónimo de Iosif Vissariónovich
Dzhugashvili, “Dzhugashvili” en georgiano significaría “hijo del Judío”.
(https://semiticcontroversies.blogspot.it/2009/02/was-josef-stalin-jewish.html)
- Ver por ejemplo: Gianantonio Valli, Giudeobolscevismo,
Edizioni Ritter, Milán, 2014;. Aleksandr
Solgenitsin, Due secoli insieme, 2 vol.,
Ediz. Controcorrente, Napoli 2007; “Nunca en la historia de Rusia ni antes ni
después hubo un gobierno que hiciera tal esfuerzo para erradicar y eliminar el
antisemitismo” Zvi Gutelman, Curtis, M. (ed.), Antisemitism
in the Contemporary World, Westview Press, 1986 pp. 189-190. M.
Blondet, Come soffrirono in Russia,
http://www.effedieffe.com/index.php?option=com_content&task=view&id=5357&Itemid=100021,
Idem, Arriva il Regno di Sion? Ricordiamoci l’altro.
[7] ..."Sin embargo, el
resultado de las requisiciones de bienes de la iglesia, completadas con éxito
sólo en Moscú, San Petersburgo y en algunas provincias de la parte europea del
país, fue más bien decepcionante. En lugar de los cientos de millones de rublos
que los bolcheviques esperaban, el saqueo de las iglesias produjo al estado
cerca de cinco millones de rublos-oro en total (975 kgs de oro, 777,000 kgs de
plata, 238 kgs de perlas, 36,000 diamantes, 72,000 piedras preciosas y así
sucesivamente). La riqueza obtenida no justificaba los recursos gastados para
hacer las requisiciones; alrededor del 5% de los tesoros recogidos fue al
ejército, una parte del patrimonio artístico se vendió al extranjero. Nada se
gastó en socorrer a los hambrientos”...
Fuentes:
M.V.
Škarovskij, Dva episoda iz istorii bor’by s cerkov’ju v Petrograde., “Zven’ja”,
n. 2.
O.Ju.
Vasil’eva, P.N. Knyševskij, Krasnye konkistadory, Moskva 1994, pp. 153-205.
N.A. Krivova, Vlast’ i cerkov’ v 1922-1925 gg. Politbjuro
i GPU v bor’be za cerkovnye cennosti i političeskoe podčinenie duchovenstva,
Moskva 1997.
Politbjuro i cerkov’: 1922-1925 gg. Sb. dokumentov, a
cura di N.N. Pokrovskij, S.G. Petrov, Moskva-Novosibirsk, 1997-1998, vv.1-2.
Sankt-Peterburgskaja eparchija v XX veke v svete archivnych
materialov. 1917-1941. Sb. dokumentov, a cura di N.Ju. Čerepenin, M.V.
Škarovskij, Sankt-Peterburg 2000.
Delo Patriarcha Tichona, a cura di N.A. Krivova, Moskva
2000.
LINK:
http://www.memorialitalia.it/archivio_mem/gulag/w2d3/v3/view/feltrinelli/gulag/cronologia/cronache–33/dettaglio2646.html?max=68&ordinale=8&pagina=1
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