La Parcialidad de los Medios Occidentales Está Resultando Bastante Obvia para Todos
Por Martin Berger 15-Feb-17
FUENTE: http://journal-neo.org/2017/02/15/western-media-bias-is-getting-obvious-to-pretty-much-everyone/
El texto [en
rojo] NO aparece en el original y fue agregado por el equipo de traducción]
Finalmente la sociedad estadounidense
comienza a madurar, lo cual se manifiesta no sólo en el rechazo de la riada de
mentiras que los periodistas occidentales están transmitiendo, sino también en
la actual lucha contra el sesgo corporativo de los medios.
Esto se ha hecho notar en una
encuesta de SurveyUSA, que preguntó a 1,207 votantes registrados en Febrero
respecto a su opinión de ciertos canales noticiosos. Es curioso que sólo el 17%
de los votantes tuvieron una opinión muy favorable de CNN, mientras que no más
del 14% de los votantes tuvieron una opinión favorable del New York Times. The
Washington Post y MSNBC en forma similar fueron vistos muy favorablemente por
menos de un 15% de los votantes. Otro descubrimiento que, hasta cierto grado,
permitio a Trump asegurar su victoria fue que Fox News fuera el canal con el
mayor favor en la encuesta, pero solamente con 21%.
A su vez, la encuesta de Emerson
College realizada aproximadamente al mismo tiempo mostró que 91% de los
republicanos creían que los medios noticiosos no son veraces. Es curioso que
por primera vez en largo tiempo mientras que las opiniones del público en
general parezcan estar sintonizadas con la posición del actual presidente de
USA, quien repetidamente ha criticado al New York Times, al Washington Post y
CNN por sus mentiras, iniciando así una guerra no declarada contra los medios
corporativos.
(La publicación bimestral) The
National Interest cree que el mito de USA como un casi angélico encargado de
aplicar la justicia, aunque a veces uno inepto, da lugar a mucha molestia,
tanto en la prensa como en el reino de la política, puesto que los periodistas
se presionan entre sí, y se agrega a la presión de los funcionarios, para
sustituir el cuidadoso cálculo con el enojo.
El artículo de The National
Interest [en sí misma, una muy dudosa fuente fundada
por el neo-conservador Irving Kristol en 1985] también alega que “la
mitologización moral también crea una impresión equivocada de lo que son los
estados y de lo que son capaces de hacer. Aun el más liberal, democrático y
benigno de los estados no está diseñado para la promocion de valores; más bien
en lo que destacan, cuando llegan a destacar, es en establecer la seguridad
para sí mismos”.
El artículo continúa alegando
que “realmente no puede alegarse que la indignación selectiva con la que los
medios occidentales a menudo se dan gusto no [sic; pero
este “no” invierte el sentido en la frase y la hace contradictoria con el resto
del párrafo] sea verdaderamente moral. Hay también una cínica
selectividad en la que están involucrados descarados ideólogos y partidarios,
que favorecen (o atacan) algunos regímenes represivos sobre otros”.
El artículo también declara que,
“en cada una de las dos pasadas administraciones, el alcance moral del
presidente ha excedido con mucho su comprensión práctica —conduciendo a derrotas como Iraq y
Libia [las únicas derrotas han sido para los iraquíes y
para los libios; los agresores ¡vaya que han lucrado saqueando esos países!].
El presidente Trump parece haber aprendido de los errores de sus predecesores [¿errores? las agresiones han sido demasiado lucrativas para
que sean “errores”], pero no está claro si lo han hecho sus críticos. Al
mismo tiempo, Rusia continúa siendo un objetivo particular por diversas
razones, de las cuales no es la menor la residual enemistad de la Guerra Fría
que persiste en círculos neoconservadores y entre halcones liberales”.
The National Interest está
convencido que la indignación de las fuentes noticiosas occidentales sobre
Trump y Rusia es contraproducente [¿intento de tener
representación en ambos lados?]. La narrativa de USA de que Putin es el
único responsabe por la nueva Guerra Fría depende grandemente de su alegada
“agresión” sin motivo contra Ucrania desde 2014 hasta ahora. Al mismo tiempo,
la narrativa es sostenida en parte por la casi total ausencia en los
principales medios de USA de reportaje sobre lo que está ocurriendo realmente
en los territorios controlados por Kiev o los controlados por los rebeldes [sobre esa ausencia, véase el video de la periodista
canadiense Eva Bartlett: https://www.youtube.com/watch? v=kr-OP51doSw].
De hecho, las acciones de Putin tanto en Donbass, donde la rebelión nativa
estalló contra el derrocamiento del presidente legalmente electo en Kiev hace
tres años, y en Crimea, que había sido parte de Rusia por más tiempo que la
existencia misma de USA, fue una reacción directa a la campaña de larga
duración de Washington y Bruselas para incorporar a Ucrania en la “esfera de
influencia” de la OTAN, en sí misma una forma de agresión política.
Si Trump ha de ganar la guerra
de la información en el frente interno, habrá una probabilidad real de que
veamos caer el nivel sin precedente de desconfianza o paranoia. No hay
probabilidad alguna de que fuentes como el New York Times, el Washington Post y
CNN recuperen la confianza que perdieron antes de que comiencen a poner las
cosas como son.
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