jueves, 30 de junio de 2022

¿Primeras señas? ¡Ya era hora!

 

Inquietud en Davos y el Tácito Temor al Fracaso: Primeras Señas de un Cambio USA-Ucrania

Por Alastair Crooke                                                                        30-May-22

FUENTE: https://www.strategic-culture.org/news/2022/05/30/disquiet-at-davos-and-unsaid-fear-of-failure-the-first-shoots-of-us-ukraine-shift/

 

 

El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción. Igualmente lo destacado en amarillo aparece como texto simple en el original.

El temor tácito que inquieta a los asistentes a Davos es el miedo a otra debacle, tras la de Afganistán.

 

Klaus Schwab, apasionado de Ucrania, configuró esencialmente el Foro Económico Mundial (FEM) para exhibir a Zelensky y hacer valer el argumento de que Rusia debería ser expulsada del mundo civilizado. El objetivo de Schwab fue reunir allí a la crème de la crème de los líderes empresariales del mundo. Zelensky se lanzó a lo grande: "Queremos más sanciones y más armas"; "Hay que poner fin a todo el comercio con el agresor"; "Todas las empresas extranjeras deben abandonar Rusia para que sus marcas no se asocien con los crímenes de guerra", dijo. “Las sanciones deben ser globales; los valores deben importar”.

La inquietud recorrió el conjunto de Davos: El FEM es globalista de alto octanaje, ¿verdad? Sin embargo, esta frase de Schwab sugiere una desvinculación "en zancos". Precisamente invierte la interconexión. Además, los generales occidentales al mando dicen que este conflicto puede durar no sólo años, sino décadas. ¿Qué significará esto para sus mercados en las partes del mundo que rechazan la acción contra Rusia, se preguntan los hombres de dinero?

Es poco probable que este tufillo de desorientación sea lo que Schwab pretendía. Tal vez esto último estaba más alineado con la posterior intervención de Soros de que era necesaria una rápida victoria sobre Rusia para salvar la "Sociedad Abierta" y la civilización misma y que esto pretendía ser el mensaje del FEM 2022.

La "mayor inquietud" de Davos surgió, sin embargo, de un lugar inesperado. Justo antes de que comenzara el FEM, el NY Times publicó un artículo del equipo editorial en el que se instaba a Zelensky a negociar con Rusia. Argumentaba que tal compromiso implicaba hacer dolorosos sacrificios territoriales. El artículo suscitó una reacción indignada y airada en Europa y Occidente, posiblemente porque aunque redactado como un consejo para Kiev su objetivo era evidentemente Washington y Londres (los archibelicistas).

Eric Cantor, un exjefe de grupo parlamentario en la Cámara de Representantes de USA (un legislador muy versado en las sanciones a Irán), también en Davos, cuestionó si Occidente sería capaz de mantener un frente unido en la búsqueda de objetivos tan maximalistas como los que han exigido Zelensky y su Jefe de Inteligencia Militar. "Puede que no consigamos la próxima votación", opinó Cantor (a raíz de la votación de 40,000 mdd aparentemente destinados a Ucrania).

Cantor dijo que excluir a Rusia por completo requeriría sanciones secundarias contra otros países. Esto pondría a Occidente en un choque frontal con China, India y los casi 60 estados que se han negado a respaldar una resolución de la ONU que denuncie la invasión rusa. Advirtió que USA podía correr el riesgo de exagerar.

Luego habló el temible Henry Kissinger, también en Davos. Advirtió a Occidente que dejara de intentar infligir una derrota aplastante a las fuerzas rusas en Ucrania, diciendo que eso tendría consecuencias desastrosas para la estabilidad de Europa a largo plazo. Dijo que sería fatal para Occidente dejarse llevar por el estado de ánimo del momento y olvidar el lugar adecuado de Rusia en el equilibrio de poder europeo.

El Dr. Kissinger dijo que no se debe permitir que la guerra se prolongue y estuvo a punto de pedir a Occidente que instruya a Ucrania para que acepte unas condiciones que están muy lejos de sus actuales objetivos bélicos: "Las negociaciones deben comenzar en los próximos dos meses, antes de que se creen trastornos y tensiones que no serán fáciles de superar".

¿Qué está pasando aquí? En pocas palabras, estamos viendo aparecer los primeros indicios de fracturas en la postura de USA sobre Ucrania. Las fisuras en Europa son ya muy evidentes, tanto en lo que respecta a las sanciones como a los objetivos de la misión. Pero el comentario de Cantor de que "es posible que no consigamos la próxima votación" necesita un mayor análisis.

En un artículo anterior, argumenté que la victoria del senador J.D. Vance en las primarias de Ohio para un escaño en el Senado podría ser reveladora. Su candidatura fue respaldada por Trump, que más tarde hizo un llamamiento a "poner fin a la guerra". Ahora la clave es el senador republicano Josh Hawley, ambicioso y conocido por sus aspiraciones de liderazgo.

Al principio de la guerra de Ucrania, el senador Hawley llamaba a Zelensky, lo elogiaba y lo animaba. Pero luego cambió de rumbo. Posteriormente, Hawley criticó los 40,000 mdd de ayuda propuesta a Ucrania, después de votar "no" en la votación de procedimiento para seguir adelante con el paquete de ayuda "por no estar en el interés de USA".

Al principio, como algunos recordarán, hubo 6 votos en la Cámara de Representantes en contra del proyecto de ley, y luego 60. Y en el Senado, primero hubo cero y luego 11 votos. El proyecto de ley se apresuró, ya que los gestores de las votaciones temían que la votación pudiera desmoronarse aún más.

¿Qué está pasando? Pues que la corriente "populista" republicana, que nunca se ha entusiasmado con la ayuda exterior, se escandalizó por los 40,000 millones de dólares para Ucrania cuando USA carecía de leche infantil [pero recuérdese que Sleepy Joe pidió 33,000 mdd y el Senado le corrigió la cifra… hacia arriba], (y él mismo tenía que depender de la ayuda extranjera para la leche infantil). Esta corriente política se está volviendo más significativa y tiene más impacto como resultado de un cambio estructural. Los candidatos políticos, y ahora incluso algunos grupos de reflexión estadounidenses, están recurriendo al financiamiento con pequeñas donaciones como principal fuente de financiación, alejándose de los donantes "establecidos". Por lo tanto, el amplio sentimiento "antienrredos extranjeros" está ganando peso.

Por supuesto, no todos los 40,000 mdd van a parar a Ucrania. Ni mucho menos. Según los detalles del proyecto de ley, la mayor parte irá al Pentágono (para equipos ya suministrados por USA y sus aliados). Y una gran parte irá al Depto de Estado, para financiar todo tipo de actores no estatales y ONG "útiles" es decir, es un presupuesto del Estado Profundo con envoltorio ucraniano. Los 6,000 mdd asignados directamente para nuevas armas a Ucrania comprenden, de hecho, tanto el entrenamiento como las armas, por lo que gran parte de esa cantidad acabará en los bolsillos de países como el RU y Alemania, dando entrenamiento "fuera del teatro" a los ucranianos en su propio territorio o en el de los países vecinos.

Eric Cantor y otros estadounidenses presentes en el FEM pueden enmarcar su inquietud sobre los objetivos occidentales en "compañía educada" como una simple articulación de sus incertidumbres sobre la gran estrategia de USA si éste está tratando de castigar a Rusia por su agresión, o si el objetivo es un uso más sutil de la política que da al Kremlin una "ruta para salir de las sanciones", si cambia de rumbo. Pero detrás de la narrativa se esconde un miedo más oscuro. El tácito miedo al fracaso.

¿Qué significa esto? Significa que los objetivos de guerra definitivos de Occidente en Ucrania han podido permanecer hasta ahora opacos e indefinidos, los detalles echados a un lado por el estado de ánimo del momento.

Paradójicamente, esta opacidad se ha mantenido a pesar del fracaso público de la primera declaración de objetivos de Occidente que era que la confiscación de las reservas extranjeras de Rusia, la expulsión de los bancos rusos de SWIFT, la sanción del Banco Central y la amplia gama de sanciones, por sí solas, convertirían el rublo en escombros, causarían una corrida en el sistema bancario nacional, colapsarían la economía rusa y provocarían una crisis política a la que Putin no podría sobrevivir.

En resumen, la "victoria" sería rápida, si no inmediata. Lo sabemos porque los funcionarios estadounidenses y el ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire, se jactaron de ello públicamente.

Tan confiados estaban estos funcionarios occidentales en un rápido éxito financiero-guerrillero que no parecía necesario invertir en una profunda reflexión estratégica sobre los objetivos o el curso del empuje militar secundario ucraniano. Después de todo, una Rusia ya colapsada económicamente, con su moneda arruinada y su moral quebrada, probablemente opondría poca o ninguna resistencia cuando el ejército ucraniano se extendiera a través de Donbas y hacia Crimea.

Pues bien, las sanciones han resultado ser un fracaso y los ingresos monetarios y petroleros de Rusia son abundantes [en lenguaje técnico, “un clásico tiro por la culata”].

Y ahora, los políticos occidentales están siendo advertidos en los medios de comunicación, y por sus propios militares, de que Rusia está "cerca de una gran victoria" en el Donbás.

Este es el temor tácito que inquieta a los asistentes a Davos: el miedo a otra debacle, como la de Afganistán. Una que se agrava cuando la "guerra" contra Rusia se convierte en un colapso económico en Europa, y cuando la inversión de ocho años de la OTAN en la construcción de un exitoso ejército delegado según los estándares de la OTAN se convierte en polvo.

Esto es a lo que los comentarios de Kissinger descodificados están urgiendo: "No lo dejen para más tarde"; consigan un acuerdo rápido (incluso uno desfavorable), pero que se pueda disfrazar, y que de alguna manera se haga pasar por una "victoria". Pero no esperen, y dejen que los acontecimientos lleven a USA a otra debacle inconfundible e innegable.

Por el momento, esto sigue siendo una "conversación en la mesa de la cocina" en USA, ya que el poder de una narrativa, investida con tanta emoción, y reforzada por una presión de la guerra de la información sin precedentes, ha enmascarado tales pensamientos de la expresión pública. Sin embargo, las fracturas empiezan a ser evidentes. Algo se agita, y Europa seguirá inevitablemente lo que haga USA. Pero, por ahora, los halcones permanecen firmemente en "la silla" (en USA, en Londres, en Polonia, en la Comisión de la UE y en Kiev).

La gran pregunta, sin embargo, es por qué Moscú aceptaría esa "salida" (incluso si se la ofrecieran). Un acuerdo de compromiso sería visto allí como una simple oportunidad para que Kiev se reagrupe y lo intente de nuevo.

 

 

miércoles, 22 de junio de 2022

Como dicen en el rancho: Tanto brinco para caer donde mismo

 

Colapsan las Mentiras de la OTAN… Le Dicen al Régimen de Kiev Que ‘Pague el Precio de la Paz’

Por Karl Haki                                                                                   18-Jun-22

FUENTE: https://www.strategic-culture.org/news/2022/06/18/nato-lies-implode-kiev-regime-told-pay-price-for-peace/

 

 

 

El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción. Igualmente lo destacado en amarillo aparece como texto normal en el original.

 



El daño duradero de las mentiras que se desmoronan es la erosión del presunto liderazgo de USA y sus cómplices de la OTAN.

La administración Biden, los medios de comunicación occidentales (también conocidos como sistema de propaganda) y el eje militar de la OTAN están chocando de frente con la realidad. Una de las primeras señales es la suavización de la actitud agresiva y el hecho de que se inste al régimen de Kiev a cortar sus pérdidas y llegar a un acuerdo con Rusia.

Durante los últimos cuatro meses, desde que Rusia lanzó su operación militar especial en Ucrania, la opinión pública occidental ha sido bombardeada con mentiras ininterrumpidas sobre la "agresión ilegal" de Moscú, sobre cómo Rusia estaba perdiendo la guerra frente a los "heroicos defensores" y sobre cómo la OTAN estaba defendiendo los principios inviolables de la soberanía de Ucrania que de alguna manera "justificaban" la inundación del país con armas.

Ahora Jens Stoltenberg, el jefe civil de la alianza transatlántica liderada por USA, agita tímidamente una bandera blanca de rendición ante la inevitable realidad. En una conferencia celebrada en Finlandia el pasado fin de semana, Stoltenberg instó al régimen de Kiev a "pagar el precio de la paz" cediendo a las reivindicaciones territoriales a Rusia. El ex primer ministro noruego, que semeja una figura cómica de madera [sheriff Woody Pride, de Toy Story], está siendo utilizado sin duda como portavoz de los planificadores más estratégicos del Establishment transatlántico.

El "precio de la paz" implicaría que las autoridades ucranianas reconocieran la península de Crimea como parte de la Federación Rusa y la independencia de las repúblicas del Donbass [entre más prolonguen el conflicto, el “precio de la paz” va a incluir las provincias del sur, dejando a Ucrania sin costa]. La invasión rusa de Ucrania que comenzó el 24 de febrero se lanzó para defender esos territorios de habla rusa de las ofensivas del régimen de Kiev, respaldado por la OTAN, y sus batallones nazis.

Esto marca un sorprendente giro del bloque de la OTAN. Desde el golpe de Estado patrocinado por la CIA en Kiev en 2014, y la secesión de Crimea para unirse a la Federación Rusa, Moscú ha sido continuamente vilipendiado por la supuesta anexión de la península, mientras que USA y sus aliados de la UE han acumulado ronda tras ronda de sanciones económicas.

La supuesta restauración de la "integridad territorial" de Ucrania ha sido una razón recurrente para la creciente hostilidad del eje de la OTAN liderado por USA hacia Rusia. Sin embargo, ahora el jefe del bloque de la OTAN le dice al régimen de Kiev que mejor se prepare para ceder territorio en aras de la paz. Esto en cuanto a los principios. ¿Y de qué sirvieron todos estos años de aumento de las sanciones económicas contra Rusia a causa de Crimea? [¿y los miles de muertos?]

El cambio de mentalidad es un reflejo de la realidad naciente de que la intervención militar de Rusia en Ucrania está resultando un éxito. Moscú ha asegurado las regiones de habla rusa y ha dañado gravemente al ejército ucraniano infestado de nazis. La idea de que Ucrania llegue a ingresar en la OTAN también está descartada.

Hace sólo unas semanas, los gobiernos occidentales y sus obedientes medios de comunicación estaban llenos de afirmaciones de que Rusia se enfrentaba a una derrota estratégica por parte de las fuerzas ucranianas armadas por la OTAN. El presidente de USA, Joe Biden, y su secretario de Estado, Antony Blinken, se deshicieron en elogios. También lo hicieron el primer ministro británico Boris Johnson y su principal diplomática de exteriores Liz Truss. ¿Qué dirán ahora?

El carácter nazi de las fuerzas ucranianas se encubrió con historias de "defensores heroicos". Cuando Rusia consolidó su poder de combate en el este de Ucrania para tomar el Donbass, los medios de comunicación occidentales informaron alegremente de ello como una retirada. Por el contrario, varios analistas militares independientes y fuentes sobre el terreno daban una visión opuesta y más precisa, sosteniendo que las fuerzas rusas y sus aliados del Donbass estaban haciendo exactamente lo que se habían propuesto: liberar el territorio de habla rusa.

Ahora que Rusia está en camino de lograr sus objetivos, la narrativa propagandística occidental se está desmoronando por las mentiras sobre las que siempre se construyó.

Va a haber mucho crujir de dientes por el último fracaso propagandístico. La debacle de Afganistán parecerá un espectáculo secundario frente a este fracaso épico. Cientos de miles de millones de dólares y euros en armamento de USA y la OTAN enviados a Ucrania no han servido para "defender" el país. Ha sido una bendición para el complejo militar-industrial y sus políticos a sueldo. Pero la avalancha de armamento no ha disuadido a Rusia de lograr sus objetivos.

Las repercusiones económicas mundiales del conflicto totalmente evitables si USA y sus socios de la OTAN hubieran entablado una relación diplomática con Rusia para resolver los problemas de seguridad que Moscú tiene desde hace tiempohan golpeado a los Estados occidentales como un bumerang [un objetivo importante no declarado del conflicto es alejar a Alemania y Rusia; esto implica empinar económicamente a Europa y especialmente a Alemania. El aumento de los precios y de las facturas de la energía está perjudicando gravemente a millones de trabajadores que consideran que la calamidad económica no es culpa de Rusia (la llamada "subida de precios de Putin" [otra mentira pueril de «Sleepy Joe»]), sino el resultado de los juegos geopolíticos y la indiferencia elitista de Washington y Bruselas. Esto no es más que otro aspecto de la realidad de inmensas implicaciones de una agitación social sin precedentes que está obligando a la clase dirigente occidental a salvar su desastre de Ucrania.

El choque frontal con la realidad va a crear reacciones explosivas. Las potencias occidentales ya están moviendo a Kiev para que acepte su destino como un peón redundante. El consejo de Stoltenberg de "pagar un precio por la paz" es la insinuación a Kiev a la que se le dice que sea realista y reduzca sus pérdidas. La opinión pública occidental [no olvides que controlan los medios] se dará cuenta de esta propia conveniencia [de los de siempre] y de la falta total de escrúpulos y se preguntará a qué se debe todo este falso drama y el ridículo gasto financiado por los contribuyentes. Se avecina una reacción airada contra los charlatanes en el cargo [no creas; son más escurridizos que una anguila enjabonada].

Podemos esperar que los medios de comunicación occidentales empiecen a buscar chivos expiatorios para "explicar" el éxito de Rusia. Que aparezcan informes como este reciente del New York Times culpando al presidente de Ucrania, Vladimir Zelensky, de los errores tácticos. Pero el insufrible victimismo del régimen de Kiev y de su exagerado comediante convertido en presidente, sin duda se pondrá de mal humor y redoblará sus demandas imposibles de "defensa" estadounidense y de la OTAN. Zelensky tiene un don para nombrar y avergonzar la falta de indulgencia percibida. Ha sido preparado para funcionar así y su condición de celebridad occidental le da una falsa sensación de importancia.

La historia está plagada de títeres patrocinados por la CIA que sobreviven a su utilidad y, por lo tanto, son desechados como basura [p.e. Dominique Strauss-Kahn]. Si Zelensky y su camarilla se ponen altaneros y no siguen el juego de USA y sus socios de la OTAN que tratan de encubrir su montón de mentiras, es decir, al no aceptar su papel de chivo expiatorio, entonces Zelensky se enfrentará a un "plan de retiro" más contundente [remember Saddam Hussein].

Pero en última instancia, el daño duradero de las mentiras que se desmoronan es la erosión del presunto liderazgo de USA y los cómplices de la OTAN. El presidente ruso Vladimir Putin se ha burlado de las pretensiones de USA como el "imperio de las mentiras". Eso está resultando ser un destino real.

Una simpatiquísima nota de Pepe Escobar

 

Notas del Spief: Foro Económico Internacional de San Petersburgo

Por Pepe Escobar                                                                          16-Jun-22

FUENTE: https://thesaker.is/notes-from-spief-st-petersburg-international-economic-forum/

 

El texto [en rojo] NO viene en el original y fue agregado por el equipo de traducción.

 

EL FORO DE SAN PETERSBURGO ESTÁ ENRACHADO

Me he pasado la mañana yendo y viniendo siguiendo algunos debates fabulosos en el foro, especialmente sobre Rusia-China, los negocios de la OCS, los BRICS, el sector financiero ruso, la Ruta Marítima Septentrional y éste que enlazo a continuación, con Glazyev, sobre la Unión Económica de Eurasia y la ASEAN.

Esta tarde hay algunos debates “matones” adicionales, incluyendo un tratamiento triple EAEU-SCO-ASEAN.

Tendré una columna detallada idealmente para ser publicada para el fin de semana. El discurso de Putin es mañana, y debería ser un exitazo. Véase:

            https://forumspb.com/en/programme/business-programme/..

El contraste del Programa con Los Tres Chifados en su tren a ninguna parte el país 404 no podría ser más gráfico. [el patrón no les autorizó el  vuelo Bucarest – Kiev y se echaron 11 hrs en tren. El compartimento de Macron resultó más grande y lujoso que los otros dos. Scholz parece divertido; Macron, a punto de reír; y Draghi, preocupado].