jueves, 26 de diciembre de 2024

Una cartita a Santa Claus


 Qué aflige a Usa — y cómo arreglarlo

Por Jeffrey D. Sachs                                                                                 30-Nov-24

FUENTE: https://strategic-culture.su/news/2024/11/30/jeffrey-sachs-what-ails-america-and-how-fix-it/

 

 

El texto [en rojo] NO viene  en el original y fue agregado por el equipo de traducción. Igualmente lo destacado en amarillo aparece como texto simple en el original.

 


 

USA es un país con indudables fortalezas (tecnológicas, económicas y culturales), pero su gobierno está fallando profundamente a sus propios ciudadanos y al mundo. La victoria de Trump es muy fácil de entender: fue un voto contra el status quo. Queda por ver si Trump solucionará (o incluso intentará solucionar) lo que realmente aflige a USA.

 

El rechazo del electorado estadounidense al status quo es abrumador. Según Gallup, en octubre de 2024, el 52% de los estadounidenses dijo que ellos y sus familias estaban peor que hace cuatro años, mientras que solo el 39% dijo que estaban mejor y el 9% dijo que estaban más o menos igual. Una encuesta nacional de noticias de la NBC en septiembre de 2024 encontró que el 65% de los estadounidenses dijo que el país está en el camino equivocado, mientras que solo el 25% dijo que está en el camino correcto. En marzo de 2024, según Gallup, solo el 33% de los estadounidenses aprobó la gestión de Joe Biden en asuntos exteriores.

En el centro de la crisis estadounidense se encuentra un sistema político que no representa los verdaderos intereses del votante estadounidense medio. El sistema político fue hackeado por el gran dinero hace décadas, especialmente cuando la Corte Suprema de USA abrió las compuertas a las contribuciones ilimitadas a las campañas. Desde entonces, la política estadounidense se ha convertido en un juguete de donantes súper ricos y grupos de presión con intereses particulares, que financian campañas electorales a cambio de políticas que favorecen intereses creados en lugar del bien común.

Dos grupos son dueños del Congreso y la Casa Blanca: los individuos súper ricos y los grupos de presión que defienden un solo tema [aunque a menudo son el mismo grupo].

El mundo observó boquiabierto cómo Elon Musk, la persona más rica del mundo (y sí, un empresario e inventor brillante), desempeñó un papel único al respaldar la victoria electoral de Trump, tanto a través de su enorme influencia mediática como de su financiación. Innumerables otros multimillonarios contribuyeron a la victoria de Trump.

Muchos (aunque no todos) de los donantes súper ricos buscan favores especiales del sistema político para sus empresas o inversiones, y la mayoría de esos favores deseados serán entregados debidamente por el Congreso, la Casa Blanca y las agencias reguladoras a cargo de la nueva administración. Muchos de estos donantes también presionan para que se cumpla un objetivo general: más recortes de impuestos sobre la renta corporativa y las ganancias de capital.

Me apresuraría a añadir que muchos donantes empresariales están abiertamente del lado de la paz y la cooperación con China, por considerarlas muy sensatas tanto para los negocios como para la humanidad. Los líderes empresariales en general quieren paz y rentas, mientras que los ideólogos enloquecidos quieren la hegemonía a través de la guerra.

Habría habido muy poca diferencia en todo esto con una victoria de Harris. Los demócratas tienen su propia lista larga de los superricos que financiaron las campañas presidenciales y congresuales del partido. Muchos de esos donantes también habrían exigido y recibido favores especiales.

El Congreso ha otorgado puntualmente exenciones fiscales sobre los ingresos del capital durante décadas, sin importar su impacto en el creciente déficit federal, que ahora se sitúa en casi el 7% del PIB, y sin importar que el ingreso nacional estadounidense antes de impuestos en las últimas décadas se haya desplazado poderosamente hacia los ingresos del capital y se haya alejado de los ingresos del trabajo. Si se mide con un indicador básico, la proporción de los ingresos del trabajo en el PIB ha disminuido alrededor de 7 puntos porcentuales desde el final de la Segunda Guerra Mundial. A medida que los ingresos han pasado del trabajo al capital, el mercado de valores (y la súper riqueza) se han disparado, y la valoración general del mercado de valores ha aumentado del 55% del PIB en 1985 al 200% del PIB hoy.

El segundo grupo que ejerce su influencia sobre Washington son los lobbies que se centran en un solo tema. Entre estos poderosos lobbies se encuentran el complejo militar-industrial, Wall Street, las grandes compañías petroleras, la industria de las armas, las grandes farmacéuticas, las grandes empresas agrícolas y el lobby israelí [que sistemáticamente se ha negado a registrarse como agente de un gobierno extranjero]. La política estadounidense está bien organizada para atender a estos intereses especiales. Cada lobby compra [¿sinceridad/cinismo, o ambos?] el apoyo de comités específicos del Congreso [casualmente, los vendedores] y de líderes nacionales seleccionados para ganar el control de las políticas públicas.

Los beneficios económicos de la presión ejercida por intereses especiales suelen ser enormes: cien mdd de financiación de campañas por parte de un grupo de lobby pueden generar cien mil mdd en desembolsos federales y/o exenciones fiscales. Ésta es la lección, por ejemplo, del lobby israelí, que gasta unos pocos cientos de mdd en contribuciones de campaña y obtiene decenas de miles de mdd en apoyo militar y económico para Israel.

Estos lobbies de intereses especiales no dependen de la opinión pública ni les importa mucho. Las encuestas de opinión muestran regularmente que el público quiere control de armas, precios más bajos de los medicamentos, el fin de los rescates de Wall Street, energía renovable y paz en Ucrania y Oriente Medio. En cambio, los grupos de presión se aseguran de que el Congreso y la Casa Blanca proporcionen un acceso fácil y continuo a pistolas y armas de asalto, precios astronómicos de los medicamentos, mimos a Wall Street, más perforaciones petroleras y de gas, armas para Ucrania y guerras en nombre de Israel.

Estos poderosos grupos de presión son conspiraciones impulsadas por el dinero contra el bien común. Recuerde la famosa frase de Adam Smith en La Riqueza de las Naciones (1776):

“La gente del mismo oficio rara vez se reúne, incluso por alegría o diversión, sin que la conversación termine en una conspiración contra el público o en algún plan para aumentar los precios”.

Los dos grupos de presión más peligrosos son el complejo militar-industrial (como Eisenhower nos advirtió [hipócrita y] célebremente en 1961) y el lobby de Israel (como se detalla en un nuevo y deslumbrante libro del historiador Ilan Pappé [Lobbying for Zionism on Both Sides of the Atlantic, sin olvidar el de Mearsheim y Walt, El Lobby Israelí]). Su peligro especial es que siguen llevándonos a la guerra y acercándonos al Armagedón nuclear. La temeraria decisión reciente de Biden de permitir ataques con misiles estadounidenses en el interior de Rusia, defendida desde hace tiempo por el complejo militar-industrial, es un buen ejemplo de ello.

El complejo militar-industrial aspira a un “dominio de espectro completo” de USA. Sus supuestas soluciones a los problemas mundiales son guerras y más guerras, junto con operaciones encubiertas de cambio de régimen, sanciones económicas unilaterales, guerras de información estadounidenses, revoluciones de colores (lideradas por la Fundación Nacional para la Democracia) y acoso en materia de política exterior. Por supuesto, éstas no han sido soluciones en absoluto. Estas acciones, en flagrante violación del derecho internacional, han aumentado drásticamente la inseguridad estadounidense.

El complejo militar-industrial (CMI) arrastró a Ucrania a una guerra sin esperanza con Rusia al prometerle la membresía en la OTAN a pesar de la ferviente oposición de Rusia, y al conspirar para derrocar al gobierno de Ucrania en febrero de 2014 porque buscaba la neutralidad en lugar de la membresía en la OTAN.

El complejo militar-industrial está promoviendo actualmente —en forma increíble [y demencial]— una futura guerra con China. Esto, por supuesto, implicará una enorme y lucrativa acumulación de armas, el objetivo del complejo militar-industrial, pero también amenazará con una Tercera Guerra Mundial o una catastrófica derrota de USA en otra guerra asiática.

Mientras que el complejo militar-industrial ha avivado la ampliación de la OTAN y los conflictos con Rusia y China, el lobby israelí ha avivado las guerras en serie de USA en Oriente Medio. Benjamin Netanyahu de Israel, más que cualquier presidente estadounidense, ha sido el principal promotor del respaldo de USA a guerras desastrosas [pero sin asumir la responsabilidad correspondiente] en Irak, Líbano, Libia, Somalia, Sudán y Siria.

El objetivo de Netanyahu es conservar la tierra que Israel conquistó en la guerra de 1967, creando lo que se llama el Gran Israel, e impedir un Estado palestino. Esta política expansionista, en contravención del derecho internacional, ha dado lugar a grupos militantes propalestinos como Hamás, Hezbolá y los hutíes. La política de larga data de Netanyahu es que USA derroque o ayude a derrocar a los gobiernos que apoyan a estos grupos de resistencia.

Increíblemente, los neoconservadores de Washington y el lobby israelí unieron sus fuerzas para llevar a cabo el desastroso plan de Netanyahu de guerras en todo Oriente Medio. Netanyahu fue uno de los principales promotores de la guerra en Irak. El ex comandante de la Marina Dennis Fritz ha descrito recientemente en detalle el importante papel del lobby israelí en esa guerra. Ilan Pappé ha hecho lo mismo. De hecho, el lobby israelí ha apoyado guerras lideradas o respaldadas por USA en todo Oriente Medio, dejando a los países afectados en ruinas y al presupuesto estadounidense profundamente endeudado.

Mientras tanto, las guerras y los recortes de impuestos para los ricos no han ofrecido soluciones para las dificultades de la clase trabajadora estadounidense. Como en otros países de altos ingresos, el empleo en la industria manufacturera estadounidense cayó drásticamente a partir de los años 1980 en adelante, a medida que los trabajadores de las líneas de montaje fueron reemplazados cada vez más por robots y "sistemas inteligentes". La disminución de la participación del trabajo en el valor en USA ha sido significativa y, una vez más, ha sido un fenómeno compartido con otros países de altos ingresos.

Sin embargo, los trabajadores estadounidenses se han visto especialmente afectados. Además de las tendencias tecnológicas globales subyacentes que afectan los empleos y los salarios, los trabajadores estadounidenses han sido golpeados por décadas de políticas antisindicales, costos de matrícula y atención médica en aumento y otras medidas antiobreras. En los países de altos ingresos del norte de Europa, el “consumo social” (atención médica, matrícula, vivienda y otros servicios públicos financiados) y los altos niveles de sindicalización han mantenido niveles de vida decentes para los trabajadores. No así en USA.

Pero no fue el final. El aumento de los costos de la atención médica, impulsado por las aseguradoras privadas, y la ausencia de financiamiento público suficiente para la educación superior y las opciones en línea de bajo costo, crearon un movimiento de pinza que presionó a la clase trabajadora entre salarios en caída o estancados por un lado y costos crecientes de la educación y la atención médica por el otro. Ni los demócratas ni los republicanos hicieron mucho para ayudar a los trabajadores.

La base de votantes de Trump es la clase trabajadora, pero su base de donantes son los superricos y los lobbies [bastante significativo, ¿no creen]. Entonces, ¿qué sucederá a continuación? ¿Más de lo mismo (guerras y recortes de impuestos) o algo nuevo y real para los votantes [por favor, no seas iluso]?

La supuesta respuesta de Trump es una guerra comercial con China y la deportación de trabajadores extranjeros ilegales, combinada con más recortes de impuestos para los ricos. En otras palabras, en lugar de enfrentar los desafíos estructurales de garantizar niveles de vida decentes para todos y afrontar abiertamente el asombroso déficit presupuestario, las respuestas de Trump durante la campaña electoral y en su primer mandato fueron culpar a China y a los inmigrantes por los bajos salarios de la clase trabajadora y el derroche de gastos como causantes del déficit [además de su chupaleta de etiquetar los déficits comerciales (causados por los propios consumidores de USA) como “subsidios” a los países con superávit].

Esto ha tenido buenos resultados electorales en 2016 y 2024, pero no dará los resultados prometidos para los trabajadores a largo plazo. Los empleos manufactureros no volverán en grandes cantidades desde China, ya que nunca fueron [claro que no fueron; los llevaron] en grandes cantidades a China. Las deportaciones tampoco harán mucho por mejorar el nivel de vida del estadounidense promedio.

Esto no quiere decir que falten soluciones reales. Están a la vista de todos, si Trump decide adoptarlas, por encima de los intereses de clase y de los grupos de interés de sus partidarios. Si Trump opta por soluciones reales, logrará un legado político sorprendentemente positivo para las próximas décadas.

La primera es enfrentarse al complejo militar-industrial. Trump puede poner fin a la guerra en Ucrania diciéndole al presidente Putin y al mundo que la OTAN nunca se expandirá a Ucrania. Puede poner fin al riesgo de guerra con China dejando en claro que USA respeta la política de una sola China y, como tal, no interferirá en los asuntos internos de China enviando armamentos a Taiwán a pesar de las objeciones de Beijin y no apoyará ningún intento de Taiwán de separarse.

La segunda es enfrentarse al lobby israelí diciéndole a Netanyahu que USA ya no luchará en las guerras de Israel y que Israel debe aceptar un Estado de Palestina que viva en paz junto a Israel, como pide toda la comunidad mundial. Éste es, en efecto, el único camino posible hacia la paz para Israel y Palestina, y, de hecho, para Oriente Medio.

El tercero es cerrar el déficit presupuestario, en parte mediante la reducción del gasto innecesario (en particular, en guerras, cientos de bases militares inútiles en el extranjero y los precios altísimos que el gobierno paga por los medicamentos y la atención sanitaria) y en parte mediante el aumento de los ingresos públicos. Simplemente aplicando impuestos en los libros mediante medidas enérgicas contra la evasión fiscal ilegal se habrían recaudado 625,000 mdd en 2021, alrededor del 2.6% del PIB. Se debería recaudar más mediante la imposición de impuestos a las rentas de capital en aumento.

El cuarto es una política de innovación (también conocida como política industrial) que sirva al bien común. Elon Musk y sus amigos de Silicon Valley han tenido éxito en la innovación más allá de las expectativas más descabelladas. Todo el reconocimiento a Silicon Valley por traernos la era digital. La capacidad de innovación de USA es enorme y sólida y es la envidia del mundo.

El desafío ahora es la innovación ¿para qué? Musk tiene la vista puesta en Marte y más allá. Es fascinante, pero hay miles de millones de personas en la Tierra a las que la revolución digital puede y debe ayudar en el aquí y ahora. Un objetivo central de la política industrial de Trump debería ser garantizar que la innovación sirva al bien común, incluidos los pobres, la clase trabajadora y el medio ambiente natural. Los objetivos de nuestra nación deben ir más allá de la riqueza y los sistemas de armas.

Como Musk y sus colegas saben mejor que nadie, la nueva IA y las tecnologías digitales pueden marcar el comienzo de una era de energía de bajo costo y cero emisiones de carbono; atención médica de bajo costo; educación superior de bajo costo; movilidad impulsada por electricidad de bajo costo; y otras eficiencias habilitadas por la IA que pueden aumentar los estándares de vida reales de todos los trabajadores [efectivamente “pueden”, pero más probablemente aumentarán la brecha entre ricos y pobres]. En el proceso, la innovación debería fomentar empleos sindicalizados de alta calidad [esto es un non sequitur, ¿hay sindicatos de científicos o de altos directivos?] , no el empleo temporal que ha hecho que los niveles de vida se desplomen y la inseguridad de los trabajadores se dispare.

Trump y los republicanos se han resistido a estas tecnologías en el pasado. En su primer mandato, Trump dejó que China tomara la delantera en estas tecnologías prácticamente en todos los ámbitos. Nuestro objetivo no es detener las innovaciones de China, sino estimular las nuestras. De hecho, como Silicon Valley entiende y Washington no, China ha sido y debería seguir siendo socio de USA en el ecosistema de innovación. Las instalaciones de fabricación altamente eficientes y de bajo costo de China, como la Gigafábrica de Tesla en Shanghai, ponen las innovaciones de Silicon Valley en uso en todo el mundo… cuando USA [está pensando en] intenta[rlo].

Estos cuatro pasos están al alcance de Trump y justificarían su triunfo electoral y asegurarían su legado para las próximas décadas. No espero con ansias que Washington adopte estas sencillas medidas. La política estadounidense ha estado podrida durante demasiado tiempo como para ser realmente optimista en ese sentido, pero estos cuatro pasos son alcanzables y beneficiarían enormemente no solo a los líderes tecnológicos y financieros que respaldaron la campaña de Trump, sino también a la generación de trabajadores y hogares descontentos cuyos votos llevaron a Trump de nuevo a la Casa Blanca [el problema es que las élites globalistas están empeñadas en un nuevo tecnofeudalismo que incluye una drástica reducción demográfica].

jueves, 19 de diciembre de 2024

Erdogan quiere ser sultán

Turquía-BRICS: Entre la membresía y la asociación

Por Alexandr Svaranc                                                                               29-Oct-24

FUENTE: https://journal-neo.su/2024/10/29/turkiye-brics-between-membership-and-partnership/

 

El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción. Igualmente lo destacado en amarillo aparece como texto simple en el original.

 Эрдоган заявил, что сотрудничество с БРИКС в интересах Турции | Новости  Беларуси|БелТА

La 16ª reunión de los jefes de estado de los BRICS en Kazán del 22-24 de Octubre fue un gran evento internacional, en el cuál los representantes de 36 naciones y 6 organizaciones internacio-nales estuvieron presentes. Turquía ha presentado una solicitud para unirse.

 

¿Por qué los BRICS le interesan a Turquía?

Los BRICS no pretenden sustituir a las instituciones intergubernamentales conocidas y universalmente reconocidas (en particular, la ONU), pero su formación y posterior desarrollo sirven como prueba de las transformaciones objetivas en el sistema de relaciones internacionales en lo que respecta a la formación de un orden mundial más justo. De hecho, los BRICS son el contorno de la formación de un mundo multipolar en el que se integran diferentes polos y vectores de desarrollo. Fue precisamente este logro principal del nuevo orden mundial emergente lo que se ilustró en la cumbre de los BRICS en Kazán.

Turquía está objetivamente interesada en la creación de un mundo multipolar, reduciendo la dependencia económica y militar de Occidente, liderado por USA.

Turquía se posiciona como líder del mundo turco. A principios del siglo XX, Ankara hizo mucho por sentar las bases de la integración cultural, económica, energética, de transporte, de comunicaciones y política de los estados turcos. En el plano institucional, en 1992 se creó la Agencia Turca de Cooperación y Coordinación (TIKA), que se ocupa principalmente de los países turcos. En 2009, la TIKA allanó el camino para la creación de una organización intergubernamental, el Consejo de Cooperación de los Estados de Habla Turca (Consejo Turco), que más tarde se transformó en la Organización de los Estados Turcos (OTS).

Turquía lleva a cabo una activa labor política, se esfuerza por cooperar militar y técnicamente con los países de la CEI y aspira a la implementación de nuevos y ambiciosos proyectos geoeconómicos para el acceso a gran escala a los recursos naturales más ricos de la región de Asia Central.

Turquía no puede hacer frente a esta perspectiva en el contexto de un mundo unipolar y de la hegemonía estadounidense, sino en el de desarrollar vínculos mutuamente beneficiosos con otros actores globales clave como Rusia, China, India, la UE, etc.

En el marco de unas relaciones efectivas con los BRICS, Turquía obtiene condiciones de desarrollo más significativas y favorables, teniendo en cuenta las materias primas, el potencial demográfico, geográfico y tecnológico y las condiciones de los países BRICS. Además, Turquía mantiene activamente vínculos económicos mutuamente beneficiosos con cada uno de los miembros clave de los BRICS, por ejemplo, con Rusia y China.

No es casualidad que la política pragmática del presidente Recep Erdoğan abogue por el desarrollo de relaciones efectivas con los BRICS, que incluyen a los vecinos clave más cercanos de Turquía en Oriente Medio. La adhesión de Turquía a la alianza le permitirá aumentar su autoridad en la resolución de conflictos regionales en Oriente Medio. En la declaración final de la cumbre de los BRICS celebrada en Kazán se defendió la solución pacífica de la crisis entre Israel y Palestina mediante el reconocimiento de la independencia palestina dentro de las fronteras de 1967, una idea que Turquía promueve activamente.

 

La integración de Turquía en los BRICS: ¿membresía o asociación?

El presidente turco, Erdoğan, realizó una visita oficial a Rusia el 23 de octubre y participó en la cumbre de los BRICS. La reunión y las negociaciones entre Erdoğan y Putin, como en las anteriores, tuvieron un carácter amistoso; las partes discutieron una amplia gama de cuestiones de las relaciones bilaterales y la seguridad regional. El líder turco calificó las relaciones con Rusia de multifacéticas y una vez más prometió acelerar la implementación del proyecto del centro de distribución de gas, liquidar los pagos bancarios e intensificar los vínculos comerciales y económicos.

Naturalmente, el tema de los BRICS ha estado en el centro de las negociaciones, ya que Ankara acoge favorablemente la asociación económica más eficaz e intensa en beneficio de su país. Sin embargo, la respuesta positiva de la cumbre de los BRICS a la solicitud turca no ha llevado todavía a Turquía a la adhesión a la alianza.

Los BRICS son una institución colectiva y cada miembro de la asociación puede tener sus propias opiniones sobre la cuestión de la ampliación. Además, como señaló el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, a la agencia de noticias IRNA, los jefes de Estado de los BRICS han decidido no ampliar todavía el número de miembros de la asociación y, en su lugar, seguir el camino del desarrollo de la asociación [muy comprensible luego de la pifia de anunciar la membresía de Argentina a partir del 01-Ene-24, seguida por el rechazo de Javier Milei, nuevo presidente argentino].

En vísperas de la cumbre de los BRICS en Kazán, el ministro de Asuntos Exteriores turco, Hakan Fidan [exdirector de la Agencia de Inteligencia Turca], dijo en una entrevista con el canal de televisión Haber Global: “Ya hemos expresado nuestro interés por los BRICS… Estamos siguiendo de cerca el proceso y manteniendo contactos con ellos. También estamos estudiando cuál será la estrategia de crecimiento… En un momento en que se están ampliando las asociaciones económicas, el interés por los BRICS está creciendo. Juntos veremos cómo los BRICS se enfrentarán a esto”. Al mismo tiempo, Fidan considera que el mecanismo de admisión de nuevos miembros en el BRICS es “condicional”. “Se hace una declaración de intenciones. Después… se te invita a convertirte en un estado socio o en un estado miembro de la organización y luego se toma una decisión”, subrayó el ministro de Asuntos Exteriores turco.

De esto se desprende claramente que Turquía aún no está dispuesta a reclamar el estatus de miembro del BRICS, pero espera una cooperación amplia y eficaz. Esta última está determinada por las preocupaciones de Ankara sobre las posibles consecuencias adversas de USA y la UE.

El volumen de comercio exterior de Turquía con la UE es del 60%. Ankara está interesada en fortalecer su pertenencia a la OTAN y ampliar la cooperación técnico-militar. Así, las conversaciones entre el presidente turco, R. Erdoğan, y el canciller alemán, O. Scholz, en Estambul en octubre de este año mostraron que Ankara y Berlín tienen la intención de aumentar el volumen de comercio de 50,000 mdd a 60,000 mdd, y en septiembre Alemania levantó el embargo de armas a Turquía.

En la reunión de Estambul también se aclaró la cuestión de la posible compra por parte de Turquía de los cazas Eurofighter Typhoon por valor de 5,600 mdd. Como es sabido, Turquía recibió la aprobación de Londres para este acuerdo, pero Berlín no opina lo mismo. Según Middle East Eye, Alemania exige a Turquía garantías escritas de que los cazas Eurofighter Typhoon no se utilizarán contra Grecia. Mientras tanto, Turquía ha aumentado su presupuesto militar para 2025 a un récord de 47,000 mdd, lo que indica indirectamente que se ha alcanzado un acuerdo militar.

Según algunos expertos turcos, los BRICS pueden convertirse en una alternativa a la UE. Así, el columnista del periódico 'Türkiye' Necmettin Batirel cree que la adhesión de Ankara a los BRICS puede ser una señal para Europa, que lleva mucho tiempo posponiendo la adhesión de Turquía a la UE.

Sin embargo, Ankara no es lo suficientemente valiente frente a Occidente. Quiere elegir el camino fácil: no estar vinculada a la pertenencia a los BRICS, pero tener más beneficios económicos.

Además, varios miembros del BRICS siguen teniendo problemas con Turquía. Por ejemplo, los Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Rusia no están satisfechos con la política turca en relación con Libia, donde Ankara ha comenzado a apoyar a las fuerzas proamericanas. Rusia sigue teniendo dudas con respecto a Turquía sobre el tema de la congelación de los pagos bancarios bajo la presión del sistema financiero estadounidense, aunque las empresas turcas (sobre todo las del sector de la construcción) obtienen miles de mdd en beneficios en el mercado ruso.

Es evidente que el rumbo pragmático [más bien oportunista] de Turquía seguirá la política de equilibrio entre Oriente y Occidente. ¿Fue la pertenencia de Turquía a la OTAN la razón de su no admisión en el BRICS? Lo más probable es que no, ya que Ankara se distingue por una cierta independencia y a los miembros individuales del BRICS les interesa la fragmentación de la propia alianza [¿quién y cuándo lo dijo?].

 

 

jueves, 12 de diciembre de 2024

El miedo no anda en burro

Trump puede ser alcanzado por un misil Oreshnik en Ucrania incluso antes de llegar a China

Por Pepe Escobar                                                                                      27-Nov-24

FUENTE: https://strategic-culture.su/news/2024/11/27/trump-may-be-oreshniked-on-ukraine-even-before-he-gets-china/

 

 

El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción. Igualmente lo destacado en amarillo aparece como texto simple en el original.

 



Ahora que Oreshnik entra en escena, en todas partes donde el Hegemón intente acosar a China, también tendrá que enfrentarse a Rusia.

 

En lo que respecta al armamento ruso de última generación, lo que el inestimable Ray McGovern define como el MICIMATT [The Military-Industrial-Congressional-Intelligence- Media-Academia-Think-Tank=El Complejo militar, congresional, de inteligencia, mediático, académico y de centros de análisis] —todo el complejo hegemónico— parece vivir en un estupor perpetuo.

No tenían ni idea de Kalibr, Sarmat, Khinzal, Zircon o Avangard antes de que los presentaran. No tenían ni idea de Oreshnik (“Avellana”) antes de la advertencia protocolaria de los rusos de 30 minutos, que anunciaba que se avecinaba una prueba de misiles, y que no era nuclear. Los estadounidenses asumieron que sería simplemente otra prueba de misiles balísticos, como las que se realizan rutinariamente cerca del Ártico.

Incluso el presidente Putin no sabía que Oreshnik estaba listo para su primer plano hasta el último minuto [esto resulta difícil de creer]. Y el portavoz del Kremlin, Peskov, confirmó que solo un círculo ultra-enrarecido sabía que Oreshnik existía.

En pocas palabras: el MICIMATT sólo ve lo que Rusia decide y quiere mostrar. Digamos que es un voto de secreto a prueba de fugas que permea el complejo militar ruso, que, por cierto, es una enorme empresa estatal nacionalizada con unos pocos componentes privados.

Y eso ofrece al gobierno ruso, en la práctica, mejor ingeniería, mejor física, mejores matemáticas y mejores resultados prácticos finales que cualquier otra cosa en el engreído Occidente colectivo.

Oreshnik —un sistema de armas cinéticas— es un punto de inflexión certificado en lo que se refiere a tecnología militar y guerra en más de un sentido: en realidad, en varios. La física simple nos dice que al combinar suficiente fuerza cinética y masa, se garantiza una devastación total, comparable a la de un arma nuclear de potencia baja o media. Con el beneficio adicional de no producir radiación.

El Oreshnik es un misil balístico de alcance intermedio (IRBM, por sus siglas en inglés), que Rusia estaba desarrollando (junto con otros sistemas) incluso antes de que Trump 1.0 retirara a USA del tratado INF en 2019.

Algunos análisis concisos han señalado cómo se puede incorporar el Oreshnik a misiles no nucleares intercontinentales (la cursiva es mía). Los rusos están siendo muy diplomáticos, sin enfatizar que si se lanza el Oreshnik desde el Lejano Oriente ruso, puede alcanzar fácilmente la mayoría de las latitudes de USA.

Además, la aplicación de la tecnología del Oreshnik a los misiles tácticos (Putin dijo a fines de la semana pasada que esto ya está sucediendo) también cambia todo el dominio táctico.

La nueva jugada en la ciudad es que Rusia es capaz de lanzar armas cinéticas de velocidad ultraalta literalmente en cualquier parte del mundo, después de advertir a los civiles que abandonen el área alrededor de los objetivos. Y no hay absolutamente ninguna defensa contra eso, en ningún lugar.

 

No hay dónde correr, nena, no hay dónde esconderse

Es bastante predecible que el MICIMATT, arrogante e ignorante, así como la OTAN y todo el colectivo occidental con el cerebro lavado, simplemente no tengan idea de lo que acaba de golpearlos, aparentemente de la nada.

Para ser conciso: un sistema con el poder destructivo de un arma nuclear táctica pero con la precisión de la bala de un francotirador de primera.

Por tanto, portaaviones de mil mdd son presa fácil; todo el Imperio de las Bases, con más de 800 bases; búnkeres subterráneos de todo tipo; plataformas de lanzamiento de misiles balísticos intercontinentales; astilleros navales; por no hablar del cuartel general de la OTAN en Bruselas, la base Aegis Ashore en Redzikowo (Polonia), el centro de fuerzas conjuntas de la OTAN en los Países Bajos, el mando sur de la OTAN en Nápoles: todos estos activos inmensamente caros son presa fácil para los Oreshniks no nucleares capaces de reducirlos a polvo en un instante después de volar durante unos minutos a más de Mach 10.

A estas alturas, multitudes de personas en todo el mundo saben que el Oreshnik puede llegar a Berlín en 11 minutos y a Londres en 19 minutos. También que, lanzado desde el sur de Rusia, Oreshnik puede llegar a la base aérea estadounidense en Qatar en 13 minutos; lanzado desde Kamchatka en el Lejano Oriente, puede llegar a Guam en 22 minutos; y lanzado desde Chukotka, puede llegar a los silos Minuteman III en Montana en 23 minutos.

Para citar el épico éxito de Motown [disquera de USA, principalmente con intérpretes afroamericanos] de los años 60: “Nowhere to run, baby, nowhere to hide” (No hay lugar a donde correr, nena, ningún lugar donde esconderse).

La prueba gráfica de que el MICIMATT y la OTAN no tienen ni la menor idea de lo que los golpeó —y los golpeará de nuevo— es la demencia de la escalada que está en vigor incluso después de que las ojivas de Oreshnik redujeran a pedazos una fábrica de misiles en Dnipropetrovsk. E incluso después de que Moscú dejara muy claro que no necesitan armas nucleares para atacar lo que quieran en cualquier lugar de la Tierra.

El MICIMATT y la OTAN, en tándem, lanzaron ATACMS dos veces contra Kursk [pero curiosamente no más, luego de lo de Dnipropetrovsk. Como dice el dicho: «El miedo no anda en burro»]; lanzaron un globo sonda de relaciones públicas relacionado con la posibilidad suicida de enviar armas nucleares a Kiev; la OTAN advirtió a las empresas que entraran en un “escenario de guerra”; el almirante de sillón de la OTAN Rob Bauer, una entidad holandesa sin personalidad, abogó por bombardeos preventivos de Rusia; El Petit Roi en Francia y el espantoso primer ministro británico reiniciaron la táctica de los “despliegues de tropas” en Ucrania (Starmer luego se retractó); y por último, pero no menos importante, el gobierno de Liver Sausage [Salchicha de Hígado, como un exembajador ucraniano denominó a Olaf Scholz] en Alemania comenzó a trazar planes para usar estaciones de metro como refugios antiaéreos.

Toda esta paranoia de la escalada suena como un grupo de niños gritando y jugando en su sucio arenero. Porque para todos los efectos prácticos es Rusia la que ahora gobierna el juego de la escalada.

 

Separar a Rusia de China es difícil de hacer

Y eso nos lleva a Trump 2.0.

El Estado Profundo ya ha puesto en la mira a Trump con una guerra feroz —una contrainsurgencia preventiva de facto, incluso antes de que intente hacer algo práctico con respecto al colapso del Proyecto Ucrania de la OTAN [Este párrafo pretende hacer creer que Trump está empeñado en una  guerra con el Estado Profundo, como si fueran entes equiparables y, eso, simplemente es risible y engañapentontos].

Su salida ideal podría ser una salida al estilo Afganistán, dejando todas las cargas por delante a una canasta de chihuahuas de la OTAN. Aún así, eso no va a suceder.

Andrey Sushentsov es director de programas del Club Valdai y decano de la Escuela de Relaciones Internacionales del MGIMO. Es uno de los principales analistas de Rusia. Sushentsov le soltó esta perla a TASS, entre otras cosas:

“Trump está considerando poner fin a la crisis ucraniana, no por simpatía hacia Rusia, sino porque reconoce que Ucrania no tiene posibilidades realistas de ganar. Su objetivo es preservar a Ucrania como una herramienta para los intereses estadounidenses, centrándose en congelar el conflicto en lugar de resolverlo. En consecuencia, bajo el gobierno de Trump, la estrategia a largo plazo de contrarrestar a Rusia persistirá. USA sigue beneficiándose de la crisis ucraniana, independientemente de qué administración esté en el poder”.

Sushentsov reconoce plenamente que “el sistema estatal de USA es una estructura inercial que se resiste a las decisiones que considera contrarias a los intereses estadounidenses, de modo que no todas las ideas de Trump se harán realidad”.

Esa es sólo una ilustración gráfica, entre muchas, de que Moscú no alberga ninguna ilusión sobre Trump 2.0. Las condiciones de Putin para un intento de resolver el enigma de Ucrania se conocen al menos desde junio: retirada total de Kiev de Donbass y Novorossiya; Ucrania no debe formar parte de la OTAN; fin de las más de 15,000 sanciones occidentales; y una Ucrania no alineada y libre de armas nucleares.

Eso es todo. No hay algo negociable; de ​​lo contrario, la guerra continuará en los campos de batalla, como Rusia considere conveniente, hasta la rendición total de Ucrania.

Evidentemente, los Cinco Ojos —en realidad, sólo dos (USA y el R.Unido)— más su esbirro Francia, codo a codo con los silos más poderosos dentro del Estado Profundo, seguirán obligando a Trump a redoblar sus esfuerzos en el Proyecto Ucrania, que es una parte esencial [falso; no es esencial, pero sí pueden establecer un receso, mientras atizan problemas en otro lado (Georgia, Siria) del espíritu de las Guerras Eternas.

Lo máximo que podría hacer es desviar la atención del Proyecto Ucrania complaciendo a los psicópatas genocidas del Antiguo Testamento de Tel Aviv, más la armada sionista-conservadora de Washington, en su obsesión de obligar a Washington a luchar su guerra contra Irán. Hablemos de un ligero cambio de enfoque de las Guerras Eternas.

Teherán no sólo exporta la mayor parte de su energía a China, sino que es un nodo absolutamente esencial del Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC, por sus siglas en inglés), así como de la Iniciativa del Región-Camino (BRI, por sus siglas en inglés); es decir, la Eurasia entrecruzada de norte a sur y de este a oeste.

Esa sería la verdadera guerra de elección: simultáneamente contra tres BRICS (Rusia, China e Irán). Después de todo, la clase dirigente estadounidense ya está comprometida con una guerra híbrida a vida o muerte contra los BRICS.

Aun así, el enfrentamiento Trump 2.0/China será el eje de la política exterior del Hegemón a partir del 20-Enero. Prácticamente todos los designados por Trump —por equivocados que puedan estar— creen que es posible romper la asociación estratégica integral Rusia-China e impedir que China compre energía a Irán.

Habrá intentos de interrumpir las rutas de navegación y las líneas de suministro —desde las Rutas Marítimas de la Seda en la costa del Océano Índico hasta la Ruta del Mar del Norte en el Ártico, incluidas posibles banderas falsas a lo largo de la INSTC.

Pero ahora que Oreshnik entra en escena, dondequiera que el Hegemón intente acosar a China también tendrá que enfrentarse a Rusia. Así que la tentación de poner fin al Proyecto Ucrania y la invasión de la OTAN en las fronteras occidentales de Rusia siempre estará presente en el fondo de la mente de Trump, parte de un síndrome de “seducir a Rusia para socavar a China”. El problema para el Hegemón es que las asociaciones estratégicas interconectadas entre Rusia, China e Irán, que abarcan los BRICS y la OCS, tienen otras ideas —cinéticas—.