Washington Ha Atraído a la UE a un Frente Comercial Anti-Chino
Por F.
William Engdahl 11-Ago-18
FUENTE: https://www.globalresearch.ca/washington-has-lured-the-eu-into-an-anti-china-trade-front/5650241
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Mientras que muchos en la UE
respiraron con un signo de alivio ante el aparente éxito de las recientes
pláticas sobre tarifas en Washington entre el presi-dente de la Comisión
Europea, Juncker, y la administración Trump, en realidad se mira más como si
Washington hábilmente haya manipulado a la UE, especialmente Alemania, para
cerrar la puerta a cualquier posible colaboración con China respecto a comercio
y desarrollo económico. Mientras que hay problemas con la política económica
china, el reciente desarrollo sugiere un consenso en la UE para alejarse de los
enormes potenciales del espacio eurasiático basado en China en favor de una
alianza con USA y el Japón contra el desarrollo chino. Eso podría dañar
seriamente la economía de la UE en el futuro.
Durante las semanas
previas a las últimas pláticas Washington-UE, Beijing había estado buscando un
frente unido, inicialmente presentando una demanda legal ante la OMC y otras instancias
a las recientes declaraciones unilaterales de USA sobre los aranceles de
importación a los productos de la UE y China. Antes de la cumbre China-UE del
16 de julio en Beijing, los funcionarios chinos habían estado en conversaciones
con diversas contrapartes de la UE. Según los informes, estaban dispuestos a
hacer importantes concesiones para abrir el mercado interno de China a las
empresas de la UE a cambio de un frente unido contra Washington. La agencia
oficial de noticias Xinhua dijo que China y Europa "deberían resistir el
proteccionismo comercial de común acuerdo. China y los países europeos son
socios naturales", dijo.
"Ellos creen
firmemente que el libre comercio es un poderoso motor para el crecimiento
económico mundial".
Un objetivo estratégico de la iniciativa
china Región Camino (BRI, por sus siglas en inglés), a menudo referida como la
nueva Ruta Económica de la Seda, es crear una red terrestre-marítima de
infraestructura de transporte que finalmente vincule el comercio de China
directamente con los grandes mercados de la UE. Hasta ahora, Bruselas [léase facción globalista dentro de la(s) élite(s) europeas] se
ha resistido, mientras que los estados individuales de la UE, principalmente en
las regiones orientales de la UE como Hungría, Grecia o la República Checa, han
estado abiertos a las inversiones en infraestructura de China. Hasta el
lanzamiento de parte de Trump de tarifas comerciales unilaterales contra los
productos de aluminio y acero de los países de la UE en las últimas semanas, al
mismo tiempo que Washington iniciaba una serie de sanciones arancelarias y
amenazas de mucho más contra China, ésta tenía pocas posibilidades de llegar a
un mayor acuerdo con Alemania y la UE como grupo. El hecho de que Washington
apuntara tanto a China como a la UE al mismo tiempo alimentó esperanzas en Beijing,
ingenuamente [más bien, lógicamente; salvo acuerdos “en
lo oscurito”], de que China podría comenzar una estrecha cooperación con
la UE en contra de Washington.
El Verdadero Objetivo es la Alta Tecnología
de China
Mientras el
presidente de USA tuitea un sinfín de mensajes [¿y a qué
horas trabaja?] sobre el tamaño del déficit comercial entre USA y China
y publica amenazas de imponer nuevas tarifas sobre 200,000 mdd adicionales de
importaciones chinas, la verdadera estrategia estadounidense ha sido desarrollada con precisión en la
oficina del Representante Comercial de USA, Robert Lighthizer. Éste, un
veterano negociador comercial que se remonta a la Administración Reagan,
supervisó la redacción del informe USTR de Marzo sobre la Sección 301.
El grupo de
Lighthizer apuntó a los diez sectores de la industria mencionados en el
documento de política china de hace 2 años titulado «Made in China: 2025». Esta guerra no se trata de
dólares en el comercio, sino del control global de las tecnologías dominantes.
China,
comprensiblemente, busca modernizar su base tecnológica a niveles globales de
vanguardia y Washington, respaldado por corporaciones tecnológicas clave de USA
quiere evitar ese desafío. La
guerra arancelaria es la artimaña que está siendo utilizada para hacer eso[suena bastante lógico].
El hecho
interesante que se destaca es el contraste entre las frágiles declaraciones,
cargos y documentos presentados por sectores de la llamada comunidad de
inteligencia estadounidense que alega interferencia rusa en las elecciones de
2016, supuestamente por cuenta de Trump. En este caso, las acusaciones clave
del gobierno de USA que llevaron a severas sanciones financieras contra Rusia
y compañías rusas estuvieron basadas en
un dudoso y vago expediente entregado al senador John McCain por un agente
británico retirado del MI6 cuyos motivos son cualquier cosa excepto claros. La
batalla de la inteligencia de USA contra Trump [esto
parece un mito genial] es completamente diferente de la batalla entre
Trump y China. Este último es un consenso estratégico de las instituciones
estadounidenses, no de la política partidista de USA. No se permitirá que China
alcance un estatus industrial igual al de USA.
China 2025 enumera
diez sectores clave de tecnología como prioridad, incluida la inteligencia
artificial y la informática cuántica; máquinas herramientas y robótica; equipos
aeroespaciales y aeronáuticos; envío de alta tecnología; moderno equipo de
transporte ferroviario; vehículos de nueva energía; equipo eléctrico; equipa-miento
agrícola; nuevos materiales; biofarma (incluidos los OGM) y productos médicos
avanzados.
El Consejo de
Asuntos Exteriores de Nueva York en un informe reciente sobre China: 2025
advirtió,
"La intención de China
a través de Made in China 2025 no es tanto sumarse a las filas de las economías
de alta tecnología como Alemania, USA, Corea del Sur y Japón, sino
reemplazarlas por completo".
Lo que ahora está haciendo Washington frente
al impresionante surgimiento del primer gran desafío de la tecnología
industrial desde la Segunda Guerra Mundial es, en cierto sentido, sin
precedentes, una razón que a menudo se malinterpreta. Alemania y Japón no fueron verdaderos desafíos
para la hegemonía de la superpotencia estadounidense dado que a través de la
OTAN y otros medios fueron mantenidos en el estado de estados vasallos
dependientes de Washington, como Zbigniew Brzezinski los nombra en sus
escritos. China hoy
claramente no se ve a sí misma como un vasallo de Washington. Además, el
hecho de que China atraiga a la mayor parte de Eurasia, incluyendo Rusia, Irán,
ASEAN y potencialmente incluso la India a una cooperación económica más
estrecha, hace que el
desafío de China: 2025 sea una prioridad existencial de vida o muerte para
Washington y Wall Street trate de cortarlo antes de que crezca. El
problema es que eso no puede funcionar. La modernización tecnológica de su
industria es competencia de cada nación, incluso una tan grande como China.
USA y la UE vs China 2025
El miedo a ser
superado por una China en ascenso es el mensaje que Washington y sus
principales grupos de expertos de estrategia privada como el CFR han
desarrollado para construir un frente único global para oponerse a China. En
cierto nivel, está teniendo resultados. Las tácticas de negociación de
Washington claramente han sido para sancionar y amenazar a sus aliados más
cercanos de la OTAN en la Unión Europea para que se unan al frente económico
anti-China. Es una variante del clásico método de palo-y-zanahoria. Tras las
amenazas del presidente de USA de imponer sanciones al acero y al aluminio de la
UE, Washington comenzó a mencionar la posibilidad de añadir los automóviles
europeos, el corazón de la industria alemana. Trump incluso tuiteó que la UE en
el comercio se había convertido en un enemigo. Luego de las conversaciones,
donde Trump incluso tuiteó que había "amor" entre USA y la UE,
Washington claramente obtuvo lo que quería: la UE acordó no ponerse del lado de
China contra la guerra comercial de Washington, sino con Washington contra
China. La clásica geopolítica británica del Equilibrio del Poder.
El asesor económico
de Trump, Larry Kudlow, confirmó la estratagema en una entrevista posterior con
Fox Business, donde declaró:
"Nos estamos uniendo
con la Unión Europea para llegar hacer un acuerdo con ellos, de modo que
tendremos un frente unido contra China".
Kudlow agregó que
cuando se finalice el TLCAN, Europa, Canadá, México y Japón se unificarán con USA,
dejando a China aislada, agregando un desagradable comentario,
"China está cada vez
más aislada, con una economía débil".
El gobierno alemán actuó rápidamente. El 01-Agosto
anunció que bloquearía la adquisición planeada por inversores chinos de la
empresa alemana de alta tecnología, Leifeld Metal Spinning AG. El ministerio alemán
de Economía también está revisando una propuesta de adquisición en China del
proveedor aeroespacial Cotesa. Esto marca un cambio significativo de política.
A principios de este año, cuando Geely, el fabricante chino de automóviles,
anunció que tenía una participación del 9% de Daimler alemán, y otra empresa
china, Midea, compró el fabricante alemán de máquinas herramienta avanzadas,
Kuka, el gobierno alemán se negó a interferir.
Crecen los vínculos germano-nipones
Además de unir a
Alemania y la UE en una coalición anti China, en lugar de seguir las ofertas
chinas de un frente de colaboración para oponerse a la agresiva y no
completamente ilegal [oiga apá entonces ¿eso del libre
comercio es pa’ aplicarlo nomás de allá pa’ acá?] guerra arancelaria de USA,
la UE firmó un acuerdo de libre comercio integral con Japón que implícitamente
apunta a crear aliados asiáticos para oponerse a China.
Poco después, el
ministro alemán de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, anunció que Berlín había
comenzado un "diálogo estratégico" con Japón para crear una "estrecha
alianza" para un "nuevo orden internacional" no especificado.
En Mayo, el primer
ministro chino, Li Keqiang, viajó a Tokio para instar a Japón a cooperar con
China contra las sanciones comerciales de Estados Unidos y pidió a Japón se uniera
a la Iniciativa Región Camino de China, la nueva Ruta Económica de la Seda. La
respuesta de Japón fue fría y clara, con su posterior acuerdo de libre comercio
con la UE. Desde 2017, la administración Trump ha alentado silenciosamente la
reactivación del "Cuarteto" asiático: Japón, India, Australia y USA.
Como un contraataque implícito a la creciente influencia económica de China. El
Cuarteto fue iniciado hace una década por el primer ministro Abe para tratar de
contrarrestar la creciente influencia de China en la región de Asia-Pacífico.
Las gigantescas
placas tectónicas de la geopolítica global están en movimiento y el resultado,
ya sea de deriva continental o de enfrentamientos severos, no está claro en
este punto. Tanto China como Rusia desearían un ambiente más acogedor de las
relaciones con la UE por razones obvias, algo que Washington no tiene el menor
interés en permitir que suceda. Al desvelar su gran plan de infraestructura
global la Nueva Ruta Económica de la Seda en 2013 y luego dos años después el
programa Hecho en China: 2025, China ha dado a sus oponentes, especialmente en
Washington, una oportunidad para jugar con los temores de posibles aliados, ya
sea Japón o la UE . Se necesitará una sofisticada
y abierta diplomacia económica de China para evitar que las crecientes
diferencias UE-Eurasia se conviertan en una división. Eso sería en detrimento tanto
de la UE como de China y Rusia.
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