Otra Perspectiva del 911: No Pregunte ‘¿Qué Ocurrió?’ Sino ‘¿Quién lo Hizo?’
Por Philip Giraldi 16-Sep-21
FUENTE: https://www.strategic-culture.org/news/2021/09/16/another-look-at-9-11-ask-not-what-happened-but-who-did-it/
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La evidencia de participación israelí es sustancial, basada en el nivel de las operaciones de espionaje del estado judío en USA.
El vigésimo aniversario del 11-Sep del pasado sábado ha planteado muchos de los problemas habituales sobre lo que realmente sucedió ese día. ¿Los aviones secuestrados se estrellaron contra las torres gemelas del World Trade Center y el Pentágono o el daño en la ciudad de Nueva York se atribuyó a explosivos o incluso a algún tipo de dispositivo nuclear? Estas son preguntas fundamentales y los supuestos "Escépticos" [de la versión oficial] que las plantean se han inspirado en la lectura del Informe de 585 págs del 11-Sep, que se describe con mucha caridad como incompleto, aunque muchos lo llamarían razonablemente un encubrimiento del gobierno.
Durante mucho tiempo he creído que, a menos que uno realmente vea o experimente algo de primera mano, la descripción de cualquier evento no es mejor que un rumor. Lo más cerca que estuve de “ver” el 11-Sep fue la evacuación en pánico de un edificio de oficinas de la CIA, donde estaba trabajando en ese momento. Otro fragmento relacionado de la narrativa del 11-Sep también provino de dos amigos cercanos que conducían al trabajo en el Pentágono cuando cada uno de ellos observó de forma independiente lo que parecía ser un gran avión que pasaba sobre sus autos y golpeaba el edificio. Considero que las fuentes son creíbles, pero ¿fue un avión o un misil? Y yo no estaba allí para verlo con mis propios ojos, por lo que soy reacio a afirmar que mis amigos realmente vieron algo que, en retrospectiva, pudiera haber sido malinterpretado.
Los críticos de los aspectos físicos y de ingeniería de la narrativa aceptada ciertamente tienen una gran cantidad de evidencia experta que respalda su caso. La forma en que cayeron las torres y el colapso del Edificio 7 cercano sugieren algo más que el impacto de un avión de pasajeros cerca de la parte superior de la estructura, pero no soy un experto en la ciencia del asunto y he evitado expresar una opinión sobre eso.
Aparte de lo que sucedió, siempre me ha intrigado más "¿Quién lo hizo?" Encontré que el Informe del 11-Sep era notoriamente deficiente por no cubrir una posible participación extranjera, para incluir a los saudíes, paquistaníes e israelíes. De hecho, el presidente Joe Biden ha tomado medidas que han dado lugar a la desclasificación y publicación de 16 páginas de la notoria redacción de 28 páginas de documentos relacionados con cualquier posible participación saudí. El documento consta de entrevistas con el estudiante saudí Omar al-Bayoumi, quien presuntamente ayudó a apoyar a varios secuestradores.
Los sobrevivientes del 11-Sep están demandando a los saudíes, pero es poco probable que se exponga algo realmente sensible, como explicó el periodista de investigación Jim Bovard. De hecho, los documentos publicados el sábado pasado no demostraron que el propio gobierno saudí desempeñara un papel directo en el 11-Sep, aunque está claro que los saudíes ricos e incluso miembros de la Familia Real habían estado apoyando y financiando a al-Qaeda. También se sabe que los empleados de la Embajada y el Consulado de Arabia Saudita en USA habían financiado a los presuntos secuestradores.
Los amigos que estaban en el Centro de Contraterrorismo de la CIA en el momento del 11-Sep tienden a creer que los saudíes estaban apoyando a sus conciudadanos mientras estaban en USA, pero probablemente no estaban al tanto de ningún complot terrorista. Sin embargo, observaron que había pruebas considerables de que Israel sabía de antemano lo que era inminente y que incluso pudo haber sido instrumental en asegurarse de que tuviera éxito.
La evidencia de la participación israelí es sustancial, basada en el nivel de operaciones de espionaje del estado judío en USA y también su historial en las llamadas acciones encubiertas que simulan ataques terroristas diseñados para influir en la toma de decisiones políticas en países extranjeros. Pero, por supuesto, al informar sobre la tragedia del 11-Sep nadie en los principales medios de comunicación captó la conexión, inhibido sin duda por la comprensión de que hay algunas cosas que uno simplemente no escribe sobre Israel si se espera permanecer empleado [¡qué extraña comprensión!, ¿de dónde la habrán sacado?]. Eso es cierto a pesar del hecho de que el ángulo israelí del 11-Sep es sin duda una buena historia, relegada a los medios alternativos, donde puede ser marginada por los críticos como una teoría de la conspiración o producto del antisemitismo.
En el año 2001, Israel estaba llevando a cabo una operación de espionaje masiva dirigida contra musulmanes residentes o que viajaban a USA. La operación incluyó la creación de varias compañías de cobertura en Nueva Jersey, Florida y también en la costa oeste que sirvieron como mecanismos de espionaje para los oficiales del Mossad. El esfuerzo fue apoyado por la estación Mossad en Washington DC e incluyó una gran cantidad de voluntarios, los llamados "estudiantes de arte" que viajaron por USA vendiendo varios productos en centros comerciales y mercados al aire libre. El FBI estaba al tanto de los numerosos estudiantes israelíes que habitualmente se quedaban excediendo sus visas, pero se consideraban una molestia menor y normalmente se dejaban a la tierna merced de los inspectores de la Oficina de Aduanas e Inmigración.
Los israelíes también estaban llevando a cabo operaciones de inteligencia más sofisticadas dentro de USA, muchas de las cuales estaban enfocadas en las capacidades e intenciones militares de Washington. Algunas unidades de inteligencia especializadas se concentraron en la obtención de tecnología militar y de doble uso. También se sabía que espías israelíes habían penetrado en los sistemas telefónicos del gobierno de USA, incluidos los de la Casa Blanca [¡casi nada! En cualquier otro caso, hubiera sido motivo para el lanzamiento de algunos misiles Tomahawk].
Todo eso quedó enfocado el 11-Sep-2001, cuando un ama de casa de Nueva Jersey vio algo desde la ventana de su edificio de apartamentos, que daba al World Trade Center. Observó cómo los edificios ardían y se derrumbaban, pero también notó algo extraño. Tres jóvenes estaban arrodillados en el techo de una camioneta de tránsito blanca estacionada a la orilla del agua, haciendo una película en la que se mostraban chocando los cinco y riendo frente a la catastrófica escena que se desarrollaba detrás de ellos. La mujer anotó el número de matrícula de la camioneta y llamó a la policía, quienes respondieron rápidamente y pronto tanto la fuerza local como el FBI comenzaron a buscar el vehículo, que posteriormente fue visto por otros testigos en varios lugares a lo largo del paseo marítimo de Nueva Jersey, con sus ocupantes "celebrando y filmando".
El número de placa reveló que la camioneta pertenecía a una empresa registrada en Nueva Jersey llamada Urban Moving Systems. La camioneta fue identificada y detenida. Cinco hombres de entre 22 y 27 años salieron para ser detenidos a punta de pistola y esposados. Todos eran israelíes. Uno de ellos tenía 4,700 dls en efectivo escondidos en su calcetín y otro tenía dos pasaportes extranjeros. Los perros detectores de bombas reaccionaron al olor de explosivos en la camioneta.
Según el informe policial inicial, el conductor identificado como Sivan Kurzberg, declaró: “Somos israelíes. No somos tu problema. Tus problemas son nuestros problemas. Los palestinos son el problema". Los cinco hombres fueron detenidos en la cárcel del condado de Bergen en Nueva Jersey antes de ser trasladados a la Sección de Contrainteligencia Extranjera del FBI, que se encarga de las acusaciones de espionaje.
Después del arresto, el FBI obtuvo una orden para registrar las oficinas de Urban Moving System en Weehawken, Nueva Jersey. Se incautaron papeles y computadoras. El propietario de la empresa, Dominick Suter, también israelí, respondió a las preguntas del FBI, pero cuando se concertó una entrevista de seguimiento unos días después, se supo que había huido del país hacia Israel, poniendo a la venta tanto su negocio como su casa. Más tarde se supo que Suter ha estado asociado con al menos catorce negocios en USA, principalmente en Nueva Jersey y Nueva York, pero también en Florida.
Los cinco israelíes fueron detenidos en Brooklyn, inicialmente por cargos relacionados con el fraude de visas. Los interrogadores del FBI los interrogaron durante más de dos meses. Varios fueron recluidos en régimen de aislamiento por lo que no podían comunicarse entre sí y dos de ellos recibieron repetidos exámenes de polígrafo, que reprobaron al afirmar que no eran más que estudiantes que trabajaban en trabajos de verano. Se creía que los dos hombres en los que el FBI se centró más intensamente eran oficiales del personal del Mossad y los otros tres eran voluntarios que ayudaban con la vigilancia. Curiosamente, las pruebas fotográficas demostraron que se les había visto "cubriendo" el área donde se les vio celebrando el día anterior, lo que indica que tenían conocimiento previo del ataque.
Los israelíes no cooperaron exactamente, pero el FBI concluyó a partir de documentos obtenidos en su oficina en Weehawken que habían puesto en la mira a árabes en Nueva York y Nueva Jersey. El FBI concluyó que existía una clara posibilidad de que los israelíes hubieran monitoreado las actividades de al menos dos de los presuntos secuestradores del 11-Sep, mientras que las compañías de cobertura y el personal de inteligencia a menudo se cruzaban con lugares frecuentados por los saudíes.
Al parecer, los investigadores nunca conectaron los puntos. Los registros policiales en Nueva Jersey y Nueva York, donde estaban detenidos los hombres, han desaparecido y los informes de los interrogatorios del FBI son inaccesibles. La cobertura mediática del caso también murió, aunque la prensa se refirió a los cinco como los "israelíes bailarines" y algunos, más despectivamente, como los "Shlomos bailarines".
Inevitablemente[¿por qué?], intervino la Casa Blanca de George W. Bush. Después de 71 días de detención, los cinco israelíes fueron inexplicablemente liberados de la prisión, subidos a un avión y deportados. También hay que recordar que cuando la noticia del 11-Sep llegó a Israel, el primer ministro Benjamin Netanyahu se mostró complacido y dijo: “Es muy bueno. Bueno, no muy bien, pero generará simpatía inmediata". "Fortalecerá el vínculo entre nuestros dos pueblos, porque hemos experimentado el terror durante tantas décadas, pero USA ahora ha experimentado una hemorragia [sic] masiva de terror". Y, por supuesto, fue convenientemente atribuible a los enemigos de Israel.
El posible papel de Israel en el 11-Sep fue explorado por primera vez en forma de libro en 2003 por el director editorial de Antiwar.com, Justin Raimondo, en su The Terror Enigma, un libro corto que se centra en el espionaje israelí y las inconsistencias en la narrativa que lleva el provocativo subtítulo “9/11 y la Conexión Israelí".
En la actualidad, el vigésimo aniversario del 11-Sep ha inspirado a otros a echar otro vistazo al posible papel de Israel. Ron Unz ha completado recientemente un examen exhaustivo de la evidencia. Observa que el 11-Sep y sus secuelas han dado forma a "las últimas dos décadas, cambiando enormemente la vida diaria y las libertades de la mayoría de los estadounidenses comunes". Él pregunta: “¿Qué grupo organizado habría sido lo suficientemente poderoso y atrevido para llevar a cabo un ataque de tan vasta escala contra el corazón central de la única superpotencia mundial? ¿Y cómo fueron posiblemente capaces de orquestar un encubrimiento político y mediático tan masivamente efectivo, incluso logrando la participación del propio gobierno de los USA?"
Ron Unz responde a su pregunta, concluyendo que hay “un caso fuerte, quizás incluso abrumador, de que el Mossad israelí junto con sus colaboradores estadounidenses jugaron el papel central” en el ataque. Su argumento se basa en las notorias inconsistencias de la narrativa estándar, además de un examen de la historia de las operaciones israelíes de falsa bandera y los ataques terroristas masivos. También incluye nueva información obtenida del reciente libro del periodista israelí Ronen Bergman Rise and Kill First: the Secret History of Israel's Targeted Assassinations.
Hasta cierto punto, Unz se basa en un artículo de investigación detallado escrito por el periodista francés Laurent Guyenot en 2018, así como en un argumento presentado por un ex marine y ex instructor en la Escuela de Guerra del Ejército de USA, Alan Sabrosky en un artículo donde registra cómo “Hace muchos años leí una fascinante discusión sobre las 'tácticas de error'. Esto esencialmente implicaba usar los prejuicios y las ideas preconcebidas de los puestos en la mira para engañarlos en cuanto al origen y la intención del ataque, atrapándolos en una situación táctica que luego funcionó para ventaja estratégica del atacante. Esto es lo que se desarrolló en los atentados del 11-S que nos llevaron a la matriz de guerras y conflictos, actuales (Afganistán e Irak), planificados (Irán y Siria) y proyectados (Jordania y Egipto), que benefician a Israel y a ningún otro país —aunque reconozco que muchos contratistas privados y políticos lo están haciendo muy bien debido a la muerte y la miseria de otros. También estoy absolutamente seguro, como analista estratégico, de que el 11-Sep en sí, del que fluye todo lo demás, fue una operación clásica orquestada por el Mossad. Pero el Mossad no lo hizo solo. Necesitaban ayuda local dentro de USA (y quizás en otros lugares) y la obtuvieron, principalmente de algunos egresados del PNAC (el mal llamado Proyecto para un Nuevo Siglo Estadounidense) y sus afiliados dentro y fuera del Gobierno de USA (USG), quienes con los ataques del 9/11 consiguieron el 'evento catalítico' que necesitaban y ansiaban para llevar a USA a la guerra por cuenta de Israel ..."
El economista y autor Paul Craig Roberts también se ha sentido motivado por el aniversario para revisar la evidencia y concluye: “La evidencia circunstancial sugiere que el 11-Sep fue un plan de los funcionarios neoconservadores del régimen de George W. Bush, aliados con el vicepresidente Dick Cheney e Israel para crear un 'nuevo Pearl Harbor' que generaría apoyo por parte del pueblo estadounidense y los aliados europeos de Washington para una 'guerra contra el terror' en el Medio Oriente, cuyo propósito real era destruir a los enemigos de Israel en interés del Gran Israel... Ésta es la explicación más plausible, pero, si es cierta, no es una que los gobiernos de USA e Israel reconocerían jamás [si tomamos en cuenta que documentos relativos al asesinato de Abraham Lincoln en 1865 todavía permanecen secretos luego de 156 años e igualmente los relativos al asesinato de JFK en 1963 luego de 58 años, puede estimarse que lo relativo al 9/11, con buena suerte, se lleguen a conocer para el 2301… antes de mediodía]. En consecuencia, estamos atascados con una explicación oficial defendida durante largo tiempo por los presstitutas [término inventado por Paul Craig Roberts para describir a periodistas mercenarios], que nadie cree”.
Sí, una explicación inverosímil que nadie cree realmente para el mayor desastre de seguridad nacional en el siglo XXI de USA. E Israel obtiene todavía un pase más.
