¿Cuán Independiente es la UE de USA?
Por Valery
Kulikov 17-Oct-19
FUENTE: https://journal-neo.org/2019/10/17/just-how-independent-is-the-eu-from-the-us/
El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por
el equipo de traducción. Igualmente lo destacado en amarillo aparece como texto
simple en el original.
El
presidente francés Emmanuel Macron se reúne con las tropas durante una visita a
la base militar en Istres. [a riesgo de parecer
paranoico, las sonrisas de los 2 de la izquierda lucen un tanto burlonas, en
tanto que los demás parecen más neutrales, a la expectativa].
El cambio en el equilibrio global, la redistribución del
poder, las incertidumbres geopolíticas, junto con las dudas sobre la
confiabilidad de USA como aliado [y como firmante de
tratados] están llevando a la pregunta de cuán independiente es
realmente la UE.
La respuesta a esta pregunta es particularmente importante
en estos días, en la víspera de que la nueva Comisión de la UE comience su
trabajo el 01-Nov. Sin responderla, será imposible entender qué intereses va a
defender y proteger: los de la propia Europa unida y sus ciudadanos regulares,
o los intereses de USA, que se ha acostumbrado a dar órdenes a los políticos de
la UE durante las últimas décadas. Para lograr este fin, Washington ya ha
comenzado a imponer sanciones a la UE para obtener influencia sobre sus élites.
Hablando de una Europa independiente, debemos definir la
noción de independencia como la capacidad de establecer las propias prioridades
y tomar las propias decisiones en materia de política exterior y seguridad,
junto con los medios institucionales, políticos y materiales para realizar
estas decisiones, ya sea en cooperación con terceros, o por sí sola si es
necesario.
Solo la parte que puede describirse a sí misma como actor
estratégicamente independiente puede establecer reglas internacionales, en
lugar de estar sujeta a las decisiones de otros poderes.
Durante algún tiempo, Europa disfrutaría de diferentes
niveles de independencia estratégica. En el comercio, la UE tiene los medios y
la voluntad de ejercer influencia internacional. Al mismo tiempo, debe reconocerse
que las potencias europeas carecen de la soberanía económica y financiera
necesaria debido al esquema financiero conocido como el euro, con el único
Banco Central decidiendo las políticas monetarias para todos los países de la
unión, mientras que él mismo vive a la sombra de la Fed situada en Nueva York.
Además, debe reconocerse
que los tratados firmados en los últimos 20 años por países europeos han
privado a los parlamentos nacionales de su soberanía, con lo que ya no tienen
influencia económica, financiera o militar para tomar decisiones autónomas conforme
a sus propios intereses.[oiga apá, ¿y dónde quedó
la tan publicitada democracia?, alegadamente la única modalidad “legítima” de gobierno].
En cuanto a la esfera militar en sí, la brecha entre las
ambiciones y realidades europeas es profunda y amplia. Los países europeos ya no
disfrutan de la soberanía militar, porque están sujetos a la cadena de mando de
la OTAN en este asunto. Desde la firma del Tratado de Maastricht, todos los
miembros de la UE, incluidos los países neutrales, se vieron obligados a
reconocer la primacía de la OTAN en materia militar.
La publicación austriaca conocida como Contra Magazin señaló
en Abril que los estados de la UE se vieron obligados a marchar detrás de
Washington a todas sus aventuras militares, incluidas Bosnia-Herzegovina,
Kosovo, Afganistán, Irak, Libia, Siria y Yemen como verdaderos vasallos. Por lo
tanto, los europeos tienen la misma responsabilidad en las recientes guerras
estadounidenses que USA, incluida la responsabilidad de la hambruna en Yemen,
que fue provocada por la amplia cooperación militar entre Arabia Saudita y la
coalición liderada por USA.
Al mismo tiempo, Washington sigue siendo el líder
indiscutible del bloque militar, por lo que si el Pentágono decide usar
sanciones [las sanciones no las establece el Pentágono
sino el Depto del Tesoro] para subvertir un centro de poder económico
potencialmente hostil, Europa está obligada a seguirlo.
En este sentido, la reacción demostrada por Donald Trump al
llamamiento expresado por el líder francés Emmanuel Macron para crear una
fuerza armada independiente en Europa fue particularmente reveladora. Trump
describió esta propuesta como ofensiva en su Twitter, sugiriendo que Francia
debe aumentar sus gastos en las necesidades de la OTAN antes de proceder con la
creación de un ejército paneuropeo.
Anteriormente, Angela Merkel comentó sobre la idea de crear
un ejército europeo independiente, y señaló que Europa debe tener una visión
sobre el establecimiento de un verdadero ejército europeo. Además, ella cree
que los tiempos en que Europa podía confiar en otras partes para sus
necesidades de seguridad hace tiempo han quedado atrás. Según la canciller
alemana, los viejos aliados ahora están cuestionando los lazos probados.
El razonamiento detrás de las palabras de Angela Merkel se
vuelve particularmente claro en el contexto de las amenazas directas de USA de
dejar a la Unión Europea sin apoyo militar si Bruselas continúa desafiando sus
órdenes militares. Tales declaraciones, en particular, se hicieron el pasado
mes de Mayo, durante la reunión de representantes militares y políticos de la
UE con Michael Murphy, quien es responsable de mantener las relaciones con
Bruselas en la Casa Blanca. Según este funcionario estadounidense, cuando
llegue la crisis y falle la defensa de la UE [especialmente
ante un ataque alienígena], sus ciudadanos no estarán muy impresionados
con el hecho de que Bruselas solo estaba adquiriendo armas de sus propios
fabricantes. Por lo tanto, USA le ha presentado a Europa una opción difícil:
garantizar la seguridad de sus fronteras por sí misma o fortalecer sus
capacidades militares dentro de la OTAN. ¿Cuál fue la respuesta de Europa a
Washington? Bueno, eso no es un secreto.
Como ha sido señalado por [la
revista] Foreign Policy, la decisión de Washington de alejarse del Plan
de Acción Integral Conjunto [con Irán] subrayó
la irrelevancia estratégica de Europa y la incapacidad colectiva de sus líderes
para enfrentarse a USA o alterar el modo de pensar de éste sobre un tema de
suma importancia . Según esta publicación, el resultado práctico de toda esta adulación
fue desastroso, ya que las principales potencias europeas habían cedido
efectivamente a la opinión de la administración Trump de que el acuerdo con
Irán es inadecuado y debe ser reemplazado o complementado por acuerdos adicionales [¿para qué?, si acostumbras repudiarlos cuando te da la
gana].
La negligencia encubierta [en el
rancho se llama de otra forma] de Washington hacia Europa como si no
fuera más que un viejo vasallo se evidencia en el documento redactado por el
Consejo Atlántico de USA, —una
organización cuya actividad es reconocida como indeseable en la Federación de
Rusia. Este documento fue preparado por Washington en anticipación del inicio
de labores de la nueva Comisión Europea, encabezada por Ursula von der Leyen. Este
documento describe a las principales autoridades europeas todos los pasos
inmediatos que deben tomarse para que la UE persiga de manera efectiva
políticas beneficiosas para la Casa Blanca. En particular, se le exige a la
Comisión Europea que se adhiera a sus políticas anteriores, promoviendo una
abierta rusofobia, creando obstáculos en la construcción de la Nord Stream 2,
brindando asistencia a Ucrania en su presunta lucha contra la llamada
"agresión rusa", tomando el comportamiento de las autoridades polacas
como un patrón oro que todos los países europeos deben seguir. La
"recomendación" sobre el uso de Polonia como modelo a seguir en las
relaciones entre Europa y Rusia se basa en el hecho de que una parte importante
de las élites polacas gobernantes siguen
sospechando patológicamente de Rusia, ya que Varsovia es liderada por un
partido que ha transformado su odio de la Federación de Rusia en una ideología,
y no es un secreto que la difusión de tales políticas en la UE provocará más
odio y conducirá a la desestabilización del espacio europeo.
Al mismo tiempo, Washington está tratando de promover sus
propios intereses en Europa, independientemente de las necesidades de sus
aliados europeos [aunque en descargo de USA debe
reconocerse que lo ha hecho únicamente a partir de 1776]. De hecho, en
estos días los políticos franceses y alemanes no son los únicos que hablan de
la necesidad de buscar mejores relaciones con Rusia. Según el jefe del
Ministerio de Asuntos Exteriores alemán, Heiko Maas, la cooperación es el único
camino hacia la paz sostenible en Europa. Esta declaración fue hecha en
anticipación a la sesión plenaria del foro ruso-alemán conocido como el Diálogo
de [San] Petersburgo.
Sergei Lavrov, jefe del Ministerio de Asuntos Exteriores de
Rusia, ha confirmado recientemente el interés de Rusia en la restauración
completa de las relaciones dañadas con la Unión Europea:
“Todavía estamos abiertos al objetivo común largamente
prometido y proclamado de la creación de
un espacio humanitario y económico unificado desde el Atlántico hasta el
Pacífico. En un sentido más amplio, vemos la posibilidad de una asociación
euroasiática más amplia”.[desgraciadamente esto implica
un riesgo existencial para la élite globalista, que hará hasta lo imposible por
impedirla].
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