¿USA y Taiwán Establecerán Relaciones Diplomáticas Oficiales?
Por Vladimir
Terehov 05-Jun-19
FUENTE:
https://journal-neo.org/2019/06/05/will-the-usa-and-taiwan-establish-official-diplomatic-relations/
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el equipo de traducción. Igualmente lo destacado en amarillo aparece como texto
simple en el original.
La actual guerra comercial entre las dos principales potencias mundiales es solo un aspecto de la confrontación global entre USA y China. Otro aspecto, y uno que ciertamente aumentará en importancia, es el problema de Taiwan. Después de todo, parece muy probable que el tema de Taiwán juegue pronto un papel central en el enfrentamiento chino-estadounidense.
Naturalmente, la lucha por la influencia continúa en varias
regiones: en la península de Corea, en el sudeste asiático, en las aguas del
Océano Índico, y en África, América Latina y Europa. Y los ecos de esta lucha
se pueden observar fácilmente en otras potencias mundiales importantes, como
Rusia, India e incluso Japón. A pesar de que este último es, como saben los
lectores, un aliado [más bien, vasallo] militar
y político de USA.
Y, sin embargo, como hemos dicho, la disputa más feroz entre
USA y China tiene qué ver con sus relaciones con Taiwán: y este problema es el
que amenaza tener las consecuencias más graves para el mundo en general.
El deseo de
China de que "la provincia errante de Taiwán regrese al seno de su Madre
Patria" es demasiado fuerte para ser explicado por cualquier motivo
racional (político, militar/estratégico o económico). El ideal de "Una
China" ha sido fundamental durante siglos por la forma en que los chinos
ven a su país y su lugar en el mundo en general. Este ideal está detrás de la
negativa sin concesiones por parte de las clases políticas de Beijing de
mostrar la más mínima flexibilidad o variación en su enfoque para enfrentar el
problema taiwanés.
Para
Washington, la capacidad de controlar Taiwán se está volviendo cada vez más
importante por una sola razón, y esa razón tiene qué ver con las realidades del
nuevo Gran Juego, que está dominado por la confrontación de USA con Beijing, ya
mencionado. Taiwán tiene una ubicación estratégica extremadamente importante, y
si su principal oponente geopolítico tomara el control de la isla, eso
limitaría seriamente la capacidad de China para maniobrar en sus propias aguas
costeras, por no hablar del Océano Pacífico.
En el punto más
alto de la Guerra Fría, cuando la URSS era el principal rival de USA, Washington
se vio obligado a hacer compromisos considerables en relación con Taiwán [más bien utilizó a éste como moneda de cambio para sus
propios fines] en un esfuerzo por poner a China de su lado. Sin embargo,
USA no renunció a todo su poder sobre la isla: desde que rompió sus relaciones
diplomáticas oficiales con Taipei en 1979, Washington ha utilizado recursos
políticos y económicos para mantener su influencia.
El final de la
Guerra Fría fue seguido por una década y media de “no alineación estratégica” global,
y durante este período el problema de Taiwan fue bastante bajo en la lista de
las principales preocupaciones mundiales. Fue solo a mediados de la década de los
2000s que China comenzó a ser vista como un candidato realista a la supremacía
en el nuevo orden global. Y ese cambio es la razón del interés de USA en
restaurar y desarrollar sus relaciones con Taiwán.
Ese proceso
ahora se está acelerando, esta vez tomando meses, en lugar de años. En nuestro
último artículo sobre este proceso, nos centramos en los eventos celebrados en
Washington para conmemorar el 40 aniversario de la Ley del Congreso de USA
(aprobada el 10-Abril-1979) que estableció la base legal para las relaciones de
USA con Taiwán. También notamos que el Congreso de USA está considerando
actualmente un nuevo proyecto de ley destinado a unir todas las leyes
anteriores y los decretos presidenciales relacionados con Taiwán en un solo
instrumento.
Quizás el
aspecto más sorprendente de las recientes iniciativas de Washington relacionadas
con Taiwán es la calidad (casi) internacional, como la de un estado a otro, de
la relación de Washington con Taipei [ahora está
buscando volverlo a utilizar, pero en sentido inverso]. Eso explicaría
el rápido desarrollo y la calidad, cada vez más oficial, de los contactos entre
altos funcionarios de ambos países.
Esos contactos
se hicieron posibles por primera vez luego que el Congreso aprobara la ley
pertinente, a principios de 2018, pero no fue hasta hace poco que las dos
partes comenzaron a aprovechar las nuevas oportunidades. Tsai Ing-wen, la
presidenta de Taiwán, ha realizado varios viajes a USA, pero cada vez como una
escala en ruta a otro destino.
Sin embargo,
desde mediados de mayo de este año, frases como "tipo de" y "por
el momento" ya no se aplican a las relaciones de USA con Taiwán. Por un
lado, David Lee, el ministro de Relaciones Exteriores de Taiwan, visitó USA el
13 y 18 de mayo de este año y, además, durante su viaje mantuvo conversaciones
con John Bolton, asesor de seguridad nacional de USA.
El viaje y las
reuniones fueron reportados, entre otros, por Reuters, que citó un anuncio del
Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwan. La reacción del Ministerio de
Relaciones Exteriores de China fue, como era de esperar, muy crítica. Se
comentó que éste ha sido el primer contacto entre políticos de alto rango de USA
y Taiwán desde 1979.
Las reuniones
son claramente un hito en el proceso, mencionado antes, de normalizar las
relaciones entre USA y Taiwán y ponerlas sobre una base de “un estado hablando
con otro”, y en la transformación en curso del status quo en la región de
Asia-Pacífico . Teniendo todo en cuenta, la tendencia actual ofrece pocos
motivos para el optimismo.
Vale la pena
señalar que, en los círculos políticos de USA, John Bolton está claramente
entre los "halcones", que no tienen ninguna intención de
comprometerse en lo que respecta a las relaciones con el principal opositor
geopolítico de USA. Por otro lado, es muy posible que el actual presidente estadounidense
esté simplemente preocupado por los "desequilibrios" en las áreas del
comercio y la economía, y que no comparta los temores casi histéricos de los
halcones de Washington sobre el "peligro amarillo" [ambas partes son meros empleados].
Sin embargo, si
las relaciones entre las dos potencias mundiales líderes continúan
deteriorándose, es muy posible que esas potencias intenten obligar a Rusia a
tomar una decisión, una situación que Rusia debería intentar evitar a toda
costa.
Según la
opinión de este autor, cuando, en un futuro cercano, el líder chino Xi Jinping
realice su planeada visita a Rusia, el mensaje que reciba debería aparecer
conforme a las siguientes líneas: "Bajo ninguna circunstancia (por
ejemplo, a cambio de promesas de levantar sanciones, ofertas de inversión y
nuevas tecnologías, u ofertas de compromiso sobre Ucrania) Rusia participará en
cualquier maniobra anti-china. Eso incluye la cuestión taiwanesa".
Pero eso,
ciertamente, no significa que Rusia deba involucrarse en una confrontación con
el llamado Occidente (algo que dejó de existir hace mucho tiempo). Lejos de
ello: Rusia necesita participar, de manera abierta y directa, en un proceso que
ya ha comenzado: "recuperar
Europa" después de su "secuestro" hace unos 50 - 60 años, cuando
el continente fue despojado de sus propios valores, y un conjunto de valores
totalmente diferentes y completamente falsos fueron injertados en su lugar [¿y de quién son esos diferentes y falsos valores?].
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