Merkel y Trump se Divorcian
Por Grete Mautner 02-Jun-17
FUENTE: http://journal-neo.org/2017/06/02/merkel-and-trump-are-getting-divorced/
El texto [en rojo] NO aparece en el original y fue agregado por
el equipo de traducción.
Anticipábamos una masiva novela de suspenso
geopolítica en las últimas reuniones de la OTAN y G7, pero lo que recibimos en
cambio fue una trivial teleculebra. Al final de esos eventos, el ministro
alemán de Relaciones Exteriores, Sigmar Gabriel, incluso llegó a anunciar que Berlín
ya no considera a USA bajo el presidente Trump una potencia mundial líder, como
fue reportado por Der Spiegel.
Resumiendo los resultados de las
reuniones antes mencionadas, luego de un número de infructuosos intentos de
encontrar bases comunes con Donald Trump, la canciller alemana Angela Merkel
declaró que los tiempos cuando Alemania podía confiar plenamente en otros se
han terminado, mientras urgía a los europeos a tomar su destino en sus propias
manos. De hecho, su curso de acciones claramente pareció el intento de alguien
de entablar un divorcio, aún así ella decidió formular en palabras su posición.
El problema no es sólo la incapacidad de Trump de entender las aspiraciones de
la canciller alemana en turno, sino también las ideas de ella [en honor a la verdad, las ideas no son de ella. Ella es una
mera portavoz; en otras palabras, no se manda sola] respecto al lugar
que Europa debería estar ocupando en la política global en el siglo 21.
Como se deduce del Rheinische
Post, Merkel, que estuvo enamorada de los ideales de USA durante su juventud,
ahora ha anunciado el fin de las relaciones predecibles entre USA y Europa. Las
palabras que dijo son particularmente dignas de tomarse en cuenta debido al
hecho de que la canciller alemana es conocida por el rígido control que ejerce
sobre sus palabras incluso en una carpa de cervezas, así los que la conocen
bien consideran las declaraciones antes mencionadas como el fin de su
fascinación con el llamado “romance transatlántico”.
Pero los reunidos para asistir a
la asamblea de la Unión Social Cristiana en Munich enfrentaron la declaración
de Merkel con una salva de aplausos puesto que todos supieron que ella estaba
hablando de la necesidad de terminar el control de superioridad que USA
estableció sobre Alemania. Luego de esta declaración los blogueros alemanes han
adoptado un nuevo término en sus notas políticas —fusstritt— que
puede traducirse del alemán como una patada en el trasero a invitados entrometidos
que han prolongado demasiado tiempo su recibimiento.
El hecho de que la canciller de
Alemania perdió la paciencia con Trump tan rápidamente atrajo mucho atención a
través del mundo. Muchos comentadores europeos consideran esto como el fin de
la alianza transatlántica. Los oponentes de Trump en USA dicen que él tiene la
culpa de este cambio, mientras sus partidarios están convencidos en la supuesta
“estupidez” de Angela Merkel.
Las relaciones entre Trump y la
Merkel comenzaron con el pie equivocado desde el primer momento. La actitud
general de las principales figuras políticas alemanas hacia Trump puede
juzgarse por las declaraciones que estuvieron haciendo inmediatamente después
del anuncio de los resultados de la elección presidencial de USA. Por ejemplo,
el presidente alemán, Joachim Gauck, tildó a Trump de político impredecible [aquí tácitamente se desliza el mito genial de que Trump
decide algo por sí mismo] y admitió que Berlín no sabía qué esperar de
él. El ex ministro de Rel. Exteriores, Frank-Walter Steinmeier describió a
Trump como un “predicador del odio” que, junto con los partidarios del Brexit y
los fanáticos alemanes de derecha, está “utilizando los temores humanos para
propósitos políticos”. A su vez, el Bundestag anunció que no pasaría mucho
tiempo para echar de menos el día cuando Barack Obama estaba a la cabeza de
USA. Todas estas evaluaciones no son sorprendentes, puesto que los círculos
políticos de Alemania se habían ajustado al modo de Clinton-Bush de manejar las
cosas y fallaron en adaptarse rápidamente a la figura de Donald Trump.
A su vez, Trump describió la
decisión de Merkel de permitir la entrada a Alemania de 890 mil refugiados como
un “error catastrófico”. La Unión Europea como un todo fue descartada por el
45° presidente de USA como un apéndice de Berlín. Él ha llegado a amenazar a
BMW con impuestos aduaneros [que terminarían pagando
los consumidores de USA] si la compañía persiste en la idea de construir
una planta en México.
De acuerdo al representante
oficial de la Casa Blanca, Sean Spicer, Donald Trump describió sus relaciones
con la canciller alemana como “increíbles”.
En Marzo pasado, cuando Merkel
estaba visitando USA, los líderes de ambos países fallaron en llegar a un
entendimiento en problemas tales como la inmigración ilegal y los gastos de
defensa de la OTAN. La demanda del presidente de USA de elevar el gasto de
defensa hasta el 2% del PIB fue enfrentada con extrema crítica, como que
Alemania ya incrementó sus gastos militares en 2016 por 2,000 md€ hasta un total de 37,000 md€, lo que permite enfrentar todos los
problemas de seguridad que puedan surgir. Sin embargo, esto equivale a sólo el
1.2% del PIB alemán [el paso de 1.2% a 2% significa
aumentar el gasto militar actual en un 67%, o 61,700 md€;
lo que da idea de su factibilidad], mientras que el hecho de que Trump
esté incrementando aún más el gasto militar de USA sirve como una fuente mayor
de irritación para los estados europeos. Alemania no será comprometida en todo
tipo de aventuras militares alrededor del mundo, y ésta es la razón de que crea
que no está obligada a gastar tanto de su presupuesto en armamento.
Como resultado, Trump incluso se
ha negado a estrechar la mano de su invitada alemana durante la visita de
Merkel a USA [aparte de “clownie”, ¿niño malcriado?].
Él lo hizo inicialmente en la escalinata de la Casa Blanca, pero luego en la
tradicional foto cuando los líderes se sientan uno al lado del otro, Trump
ignoró los pedidos de los fotógrafos para estrecharse las manos otra vez con la
canciller. Merkel prudentemente se volvió a Trump diciéndole: “Quieren que nos
saludemos de mano”. Pero Trump pretendió que no oyó esas palabras.
Si Ud echa una mirada a los
exageradamente enérgicos apretones de manos característicos del presidente de
USA, que ya han llegado a ser objeto de bromas en Internet, Ud notaría que hay
algo equivocado en las relaciones germano-estadounidenses [esto se parece a los “análisis” de la CIA a mediados de los
1980s midiendo el ancho del recuadro negro en las esquelas de miembros del
Politburó como medio de determinar la orientación del régimen]. El
actual presidente de USA tiene la costumbre de jalar a la persona que saluda de
forma tan dura que a veces la gente pierde su equilibrio. El caso más sonado
fue su manera de saludar al primer ministro de Japón, Shinzo Abe, durante su
visita a la Casa Banca. Los 18 segundos del apretón de manos resultaron en la
cara de Abe mostrando signos de sufrimiento físico.
No había habido una crisis
similar en las relaciones transatlánticas desde 1945. Como fue hecho notar por
Cliff Kapchan del Grupo Analítico Eurasiático, Trump crea las precondiciones
para el mayor choque con Europa desde la 2GM, y a medida que el acuerdo nuclear
con Irán comienza a desmoronarse, bien puede resultar que Europa no estará del
mismo lado que USA en esa cuestión.
Sin embargo, a medida que los
analistas políticos están discutiendo las posibles consecuencias del “caso de
divorcio”, Merkel recibió una brillante oportunidad de mostrar sus habilidades
políticas y ganar puntos tanto en el campo alemán como en el pan-europeo. Esto
ya es evidente de su turbulenta alianza con Emmanuel Macron, quien
inmediatamente recogió el juego y ofreció “cooperación militar para reforzar la
iniciativa defensiva europea”. De acuerdo a los analistas, esto significaría un
incremento en las capacidades defensivas tanto de Berlín como París fuera del
bloque de la OTAN, donde USA está al mando.
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