jueves, 30 de enero de 2025

¡Haiga cosa!

DOGE, alias ¿el Estado Profundo hecho oficial?

Por Lorenzo Maria Pacini                                                                         23-Ene- 25

FUENTE: https://strategic-culture.su/news/2025/01/23/doge-aka-deep-state-made-official/

 

 

El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción. Igualmen-te lo destacado en amarillo aparece como texto simple en el original.

 

Hay algo sobre el DOGE, el nuevo ministerio confiado al liderazgo de Elon Musk, que necesita ser aclarado.



En el nuevo formato de la administración TRUMP 2.0 aparece DOGE, un nuevo ministerio encomendado a la jefatura de Elon Musk. Hay algo que conviene aclarar al respecto.

 

¿Qué es (por ahora) el DOGE?

Siglas del Department of Government Efficiency, el DOGE representa una iniciativa en el panorama administrativo de USA, encomendada a la jefatura de Elon Musk. Esta entidad fue concebida como un organismo externo (recordemos este detalle) al gobierno federal, que opera como un consejo asesor con el propósito de proporcionar orientación estratégica para la racionalización del gasto gubernamental y la reducción de la burocracia.

En otras palabras, pretende desmantelar las estructuras burocráticas, reducir las regulaciones excesivas, recortar los gastos innecesarios y reestructurar las agencias federales, apalancando un enfoque empresarial innovador y tecnológicamente avanzado. Su misión es promover un gobierno más ágil y responsivo, capaz de responder de manera eficiente a las necesidades de la ciudadanía, minimizando el desperdicio y agilizando los procesos de toma de decisiones.

 

Ahora la pregunta es, ¿por qué Musk entre todas las personas?

Sencillo: el multimillonario de Pretoria es conocido por su visión futurista y su capacidad para implementar soluciones tecnológicas en diversos sectores, por lo que Trump espera que aporte una metodología distintiva basada en el análisis de datos, el uso de inteligencia artificial y una suerte de gestión empresarial dentro del contexto gubernamental. Se requiere transparencia y eficiencia administrativa, de modo de permitir una gestión más transparente y accesible de los recursos públicos.

El DOGE, entonces, no se configura como una agencia gubernamental tradicional, sino como una entidad asesora que trabaja en sinergia con la Casa Blanca y la Oficina de Administración y Presupuesto para impulsar reformas estructurales a gran escala.

Así es: algo externo, pagado con dinero de los contribuyentes, que tendrá influencia en el interior.

Un dato curioso: algunos creen que el impacto potencial de este departamento podría compararse con el del Proyecto Manhattan, con una fecha de finalización prevista para sus actividades para el 4 de julio de 2026. El Proyecto Manhattan fue el proyecto de investigación y desarrollo “de alto secreto” contratado entre USA, el Reino Unido y Canadá para desarrollar la bomba atómica durante la 2GM. ¿Qué significó el resultado de ese proyecto? En pocas palabras, el cambio de rumbo de la guerra y la aparición de un mundo entero, con la carrera armamentista nuclear, la disuasión nuclear, etc., como resultado.

¿Qué quiere hacer la “gente de Trump”? Siguiendo esta lógica, una revolución atómica en toda regla de la administración estadounidense. Y tal vez eso es exactamente lo que lograrán hacer.

 

[Sí checa, pero] Algo no cuadra…

Repitamos: una entidad externa con influencia interna. Al mando, Elon Musk.

Suponiendo que el Estado Profundo[1] no sea más que los banqueros diciéndole al Estado y sus dependencias qué hacer y cómo, ¿no les parece que esto es lo mismo, solo que “normalizado” por el Estado?

Es una pregunta legítima. ¿Por qué se aceptaría a un magnate milmillonario del transhumanismo, las finanzas, la investigación militar y las telecomunicaciones como una “influencia externa” en el gobierno? ¿No es eso lo que ya hacen tantos otros directivos de potentados transnacionales? ¿Qué cambia entonces?

Ésta es la pregunta correcta que hay que hacer.

Elon Musk, que es el mayor contratista privado de entidades gubernamentales de nuestro tiempo. Principalmente de defensa y seguridad de USA, con Starlink, pero también de China, de la que Tesla recibe una financiación sustancial. Ahora será él quien tendrá que decir cómo gestionar las agencias federales.

Es evidente que la naturaleza del proceso va más allá del concepto de “conflicto de intereses”.

Estamos asistiendo a una formalización del Estado Profundo, un paso que desdibujará aún más la delgada línea entre lo público y lo privado.

La palabra “Doge” [Dogo, en italiano y español] se refiere simbólicamente al jefe de la República de Venecia [durante la Edad Media y el Renacimiento], que era una república mercantil oligárquica: ¿es esto una alusión a lo que será este ministerio o, más ampliamente, el gobierno de Trump 2?

Más importante aún, ¿por qué los estadounidenses —y los pueblos colonizados— deberían aceptar algo así? Tantos años de lucha contra el Estado Profundo sólo para encontrarlo en el gobierno. Genial.

Probablemente se esté abriendo una era de nuevas relaciones políticas, de nuevos paradigmas. Si en efecto el DOGE de Musk será y hará esto, tendremos que volver a teorizar muchos aspectos de la política tal como se entiende en la Modernidad. Teoría y práctica.

Por ahora, mientras esperamos a ver que el DOGE entre en funcionamiento, podemos compartir algunas observaciones:

1.    El poder político en las democracias se basa en el principio de representación, que es el proceso por el cual los ciudadanos delegan algunas de sus capacidades de toma de decisiones (tomar decisiones políticas, legislar, gobernar) a sus representantes a través de elecciones. Sin la legitimidad de la representación, no hay democracia. La representación se basa en la soberanía popular, la libertad de elección de los ciudadanos y la rendición de cuentas y la responsabilidad de los representantes elegidos.

De este modo, el DOGE podría legitimar verdaderamente una forma de interferencia externa que anula arbitrariamente, ipso facto, la necesidad y la eficacia de la representación, falsificando la democracia hasta el punto de convertirla en una virtualización estética.

2.    Admitiendo que la democracia no nos interesa, y admitiendo también su eventual terminación o falsificación a través de la actividad del DOGE, se formaría una especie de híbrido político, casi como un patriciado oligárquico. El hecho de que sea una entidad política externa sugiere que probablemente [seguramente] ni siquiera habrá necesidad de rendir cuentas al gobierno y que, tal vez, el gobierno no tendrá poder de decisión sobre el DOGE. Literalmente, una “república paralela”.

Esto nos obliga a plantearnos preguntas sobre el sistema jurídico y la práctica política de esta configuración. No está claro qué tipo y cuánto poder tendrá el DOGE en la política estadounidense. No está claro qué respaldo legislativo habrá. La triple separación de poderes estatales, tal como la definieron los padres de la era moderna, se derrumba de repente.

3.    El presidente, nos preguntamos, ¿en qué se convertirá? Si una entidad externa potencialmente ilimitada puede influir en el gobierno, ¿quién tendrá realmente el poder, el DOGE o el presidente?

No es una pregunta menor. Las elecciones eligieron al presidente, no al DOGE. Musk no fue elegido directamente por nadie, pero se encuentra con un poder enorme, que también podemos interpretar como una extensión y remodelación de su poder financiero [que los presidentes (aun éste) están lejos de tener].

Será interesante profundizar en el nuevo rumbo de la política estadounidense. Lo que es ciertamente chocante es que el Estado Profundo cambie de nombre y de símbolos, pero no de función. Todo es una cuestión de comunicación. La guerra de la información funciona más que nunca.

Por otra parte, estos bromistas estadounidenses eligieron el nombre DOGE, de la república marítima de Venecia. Una elección perfectamente talasocrática [durante varios siglos así fue denominada la pérfida Albión, o sea, Gran Bretaña]. El Imperio del Mar está preparando su flota [no olviden los submarinos y los drones].



[1] [Respecto al Estado Profundo Wikipedia trae la siguiente descripción]: En Turquía, el Estado Profundo (en turco: Derin Devlet) es un grupo de influyentes coaliciones antidemocráticas dentro de la estructura política turca, compuesta por elementos de alto nivel dentro de los servicios de inteligencia (nacionales y extranjeros), el ejército turco, las agencias de seguridad, el poder judicial y la mafia [y sobretodo el poder económico (aunque Wikipedia lo omita); y particularmente en el caso de USA, se ha tratado de circunscribirlo a un grupo de simples burócratas]. La agenda política de la red del Estado Profundo supuestamente implica una lealtad al nacionalismo, el corporativismo y los intereses estatales. La violencia y otros medios de presión se han empleado históricamente de una manera en gran medida encubierta para manipular a las élites políticas y económicas [¿una élite que manipula a las élites políticas y económicas? ¡por favor!], asegurando que se satisfagan intereses específicos dentro del marco aparentemente democrático del panorama político.

jueves, 23 de enero de 2025

MAGA 2.0

Te haré grande de nuevo, baby

Por Pepe Escobar                                                                                      14-Ene-25

FUENTE: https://strategic-culture.su/news/2025/01/14/im-gonna-maga-you-baby/

 

 

El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción. Igualmente lo destacado en amarillo aparece como texto simple en el original.

 

 

 

 

No es de extrañar que Trump haya tenido que idear una operación psicológica seductora, pero aún así llena de peligros, más grande que la vida para cambiar imperativamente la narrativa.

 

 Es el mejor espectáculo del mundo: desata un programa doble de Nuevo Paradigma y Destino Manifiesto con esteroides. Somos los mejores. Te sacudiremos, en todos los sentidos. Te aplastaremos. Tomaremos lo que queramos porque podemos.

Y si quieres alejarte del dólar estadounidense, te destruiremos. BRICS, vamos a por ti.

Trump 2.0, una mezcla de lucha libre profesional y MMA en una jaula planetaria gigante, —estará en casa a partir del próximo lunes.

Trump 2.0 apunta a estar al mando del sistema financiero global; del control del comercio mundial de petróleo y el suministro de GNL; y de las plataformas mediáticas estratégicas. Trump 2.0 se está preparando para ser un ejercicio extendido de la capacidad de dañar al Otro. A cualquier Otro. Adquisiciones hostiles —y sangre en las vías. Así es como "negociamos".

Bajo Trump 2.0, la infraestructura tecnológica global debe funcionar con software estadounidense, no solo en el frente de las ganancias sino también en el frente del espionaje. Los chips de datos de IA deben ser exclusivamente estadounidenses. Los centros de datos de IA deben estar controlados únicamente por USA.

¿“Libre comercio” y “globalización”? Eso es para perdedores. Bienvenidos al mercantilismo neoimperial y tecnofeudal —impulsado por la supremacía tecnológica estadounidense.

El asesor de seguridad nacional de Trump, Mike Waltz, ha nombrado algunos de los objetivos que se avecinan: Groenlandia; Canadá; cárteles diversos; el Ártico; el Golfo de “América”; petróleo y gas; minerales de tierras raras. Todo en nombre del fortalecimiento de la “seguridad nacional”.

Un punto clave: el control total del “hemisferio occidental”. Doctrina Monroe 2.0 —en realidad, la Doctrina Trumpoe. USA Primero, Después y Siempre.

 

Por qué es necesario reajustar el tablero de ajedrez

Bueno, profundicemos un poco en los molestos imperativos materiales. El Imperio del Caos enfrenta una deuda enorme [pero falsa, que debería ser cancelada], contraída con los usureros habituales, que sólo podrá ser pagada —parcialmente— con excedentes de exportación seleccionados. Eso implicaría una reindustrialización —un proceso largo y costoso— y asegurar cadenas de suministro militares fluidas.

¿Dónde estará la base de recursos para esta tarea de Sísifo? Washington simplemente no puede depender de las exportaciones chinas y de las tierras raras. Es necesario reajustar el tablero de ajedrez —unificando el comercio y la tecnología bajo el control unilateral y monopólico de USA.

El plan A, hasta ahora, era enfrentarse simultáneamente a Rusia y China: los dos BRICS principales y vectores clave de la integración euroasiática. La estrategia de China, desde el comienzo del milenio, ha sido intercambiar recursos por infraestructura [más bien reducir su tenencia de Bonos del Tesoro de USA, vía la Iniciativa Región-Camino. Algo similar al Plan Marshall para, so pretexto de ayudar a Europa, en realidad apoyar a la economía de USA, cuya capacidad productiva no había sufrido ningún daño por la 2 GM], desarrollando los mercados del Sur Global mientras China misma sigue desarrollándose.

La estrategia de Rusia ha sido ayudar a las naciones a recuperar su soberanía; en realidad, ayudar a las naciones a ayudarse a sí mismas en el frente del desarrollo sostenible.

El plan A contra las estrategias geoeconómicas y geoestratégicas concertadas de la asociación estratégica Rusia-China fracasó miserablemente. Lo que intentó la horrible administración estadounidense saliente generó contraataques masivos y en serie.

Así que es hora del plan B: saquear a los aliados. De todos modos, ya son chihuahuas dominados [no parece muy lógico, pero está ocurriendo]. El espectáculo de la explotación debe continuar. Y hay muchos chihuahuas disponibles para ser explotados.

Canadá tiene mucha agua dulce, además de riqueza minera y petrolera. De hecho, la clase empresarial canadiense siempre ha soñado con una integración profunda con el Imperio del Caos.

Trump 2.0 y su equipo han sido cuidadosos de no dar nombres. Cuando se trata del Ártico como un campo de batalla crucial y en evolución, puede haber una vaga alusión al Paso del Noroeste. Pero nunca una mención de lo que realmente importa; la Ruta del Mar del Norte —la denominación rusa; los chinos la llaman la Ruta de la Seda del Ártico. Ese es uno de los corredores de conectividad clave del futuro.

La Ruta del Mar del Norte abarca al menos el 15% del petróleo inexplorado del mundo y el 30% del gas natural inexplorado del mundo. Groenlandia está en medio de este Nuevo Gran Juego —capaz de suministrar años de uranio, tanto petróleo como Alaska (comprada a Rusia en 1867), además de tierras raras— por no mencionar que proporciona un territorio útil para la defensa y la ofensiva con misiles.

Washington ha estado tratando de arrebatarle Groenlandia a Dinamarca desde 1946. Hay un acuerdo con Copenhague en vigor que garantiza el control militar, principalmente naval. Ahora Groenlandia está siendo renovada como el punto de entrada ideal de USA al Gran Juego del Ártico contra Rusia.

En el Foro de San Petersburgo el pasado mes de junio, tuve el privilegio de seguir una mesa redonda excepcional sobre la Ruta del Mar del Norte: es una parte integral del proyecto de desarrollo del siglo 21 de Rusia, centrado en la navegación comercial —“¡Necesitamos más rompehielos!”— y que seguramente superará a Suez y Gibraltar en el futuro cercano.

Un poco más de 50,000 habitantes de Groenlandia —que ya gozan de autonomía, especialmente frente a la UE— aceptarían con creces una salida total de Dinamarca; Copenhague, de hecho, los abandonó desde 1951. A los groenlandeses les encantará beneficiarse de las enormes inversiones estadounidenses.

El ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, fue directo al grano: “El primer paso es escuchar a los groenlandeses”, comparándolo con la forma en que Rusia escuchó a los residentes de Crimea, Donbass y Novorossiya frente a Kiev.

Lo que Trump 2.0 quiere realmente de Groenlandia es clarísimo: militarización total; acceso privilegiado a tierras raras; y exclusión comercial de Rusia y las empresas chinas.

El experto militar chino Yu Chun señaló que “pronto se espera que se abra la tan ansiada ‘vía fluvial dorada’ del océano Ártico, que permitirá a los barcos atravesar el océano Pacífico y navegar a lo largo de las costas septentrionales de América del Norte y Eurasia hasta el océano Atlántico”.

Como la Ruta del Mar del Norte es “un elemento clave de la cooperación chino-rusa”, es inevitable que la “visión estratégica de USA sea impedir el establecimiento de una ‘vía fluvial dorada’ entre China, Rusia y Europa controlando Groenlandia”.

 

Frenada en el frente de los chihuahuas

En el frente chihuahua más amplio, la actividad es frenética. Diversas élites vinculadas a Davos/el Estado profundo en toda la OTAN —desde Europa hasta Canadá— están en proceso de ser reemplazadas por nuevas élites afiliadas a Trump 2.0.

Eso está indisociablemente vinculado a la estrategia de saqueo de los aliados: la mayor destrucción de la economía vasalla de la UE para fortalecer el corazón del Imperio.

En Alemania, Alice Weidel de AfD —pragmática, intelectualmente capaz— ofrece una perspectiva bastante intrigante. Está enfatizando en el registro que Alemania necesita reiniciar la importación de materias primas y gas natural barato —reabramos el Nord Stream— desde Rusia.

Esto abre la tentadora posibilidad de que Trump y su factótum Elon Musk se den cuenta de que Alemania no tiene ningún valor para USA como un lugar atrasado y desindustrializado [¿algo parecido a lo ocurrido en 1946?] —incluso en el marco general de una ofensiva neoliberal de despojo de activos. Por supuesto, Trump 2.0 exigirá a los alemanes un alto precio para recuperar una nación revitalizada.

Trump 2.0 al menos tiene el mérito —dudoso— de una lectura relativamente realista del tablero de ajedrez: Rusia, India, China —el triángulo de Primakov— e Irán se han vuelto demasiado poderosos para ser saqueados. Así que la siguiente mejor opción es saquear a los chihuahuas. La voladura del NordStream ordenada por la familia criminal Biden —como detalla Sy Hersh— fue un brillante comienzo.

El futuro de la OTAN en el proyecto de la Gran América está ahora en juego. Hay que pagar —o de lo contrario: la contribución de cada nación miembro debería aumentar al 5% del PIB en lugar del 2% actual.

Hablando de un aumento de precios del 150%. Por cierto, Trump hasta ahora ni siquiera ha murmurado la expresión sin sentido “Indo-Pacífico”. A todos los efectos prácticos, Trump está diciendo a la OTAN que se vaya de excursión.

En el caso de una doble anexión de Canadá y Groenlandia por parte de la OTAN, USA podría incluso igualar la base de recursos de Rusia. Podría decirse que ésa es la razón fundamental para desencadenar este Nuevo Gran Juego. Olvidemos la “multipolaridad”. BRICS, tomen nota.

La trama secundaria más intrigante es, por supuesto, Elon Musk. Trump necesita urgentemente el enorme megáfono digital de propaganda y redes sociales de Musk [esto supone que Trump actúa por su cuenta, lo que dista de ser cierto]. Al mismo tiempo, en el frente chihuahua, el compañero platino quiere sacar provecho de una Europa capaz de evaluar la cantidad suficiente de energía, materias primas y montones de consumidores con un sólido poder adquisitivo.

Los hechos sobre el terreno ya dejan claro que el “orden internacional basado en reglas” está siendo reemplazado en un instante por un desorden internacional sin reglas. Después de todo, el derecho internacional ya ha sido abolido por el propio Imperio del Caos (es decir, bipartidario) —cuando se trata de sanciones unilaterales ilegales, robo de activos financieros o legitimación del genocidio y de “rebeldes moderados” corta-cabezas.

Trump 2.0 no será más que la imposición de un fenómeno de facto: un desorden posthistórico. Fin de la Historia —que siempre fue para [pen]tontos.

Toda esta incendiaria cadena de acontecimientos se está desencadenando básicamente por una única razón: el Imperio del Caos perdió la guerra por poderes en Ucrania. Lo que queda por discutir es la modalidad de la rendición. Así que no es de extrañar que Trump haya tenido que idear una seductora operación psicológica, pero igualmente peligrosa, de proporciones enormes, para cambiar de manera imperiosa la narrativa.

jueves, 16 de enero de 2025

Nueve, ocho, siete...

 Cuenta Regresiva para el Colapso Europeo

Por Lucas Leiroz                                                                                        04-Ene-25

FUENTE: https://strategic-culture.su/news/2025/01/04/countdown-to-european-collapse/

 

 

El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción. Igualmente lo destacado en amarillo aparece como texto simple en el original.

 

 



 

 

 

 

Con la prohibición del flujo de gas ruso a Europa a través del territorio ucraniano, queda poco antes del colapso económico y social absoluto del continente europeo.

 

Por fin, la cooperación energética entre Rusia y Europa ha terminado (casi) por completo. Después de casi tres años de sanciones y sabotajes, la asociación energética bilateral Moscú-UE sufrió su mayor golpe histórico. Kiev cumplió su promesa de no renovar su contrato con Gazprom, lo que permitía la llegada de gas ruso a Europa, creando una situación de inseguridad energética extremadamente incómoda para sus propios “socios” en la Unión Europea.

En la mañana del primer día de 2025, la Federación Rusa dejó de suministrar gas a los compradores europeos a través de Ucrania. Incluso en medio del conflicto, la rusa Gazprom y la ucraniana Naftogaz habían mantenido en vigor un acuerdo de tránsito de energía firmado en 2020, que expiraba el último día de 2024. Anteriormente, Kiev ya había anunciado que no estaba dispuesta a renovar el contrato con Gazprom, aunque algunos países europeos pidieron repetidamente a Ucrania que lo hiciera. A pesar de las sanciones impuestas a Rusia desde 2022, algunos países europeos siguieron beneficiándose de la importación de gas ruso, en particular Eslovaquia y Hungría —países que se negaron a participar en el boicot antirruso patrocinado por Occidente—, así como Austria, país históricamente neutral en las disputas geopolíticas y militares de Europa. Otras naciones, incluso adhiriéndose a las sanciones, siguieron recibiendo hipócritamente gas ruso, como Italia, Polonia, Rumania y Moldavia. También hubo casos de reventa de gas, con países receptores que reexportaron el producto a países que buscaban eludir las sanciones.

Con el fin de la ruta ucraniana, todos estos estados perdieron cualquier garantía de una fuente de energía segura, precisamente durante el invierno, la época del año en que el consumo de gas en Europa es más alto. Obviamente, actualmente existen reservas energéticas que pueden ser suficientes para hacer frente a los desafíos de la temporada actual, pero la situación se volverá progresivamente más crítica con el tiempo. Las naciones europeas tendrán que encontrar nuevas fuentes de gas o ampliar el uso de las dos únicas rutas restantes para el gas ruso (a través de Turquía y el Mar Negro). Los últimos indicadores muestran un aumento sustancial de los precios del gas entre los exportadores asiáticos. También se espera que Ankara aproveche la oportunidad para obtener más beneficios de su gasoducto.

En la actualidad, entre los europeos hay esperanzas de un suministro de gas barato a través del tan esperado proyecto de gasoducto Qatar-Turquía a través de Siria. Con la caída del gobierno legítimo de Bashar al Assad, los gigantes energéticos de Turquía y del Golfo han revivido la propuesta, aunque están esperando la pacificación interna en Siria por parte de la junta de Al Qaeda para comenzar la construcción. Algunos analistas optimistas en Europa creen que este sería el antídoto a la dependencia de Europa del gas ruso -o asiático y estadounidense, como en las circunstancias actuales.

El principal problema de esta esperanza es creer en la buena voluntad de los halcones occidentales para “pacificar Siria”. Sin Asad, Damasco se convirtió en un “Estado fallido”, con territorio dividido entre diferentes facciones en constantes hostilidades. Es poco probable que esto cambie, simplemente porque, a pesar de que los operadores tácticos de la crisis siria (Turquía y Qatar) quieren la pacificación, los mentores estratégicos (Israel y USA) no están interesados. Tel Aviv prefiere una Siria polarizada y desgarrada por la guerra, incapaz de hacer nada para impedir el progreso territorial en el Golán y más allá. Washington, que es servil a los intereses israelíes a través del lobby sionista internacional, está interesado en lo mismo —además, por supuesto, de fomentar a los terroristas kurdos para empeorar aún más la situación interna siria.

En otras palabras, los analistas occidentales todavía no entienden que los que toman las decisiones del eje unipolar simplemente no quieren resolver los problemas de Europa. No está en el interés de USA que sus “socios” en Europa recuperen energía barata y una base industrial fuerte. Para Washington, el colapso de Europa no es una tragedia, sino un objetivo estratégico, cuyas raíces se encuentran en la propia ciencia de la geopolítica. Según los fundamentos de la geopolítica occidental, la integración ruso-europea sería desastrosa para el eje atlántico USA-RU. Por ello, ante la inminente victoria militar de Rusia y la rehabilitación de Moscú como potencia geopolítica euroasiática, los estadounidenses y los británicos han adoptado una estrategia de “tierra arrasada” en Europa.

Las sanciones, el ataque terrorista al Nord Stream y el cierre de la ruta ucraniana a Europa son acontecimientos que forman parte del mismo contexto estratégico: en todos estos casos, los estrategas angloamericanos quieren provocar un colapso energético en Europa para posibilitar la desindustrialización y la consiguiente crisis económica y social. El objetivo final es una Europa arruinada, no sólo reacia sino también incapaz de establecer futuros vínculos estratégicos con Moscú.

Con la caída de la ruta del gas ucraniano, se puede decir que USA ganó una importante batalla en su guerra económica contra Europa. El colapso total es sólo una cuestión de tiempo. [Por eso alguna vez H. Kissinger declaró: «Es peligroso ser enemigo de USA, pero ser su aliado es fatal»].

 

 

jueves, 9 de enero de 2025

Otra vez la FED

 

¿Por Qué el Gobierno Pide Prestado Cuando Puede Imprimilo?

Por Ellen Brown                                                                                         18-Jun-24

FUENTE: https://scheerpost.com/2024/06/18/ellen-brown-why-does-the-government-borrow-when-it-can-print/

 

El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción. Igualmente lo destacado en amarillo aparece como texto simple en el original.

 


En los primeros siete meses del año fiscal 2024, los intereses netos (pagos menos ingresos) de la deuda federal alcanzaron los 514 mil mdd, superando el gasto en defensa nacional (498 mil mdd) y Medicare (465 mil mdd). El gasto en intereses también superó todo el dinero gastado en veteranos, educación y transporte en conjunto. El gasto en intereses es ahora la segunda partida más grande del presupuesto federal después de la Seguridad Social y la parte del presupuesto que crece más rápido, y va camino de alcanzar los 870 mil mdd para fines de 2024.

 

Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, el déficit presupuestario federal fue de 857 mil mdd en los primeros siete meses del año fiscal 2024. En efecto, el gobierno está pidiendo prestado a interés para pagar los intereses de su deuda, lo que agrava la deuda. Para el prestamista, se llama “el milagro del interés compuesto”: los intereses sobre los intereses se acumulan exponencialmente. Pero para el deudor, es una maldición, que se acumula como un cáncer hasta el punto de devorar activos mientras sigue aumentando la deuda. Como escribe Daniel Amerman, un analista financiero certificado, en un artículo titulado “¿Podría un incendio forestal de interés compuesto amenazar la solvencia de USA?”:

[L]a mayor amenaza relacionada con la deuda para la solvencia del gobierno de USA y el valor del dólar podría ser el hecho de que el país en realidad no está realizando ningún pago neto de capital o intereses sobre su deuda. Es decir, el gobierno de USA está pidiendo dinero prestado para pagar los intereses, al mismo tiempo que pide prestado para renovar los pagos del capital, al mismo tiempo que pide prestado aún más para financiar el gasto general que excede los impuestos recaudados.

Esto crea el riesgo [no es riesgo, es certidumbre] de una posible acumulación y aceleración de los pagos de intereses sobre esa deuda. …

En otras palabras, el gobierno de USA es efectivamente insolvente, a menos que se produzcan algunos cambios importantes. Ésa es exactamente la razón por la que debemos prever que habrá cambios importantes.

El Comité para un Presupuesto Responsable concluye de manera similar: “Sin reformas para reducir la deuda y los intereses, los costos de los intereses seguirán aumentando, desplazando el gasto en otras prioridades y agobiando a las generaciones futuras”. De hecho, nosotros somos esa generación futura. Las gallinas han vuelto al gallinero. Según USDebtClock.org, la deuda es ahora de 34.8 bdd. Se estima que tendríamos que gravar a todos a una tasa del 40%, sin deducciones, para equilibrar los presupuestos de nuestros gobiernos federales y locales, una obviedad. Las reformas son necesarias, pero ¿de qué tipo?

 

¿Por qué el gobierno toma prestada su propia moneda?

Esta pregunta se le hizo al economista Martin Armstrong, quien respondió:

La teoría era que si uno tomaba prestado en lugar de imprimir dinero, NO estaba aumentando la oferta monetaria existente y, por lo tanto, en teoría, no sería inflacionario.

Eso sería cierto si se pagara la deuda, pero hoy el gobierno no paga la deuda sino que simplemente sigue renovándola, pagando los bonos viejos a medida que vencen con bonos nuevos, actualmente a tasas de interés más altas. Armstrong concluye:

Tomamos prestado, lo cual es peor que imprimir porque tenemos que pagar intereses por renovar constantemente la deuda. Este año, gastaremos alrededor de $1 billón en intereses, la deuda nacional total cuando Reagan asumió el cargo en 1981…

Si hubiéramos impreso el dinero en lugar de pedir prestado, habría sido menos inflacionario y el capital habría creado más empleos en lugar de invertir en deuda gubernamental que solo ha financiado los sueños más locos de los neoconservadores [que él explicó como “establecer bases militares en todas partes”]. [Énfasis añadido.]

Un informe publicado por la Comisión Grace durante la administración Reagan concluyó que en ese momento, la mayor parte de los ingresos por impuestos federales sobre la renta se destinaban únicamente a pagar los intereses de la creciente deuda del gobierno. Una carta dirigida al presidente Reagan afirmaba que un tercio de todos los impuestos sobre la renta se consumían en el despilfarro y la ineficiencia del gobierno federal. Otro tercio de los impuestos efectivamente pagados se destinaba a compensar los impuestos no pagados por los evasores fiscales y la creciente economía sumergida, un fenómeno que había florecido en proporción directa a los aumentos de impuestos. El informe concluía:

Como dos tercios de los impuestos sobre la renta de las personas físicas se desperdician o no se recaudan, el 100% de lo recaudado se absorbe únicamente en los intereses de la deuda federal y en las contribuciones del gobierno federal para transferir los pagos. En otras palabras, todos los ingresos por impuestos sobre la renta de las personas físicas se pierden antes de que se gaste un solo centavo en los servicios que los contribuyentes esperan de su gobierno.

Como observó Thomas Edison en 1921:

Si nuestra nación puede emitir un bono en dólares, puede emitir un billete de dólar. El elemento que hace que el bono sea bueno, también hace que el billete sea bueno. La diferencia entre el bono y el billete es que el bono permite a los corredores de divisas recaudar el doble de la cantidad del bono y un 20% adicional, mientras que la moneda no paga a nadie más que a quienes contribuyen directamente de alguna manera útil.

Es absurdo decir que nuestro país puede emitir 30 mdd en bonos y no 30 millones en moneda. Ambas son promesas de pago, pero una promesa engorda a los usureros y la otra ayuda a la gente.

Es más barato imprimir dinero directamente que pedir prestado dinero a un interés que nunca se devuelve. Los Greenbackers que marcharon sobre Washington en 1897 tenían razón. Deberíamos imprimir dinero, no para emprendimientos especulativos (“ingresos no ganados”), sino para actividades productivas. Los Greenbackers buscaban volver al sistema en el que el gobierno de Lincoln emitía billetes estadounidenses o Greenbacks directamente, para evitar una deuda agobiante con los banqueros británicos. Marchaban por los productores económicos —los agricultores y los trabajadores de las fábricas, representados por el Espantapájaros y el Hombre de Hojalata en El mago de Oz, que tomó su argumento de aquella primera marcha sobre Washington.

¿No resultará simplemente imprimir dinero en hiperinflación? No necesariamente. La inflación de precios es resultado de demasiado dinero para muy pocos bienes. Cuando el dinero se utiliza para crear nuevos bienes y servicios, los precios se mantienen estables. Los chinos lo demostraron cuando aumentaron la oferta monetaria en un factor de 1800% (18 veces) en los 23 años entre 1996 y 2020. El nuevo dinero se destinó a infraestructura y otras formas de productividad, aumentando el PIB al mismo ritmo; y la inflación de precios se mantuvo consistentemente baja durante ese período.

Pero “a toro pasado, todo mundo es Manolete”. ¿Qué se puede hacer ahora con la creciente deuda federal y la factura de intereses?

 

Posibles soluciones del Tesoro

Hipotéticamente, el Tesoro podría recomprar su deuda. Pero en nuestro sistema actual, esto tendría que hacerse con más deuda, a tasas de interés aún más altas. De hecho, el Tesoro lo está haciendo ahora, pero en proporciones modestas y con un propósito diferente. Su objetivo es crear un mercado líquido en bonos del Tesoro a largo plazo, el tipo de bonos que Silicon Valley Bank se vio obligado a vender con un gran descuento, generando fondos insuficientes para evitar la masiva corrida de sus depósitos en marzo de 2023. Se descubrió que casi 200 bancos estaban en dificultades similares e igualmente vulnerables a las corridas. Sin embargo, sería contraproducente para el Tesoro recomprar porciones importantes de su deuda con más deuda a un interés más alto, lo que solo agravaría la deuda y la carga de intereses [sería poner en práctica aquel relato del indio que tenía frío y decidió alargar su manta cortándole un pedazo en un extremo y cosiéndolo en el extremo opuesto].

Otra opción sería emitir monedas de 35 billones de dólares [como se diría en inglés: bullshit!].

La idea de acuñar monedas de gran denominación para resolver problemas económicos fue evidentemente sugerida por primera vez por un presidente del Subcomité de Moneda de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos a principios de la década de 1980. Señaló que el gobierno podría pagar toda su deuda con algunas monedas de mil millones de dólares, es decir, simplemente “imprimiendo” o “acuñando” el dinero. La Constitución le da al Congreso el poder de acuñar dinero y regular su valor, y no se pone ningún límite al valor de las monedas que crea. Por supuesto, hoy en día tendrían que ser monedas de un billón de dólares.

Sin embargo, en una legislación iniciada en 1982, el Congreso decidió imponer límites a las cantidades y denominaciones de la mayoría de las monedas. La única excepción fue la moneda de platino, que, según una disposición especial, podía acuñarse en cualquier cantidad con fines conmemorativos.

En 2013, un abogado llamado Carlos Mucha, que escribía un blog bajo el seudónimo de Beowulf, propuso emitir una moneda de platino para aprovechar esta laguna jurídica; y, con el estancamiento interminable en el Congreso sobre el techo de la deuda, los economistas serios la adoptaron como una forma de dar jaque mate a los halcones del déficit. Philip Diehl, exdirector de la Casa de la Moneda de Estados Unidos y coautor de la ley de la moneda de platino, confirmó que la moneda sería de curso legal:

Al acuñar la moneda de platino de un billón de dólares, el Secretario del Tesoro estaría ejerciendo una autoridad que el Congreso ha otorgado rutinariamente durante más de 220 años... en virtud del poder expresamente otorgado al Congreso en la Constitución (Artículo 1, Sección 8).

La ​​acuñación de monedas de un billón de dólares evoca imágenes de billetes de un millón de marcos llenando carretillas. Pero como observa el economista Michael Hudson:

Toda hiperinflación de la historia ha sido causada por el servicio de la deuda externa que ha colapsado el tipo de cambio. El problema casi siempre ha sido resultado de tensiones cambiarias en tiempos de guerra, no del gasto interno.

El profesor Randall Wray explicó que la moneda no circularía, sino que se depositaría en la cuenta del gobierno en la Reserva Federal, por lo que no podría inflar la oferta monetaria circulante [lo que no se dice claramente aquí es que se le estaría “pagando” a la Reserva Federal con algo que ella no podría gastar y que habiéndose liquidado la ‘deuda”, la Reserva Federal dejaría de recibir intereses. Sería más simple decretar que la “deuda” de la Fed es nula]. El presupuesto aún necesitaría la aprobación del Congreso. Para mantener un control del gasto, el Congreso solo tendría que cumplir algunas reglas básicas de economía. Podría gastar en bienes y servicios hasta el pleno empleo sin crear inflación de precios (ya que la oferta y la demanda aumentarían juntas). Después de eso, tendría que imponer impuestos, no para financiar el presupuesto, sino para reducir la oferta monetaria circulante y evitar que los precios subieran con un exceso de demanda.

Si emitir 35 monedas por un valor de un billón de dólares cada una parece demasiado radical, el Tesoro podría emitir solo una moneda de un billón de dólares al año, destinada específicamente a cubrir los intereses [si los intereses se van a devolver, ¿para qué se necesita emitir tal moneda para cubrirlos?]. Un enfoque híbrido similar funcionó para los colonos de Pensilvania cuando formaron su primer banco propiedad del gobierno a principios del siglo XVIII. Otras colonias emitían “vales coloniales”, pero era más fácil emitirlos que gravarlos con impuestos, y normalmente emitían demasiado, inflando la oferta monetaria y devaluando la moneda. Los colonos de Pensilvania formaron un “banco de tierras” y emitieron dinero en forma de préstamos a los agricultores al 5% de interés. Para cubrir el interés no creado en los préstamos originales, el gobierno pudo emitir vales en papel directamente para financiar su propio presupuesto. Como resultado, Pensilvania se convirtió en la economía más productiva de las colonias.

 

¿Qué tal si se recurre a la Reserva Federal?

La Reserva Federal está en condiciones de emitir dinero sin intereses, no como depósitos creados por los bancos que circulan como nuestra oferta monetaria M2, sino como las reservas que necesitan los bancos para hacer frente a las transferencias y retiros interbancarios. Cuando la Reserva Federal compra valores federales, tiene la obligación de devolver el interés al Tesoro después de deducir sus costos [pero si no los compra, entonces no devuelve los intereses].

En 2011, el candidato presidencial republicano Ron Paul propuso abordar el techo de la deuda simplemente anulando los 1.7 bdd en títulos federales que tenía entonces la Reserva Federal. Como explicó Stephen Gandel en la revista Time, la solución de Paul es que el Tesoro pague intereses sobre los títulos a la Reserva Federal, que devuelve el 90% de estos pagos al Tesoro [¿y los costos de la Res. Federal equivalen al 10%?. Este % representa 288 mdd/día]. A pesar de este juego de pagos, los 1.7 billones de dólares en bonos estadounidenses que posee la Reserva Federal todavía se contabilizan para el techo de la deuda. El plan de Paul:

“Lograr que la Reserva Federal y el Tesoro destruyan esa deuda. De todos modos, es deuda falsa. Y la Reserva Federal está legalmente autorizada a devolver la deuda al Tesoro para que la destruya”.

El congresista demócrata Alan Grayson también respaldó esta propuesta.

Pero desde junio de 2022, la Reserva Federal no ha estado comprando títulos, sino vendiendo los que ya tiene, reduciendo su balance en un esfuerzo por combatir la inflación de precios reduciendo la oferta monetaria mediante un “ajuste cuantitativo”. El banco central se considera “independiente” del Congreso, pero podría argumentarse que el Congreso podría revisar la Ley de la Reserva Federal para exigir a la Reserva Federal que compre valores federales.

 

Un impuesto a las transacciones financieras

De no existir esas alternativas, otra posibilidad es un impuesto muy pequeño a las transacciones financieras. En un libro de 2023 titulado A Tale of Two Economies: A New Financial Operating System for the American Economy [Un Cuento de Dos Economías: Un Nuevo Sistema Operativo Financiero para la Economía Estadounidense], el veterano de Wall Street Scott Smith sostiene que estamos gravando las cosas equivocadas: los ingresos y las ventas físicas. De hecho, tenemos dos economías: la economía material en la que se compran y venden bienes y servicios, y la economía monetaria que implica el comercio de activos financieros (acciones, bonos, divisas, etc.), que básicamente “hacen dinero” sin producir nuevos bienes o servicios.

Basándose en datos del Banco de Pagos Internacionales y la Reserva Federal, Smith muestra que la economía monetaria es cientos de veces más grande que la economía física. La brecha presupuestaria podría cerrarse imponiendo un impuesto de apenas el 0.1% a las transacciones financieras, eliminando no solo los impuestos sobre la renta sino todos los demás impuestos que pagamos hoy. Con un impuesto a las transacciones financieras (ITF) del 0.25%, podríamos financiar beneficios que hoy no podemos permitirnos y que estimularían el crecimiento de la economía real, incluidos no sólo infraestructura y desarrollo, sino también educación universitaria gratuita, un ingreso básico universal y atención médica gratuita para todos. Smith sostiene que incluso podríamos pagar la deuda nacional en 10 años o menos con un ITF del 0.25%.

¿Son estas propuestas demasiado radicales? Tal vez, pero las crisis existenciales exigen soluciones radicales.