Lo que Verdaderamente Está en Juego en la Guerra Comercial USA-China
Por F.
William Engdahl 03-Sep-18
FUENTE:
https://journal-neo.org/2018/09/03/the-real-stakes-of-the-usa-china-trade-wars/
El texto [en rojo] NO
viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción. Igualmente lo
destacado en amarillo aparece como texto simple en el original.
La extraña y creciente
"guerra comercial" que libra Washington contra los chinos no tiene
nada que ver con los excedentes de la balanza comercial. Al parecer también los
chinos han llegado recientemente a esa conclusión. Se trata de un asalto total
a la estrategia de China para convertirse en una avanzada economía líder,
autosuficiente, tecnológicamente a la par con Occidente, quizás incluso más
avanzada. Este es el contenido básico de de la estrategia económica nacional de
Xi Jinping denominada «Hecho en China: 2025».
USA, como
superpotencia dominante en el mundo, de ningún modo lo permitirá. Así como el
Imperio Británico dispuso el escenario para que la 1GM destruyera la potencial
amenaza de la superpotencia alemana [eso fue un
beneficio colateral, los objetivos
principales fueron otros], ahora Washington confronta al coloso
económico chino y pondera sus opciones. Este choque probablemente se pondrá feo
en los meses venideros a menos que USA retroceda, lo que actualmente parece improbable.
Long Guoqiang,
vicepresidente del Centro de Investigación para el Desarrollo del Consejo de
Estado, en una reciente declaración que refleja la visión actual del gobierno y
el partido chinos, declaró que lo que él llama con precisión "contención
estratégica" es un objetivo estadounidense fundamental en la guerra
comercial. Argumenta que esto se está haciendo mediante el "chantaje de
intereses", como la amenaza, o realización efectiva, de guerras
comerciales para forzar la apertura de mercados, con el objetivo de atacar el
modelo chino de desarrollo de "capitalismo de estado" y preservar así
la hegemonía estadounidense.
Washington lanzó un
ataque similar en 1997, utilizando fondos de cobertura privados, para destruir
las "Economías Tigre" asiáticas de Corea del Sur, Malasia, Singapur,
Hong Kong y otras economías asiáticas en rápido desarrollo [al margen de si tenían finanzas estatales sanas o no; esa
crisis fue una pelea “arreglada” para esquilmar a los apostadores incautos].
El resultado de los ataques especulativos y las subsiguientes crisis monetarias
fue la reorganización forzada del modelo económico guiado por el estado a
pedido del FMI, el llamado Consenso de Washington. Antes de eso, comenzando con
el infame Acuerdo Plaza dólar-yen, Washington creó una burbuja japonesa de
bienes raíces y de bolsa y la posterior deflación económica del Banco de Japón
para controlar los enormes avances económicos de Japón. El hegemon global —Wall
Street y sus representantes de Washington en la Fed, el FMI y el Tesoro— no
aprecian a los iguales competitivos.
Esta vez, China, cuyos excedentes comerciales actuales se derivan en gran medida de la
producción china con licencia para Apple, GM y muchas otras empresas
estadounidenses y de la UE para la reexportación, está decidida a convertirse tan pronto como sea posible
en una economía autosuficiente de alta tecnología, que ya no dependa del acceso
a tecnologías críticas de USA, tales como los procesadores de
computadoras. Es comprensible, especialmente a la luz de las recientes y
agobiantes sanciones contra los principales líderes de la electrónica china,
Huawei y ZTE, que China lea el mensaje manuscrito de Washington o, más
precisamente, graffiti político en la Gran Muralla. Como recientemente destacó Mahatir
de Malasia después de sus conversaciones en Beijing sobre la cancelación de
miles de mdd de proyectos de infraestructura chinos en Malasia, la
"revisión a fondo" pendiente de los términos acordados por el ex
primer ministro, lo que permite a los chinos "salvar la cara" es
importante . La estrategia de Washington en este momento es más bien robar la
"cara" china y tratar de reemplazarla con una más del gusto de
Washington por los estados clientes vasallos.
Una
reconciliación China-Japón
La primera
respuesta de China fue tratar de capitalizar la escalada de tensiones entre
Washington y la UE no solo sobre el comercio, sino también sobre la financiación
de la OTAN. China primero fue a proponer una forma de frente comercial contra
Washington junto con la UE en julio. El primer ministro de China, Li Keqiang,
propuso una cooperación que se oponga a las acciones de la guerra comercial de USA
tanto en la Unión Europea como en China, solo para obtener un rechazo directo.
El presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, declaró sin rodeos que no ve
"ninguna perspectiva a corto plazo" para las conversaciones entre la
UE y China sobre un acuerdo de libre comercio común, señalando sarcásticamente
que "si China desea abrirse, puede hacerlo".
A raíz de ese rechazo directo de la UE a un frente unido,
China recurrió a su reciente
rival económico y político asiático, Japón [la hipótesis de que Japón es más
independiente que la UE no luce muy realista, simplemente recuérdese quién
entró y quién no entró como socio en el Banco Asiático de Inversión en
Infraestructura]. Las conversaciones comerciales de nivel inferior
comenzaron ya en abril entre los gobiernos de China, Japón y Corea del Sur, las
tres principales naciones económicas de Asia. Las conversaciones bilaterales
entre China y Japón han adquirido recientemente un mayor significado. Se están
finalizando los preparativos para una reunión extraordinaria en Beijing entre
el primer ministro de Japón, Abe y Xi Jinping de China, la primera visita a
China de un primer ministro japonés desde que las tensiones comenzaron a
aumentar en 2011, aumentando dramáticamente cuando Washington presionó a Japón
para iniciar una disputa territorial predecible sobre las islas Senkaku,
llamadas Diaoyu en China, cuando Japón se movió para ponerlas bajo control
estatal en septiembre de 2012.
Una señal adicional
de las crecientes defensas comunes contra las escalaciones de la guerra
financiera de USA es que Japón y China acaban de acordar renovar los acuerdos
bilaterales de intercambio de divisas que se establecieron en 2002 a raíz de la
crisis de Asia para defenderse mejor contra los ataques especulativos. Los
canjes se suspendieron en 2013 debido a que las tensiones entre Japón y China
alcanzaron su punto máximo. Los japoneses están amargados por las sanciones de USA
al acero y el aluminio japoneses, así como por las nuevas amenazas de los
aranceles estadounidenses contra las importaciones de automóviles de Japón. Éste
respondió llegando a un acuerdo de libre comercio entre la UE y Japón y ahora
está tratando de reparar las relaciones con su mayor rival de Asia, China.
La
estrategia estadounidense para una guerra larga
Los escurridizos poderes que controlan la profunda estrategia geopolítica de USA intentarán por
todos los medios a su disposición literalmente quebrar a China mediante
sanciones, humillación, presión sobre los derechos humanos en Xinjiang, guerra
financiera e incluso amenazas militares [faltó incluir
sobornos, chantajes y atentados a nivel estatal o personal y azuzamiento y
financiamiento de opositores y de cualquier otra fuente/motivo de división
interna: racial, ideológica, religiosa, social, económica, etc]. Como
declaró el fallecido Zbigniew Brzezinski, si USA pierde el control sobre
Eurasia, el juego termina para la única superpotencia. China debe ser quebrada
para evitarlo. Es una empresa dudosa para decirlo suavemente. La guerra podría
ser una consecuencia, una cuyo resultado sería catastrófico para la humanidad.
Hay un gran
obstáculo para una guerra financiera estadounidense contra China. A diferencia
de Japón, en la década de los 1980s, las deudas de China son abrumadoramente
internas, principalmente de bancos estatales controlados por un banco central
del estado, el Banco Popular de China (PBOC, por sus siglas en inglés). Por lo
tanto, mientras que la impresionante deuda de China de 36 bdd es un número
sorprendente, como la mayoría de las cosas en China, todavía está controlada
por el estado, a diferencia de Japón. Para que Washington pueda controlar
efectivamente a China en este punto, debe hacer lo que Washington hizo en la
década de los 1990s en la Federación Rusa cuando quebró el control estatal sobre
la cuestión del dinero y ordenó a su vasallo Boris Yeltsin la creación de un
Banco Central independiente de Rusia. Hasta que los Dioses del Dinero puedan
romper el control estatal del PBOC, China tiene los medios para hacer frente a
sus deudas en gran medida independientes del chantaje del dólar, a diferencia
de Turquía o Argentina o la mayoría de los otros países con bancos centrales privados
que controlan la cuestión del dinero.
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