El Error Fatal en la Nueva Estrategia Energética de Washington
Por F.
William Engdahl 13-Jul-17
FUENTE:
https://journal-neo.org/2017/07/13/the-fatal-flaw-in-washingtons-new-energy-strategy/
Si el sentimiento de piedad valiera la pena uno estaría
tentado a sentirlo por los desventurados polacos. Ahora los líderes de Polonia
de nuevo han sido seducidos, esta vez por un peligroso estratagema de
Washington: tratar de llegar a ser el Centro de Distribución de Gas Natural de
la UE desplazando a Alemania y echando fuera a Rusia.
Los polacos parecen tener una afición por los proyectos
auto-destructivos. Ése fue el caso en 1939 cuando el ministro polaco de Rel.
Exteriores, Józef Beck firmó con Gran Bretaña y más tarde con Francia el Pacto
de Defensa Común Polaco-Británico creyendo que Gran Bretaña defendería la
soberanía polaca en el caso de una invasión nazi sólo para encontrarse dividida
como despojos de guerra por Hitler y Stalin mientras Gran Bretaña y Francia
permanecían tranquilamente sonriendo. Ellos tenían otra agenda para los
polacos.
Fue también el caso cuando el pueblo polaco, especialmente
Lech Walesa, creyó en la CIA de Reagan y la Fundación Nacional para la
Democracia (NED, por sus siglas en inglés). Solidarność, con millones de la CIA
y dinero del Depto de Estado vía la NED, una ONG membrete de la CIA, llevó a
Polonia del sartén del control soviético al fuego de George Soros y sus
muchachos de Harvard con su hiperinfla-ción del mercado libre y el saqueo de
los más valiosos activos de la nación. El “DNA nacional”, si podemos llamarlo
así, parece faltarle uno o más aminoácidos vitales que les hacen distorsionar
la verdadera percepción de quiénes son sus verdaderos amigos y quiénes sus
enemigos.
Ahora, durante la reciente recepción con “alfombra roja” del
presidente Trump en Varsovia, los polacos se tropezaron entre sí ´para abrazar
al presidente de USA y en creer sus promesas de hacer de Polonia un rival para
el gas natural ruso para la UE. En sus observaciones de 06 de Julio para la
reunión de la Iniciativa Tres Mares en Varsovia, Trump dijo a los líderes
presentes que ellos deberían considerar las exportaciones energéticas de USA
como una alternativa a la dependencia del gas ruso.
La Iniciativa Tres Mares es un vago esfuerzo de 12 naciones
del Centro y Este de Europa para coordinar las políticas energéticas entre
otras. Trump dijo a su audiencia polaca, claramente refiriéndose a Rusia, “Déjenme
ser claro acerca de un punto crucial. USA nunca usará la energía para coaccionar
sus países, y no podemos permitir que otros lo hagan [en otras palabras, nosotros no fuimos y, es más, no lo volveremos a hacer]. Uds no quieren tener un
monopolio o una situación monopolística”. Luego continuó declarando: “Estamos comprometidos en
asegurar el acceso de Uds a fuentes alternas de energía
[por supuesto, siempre y cuándo sean las nuestras], de modo que Polonia y
sus vecinos nunca vuelvan a ser rehenes de un único proveedor de energía”.
¿Centro de Distribución de Energía de GNL?
El detenerse Trump en Varsovia en ruta a la reunión G20 de
Hamburgo fue calculado para alimentar los sueños polacos de respaldo de USA
para bloquear el gasoducto ruso-alemán Nord Stream 2 bajo el Mar Báltico desde
Ust Luga al sur de San Petersburgo a Greifswald, Alemania, a medio camino entre
Berlín y Hamburgo a 80 kms de la frontera polaca. Los polacos están furiosos de
que perderán los únicos derechos de tránsito de Gazprom a través de un
gasoducto polaco desde Ucrania. También quieren expulsar a Gazprom del
gigantesco y creciente mercado de gas de la UE. Esta es precisamente la agenda
de largo plazo de la administración Trump. En sus reuniones con el gobierno
polaco Trump supuestamente habló respecto a la infraestructura del gas licuado
y las enormes posibilidades de importarlo desde USA debido a su superávit del
gas de esquisto.
Este gas desde USA enviado mediante buques tanque especiales
desde el muy limitado número de terminales existentes en la costa este de USA y
el Golfo de México no resulta barato.
Este Junio el primer embarque estadounidense de GNL llegó a
Polonia desde la planta Sabine Pass de Cheniere Energy, en Luisiana. Y no vino
barato. Los consultores energéticos estiman que el precio en la terminal polaca
de GNL de Swinoujscie será de US$5.97 por millón de btu. El mismo gas en el
mercado de USA anda alrededor de $3 por Mbtu. Los polacos están siendo
engañados debido a su rusofobia y la manipulación de Washington.
Una Estrategia Energética de la OTAN
Y la estrategia polaca durante largo tiempo ha sido hecha y
apoyada por USA y el Consejo Atlántico. Ya en 2014 Polonia comenzó la
construcción de su terminal de gas natural licuado, en el puerto báltico de Swinoujscie
con un costo de casi 1,000 mdd. Puede aceptar 5000 millones de m3 de
gas por año y se discute duplicarla. Pero eso es sólo la primera parte de lo
que de hecho es la estrategia de la OTAN para expulsar el gas ruso de los
mercados de la UE.
La estrategia requiere hacer de Polonia un centro de
distribución de gas natural para Europa Central vía la conexión de Polonia con
Lituania, Ucrania, Eslovaquia y la Rep. Checa a través de interconectores.
Es parte de la llamada Iniciativa Tres Mares, fundada el año
pasado por Polonia y Croacia para vincular las estrategias energéticas entre
los 12 países que bordean el Adriático, el Báltico y el Mar Negro. El gobierno
de Croacia también está tratando de construir una controversial terminal
flotante de GNL en la isla de Krk, en el Adriático, entre importante oposición
de la popular región turística croata de Istria. Además de Polonia y Croacia la
iniciativa incluye Hungría, Rep. Checa, Eslovaquia, Rumania, Bulgaria, Estonia,
Letonia, Lituania, Eslovenia y Austria, casi todos que en la actualidad
dependen del gas natural ruso.
El Consejo Atlántico, el centro de estudios con base en
Washington y que dirige de facto la estrategia de la OTAN, es el impulsor público
de la Iniciativa Tres Mares para tratar de sacar el gas ruso de los países
ex-comunistas de Europa Central y
Oriental. Irónicamente, Alemania y otros países occidentales de la UE
respaldan la Nord Stream 2 de Gazprom ya en construcción, poniéndolos en
conflicto con la Iniciativa Tres Mares de Polonia.
En Mayo el Consejo Atlántico sostuvo una conferencia en
Washington sobre la estrategia Tres Mares. El ex director de Seguridad Nacional
de Obama, el Gral. James Jones, dio un discurso clave en el que enfatizó la
importancia estratégica de que la administración Trump respalde la Iniciativa
Tres Mares sobre la “independencia” energética del gas ruso. En sus
observaciones Jones declaró que el propósito de la Iniciativa es reducir o
eliminar la “mano fuerte del Kremlin” en el sector energético europeo. El discurso
de Trump del 06-Jul a la Iniciativa Tres Mares en Varsovia podría haber sido
escrito, y quizá lo fue, por el propio Gral. Jones. Las directivas geopolíticas
estratégicas de Washington no son escritas por los presidentes, al menos no
desde el asesinato de JFK por la CIA en Noviembre de 1963. El convertir a
Polonia junto con Croacia en un centro
energético para importar el muy costoso gas licuado de USA es una estrategia
geopolítica de Washington contra Rusia.
Nuevas Líneas de Fractura en la UE
Además de poner en la mira la influencia energética de Rusia
en los estados del centro y este de Europa de la UE, la política de Trump sobre
el GNL para Polonia y potencialmente para Croacia está dirigida a golpear la
influencia dominante de Alemania y Francia en los asuntos de la UE. Las más
recientes sanciones económicas del senado de USA contra Rusia apuntan directo a
las compañías involucradas en espaldar la expansión del gasoducto germano-ruso
Nord Stream 2 independiente del tránsito polaco. Si son aprobadas por la Cámara
de Representantes y firmadas por Trump, impondrían severas sanciones económicas
sobre la compañías de la UE involucradas en proyectos energéticos con Rusia,
tales como el Nord Stream 2 [Oiga apá, y la “mano
invisible” de la que hablaba Adam Smith, ¿ónde quedó?].
Los gobiernos de Alemania y Austria inmediatamente externaron
su vehemente oposición a las más recientes sanciones de USA por obvias razones.
El 15-Jun los ministros de Rel. Exteriores alemán y austríaco emitieron una
declaración conjunta desusualmente crítica de USA. Declararon en términos muy
fuertes, “El abasteci- miento energético de Europa es una cuestión europea, no
de USA. No podemos aceptar… la amenaza de ilegales sanciones extraterritoriales
contra compañías europeas que participan en el desarrollo del abastecimiento
energético europeo”. Austria boicoteó la aparición de Trump de Julio 06 ante la
Iniciativa Tres Mares. [Las élites europeas han estado
colaborando con USA en tanto los costos iban para la población europea en
general; el intento de multar directamente a las empresas europeas involucradas
en la Nord Stream 2 constituye indudablemente un torpe in-tento de
extraterritorialidad que, como otros intentos (recordemos el pretendido bloqueo
al petróleo iraní o el recientísimo bloqueo a Qatar) resultarán absolutamen- te
contraproducentes para sus promotores].
Lo que está ocurriendo son nuevas e importantes líneas de
fractura en la UE alrededor de la línea vital de la energía, explícitamente en
la energía del gas natural. De un lado está el eje especialmente Alemania pero
también Austria, Francia y otros estados de la UE actualmente vinculados a los
importantes abastecimientos de gas ruso. Ahora emerge claramente el eje opuesto
de Polonia aliada con Washington. Cómo se desarrolle esto en los próximos meses
o años tendrá grandes implicaciones para la guerra y la paz no solamente en
Europa.
El Nuevo ‘Gran Juego del Gas’ de Washington
Una característica del Estado Profundo de Washington es que
su imaginación estratégica está limitada a lo que parece funcionar para ellos
desde hace más o menos un siglo hasta recientemente, es decir el control de la
energía. En los años pasados, además de las incontables guerras del Pentágono
para el control del petróleo tales como la ocupación de Iraq en 2003 y la
destrucción de Libia en 2011, la guerra dirigida por USA contra Bashar al-Assad
hasta hoy, fundamentalmente es una guerra para el control de la energía,
específicamente la energía del gas natural.
Si vemos los a menudo confusos objetivos de política de la
administración Trump a través del prisma especial del dominio global del gas
natural y la negativa estratégica de lo mismo para otros rivales, una clara
estrategia llega a ser visible. Un concepto clave de la estrategia Trump es el
intento de hacer de Polonia un centro de distribución europeo para el gas de
esquisto de USA vía el apoyo a la Iniciativa Tres Mares.
Un segundo concepto clave de la nueva estrategia de
Washington es sabotear una emergente alianza sobre el gas natural de
Qatar-Irán-Siria-Turquía para traer las mayores reservas de gas natural del
mundo en el campo gasífero conjunto del Golfo Pérsico que se ubica en las aguas
territoriales iraníes-qataríes.
Ese sabotaje fue lanzado por Arabia Saudita y Washington
durante la reciente visita de Trump a Riyad donde, entre otros asuntos, Trump
alentó una “OTAN árabe” sunnita, conducida por los saudíes. El resultado fueron
las extrañas sanciones contra Qatar por los vínculos con Irán y el apoyo al
terrorismo de la Hermandad Musulmana. Extrañas porque como la mayoría del mundo
sabe, Arabia Saudita es hoy el principal patrocinador y financiador del
terrorismo en el mundo junto con Washington y lo ha sido al menos desde el
apoyo a Osama bin Laden y sus mujahidines de Al Qaeda en Afghanistán después de
1979. Hasta hace poco cuando se dieron cuenta que ganar la guerra en Siria era
imposible, Qatar tenía sus manos sucias con la ayuda a los terroristas en
Siria. Aparentemente eso era entonces. En realidad, el bloqueo de Qatar por los
saudíes no se dirige a detener a los terroristas radicales. Se dirige a
mantener a iraníes, qataríes y potencialmente al gas sirio fuera del mercado
europeo del gas, potencialmente el mayor consumidor mundial de gas en los años
venideros.
Agréguese a estos dos elementos clave de la guerra gasífera
de USA el reciente intento de seducir a China para llegar a ser dependiente de
las importaciones estadounidenses de gas de esquisto. Un resultado de la
reunión de Abril en Mar-a-Lago entre Trump y el presidente chino Xi Jinping fue
el anuncio del Depto de Comercio de USA de que apoyará y facilitará la
exportación de gas de esquisto en forma de GNL a China. Ésta actualmente es el
mayor importador de gas natural de Qatar y está a punto de llegar a ser un
importador principal de gas de Rusia cuando el gran gasoducto Poder de Siberia
hacia China inicie operaciones en 2019. Washington está jugando con el
comprensible deseo de China de tener diferentes proveedores de gas y reducir
dramáticamente su dependencia energética del carbón.
El Error Fatal
Hay un error fatal en la nueva estrategia geopolítica de
guerras gasíferas de Washington. Pese al hecho de que hay otros 12 puertos de
GNL en construcción a lo largo de la costa este de USA y en el Golfo de México,
la confiabilidad de los abastecimientos de gas de esquisto de USA en el largo
plazo es altamente dudosa.
Mucho se ha escrito acerca del enorme daño ambiental del
‘fracking’ hidráulico requerido para inducir sísmicamente la liberación del gas
de esquisto de las formaciones rocosas de esquisto de baja permeabilidad. La
lista incluye una alta demanda de agua dulce, hasta 37,850m3 por
pozo. Incluye la producción de grandes cantidades de aguas residuales altamente
tóxicas, terremotos inducidos, emisiones de gas invernadero y contaminación de
aguas subterráneas.
Para sacarle la vuelta a estos problemas que en muchos
estados violan las leyes de Agua Limpia, Scott Pruitt, el jefe de la
Administración de Protección Ambiental de Trump responsable de hacer cumplir el
Acta de Agua Limpia, ha indicado que favorece el levantamiento de muchas
restricciones ambientales sobre el fracking del gas de esquisto para elevar la
producción de gas. Eso representaría gigantescas necesidades hidráulicas a
través de USA de Pennsylvania a Texas a Dakota del Norte. También representaría
un salto considerable en la contaminación tóxica de aguas subterráneas.
Sin embargo, el mayor error fatal en el plan Trump de
dominio de exportación de gas de esquisto de USA es la estabilidad de la
producción misma del gas de esquisto. Porque debido a la desusual geología del
gas de esquisto, la producción de un pozo tiene una tasa de inicio
relativamente alta. Pero, como repetidas pruebas lo han mostrado, los pozos de
gas de esquisto experimentan una declinación hiperbólica en el volumen luego de
4-5 años. Las pruebas indican que el volumen de gas puede bajar hasta 80% luego
de 7-8 años. Esto significa que tal vez el 80% de la utilidad del pozo venga
solamente en los primeros 5-7 años antes de caer dramáticamente. Esto significa
que para continuar manteniendo los niveles de producción de gas bastantes más pozos
tendrán que ser perforados a un mucho mayor costo en términos de precio del gas
para los usuarios finales así como los costos para el ambiente.
Hasta ahora los perforadores de gas de esquisto se han
enfocado a los denominados “sitios dulces” tales como la Cuenca Pérmica de
Texas Occidental donde grandes volúmenes de gas pueden generar grandes
beneficios. El exceso de gas de esquisto dentro de USA está siendo aliviado por
una reciente ley que permite las exportaciones de gas y petróleo por primera
vez desde la crisis energética de los 1970s. Sin embargo en meses recientes han
emergido signos alarmantes de un tipo de “máximo” en los actuales niveles de
inversión en el gas de esquisto.
De acuerdo al número de Junio 16 del boletín informativo
OilPrice.com de la industria energética, la producción de petróleo de esquisto
en la muy activa Cuenca Pérmica de Texas quizá ya comenzó a declinar. Eso
significa que la producción de gas pronto seguirá. OilPrice.com en su reporte a
suscriptores declara, “La Cuenca Pérmica también ha visto su productividad
toparse en un muro de ladrillo, con la producción de nuevos pozos declinando
cada mes en este año. Los extraordinarios incrementos en la productividad
vinieron a detenerse en 2016. En Agosto de 2016, la torre de perforación
promedio podía producir justo arriba de 700 barriles/día en un nuevo pozo. Esa
cifra ha caído a un estimado de 602 barriles/día a Julio de 2017. La caída en
la productividad sugiere que los lugares más dulces ya han sido tomados, y que
si la industria quiere producir más, tendrá que gastar más y perforar en áreas
marginales”.
Éste es el error fatal que todos están ignorando,
especialmente Polonia con la seducción del gas de esquisto de USA.
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