Exponiendo al Verdadero Estado Profundo
Por Tony Cartalucci 13-Mar-17
FUENTE: http://journal-neo.org/2017/03/13/exposing-the-real-deep-state/
El texto [en
rojo] NO aparece en el original y fue agregado por el equipo de traducción.
Muchos dentro y más allá de las fronteras
de USA trabajan bajo la ilusión de que la política de USA está determinada por
los representantes electos de la nación en medio de un cuidadoso acto de
equilibrio entre las ramas ejecutiva, legislativa y judicial del gobierno. En
realidad, el funcionamiento interno de la política de USA no se parece en
absoluto a eso.
En realidad, un estado profundo
no-electo controla USA, su gobierno, sus recursos y su población. Sin embargo,
el término “estado profundo” ha sido sobreutilizado e intencionalmente abusado,
particularmente desde la elección del presidente Donald Trump en un esfuerzo de
seguir ocultando al verdadero estado profundo y desviar la atención pública de
lo que está llegando a ser la crecientemente obvia continuidad de la agenda de
una presidencia a la siguiente.
Descubrir y entender la
naturaleza del verdadero estado profundo es de hecho elemental, pero esencial
para comprender el génesis y perpetuación de la política de USA. También es
esencial para formular soluciones dirigidas a volver a tomar el control del
poder injustificado y la influencia ejercida por esta entidad aparentemente
nebulosa.
Es Fácil
Identificar al Verdadero Estado Profundo
A pesar del mito de
“democracia”, el poder real es mantenido por los que controlan lo esencial de
cualquier estado, provincia, distrito o comunidad. Lo esencial incluye el control
sobre los instrumentos monetarios, la infraestructura básica tal como agua,
energía, comunicaciones y transporte, control sobre la manufactura, servicios
médicos y servicios públicos básicos, así como las formas más obvias de poder
como lo es el control de la policía y fuerzas militares.
En raras ocasiones, tales
necesidades vitales son controladas por organizaciones locales descentralizadas
—y en tales casos los estados
profundos son débiles o virtualmente inexistentes. Sin embargo, más a menudo
que no, éste no es el caso— al
menos no todavía.
Ordinariamente, haciendo caso
omiso de los aparentes procesos políticos en curso, los que verdaderamente
controlan esos esenciales a menudo existen bastante más allá pero no fuera del
alcance de la política. Ellos incluyen grandes corporaciones e instituciones
financieras. Organizaciones, cabilderos, plataformas de medios, centros de
estudio y partidos políticos son establecidos y controlados por estos intereses
especiales para luego proyectar su poder e influencia al interior o dirigiendo
enteramente cualquier proceso político dado.
El concepto de “estado profundo”
no es privativo de USA. Virtualmente cada nación y a lo largo de toda la
historia humana, independientemente de las supuestas inclinaciones políticas de
la nación, ha sido regida por la riqueza y los influyentes intereses especiales
ya sea directa o indirectamente.
Ignorar la retórica y farsas
políticas y enfocarse sobre dónde reside verdaderamente el dinero, el poder y
la influencia, revela el verdadero
estado profundo.
Descifrando la
Narrativa “Trump vs el Estado Profundo”
Un apresurado examen de la
administración del presidente Trump revela que él es una de las muchas
extensiones del verdadero estado profundo. El magnate Stephen Bannon, del
supuestamente “alternativo” Breitbart
News, que funciona como principal estratega del presidente Trump es, de
hecho, un exbanquero de Goldman Sachs. El Srio del Tesoro de USA, Steven
Mnuchin, es también un exbanquero de Goldman Sachs. Adicionalmente, él
administró fondos para el supuesto “archi-enemigo de Trump”, George Soros, y
había invertido en las campañas presidenciales tanto de Hillary Clinton y
Barack Obama.
El Srio de Estado de USA, Rex
Tillerson, es un antiguo ejecutivo de ExxonMobil y la lista sigue.
Si uno graficara globalmente el
flujo de poder e influencia de USA, rastreándolo a su fuente, se encontraría en
Wall Street y en las salas de consejo de corporaciones e instituciones
financieras como Goldman Sachs y ExxonMobil. También encontraría, proviniendo
de estas salas de consejo, plataformas noticiosas como Breitbart News dirigidas
a manipular, distraer y sacar provecho de las emociones del público
estadounidense.
En otras palabras, realmente, la
administración Trump, como las presidencias anteriores, es la personificación del estado profundo.
Sin embargo, ha aparecido una
narrativa que alega que el presidente Trump en realidad está en guerra con un
“estado profundo” en la sombra, integrado por toda la comunidad de inteligencia estadounidense
hasta burócratas de carrera que están “resistiendo” a la administración Trump y
“sus” políticas dentro del sistema.
Para explicar esta retorcida
narrativa al público estadounidense, otro de los funcionarios de propaganda del
verdadero estado profundo, la revista TIME, atacó un artículo titulado,”Los
Aliados del presidente Trump Siguen Hablando del “Estado Profundo’. ¿En Qué
Consiste?”.
En él, se alega:
Para los aliados de Trump en los medios conservadores
y en Capitol Hill, es una resistencia organizada dentro del gobierno,
trabajando para subvertir su presidencia. Culpan a burócratas de carrera,
muchos de los cuales se ven como leales al expresidente Barack Obama, filtrando
información dañina a los medios noticiosos.
TIME también cita a Freedom House,
una organización financiada por el gobierno de USA, dedicada a cambios de
régimen alrededor del mundo y presidida por el mismo interés especial que se
centra en Wall Steet —de nuevo,
el verdadero estado profundo—
en un esfuerzo por restar importancia y descartar la noción de que USA
realmente es operada por dicha entidad.
Se alega:
[La Casa Blanca] está tomando un tiempo interesante lo
que significa algo muy real en el ambiente en que ha habido mucha violencia asociada
con esta palabra y estamos aplicándola a un asunto que es bastante normal en
términos de una gran burocracia”, dijo Schenkaan, director de proyectos de
Freedom House. “Éstos son empleados estatales y han estado realizando fielmente
sus trabajos durante un largo tiempo”.
De regreso a la realidad, el
público estadounidense está comenzando a sospechar en números mucho más grandes
que nunca antes, que el gobierno de USA simplemente está llevando a cabo una
agenda singular —haciendo caso
omiso de los resultados electorales y afiliaciones políticas— desde un permanente y profundamente
enraizado conglomerado de intereses especiales que trasciende los partidos
políticos, las ideologías, los períodos presidenciales, así como tanto la ley nacional
como la internacional.
La creación de una atractiva, provocadora y casi
irresistible estrategia de tensión entre diversos funcionarios dentro del
verdadero estado profundo está diseñada intencionalmente para atraer y atrapar
el discurso político largo tiempo antes de que alcance y revele la verdadera
naturaleza tanto del estado profundo real como de las soluciones requeridas
para desmantelarlo.
El Estado Profundo de USA es el Problema del Mundo
Está más allá de lo obvio que
el verdadero estado profundo de USA representa no solamente la usurpación de la
soberanía estadounidense, sino también una amenaza a la paz y a la estabilidad
globales. El uso injustificado del poder e influencia de USA se manifiesta como
guerras regionales, subsecuentes oleadas de refugiados, explotación
socioeconómica y catástrofe en los estados puestos en la mira y a través de
regiones enteras, también como un malestar general global resultante de un
milimérrimo puñado de intereses especiales abusando y desperdiciando en forma
atroz los recursos naturales y humanos del planeta para sus mezquinos e
interesados objetivos.
No es, entonces, un problema
estadounidense, porque las consecuencias del desenfrenado estado profundo de
USA se extienden a todo el globo.
Enfrentar este estado
profundo, y todos sus demás émulos haciendo caso omiso de tamaño y alcance,
requiere una cuidadosa transición perseguida por estados más pequeños —y sobre todo— por modernas y descentralizadas instituciones y alternativas
conducidas por individuos.
Es fundamental enfrentar el verdadero
estado profundo en la fuente misma de su poder —sus actividades corporativas y financieras y los beneficios
obtenidos de miles de millones de gentes a través del planeta.
[Desgraciadamente,
y contra la proverbial perspicacia del autor, lo que resta del artículo parece
más “wishful thinking” (=ilusión, castillos en el aire), que posiblidad realdad]
La efectividad de hacerlo así
ya es evidente en ambientes como el espacio informativo donde las redes
descentralizadas de genuinas plataformas alternativas de noticias han contenido
y vencido las capacidades bélicas de información del verdadero estado profundo.
Agregando fuerza a este proceso están los centros competidores de poder global
en Eurasia que han creado plataformas mediáticas competitivas que han diluido
aun más el control del estado profundo de USA sobre la información.
Un proceso similar —hecho posible por la tecnología— está desarrollándose gradualmente
en todos los aspectos de la manufactura y la infraestructura. La emergencia de
industrias aeroespaciales a través del mundo en desarrollo está comenzando a
desafiar el monopolio europeo-estadounidense tanto en el aire como en el
espacio. Las corporaciones chinas construyendo trenes y aviones —el extremo mayor del espectro— están diluyendo los monopolios
disfrutados por décadas por corporaciones como Boeing y Airbus.
En el extremo inferior del
espectro, la fabricación localizada de bienes más simples realizada por individuos
o pequeños negocios, tanto en economías y mercados formales como informales,
están socavando los monopolios centralizados de manufactura y venta al menudeo.
La energía alternativa tal
como la solar se presta para la producción descentralizada tanto por individuos
como por miembros de redes conocidas como minirredes. A medida que estas minirredes
proliferan, inevitablemente los monopolios energéticos languidecerán.
Y el movimiento de comida
orgánica —una red que sigue
expandiéndose aceleradamente tanto en tamaño como capacidades —ha desafiado y en algunos casos
reemplazado completamente los monopolios agrícolas y de procesamiento que
también forman parte del estado profundo de USA.
Resolviendo el Problema del Estado Profundo
Pese a esto, el estado
profundo aun presenta una formidable y peligrosa amenaza para la paz y la
prosperidad tanto global como individual.
La natural inclinación humana
para crear alternativas para competir con tal amenaza —pero que simplemente parecen una versión refleja de la amenaza— significa que un estado profundo
dominado por “los chinos” o “los rusos” conduciendo cualquier orden global
unipolar simplemete reemplazará el inmenso estado profundo de USA y continuará
llevando a cabo los abusos y papel destructivo que actualmente desempeñan Wall
Street y Washington.
Hablar de un orden mundial
multipolar en que las naciones se equilibren unas contra otras más bien que
caer bajo un orden unipolar dominado por un único estado profundo y el puñado
de intereses que lo constituyen, forma un puente entre el actual orden global
de hoy y el balanceado y descentralizado futuro.
Un orden mundial multipolar
en que las naciones estén balanceadas globalmente, entonces conduce a un
proceso interno de descentralización y equilibrio, todo lo cual es guiado por
la tecnología y las oportunidades de negocio y objetivos sociopolíticos
abiertos que permitan a cada individuo tomar una parte más proporcional de los
recursos de la nación o de la comunidad.
Mientras que puede parecer
contraintuitivo que naciones como Rusia, India o China o aun jugadores menores
como Irán, Tailandia o Brasil [nótese que omitió
México] inviertan en la descentralización, la
autosuficiencia local y nacional, e incluso economías informales, monedas y
mercados, porque haciéndolo así, ayudan a debilitar al actual estado profundo
de dominio munidal que a través de los medios y el consumismo aun entra,
amenaza e influye en virtualmente cada sociedad en la tierra.
Finalmente, evitando la
burda, poco sofisticada, altamente provocadora y seductora estrategia de la
tensión creada alrededor de la administración Trump y el alegado “estado
profundo” que supuestamente combate, es esencial identificar y enfrentar al
verdadero estado profundo que está orquestando ambos lados de esta farsa.
Apostar que funcionarios
políticos del estado profundo resuelvan el problema del mismo está más allá de
lo fútil —es un estímulo
intencionalmente montado para preservar y perpetuar el estado profundo.
Identificando la verdadera fuente del poder e influencia del estado profundo —la riqueza que obtiene de sus monopolios
corporativo-financieros, su control de la infraestructura nacional e
internacional, y sus medios— podemos comenzar a idear alternativas prácticas
para diluir esos monopolios y así el poder e influencia que otorgan a los que
los controlan.
Requiere un período de transición implicando esfuerzos tanto del estado
como individuales realizados por todos quienes permanecen amenazados por el
estado profundo —y todos aquellos amenazados por el estado profundo consisten
de cualquiera que reside fuera de las salas de consejo donde su agenda es
concebida y llevada a cabo.
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