¿Está la Fed Preparándose para Derrocar al Dólar de USA?
Por F.
William Engdahl 01-Sep-19
FUENTE: https://journal-neo.org/2019/09/01/is-the-fed-preparing-to-topple-us-dollar/
El texto [en rojo] NO viene en el
original y fue agregado por el equipo de traducción, Igualmente lo destacado en
amarillo aparece como texto simple en el original.
Las inusuales
observaciones y acciones del jefe saliente del Banco de Inglaterra [Mark Carney, foto al inicio] y otras personas con
información privilegiada de la banca central sugieren que hay en proceso un
escenario muy feo [¿para quién?] para terminar
con el papel del dólar estadounidense como moneda de reserva mundial. En el
proceso, esto implicaría que la Fed desencadene deliberadamente una dramática
depresión económica. Si este escenario se implementa realmente en los próximos
meses, Donald Trump pasará a los libros de historia como el segundo Hebert
Hoover, y la economía mundial se verá empujada al peor colapso desde la década
de 1930. Aquí hay algunos elementos que vale la pena considerar.
Discurso del Banco de
Inglaterra
El a punto de jubilarse jefe del muy especial Banco de Inglaterra,
Mark Carney, pronunció un discurso notable en la reciente reunión anual de los
banqueros centrales y élites financieras en Jackson Hole, Wyoming el 23-Ago-19.
El discurso de 23 páginas para colegas banqueros centrales y expertos
financieros son claramente una señal importante de hacia dónde planean llevar
el mundo los Poderes Fácticos que dirigen los bancos centrales del mundo.
Carney aborda obvios defectos [siendo
obvios y teniendo 75 años de estar en vigor, significa que a alguien le han
estado resultando muy beneficiosos] del sistema de reserva en dólares
posterior a 1944, y señala que, “… está desarrollándose una asimetría
desestabilizadora en el corazón del IMFS (Sistema Monetario y Financiero
Internacional, por sus siglas en inglés). Mientras se reordena la economía
mundial, el dólar estadounidense sigue siendo tan importante como cuando
Bretton Woods se derrumbó" [si te refieres al
15-Ago-71 cuando Nixon suspendió la libre convertibilidad, más que derrumbarse, se afianzó; particularmente cuando
convencieron a Arabia Saudita y los demás a vender el petróleo EXCLUSIVAMENTE
en dólares. Mientras los países necesitaran petróleo… primero necesitarían
conseguir dólares para adquirirlo, pese a que esos papelitos verdes impresos no
tenían absolutamente ningún respaldo]. Afirma sin rodeos: "... En
el largo plazo, tenemos que cambiar el juego... [suena como:
«Si queremos que las
cosas continúen como hasta ahora, las cosas tendrán que cambiar», Tancredi
Falconeri a su tío Fabrizio Corbera, en Il
Gattopardo, de Giuseppe Tomasi di Lampedusa] Los riesgos están
aumentando y son estructurales". Luego prosigue con un bosquejo de un plan
notablemente detallado para la transformación del orden del dólar por parte del
banco central global, un cambio revolucionario.
Carney discute el hecho de que China, como la principal nación
comercial en el mundo, es el candidato obvio para reemplazar el dólar como
reserva líder, sin embargo, señala, "... para que el Renminbi se convierta
en una moneda verdaderamente global, se requiere mucho más [p.e. que lo manejemos nosotros]. Por otra parte, la
historia enseña que la transición a una nueva moneda de reserva global puede no
realizarse suavemente”. Indica que eso significa que a menudo se necesitan
guerras o depresiones, ya que cita el papel de la 1GM forzando la libra
esterlina a favor del dólar estadounidense. Lo que Carney encuentra más
inmediato es un nuevo sistema monetario basado en el FMI para reemplazar el
papel dominante del dólar. Carney declara: “Si bien el auge del Renminbi puede
con el tiempo proporcionar una segunda mejor solución
[¿por qué segunda?] a los problemas actuales con el IMFS, lo primero
sería construir un sistema multipolar. La principal ventaja de un IMFS
multipolar es la diversificación...". Él agrega, "...Cuando llegue el
cambio, no debería ser cambiar una moneda hegemónica por otra [lo que propone Carney es lo que propuso J.M.Keynes en
Bretton Woods y entonces no fue aceptado porque impedía la hegemonía de USA].
Cualquier sistema unipolar no es adecuado para un mundo multipolar... En otras
palabras, dice: "Lo siento, Beijing, debes esperar" [O más claramente, ahora que USA está a punto de perder la
hegemonía, el objetivo de esta “extraña” propuesta es que si USA ya no la va a
tener, lo segundo mejor para USA es que entonces nadie la disfrute. Vivilla que
es la élite globalista].
El gobernador del Banco de Inglaterra propone en efecto que
el FMI, con sus Derechos Especiales de Giro (DEGs), basados en una canasta de
cinco monedas (dólar, libra, yen, euro y ahora renminbi) desempeñe el papel
central de crear un nuevo sistema monetario: “El FMI debería desempeñar un
papel central en la formación de las políticas nacionales y transfronterizas.
... Agrupando recursos en el FMI, y de ese modo distribuyendo los costos en los
189 países miembros ...". Para que eso funcione, propone elevar los recursos
del FMI denominados en DEGs al triple hasta 3 bdd [3*1012]
como núcleo de un nuevo sistema monetario.
Luego, Carney propone que el FMI supervise la creación de
una nueva infraestructura de pagos basada en una "moneda estable"
internacional. Refiriéndose a la Libra privada, declara claramente que una
"nueva Moneda Sintética Hegemónica (SHC, por sus siglas en inglés) sería
mejor proveída por el sector público, quizás a través de una red de monedas
digitales de bancos centrales”. Tenga en cuenta que Carney, un ex banquero de
Goldman Sachs, es mencionado como uno de los principales candidatos para
reemplazar a Christine Lagarde como director del FMI. ¿Su discurso admite
abiertamente lo que los principales banqueros centrales del mundo planean como
el próximo paso hacia una moneda mundial y un control económico global? Veamos
más allá.
Lagarde al BCE
El discurso de Carney, cuando es descifrado de su léxico de banco
central, nos da por primera vez una hoja de ruta clara hacia dónde los poderes
que controlan la banca central mundial les gustaría llevarnos. El papel de
reserva mundial del dólar estadounidense debe terminar
[…pero, sin entregarlo a ningún otro país]; debe ser reemplazado por
alguna forma de DEGs del FMI como base para una reserva de multidivisas. Eso, a
su vez, se basaría en dinero digital, las llamadas monedas de cadena de
bloques. Tales monedas, no se equivoquen, estarían completamente controladas
por las autoridades del banco central y el FMI. Eso requeriría la eliminación
propuesta a menudo de todo el efectivo a favor del dinero digital [¿por qué requeriría? El crédito desde hace décadas
literalmente se crea digitalmente y convive perfectamente con el efectivo.
Obviamente, puede sustituirlo, pero no representa una condición imprescindible],
donde cada centavo que gastamos puede ser monitoreado por el estado. Esta
sociedad sin efectivo también sentaría las bases para la próxima gran crisis
financiera y la confiscación por parte de los gobiernos de depósitos bancarios
de ciudadanos comunes bajo las nuevas leyes de "rescate bancario" que
están en los libros desde 2014 en todos los principales países industriales,
incluidos la UE y USA.
El FMI está totalmente detrás del viraje hacia las monedas
digitales globales de cadenas de bloques y el uso de DEGs para reemplazar el
dólar estadounidense dominante. En un discurso poco notado el 14-Nov-18, la
jefe del FMI, Lagarde, indicó fuertemente que el FMI estaba detrás de las
monedas digitales de los bancos centrales, así como de las sociedades sin
efectivo. Ella señaló con mucho cuidado: “Creo que deberíamos considerar la
posibilidad de emitir moneda digital. Puede haber un papel para que el estado
suministre dinero a la economía digital". Agregó: "Está soplando un
nuevo viento, el de la digitalización... ¿Qué papel le quedará al efectivo en
este mundo digital?... la demanda de efectivo está disminuyendo —como se muestra en el trabajo
reciente del FMI. Y en diez, veinte, treinta años, ¿quién seguirá
intercambiando trozos de papel?
Observaciones de Dudley
La introducción de este nuevo mundo de moneda digital de los
banqueros centrales requerirá, como sugiere Carney, trastornos dramáticos del
status quo, trastornos que conducirían al fin del papel dominante del dólar
estadounidense desde el acuerdo de Bretton Woods de 1944. Como ese papel del
dólar como moneda de reserva es un pilar del poder estadounidense en el mundo,
para que eso suceda se necesitaría poco menos que una catástrofe. ¿Es esto de
hecho lo que la Reserva Federal está silenciosamente planeando con sus
políticas monetarias?
Un notable indicio de lo que podría estar en proceso llegó
en un artículo de opinión de la persona que hasta 2018 fue el muy importante
presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, Bill Dudley, quien
como Mark Carney, es un egresado de Goldman Sachs. Dudley no es un actor menor
en el mundo de los banqueros centrales. Hasta el año pasado, también fue
miembro de la Junta Directiva del Banco de Pagos Internacionales y presidió el
Comité del BPI sobre Sistemas de Pagos y el Comité del Sistema Financiero
Global.
Dudley, señalando las políticas de guerra comercial de Trump
y los peligros económicos de la misma, emite la siguiente declaración poco
diplomática: “La reelección de Trump posiblemente representa una amenaza para
USA y la economía global, para la independencia de la Fed y su capacidad para
lograr sus objetivos de empleo e inflación. Si el objetivo de la política
monetaria es lograr el mejor resultado económico a largo plazo, entonces los
funcionarios de la Fed deberían considerar cómo sus decisiones afectarán el
resultado político en 2020”. Si bien sorprendió a muchos, Dudley
simplemente está haciendo público lo que la Fed ha hecho desde su creación en
1913 —influir sigilosamente en
el curso de la política mundial y estadounidense detrás de la cobertura de
políticas monetarias "neutrales". Dudley sugiere no la "interferencia rusa" sino
más bien la interferencia de la Fed.
La Fed podría fácilmente llevar a USA a la crisis. Los
niveles de deuda de la economía estadounidense están en niveles récord para
hogares privados, el gobierno federal y la deuda corporativa de USA. La mayoría
de las corporaciones estadounidenses han utilizado la creciente deuda, más de 9
bdd, para recomprar acciones en lugar de invertir en nuevas plantas y equipos,
alimentando una burbuja sin precedentes en las acciones de S&P. El aumento
de las acciones no es un signo de salud económica sino de una peligrosa burbuja
especulativa vulnerable al colapso.
Si la Fed ahora reanudara los aumentos de las tasas y
continuara con su poco publicitado Ajuste Cuantitativo en 2020, una serie estilo
dominó de incumplimientos de deuda, quiebras corporativas, ejecuciones
hipotecarias de viviendas, incumplimiento en préstamos para automóviles y
préstamos estudiantiles podría hacer rápidamente más que dudosa una segunda
presidencia de Trump en 2020. Sin embargo, eso no sería motivo para que el
resto del mundo se opusiera a las políticas de Trump. También provocaría el
colapso en los principales mercados de los países emergentes que han tomado
prestados cientos de miles de millones denominados en dólares estadounidenses,
incluidas las empresas estatales chinas, Turquía, Argentina y Brasil, por
nombrar algunos. Los bancos de la UE, desde Italia hasta Alemania y Francia,
fracasarían.
Si este escenario de Dudley se cumple o no en 2020, solo los
actores clave del banco central lo saben con certeza. Está claro que, después
de casi once años desde el colapso financiero global de 2008, las políticas de
tasa de interés cero sin precedentes del banco central en la UE y hasta hace
poco en USA, han impulsado la creación de lo que algunos llaman una
"burbuja de todo", no solo en acciones, en bonos corporativos y
públicos, en precios de viviendas. Es una nueva intervención de la Fed para
elevar las tasas y restringir el crédito el evento (la ruptura deliberada del
banco central de esta burbuja inflada con la excusa del peligro de Trump para
la economía mundial) que Carney tiene en mente cuando dice: "la transición
hacia una nueva moneda de reserva global puede que no proceda suavemente”? [también puede referirse a que los usufructuarios de Bretton
Woods no aceptarán pasiva y resignadamente verse despojados de las ventajas que
han tenido durante los últimos 75 años]. Esperemos que no. Los próximos meses lo dirán.
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